LX Trofeo Marathon de cross

Puede parecer poca cosa, pero que una prueba vaya ya por la 60ª edición es digno de todo elogio. Para empezar a aplaudir y no parar.

Me había inscrito en la prueba popular que empezaba a las once y cuarto, más tarde que otras veces, así que cuando llegué por allí había más coches que otras veces y lo tuve que dejar lejos, lo cual me hizo una mala jugarreta.

El caso es que aparqué el coche, fui andando tranquilamente hacia la salida y mientras estaban corriendo unos jovencitos a toda leche por el circuito, creo que eran sub 18. Llegué a donde daban el dorsal y lo recogí en un periquete. Dejé la ropa en el ropero excepto una camiseta de manga corta que no quise dejar para no enfriarme, ya que aunque no hacía mucho frío, había un viento bastante fuerte y éste sí venía frío.

Estuve viendo un poco el circuito y vi que estaba bien, así que deseché las zapatillas de trail que había utilizado en el Cross de Leganés, correría con las que voy habitualmente. Cuando llevaba un rato trotando fui hacia el coche a dejar la camiseta. Llegué al coche, dejé la prenda y me di cuenta que faltaban seis minutos para que empezara la prueba. Calculé a ojo que estaba a más de un kilómetro de la salida, por lo que tenía que ir a buen ritmo para salir a tiempo. Y eso fue lo que hice, tuve que acelerar de lo lindo. Cuando llegué, afortunadamente no había empezado la prueba porque se retrasó tres minutos. En ese ratito pude ver a Antonio y a Javi, de los corredores de Parque Sur y me puse detrás de ellos. Ambos corren bastante más que yo, por lo que pensé que podrían servirme de liebres.

Dieron la salida y aunque estaba muy cerca de los primeros, enseguida me vi muy atrás. Javi, el que iba justo delante de mí no debía andar fino y salió despacio. En esos metros que estuve a su espalda me adelantaron ciento y la madre.

Dimos una primera vuelta pequeña con un par de subiditas y luego pasamos por meta para hacer las dos vueltas grandes. El comienzo de cada una de las vueltas es favorable y es donde se puede correr más deprisa porque además es cuesta abajo. Ahí fue donde hice los mejores tiempos por kilómetro, pero tampoco anduve lo fino que me hubiese gustado. A Antonio lo veía como a cincuenta metros, pero no había forma de acercarme y al final me sacó más metros todavía. Yo llegué algo justo a meta. Al menos no se me dio tan mal como la semana anterior en Leganés, aunque también es verdad que este cross es más «corrible» que el otro, ya que no tiene esas subidas y bajadas tan pronunciadas y el firme está mejor.

El caso es que anunciaban un recorrido de 5,5 km y había pensado antes de empezar que si bajaba de 23 minutos estaría bien y al final bajé de 23 minutos… Pero no eran los cinco kilómetros y medio que ponía en el reglamento, tendría trescientos metros menos. Acabé con un tiempo de 22:20 @ 4:16 min/km. Me hubiese gustado ir más rápido, pero es lo que hay. Si no se puede no se puede, no sirve dar más vueltas.

Después de la carrera me fui rápidamente al guardarropa a recoger la ropa de abrigo. Me abrigué, me tomé el bote de bebida isotónica y me comí unas tortitas. Mientras estaba comiendo me encontré con una amiga y con Javier, del Club Marathon, antiguo compañero maratidiano. Fue un placer saludarle y además nos hicimos una bonita foto.


En el Trofeo Marathon de cross 2019

LIX Trofeo Marathon de cross

Un año más y ya van 59 se ha celebrado el Trofeo Marathon de cross. La Agrupación Deportiva Marathon organiza esta prueba que consta de mil y una carreras. Empezando por los niños hasta el Campeonato de Madrid de cross largo pasando por el cross popular que fue la prueba en la que participé.

La salida era a las diez y cerca de casa, así que no tuve que madrugar en exceso. Bueno, lo de madrugar en exceso depende del punto de vista de cada cual, ya que me levanté a las 7:30 que para mí no es mucho ya que me levanto a diario a las seis, pero a otras personas le puede parecer una barbaridad. Suelo levantarme tres horas antes para desayunar y poder hacer la digestión antes de la carrera, pero esta vez como era más tarde desayuné menos de lo habitual.

A las nueve nos pusimos en marcha y en diez minutos estábamos en el Parque de las Cruces. Atravesamos el parque y llegamos a la caseta donde entregaban los dorsales. Miramos el tablero para ver nuestro número, nos pusimos a la cola y rápidamente estábamos con el dorsal en la mano. Una amiga, que no se había apuntado antes, lo pudo hacer allí mismo también de manera rápida.

Fui inmediatamente al servicio porque necesitaba echar lastre y luego nos dio tiempo a hacernos una foto, dejar la ropa en el guardarropa y calentar por el circuito con la idea, sobre todo, de comprobar el estado del terreno. Aunque llovió algún día de esta semana, no había barro, únicamente el terreno estaba muy blando en algunas zonas, pero se podía correr perfectamente con unas zapatillas normales.


Antes de comenzar la carrera, con las compañeras del Club Atletismo Zofío

Llegué con no mucho tiempo al arco de salida, por lo que me puse más detrás de lo que hubiese deseado, pero tampoco me importó demasiado en ese momento, aunque luego me arrepentí un tanto porque al principio costaba adelantar al personal.

Consta el circuito de una vuelta pequeña de unos 700 metros y dos grandes de algo menos de 2,5 km cada vuelta. En esta vuelta pequeña se encuentra uno de los repechos que también hay que pasar en la vuelta grande. En la vuelta grande hay un tramo complicado porque hay varios giros de noventa grados en la zona más cercana al polideportivo y luego tres repechos que se suben en el último kilómetro de cada vuelta. Son tres repechos de poca entidad pero que se notan en las piernas.

Como salí muy atrás estuve prácticamente la vuelta pequeña y la primera grande adelantando gente. Luego la cosa se estabilizó y adelanté a alguno que otro en la segunda vuelta pero mediada esa segunda vuelta me adelantó un individuo al que traté de seguir, pero iba más deprisa y no había manera. En el primer repecho de la última vuelta, justo a un kilómetro de meta vi que se iba irremediablemente porque le vi subir más fuerte que yo, así que pensé que al menos no me adelantara nadie más.

En el segundo repecho de la segunda vuelta y penúltimo de la carrera miré atrás y vi a Antonio Gallardo, uno de los clásicos de Madrid y grandísimo corredor que no estaba muy lejos de mí. Eso me sirvió de acicate e intenté que no me adelantase. Y no me adelantó, pero sí otro tipo que ya en la recta de llegado me sobrepasó. El caso es que luego no vi a Antonio Gallardo, quizás iba acompañando a alguien.

Llegué a meta con un tiempo oficial de 23:47 para una distancia de 5580 metros. Lo curioso es que cuando después miré el cronómetro vi que fui muy regular durante toda la carrera, ya que hice el kilómetro más rápido en 4:16 y el más lento en 4:19. Eso sí, en los últimos quinientos metros se nota que apreté para que no me alcanzasen porque ese medio kilómetro lo hice a un ritmo de 4:05.

La Agrupación Deportiva Marathon fue muy generosa con la bolsa del corredor ya que por sólo cuatro euros metió en la bolsa una camiseta de la media maratón de 2013, una botella de agua, Aquarius, café capuchino, caldo Aneto, una bolsita de avena, un vale de descuento del Corte Inglés, una bandeja de pasta, galletas, una pera y una muestra de edulcorante. ¿Quién da más?

LVII Trofeo Marathon de cross

He estado unos cuantos días sin correr, a base de estirar, crema y automasajes y hoy he salido a probar. Ya que estaba inscrito en el Trofeo Marathon de cross he pensado ¿por qué no ir a la carrera y probar a ver cómo me encuentro? Mala idea, sin lugar a dudas.

Y eso es lo que he hecho. Me he acercado en coche al Parque de las Cruces y he trotado un poco hasta la salida. Parecía que no molestaba demasiado, así que me he animado a retirar el dorsal y ponerme detrás del arco de salida.

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Como no tengo foto de este año, pongo una de 2005 de la misma carrera

Cuando han dado la salida me he puesto a un ritmo tranquilo, hasta que me he ido animando y he acelerado un poco el paso hasta alcanzar a una amiga que también participaba. Luego he seguido a su ritmo y creo que ha sido una mala idea porque he ido notando, según pasaban los kilómetros, que me iba molestando más. Ha sido, sin ninguna duda, una mala idea lo de acercarme al Parque de las Cruces…

Rezaba el reglamento que la distancia de la prueba era de 5580 metros y casualmente el GPS dice que han sido 5,59 km. Lo ha clavado y eso que es difícil en un recorrido con tantas vueltas y revueltas. He tardado 27:08 en realizar el recorrido a un ritmo de 4:51 min/km. Demasiado deprisa para el estado de mi lesión. El martes veremos qué me dice la fisio.

Hoy marcaba la báscula 68,7 kg, así que el reto de un peso, un mes ¡¡¡imposible!!!

LVI Trofeo Marathon de cross

Llevaba unos años sin participar en esta prueba y tenía ganas de volver a hacerlo. Es una carrera que siempre me ha gustado porque es algo diferente a las pruebas de asfalto donde suelo participar sin llegar a ser un cross para especialistas, sólo un poco de barro y algún que otro corto repecho.

Hoy hacía frío en Madrid aunque la mañana fuese soleada. Corría un airecillo serrano que enfriaba hasta las ideas. Tampoco pasa nada, es lo típico de estas fechas y siendo además un cross, es casi obligatorio que así sea. De todas formas, si hubiese llovido mucho el fin de semana, quizás no hubiese participado, ya que no tengo zapatillas de clavos y si el terreno está resbaladizo es incluso complicado mantener el equilibrio; sin embargo, aunque llovió un poco los días anteriores, el terreno estaba practicable. Algún charco, un poco de barro y en muchas zonas el terreno duro de tan helado como estaba

Salimos trotando de casa ya que el Parque de las Cruces se encuentra a poco más de tres kilómetros y llegamos con bastante tiempo para recoger el dorsal con tranquilidad, encontrarnos con los compañeros, hacernos una foto todos juntos, calentar un poco y dejar la ropa en el guardarropa.

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Con los compañeros maratidianos

Dieron la salida en unos pasillos como en los crosses «de verdad», no obstante, se celebraba después el campeonato de Madrid individual y por clubes. Así que uno parecía importante en esos corralillos. Nada más escuchar la orden de salida se puso en marcha el pelotón de unos trescientos corredores donde los más dispuestos salieron esprintando para llegar al primer estrechamiento bien situados. Yo me lo tomé con más calma, pero a buen ritmo.

La última vez que había corrido aquí fue en 2012 y entonces la prueba era algo más corta, unos cuatrocientos metros menos. En estas últimas ediciones habían añadido una pequeña vuelta al comienzo donde había un repecho para ir calentando las piernas. Después de esa primera vueltecilla adicional y habiendo subido y bajado ese primer repecho, en una recta larga vi que había muchísima gente delante de mí. Y es que en esto de los crosses hay bastante nivel comparado con las pruebas de asfalto.

Chema, uno de los compañeros que se animó a correr, me comentó antes de empezar que trataría de seguir mis pasos y así fue porque sobre el kilómetro dos en la zona de curvas y contracurvas escuché su respiración justo detrás de mí y poco después se puso por delante. Eso me espoleó y volví a adelantarle a los pocos metros, pero él no perdía mi estela; sin embargo, poco después llegamos a una zona donde parecía que se habían dejado la puerta abierta, porque el aire era bestial. Tanto, que mi gorra salió volando al mismo tiempo que la pegatina del guardarropa de Chema. Pensé si parar o no a por la gorra, pero seguí adelante con la idea de recoger la prenda cuando acabase la carrera. Chema debió tener un dilema semejante porque en ese momento dejé de sentirle cerca.

Alguna revuelta más, otro repecho y ya se encara la recta de meta, para afrontar la segunda vuelta. Ahí vi que las piernas ya no iban tan frescas, pero tampoco quedaba mucho para completar esos cinco kilómetros y medio de los que constaba la prueba. El terreno era descendente nada más empezar la vuelta, así que aproveché para ir lo más deprisa que pude en ese tramo. Justo entonces me adelantaron dos individuos a toda pastilla. Me entró la duda de si había perdido fuelle o es que esos dos se habían tomado con tranquilidad esa primera vuelta y apretaban en la segunda. Debió ser esto porque no volvió a adelantarme nadie más y ellos se alejaban como almas que lleva el diablo, además pude adelantar a cuatro o cinco corredores en esta segunda vuelta.

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A tope por el circuito después de perder la gorra

Sufriendo a tope, rozando los árboles con el hombro en las curvas y echando los pulmones en los repechos, fueron pasando los kilómetros y llegué a la recta de meta con un corredor pegado a mi chepa tratando de ganarme al sprint, cosa que no estaba dispuesto a permitir. Eché mano de mis piernas de velocista y me puse a tope para impedir que me superase. Y así fue, conseguí llegar antes que él llevándome la sorpresa de que no existía reloj en línea de meta, por lo que me quedé con la duda del tiempo que había realizado ya que no llevaba cronómetro. Estando en la cola para dejar el dorsal pregunté al que había llegado justo después de que mí qué tiempo había hecho. Su cronómetro marcaba 23:02, por lo que calculo que mi tiempo andaría cercano a 23:00 ó 23:01. Sorprendentemente, en las clasificaciones facilitadas por la organización sólo aparece el tiempo de los primeros.

Después de la carrera nos dieron una bolsa bastante completa que incluía una camiseta de las que les sobran de otras carreras, una pera, una botella de Aquarius, una cajita con bolígrafo y portaminas, unos apósitos Compeed, una ensalada y alguna cosa más que ya no recuerdo. Muy interesante para los tres euros que costaba la inscripción. Una vez más, los de la Agrupación Deportiva Marathon organizaron la prueba brillantemente.

Una vez recogida la bolsa del guardarropa, me dispuse a buscar la gorra perdida. Y tuve suerte porque pude encontrarla. En esos momentos se estaba celebrando la prueba de juveniles y juniors femenina y me encontré, cerca de la gorra, un espectáculo lamentable: un padre estaba echando una bronca de consideración a su hija que acababa de retirarse de la carrera. Sentí pena por la chica porque la charla era realmente dura.

LIII Trofeo Marathon de cross

Hoy ha tocado madrugar. Me apetecía correr el cross organizado por la Agrupación Deportiva Marathon y había que estar antes de las 8:45 para tratar de obtener un dorsal… si había sobrado alguno de los que pusieron a la venta.

He tenido suerte, cuando he llegado sobre las 8:30 había dorsales disponibles y por tres módicos euros me han vendido el dorsal, el número 20 nada menos.

Hay desde mi casa hasta el colegio donde entregaban los dorsales, cuatro kilómetros cuesta arriba, así que a ritmo tranquilo, realizando un buen calentamiento. A esos cuatro hay que añadir una vuelta al circuito y unos progresivos, por lo que cuando he salido estaba bien caliente,

Durante la vuelta de reconocimiento me he encontrado con Javier, amigo de la Agrupación Deportiva Marathon a quien he estado saludando y con quien he compartido los últimos minutos hasta la salida. Gracias Javier por permitirme dejar la sudadera.

Sólo un minuto después de la hora prevista (9:15) sonó el disparo de salida y a tope por los caminos, curvas, contracurvas, subidas y bajadas. Enseguida cogí mi posición en la carrera y fui tratando de mantener un ritmo regular. Creo que lo conseguí porque en la segunda vuelta sólo me adelantó un corredor, pero yo adelanté a tres.

Contrariamente a la vez que corrí hace dos años, que se me hizo terriblemente dura, hoy he ido francamente bien, incluso se me ha hecho corto el recorrido. El único pero es que quizás estaba algo cansado del entrenamiento de ayer y ya en el primer kilómetro lo notaba las piernas. Quizás ese cansancio no me ha permitido ir más veloz.

En la línea de meta un buen sprint me ha llevado a terminar la carrera con un tiempo oficial de 20:15 y aunque no he conseguido el objetivo de bajar de veinte minutos, creo que he hecho una buena carrera. Siempre comparo los tiempos con una carrera de asfalto y no tiene nada que ver, porque en el cross es un continuo parar y arrancar que no te permite llevar un ritmo constante. Lo dicho 20:15 en 5,15 km a un ritmo de 3:56 min/km en un cross está muy bien, aunque sea un cross no muy complicado.

Trofeo Marathon de cross 2012
Trofeo Marathon de cross 2012 (foto cortesía de la forera crys de elatleta.com)

Viendo la clasificación oficial, he acabado en el puesto 60 de 244 participantes, siendo el 43 de categoría de veteranos. No está mal. Además las sensaciones al acabar y durante la prueba fueron buenísimas. Guardo una copia de las clasificaciones por si acaso.

Con la carrera de hoy más el trayecto de ida más el de vuelta, que han supuesto 21,7 puntos, acabo la semana con 63,4 puntos, tratando de alejarme de los novatos de colegio.

LI Trofeo Marathon de cross

¡Qué duros son los crosses! ¡Cómo se me ocurre apuntarme! He sufrido un montón en la prueba. Han sido 5150 metros interminables. Otra vez me lo pensaré mejor antes de apuntarme.

Trofeo Marathon de cross 2010
Cartel de la carrera

Inmerso ya en la preparación de la maratón de Madrid y siguiendo el plan de entrenamiento de Hal Higdon para corredores de nivel intermedio este fin de semana tocaba tirada larga de 14 millas o lo que es lo mismo 22,4 km. Tenía la opción de tomarme el sábado con calma y hacer los 22 km el domingo o hacer los 22 km el sábado y tomarme el cross como un entrenamiento de «calidad». Y opté por esa segunda opción, sólo que el entrenamiento de calidad se convirtió en una carrera dura, bastante dura.

Habíamos quedado en el punto de encuentro del parque Pradolongo a las 9:45 para ir trotando hacia el parque de las cruces donde se celebraba la prueba. Unos en coche y otros corriendo hemos llegado al colegio donde entregaban los dorsales (al módico precio de 3 €), nos hemos colocado el dorsal y hemos una vuelta de reconocimiento. El terreno estaba bien para correr y el circuito era muy bonito, pero había muchas curvas y recurvas, aderezadas con un par de pequeñas subidas casi al terminar la vuelta. La carrera constaba de dos vueltas.

Antes de comenzar la carrera ya llevaba en las piernas más de 8 km, por lo que esta vez no iba a servir de excusa el no haber calentado. Poco antes de la salida me he encontrado con Javier de la A. D. Marathon y compañero maratidiano y he pensado que podría intentar de ir con él, ya que es más experimentado que yo en los crosses. Así que en la línea de salida me he colocado junto a él, tratando de hacerle un marcaje estrecho.

Pero nada más sonar el disparo me he lanzado como un loco y tal vez demasiado deprisa, ya que ese primer kilómetro ha sido el más rápido (3:50). En ese primer kilómetro ya me he puesto por delante de Javier y ahora era él el que me hacía un estrecho marcaje a pocos metros de mi espalda. El segundo kilómetro también ha sido bastante rápido (3:58) y ahí he visto que no iba demasiado fino, que tenía las piernas cansadas y que debía aflojar un poco para no reventar. Además al terminar la primera vuelta he visto que el reloj de meta marcaba 10:11 por lo que mi idea de bajar de veinte minutos era ya imposible y eso me ha desanimado un poco.

Ya algo más calmado y con un ritmo más suave he afrontado la segunda vuelta, clavando los tres siguientes kilómetros en 4:07 y deseando que llegase la meta lo antes posible. En esta segunda vuelta he sido adelantado por cuatro corredores, pero en los últimos metros he adelantado a dos o tres, por lo que sólo habré perdido dos posiciones en esta vuelta. Según Pepe, que estaba de espectador junto con Norberto e Isabel, debería haber acabado en la posición 80, pero mirando la clasificación, la posición es la 76, que no está mal.

El tiempo realizado en los 5150 metros ha sido de 20:35 lo que indica un ritmo de 4:00/km. Aunque no tengo ninguna experiencia en este tipo de carreras, considero que el tiempo conseguido es bueno ya que no es lo mismo un cross que una carrera en ruta o en pista, ¡¡¡un cross es mucho más duro!!!

Después de la carrera la organización nos ha agasajado con un plátano, agua, una chocolatina, glucosa, un bote de ensalada italiana, una camiseta y… seguro que me dejo algo. Nada más comernos el plátano y echar un trago de agua, corriendo a casa por el mismo camino por donde hemos venido.

Total que ha sido un día bastante completo, ya que habré efectuado unos 18 km entre unas cosas y otras. Si sumamos a eso los 21 de ayer, el fin de semana ha sido de órdago. Habrá que tomarse la semana entrante con mucha tranquilidad para llegar el domingo pletórico de fuerzas a Fuencarral.

Ninfa ha llegado tercera de las «populares», por lo que acabo de ver en las clasificaciones oficiales, ¡¡¡esta chica no se baja del podium!!! Y Beatriz, la hija de Javier ha ganado en su categoría de cadete femenino. Otra que tampoco se apea del cajón.

Conservo una copia de la clasificación por si acaso.

XLVIII Trofeo Marathon de cross

Una vez más he podido comprobar que se trata de una carrera magníficamente organizada y el circuito muy bonito y también perfectamente señalizado. Muchas gracias a Javier de la Agrupación Deportiva Marathon por permitirnos correr en la carrera sin estar federados.

Como todos los crosses, se sale a toda leche desde el primer metro y se corre sin resuello hasta la meta. El circuito, aunque algo blando, se podía correr sin clavos sin muchos problemas, sobre todo si no vas demasiado deprisa, como era mi caso. A los pocos metros de salir, ya coges tu lugar en la carrera y son pocos los que te adelantan o adelantas tú. Si acaso puedes adelantar algún cadete que salió con demasiado ímpetu. Me mantuve más o menos dignamente, pero en los últimos cuatrocientos metros me adelantó un veterano y en el sprint final, otro. Se ve que llegué con pocas energías a la meta. Como dice mi compañero Paco, menos mal que para los veteranos sólo son dos vueltas, que si hubiesen sido cuatro… El cronómetro ha marcado 22:47 en la curiosa distancia de 5,29 km.

Creo que la Agrupación Deportiva Marathon organiza este cross con mucha dignidad y espero que en su cincuenta aniversario (en 2009) puedan organizar el nacional de cross.

XL Trofeo Marathon de cross

Hoy, en una mañana soleada y fria se celebró el XL Trofeo Marathon de Cross, organizado como puede suponerse por la A. D. Marathon. Tres miembros del equipo: Javier, Andrés y un servidor, además de Liborio, se encontraron en la línea de salida media hora antes del evento. Pudimos comprobar como Fabián Roncero pasaba veloz como un rayo, una y otra vez, por el circuito, entrenando.

El circuito no presentaba apenas complicaciones, algún charco que otro y un par de repechones. El terreno estaba seco, alternando zonas de hierba (las menos) con tierra. Había que dar cuatro vueltas más la recta de salida y la «recta» de llegada, totalizando 9,580 km. Javier, como siempre, salió como un rayo. Andrés se lo tomó con más calma. Yo, dentro de mis posibilidades salí rápido y en la segunda vuelta pude ver a Liborio a unos cincuenta metros por delante y como, poco a poco, iba comiéndole el terreno. Sin embargo, el último kilómetro de Liborio fue terrorífico, alejándose más y más. Terminó con un tiempo de 42:34, sacándome 21» en la meta, lo que indica que hice un tiempo de 42:55.

La intención era probarme de cara a la carrera de Usera del próximo domingo y el objetivo de bajar de 43 minutos en esa carrera lo veo difícil, aunque por otro lado, un cross siempre es más duro, por lo que me da ciertas esperanzas.

En resumen: una carrera muy bien organizada, sobre un terreno bastante asequible y, además, es GRATIS. Muy recomendable.