Con la lluvia cambia la rutina

Cuando salgo a correr trato de estirar un poco antes de salir, cosa que últimamente no hago. Luego corro, llego a casa y hago los estiramientos y luego me ducho. El problema de la lluvia es que te puedes quedar frío después de correr, así que cuando llego a casa no me pongo a estirar, voy directamente a la ducha y luego me estiro. Imagino que no es lo más recomendable, pero mejor estirar mal que enfermar.

Por aquello de la lluvia llegué a casa sobre las 18:40. Merendé frugalmente e hice mis necesidades. Cuando quise salir de casa al punto de encuentro eran las 19:05 por lo que no me extrañó no encontrar a nadie en dicho punto. Me los encontré cuando llevaban aproximadamente kilómetro y medio. Iban Joaquín, Miguel, Jesús y Emilio R.

Al acabar esa primera vuelta íbamos Joaquín y yo por delante y aceleramos un poco para hacer la gracia a Miguel y que le costara cogernos, pero cuando miramos hacia atrás vimos que no venía, lo que no extrañó. Luego nos cruzamos por la zona de los perros y vino con nosotros un rato, pero se fue a casa porque decía que le dolía el gemelo. La verdad es que yo también lo notaba algo tirante. Es claro que la media maratón de Latina es dura y puede dejar secuelas. Estuve pensando en irme también para casa cuando se fue mi tocayo, pero aunque me molestaba el gemelo no me pareció excesivo.

Hizo un día un poco feo para correr porque llovía y lo peor es que hacía frío. De hecho, cuando me duché la mano izquierda se me puso de un rojo preocupante.

Hice un poco más de 9 km en un tiempo 52:09 @ 5:44. Una buena jornada de recuperación… Aunque pasada por agua.