La primera maratón de Nueva York se celebró el 13 de Septiembre de 1970 y fue organizada por Fred Lebow y Vincent Chiappetta, que eran los presidentes del club de atletismo New York Road Runners. En esa primera edición se dieron cita un total de 126 hombres y una mujer y el recorrido consistía en dar vueltas a Central Park. De los 127 participantes que iniciaron la carrera finalizaron sólo 55 corredores entre los cuales no estaba la única fémina. El ganador fue Gary Muhrcke con 2:31:38.
En 1976 el cofundador Fred Lebow rediseñó el recorrido de la carrera incorporando los cinco distritos de la ciudad de Nueva York: Staten Island, Brookly, Queens, Manhattan y Bronx. La maratón creció en popularidad cuando dos años más tarde la noruega Grete Waitz batió el récord femenino de maratón con 2:32:30. Creció tanto, que en 2011 cruzaron la meta 46.795 participantes: 29.867 hombres y 16.928 mujeres.
Es evidente que la maratón de Nueva York se ha convertido en un gran negocio y todo gracias a Fred Lebow, que no sólo fue organizador, sino que también participó en aquella primera edición y la última vez que lo hizo fue en 1992 a la edad de 60. Desgraciadamente, falleció dos años después víctima de un cáncer cerebral.
No sé por qué cuento esto, la verdad, quizás porque me llama la atención cómo una carrera puede llegar a ser popular, ¿quizás sea debido al buen hacer de Fred Lebow? ¿Quizás a la cantidad de gente que se agolpa en las aceras de los distintos barrios? ¿Quizás al atractivo que pueda tener una ciudad como Nueva York? No conozco la respuesta y no sé si alguien lo sabe.
Volviendo a los entrenamientos, ya estoy bajando la cantidad y la calidad de los kilómetros que hago. Se trata de no cansarme en exceso y, sobre todo, de no lesionarme a tan pocos días para la cita. Es por eso que hoy me he quedado solo cuando mis acompañantes han aumentado el ritmo, yo he seguido al trantran hasta completar 10 km en un tiempo de poco más de 52 minutos, a un ritmo de 5:12 min/km.
El domingo por la noche y ayer lunes me encontraba con una pequeña molestia en la parte externa del gemelo derecho, eso también me ha hecho ser más precavido, pero no me ha molestado durante el entrenamiento. No es la primera vez que lo he notado, por lo que debo andarme con tiento y hacer los estiramientos adecuados y algo de automasaje. Esperemos que la cosa no se complique tan a las puertas.