Lluvia, viento y frío, ¿alguien da más?

Mal día hemos elegido para hacer una tirada larga. Habíamos quedado a las 9:00 en el punto de encuentro y ya estaba lloviendo. Pero no sólo llovía, el viento soplaba de lo lindo y hacía bastante fresco. Optimista que es uno, pensaba que mejoraría el tiempo según fuéramos «comiendo» kilómetros.

Mi optimista predicción falló por completo porque siguió lloviendo sin parar ni un minuto y el viento seguía soplando y la temperatura seguía fresca.

A las 9:00 estábamos tres compañeros en el punto de encuentro. Dimos una vuelta a Pradolongo para volver a pasar por la salida a las 9:30 donde nos esperaba el cuarto pradolonguero. De tal modo, cuando encontramos a Quique ya llevábamos casi cinco kilómetros y la ropa bastante mojada. Esos primeros kilómetros fueron los más calmados, ya que fuimos por encima de cinco todo el rato.

Según íbamos bajando al Parque Lineal se fueron animando mis acompañantes y nos pusimos a un ritmo de crucero de 4:40 segundo arriba, segundo abajo. Así hasta llegar al final del Parque Lineal. Allí nos dimos la vuelta y aunque el aire era en contra, encima aumentaron el ritmo y nos pusimos a 4:35 a la vuelta.

Yo iba notando que los muslos se iban poniendo cada vez más duros, no sé si por la lluvia, por la velocidad o por la combinación de ambas. El caso es que me hice la ilusión de que cuando acabáramos el recorrido por el parque íbamos a aflojar un poco ya que Quique se iba, pero me equivoqué porque Miguel seguía erre que erre cuando abandonamos el Parque Lineal y llegamos a Madrid Río.

Estos últimos kilómetros se me hicieron bastante duros porque iba bastante cansado, tenía las piernas duras como piedras, iba hasta los eggs de la climatología y para colmo me había rozado los muslos (y eso que me había echado vaselina). Un entrenamiento duro, muy duro.

Dicen que estos entrenamientos en días tan complicados valen por dos. Uno por el entrenamiento que haces tú y otro por el que no hace tu rival, pero en mi caso como mi único rival soy yo mismo, me quedo igual. Además suele ocurrir, cuando los entrenamientos son en días fríos y con lluvia, al final la maratón será con mucho calor. Un horror.

Hicimos 26 km en un tiempo 2:05:16 en una media bastante rápida para ser un entrenamiento largo: 4:49 min/km.

Subida exponencial

Suele utilizarse la expresión «subida exponencial» en la vida diaria como una fuerte subida, una subida brusca, que no necesariamente tiene que ajustarse al concepto de matemática de un número elevado a x. Digo esto porque todas las semanas me llega un correo de embalses.net con una gráfica del agua embalsada y se puede ver una subida exponencial del volumen de agua en las últimas semanas. Muy reconfortante saber que el agua que está cayendo está sirviendo para algo… Además de venir bien para los cultivos, claro está.


Gráfica del agua embalsada en España

La línea roja muestra el volumen de los pantanos en 2018. Se puede ver que en la semana nueve había aproximadamente 24.000 hectómetros cúbicos y en la semana trece -un mes después- el volumen es aproximadamente 34.000 hectómetros cúbicos. Es decir, que en un mes ha aumentado la reserva de agua en un 42%. No sé si se puede considerar exponencial, pero es una muy buena subida y lo mejor es que actualmente los pantanos tienen más agua que el año pasado. La mala noticia es que el año pasado tenían muy poca agua, así que debería subir más aunque nos toque mojarnos en cada entrenamiento y nos quejemos.

En el punto de encuentro estaban Jesús y Emilio R como menos habituales además de los tres que casi siempre estamos: Joaquín, Miguel y yo. Estuve hablando con Jesús, con el que hacía tiempo que no lo hacía y se fueron pasando los kilómetros sin darnos cuenta. El entrenamiento fue tranquilo pero sin dormirnos, yo pensaba en los 26 km que tenía pensado hacer el sábado y no quería apretar mucho, pero sí hice más kilómetros de lo habitual, hasta 13. Miguel había bajado media hora antes y acabó con 15 km en las piernas. Totalicé 13,2 km en 1:08:44 a un ritmo de 5:12 min/km.

El cambio horario está próximo

Salimos a entrenar como siempre a las siete de la tarde y es una gozada hacer casi todo el recorrido con luz solar. Cuando esto ocurre sabemos que el cambio horario está próximo, en un par de semanas cambiarán la hora y nuestras carreras por Pradolongo poniendo los pies donde buenamente nos parece se acabarán. Ahora veremos perfectamente donde poner el pie.

Hicimos una primera vuelta tranquila, pero Miguel se fue yendo poco a poco. Tuvimos que apretar Joaquín y yo para atraparlo e hicimos una segunda vuelta rápida, aumentando el ritmo a cada kilómetro: 4:41, 4:26, 4:21 y 4:08. Yo paré cuando llegué al kilómetro nueve, pero Miguel siguió un poco más. Está fuerte el tío, es una pena que no venga a Villarrobledo.

Hice en total 9,8 km en un tiempo de 49:21 @ 5:01. Un entrenamiento bastante intenso.

Hoy 13 de marzo mi padre hubiese cumplido 81 años. No te olvido papá.


Mi padre con sus gafas oscuras en la plaza de San Antonio, en Los Navalmorales

Estreno de las Adidas Supernova

Sí, lo he vuelto a hacer. No debería, pero no es fácil encontrar una zapatilla que te vaya bien, así que he pensado que más vale lo malo conocido. Esta vez han caído unas Adidas Supernova, así sin más, sin el «Glide» que llevaban las otras que he estado utilizando.


Adidas Supernova recién sacadas de la caja

No parecía el día más conveniente para estrenar zapatillas, ya que la idea era hacer 24 km y tantos kilómetros no es lo más ideal para un estreno, pero tenía la certeza de que si seguía con las otras iba a acabar con alguna ampolla en algún sitio. Así que de perdido, al río.

Quedamos a las 9:30 en el punto de encuentro. Allí nos encontramos cuatro pradolongueros, de los cuales sólo una fémina. Uno de ellos se quejaba de una rozadura en sus partes debido a que había corrido el día antes y la lluvia torrencial había provocado la rozadura. Dijo que no sabía si iba a aguantar mucho y no lo hizo, se dio la vuelta cuando no llevábamos ni medio kilómetro.

Por lo tanto, continuamos únicamente tres dirigiendo nuestros pasos hasta el Parque Lineal. Al llegar allí pudimos comprobar que había llovido bastante porque suele haber pocos charcos por allí, pero hoy se veían bastantes. El entrenamiento parecía consistir en ir esquivando charcos, unos por la derecha, otros por la izquierda, otros saltando. Divertido, muy divertido.

El compañero pradolonguero debió aburrirse de nuestra compañía y puso pies en polvorosa poco antes del kilómetro diez. Comprendo que lo hiciese porque este hombre hace entrenamientos por debajo de cuatro y nosotros íbamos sobre 5:15 y eso para él es casi contraproducente.

Yo continué con la compañera hasta la vuelta al punto de encuentro donde el GPS marcó 16 km. Allí se quedó ella y yo continué con idea de hacer ocho kilómetros más. Me parecía una tarea épica porque tenía las piernas bastante cansadas, no sólo de los 16 km que llevaba, sino del entrenamiento del viernes. Está claro que ya no recupero como antaño.

Decidí hacer los ocho kilómetros que me quedaban por el Parque de Pradolongo y tuve suerte porque me encontré a otra compañera pradolonguera que también estaba haciendo kilometrada, ya que iba a participar en la media de Coslada siete días después. No tuvo inconveniente en acompañarme y bien que se lo agradecí porque hizo que fuera el rato más ameno. Además traté de aumentar un poco el ritmo pensando que cuanto más deprisa fuera más rápido acabaría.

Después de vuelta y media por el parque acabé el entrenamiento subiendo la cuesta de la calle Parque de la Paloma y me costó horrores. Acabé muy cansado el entrenamiento. Hice 24 km en un tiempo de 2:05:37 @ 5:14 min/km.

Un buen estreno de las zapatillas que acabaron un tanto embarradas…


Zapatillas ligeramente embarradas en el estreno

Subí a la báscula antes de salir y marcaba 69,3 kg. Tengo que estar con un kilo menos en dos semanas como sea.

Enki, dios del viento

Todo el mundo sabe que para los griegos el dios del viento era Eolo. Pero quizás menos gente sepa que Enki era el dios del viento para los mesopotámicos. Como todos los dioses, hacía todo tipo de cosas sobrenaturales, pero lo que más me ha llamado la atención es que fue quién alertó a la humanidad sobre el gran diluvio universal provocado por Enlil a causa de las barbaridades que estos cometían.


El dios Enki, la mar de majete. Foto sacada de la Wikipedia

Así es señores, el diluvio universal que aparece en el Antiguo Testamento no es más que una copia -no sé si barata- del mito mesopotámico.

Y es que estos tipos eran gente sorprendente. Fue en Mesopotamia donde nació la civilización y donde inventaron el sistema de numeración sexagesimal, invento de hace unos cuantos miles de años que aún se sigue utilizando para medir los minutos y segundos. Porque no es casualidad que una hora tenga 60 minutos y un minuto tenga 60 segundos. Viene de los mesopotámicos, de tiempos pretéritos.

Me acabo de dar cuenta que me ido por las ramas totalmente. Iba a hablar de Eolo y de cómo ha soplado en el día de hoy y de Eolo he saltado a Enki y me he puesto a desparramar si querer.

Hoy la lluvia nos dio una tregua durante el entrenamiento, pero debido al viento había tramos en que costaba avanzar y si a eso sumamos lo embarrado que estaba el terreno, fue un entrenamiento complicado, pero Joaquín y yo cumplimos como campeones.

Totalicé 9,7 km en un tiempo de 56:33 a un ritmo escalofriante de 5:50 min/km, que puede sonar a que fuimos tocándonos los eggs, pero no, fue un entrenamiento endurecedor.

Con la lluvia cambia la rutina

Cuando salgo a correr trato de estirar un poco antes de salir, cosa que últimamente no hago. Luego corro, llego a casa y hago los estiramientos y luego me ducho. El problema de la lluvia es que te puedes quedar frío después de correr, así que cuando llego a casa no me pongo a estirar, voy directamente a la ducha y luego me estiro. Imagino que no es lo más recomendable, pero mejor estirar mal que enfermar.

Por aquello de la lluvia llegué a casa sobre las 18:40. Merendé frugalmente e hice mis necesidades. Cuando quise salir de casa al punto de encuentro eran las 19:05 por lo que no me extrañó no encontrar a nadie en dicho punto. Me los encontré cuando llevaban aproximadamente kilómetro y medio. Iban Joaquín, Miguel, Jesús y Emilio R.

Al acabar esa primera vuelta íbamos Joaquín y yo por delante y aceleramos un poco para hacer la gracia a Miguel y que le costara cogernos, pero cuando miramos hacia atrás vimos que no venía, lo que no extrañó. Luego nos cruzamos por la zona de los perros y vino con nosotros un rato, pero se fue a casa porque decía que le dolía el gemelo. La verdad es que yo también lo notaba algo tirante. Es claro que la media maratón de Latina es dura y puede dejar secuelas. Estuve pensando en irme también para casa cuando se fue mi tocayo, pero aunque me molestaba el gemelo no me pareció excesivo.

Hizo un día un poco feo para correr porque llovía y lo peor es que hacía frío. De hecho, cuando me duché la mano izquierda se me puso de un rojo preocupante.

Hice un poco más de 9 km en un tiempo 52:09 @ 5:44. Una buena jornada de recuperación… Aunque pasada por agua.

En solitario y de día

Hoy he salido antes a entrenar por razones que tienen que ver con la foto.


La sirenita atlética

La idea era salir a las seis, pero he salido diez minutos después y aunque me ha tocado ir solo, al menos había luz diurna. He dado una primera vuelta a buen ritmo, para luego apretar en la segunda vuelta y que no hubiese excesiva diferencia de ritmo entre unos kilómetros y otros. La idea era ponerme a 4:20 para ver si ese ritmo iba a ser sostenible el próximo domingo en la media de Latina.

Y me ha costado bastante, de hecho ha habido un kilómetro que he hecho bien a 4:20 y los otros tres se me han ido un poco: 4:23, 4:26 y 4:27. Mal asunto, me parece que tendré que ir el domingo algo más tranquilo. De todos modos, veremos, que en competición siempre se va más deprisa sin querer.

Hice 9,6 km en un tiempo de 47:52 a un buen ritmo de 4:57 min/km.

Hay que ser cerdo

Hay que ser cerdo para hacer lo que hice. Resulta que una amiga me preguntó si iba a salir a entrenar. Como sí iba a salir, dijo de venirse con nosotros. Es por esto que llegamos más tarde de las siete al punto de encuentro y los compañeros ya habían salido.

Antes de llegar al primer kilómetro nos encontramos con los compañeros y mi amiga se puso de animada charla con uno de ellos y fueron aumentando el ritmo sin querer. Yo me fui quedando atrás con Joaquín y con Emilio R y veía que se iban alejando cada vez más.

Cuando acabamos la primera vuelta, ya nos sacaban un buen trecho por lo que Joaquín y yo tuvimos que ponernos a buen ritmo para alcanzarlos. Y fue ahí cuando me porté como un cerdo ya que cuando adelantamos a los dos dejé tirada a mi amiga. Menos mal que Miguel es mejor persona que yo y decidió no dejarla abandonada y continuó con ella. Sí, lo sé, soy un cerdo.

Hice cuatro kilómetros a buen ritmo. El primero a 4:50, luego a 4:43, 4:29 y 4:31. No estuvo mal el entreno si no tenemos en cuenta que dejé tirada a la chica. Fueron en total 9,7 km en un tiempo de 50:32 @ 5:10 min/km.

0x34

Cuando cumple uno una edad va buscando forma de quitarse años y una vez un compañero me comentó que una buena jugada era utilizar notación hexadecimal. Así que debo decir que ayer cumplí 0x34 años que es lo mismo que decir que cumplí …


Unos churritos para celebrar el cumple

Quedamos a las siete menos cuarto para correr, lo que me vino fenomenal para acabar antes y preparar las maletas, que al día siguiente salía para Copenhague. Joaquín dijo que no podía bajar, así que solo estuvimos Emilio, Miguel y yo. Hicimos un entrenamiento a un ritmo tranquilo la primera vuelta y luego en la segunda apretamos un poco Miguel y yo, pero yendo a ritmos cercanos a cinco, sin pasarnos. El GPS hizo de las suyas y llevaba casi un kilómetro cuando cogió los satélites. No hay quien entienda a estos cacharros, una veces están preparados enseguida y otras tardan lo suyo.

Así que fueron las dos vueltas típicas a Pradolongo, que son 9,6 km pero el GPS sólo registró 8,7 km en 45:55 @ 5:16 min/km. Un entrenamiento tranquilo pero sin dormirnos.

Treinta y cinco años ya

El pasado martes, hace dos días, nuestro querido parque de Pradolongo cumplió nada menos que 35 años desde que fue inagurado el 6 de febrero de 1983. Como reza el monolito que se puede ver a la entrada del parque, entrando por la calle Rafaela Ybarra esquina Ricardo Beltrán y Rozpide, justo al lado de nuestro punto de encuentro.


Foto obtenida del Twitter de Pradolongo Se Mueve @PradolongoSM

Según cuenta el diario del País en este artículo de su edición del 7 de febrero de hacer treinta y cinco años:

El distrito de Villaverde cuenta oficialmente desde ayer con 11.200 metros cuadrados más de zonas verdes, correspondientes a la primera fase del parque de Pradolongo, situado frente al polideportivo municipal de Orcasitas. La fase inaugurada por el alcalde Enrique Tierno, en un acto semielectoral, ha sido realizada en los últimos ocho meses, con un coste de 130 millones de pesetas, y será continuada en el momento en que la Gerencia Municipal de Urbanismo termine de expropiar los 74.800 metros cuadrados previstos, que harán del nuevo parque el cuarto en extensión de todo Madrid, por detrás de la Casa de Campo, el parque del Retiro y el parque del Oeste.

Desde primeras horas de la mañana los vecinos del barrio de Villaverde comenzaron a acercarse al nuevo parque con objeto de adornarlo, ver al grupo de animación Bululu, escuchar a la charanga Carracuca y, sobre todo, darse una vuelta por las 11.2 hectáreas de terreno abierto a la calle Rafaela Ibarra y a la carretera de Carabanchel-Andalucía. Como consecuencia de la gran afluencia registrada, -había unas 5.000 personas-, el aparcamiento construido junto al parque, en la calle Rafaela Ibarra, quedó saturado, y el alcalde Enrique Tierno tuvo que estrechar, a su llegada, cientos de manos antes de poder acceder al puentecillo donde cortó una tela de gasa blanca a modo de acto inaugural. El parque así estrenado se compone por el momento de una serie de plazas circulares, unidas por sendas que delimitan espacios en donde se han plantados olmos, plátanos y árboles de hoja caduca. Alrededor de estos árboles se han colocado bancos y mesas ya que las zonas así tratadas se han concebido como abiertas al público, a diferencia de la zona perimetral cubierta de césped y arbolada con pinos y cedros.

Acabo de darme cuenta al pegar esta información que en 1983 la zona donde está el parque pertenecía al distrito de Villaverde; sin embargo, ahora pertenece al distrito de Usera ya que en 1987 hubo una reestructuración municipal y surgió este distrito de terrenos pertenecientes a Villaverde y Carabanchel.

Cuento esto porque el entrenamiento de hoy ha tenido poca historia, ya que ha sido uno de los más lentos que he hecho desde que tengo uso de razón. La verdad es que se trataba principalmente de probar cómo andaba la lumbalgia después de haber pasado ayer por las manos de Josefa y la prueba ha sido positiva. Espero que haciendo los estiramientos que me ha mandado me quite el dolor de una vez por todas, aunque no tengo claro si se me pasará si sigo corriendo.

Hice los 9,6 km en un tiempo de 55:24 @ 5:45 min/km. Una media realmente pobre.