A buenas horas mangas verdes

Mi madre siempre me soltaba esa expresión cuando hacía algo a destiempo. Es lo mismo que les digo a los del ayuntamiento de Madrid por su respuesta a mi sugerencia del día 6 de noviembre sobre el problema con la iluminación del parque de Pradolongo. Hoy, más de tres meses después me responden y además la respuesta es claramente una falacia porque sigue habiendo zonas sin iluminar en el parque. Y no hablo de una farola ni dos.

A su favor debo decir que después de la sugerencia del 6 de noviembre, el alumbrado mejoró, así que aunque no me contestaran, algo hicieron.

Su repuesta es:

Madrid, a 11 de febrero de 2014

Estimado Sr. GARCIA:

En relación con su escrito de 6 de noviembre de 2013, le informamos según indican los servicios técnicos municipales, que el alumbrado público en el Parque Pradolongo, a fecha de hoy, funciona con normalidad, habiendo sido comprobado por nuestro Departamento de Alumbrado Público.

La última incidencia en la instalación de alumbrado público en el mencionado parque se origino por un intento de robo el último fin de semana de enero, quedando reparada la instalación con fecha 27 de enero de 2014.

Aprovechamos esta oportunidad para agradecerle la utilización del Sistema de Sugerencias y Reclamaciones, le hacemos llegar nuestras más sinceras disculpas y le agradecemos su interés en la mejora de los servicios públicos prestados.

Atentamente,

DIRECCIÓN GENERAL DE VÍAS PÚBLICAS Y PUBLICIDAD EXTERIOR


Hoy ha hecho un día de perros en Madrid. A mediodía era horroroso el aire que hacía y la lluvia que estaba cayendo. Era para pensarse lo de salir a correr, menos mal que por la tarde dejó de llover. Aunque el parque estaba embarrado se podía correr aunque hubiese que saltar de vez en cuando para sortear algún charco.

Nos juntamos cuatro en el parque y Joaquín nos dio la grandísima noticia de que empezaba a notarse mejor de su mal que con el que ha convivido más de un año. Dentro de poco no habrá quien le siga. De hecho, hoy no podía seguirle cuando han apretado el paso. Principalmente porque tenía unas molestias terribles en la boca del estómago que se incrementaban cuando aumentaba la velocidad, así que en el entrenamiento de hoy me ha tocado sufrir de lo lindo.

El problema era debido a los gases, ya que según he ido expulsándolos, me iba molestando menos. Tal es así, que a falta de unos 600 metros he encontrado el alivio total y al menos en ese último tramo he ido más tranquilo.

En total han sido 10 km en un tiempo de 51:31 @ 5:09 dando las gracias por terminar un entrenamiento tan desagradable.

Indumentaria: pantalón de yoga, camiseta de algodón de la carrera de Usera, chaquetilla negra del Decartón, calcetines cortos y guantes.

Resultado: lo mismo que estos días: ampollas en glúteos, alguna en la cintura (pocas) y alguna también en la espalda, por debajo del omóplato.

Regla del ochenta por ciento

Leí, ya no recuerdo dónde, que después de llegar al pico máximo de kilometraje de cara a la maratón hay que empezar a bajar los kilómetros, lo que llaman el periodo de tapering. Hablaba de que la reducción debería ser de un 80% la siguiente semana, por lo que hoy tocaba hacer el 80% de los 30 km de la semana pasada. Así que hoy tocaba hacer 24 km.

En un principio la idea era ir por Madrid Río hasta la Casa de Campo y llegar hasta el Puente Colorao que está a poquito más de 12 km de nuestro punto de salida; sin embargo, durante la marcha decidimos cambiar la ruta porque desde que salimos la lluvia no dejaba de caer y para llegar al acueducto hay que subir algo más de un kilómetro y sobre tierra, por lo que seguro estaría embarrado.

En la Plaza de las Moreras, en la fuente, decidimos seguir por el camino que va paralelo a la M-30 y luego paralelo a la Carretera de Castilla hasta el kilómetro 13. Allí dimos la vuelta y poco después en la fuente que está junto al Puente de los franceses paramos a tomarnos un gel y beber algo de agua.

Curiosamente, tuvimos lluvia en todo el camino de ida, pero en el punto de retorno, se calmó la lluvia y empezamos a notar el aire en contra que habíamos tenido a favor todo el rato, pero como cuando va a favor parece que no hay aire… pensábamos que hoy no estaba Eolo haciendo de las suyas.

Estos días de lluvia y agua son fastidiosas, ya que el agua te moja y luego el viento te congela. Como salgo con poca ropa para no sudar demasiado por el tema de la urticaria, empecé a notar un frío desagradable a la vuelta.

Ha resultado un día duro, de los que fortalecen, sin duda alguna un buen entrenamiento de cara a la maratón. Acabamos haciendo los 24 km en un tiempo de 2:08:16 @ 5:21 min/km.

Ayer me pesé, como todos los sábados y la báscula marcaba 68,2 kg. La cosa tiene truco, ya que corrí el viernes y, por lo tanto, no son las mismas condiciones que en las semanas «normales» que corro los jueves.

Indumentaria: camiseta de la media de Villaverde lavada a máquina metida por dentro, pantalón Mizuno, calcetines cortos y guantes.

Resultado: algunas vejigas en los glúteos y pocas en la cintura. No demasiado mal.

Hasta el Valle de las Cañas

El mes pasado hice un entrenamiento que me llevó desde mi casa hasta el polideportivo Valle de las Cañas de Pozuelo. Tenía pensado hacer 18 km y me fui hasta los 24. Hoy había pensado un recorrido alternativo y calculé que haría unos 14 km.

No sé en que momento hice los cálculos, porque acabé haciendo 20 km yendo por el trayecto planeado. Me confundí totalmente haciendo la cuenta. Lo más gracioso es que ayer no pude salir a entrenar con los compañeros porque ¡estuve haciendo de profe de mates! Pobre alumno…

Esta vez no cometí el error de salir sin haber hecho la digestión. Eso provocó que la hora de salida se me fuese a las cinco y media. En vez de entrar a la Casa de Campo por el carril bici, me fui por Madrid Río y fui a buen ritmo en una tarde fresca, pero no demasiado y sin lluvia.

Llegué a la Casa de Campo, entré por el embarcadero y paralelo a la M-30 hasta la Plaza de las Moreras. Allí hice mi primera parada (10,5 km) para beber y comenzó la subida hasta la Puerta de Húmera. Atravesar la Casa de Campo, como lo hice es todo subir y subir. Iba haciendo cuentas y me di cuenta que no iba a hacer sólo los 14 km previstos, que el recorrido era bastante más largo.

En la Puerta de Húmera me adentré en terreno desconocido. Después de tomo el tramo subiendo, hay una bajada que estaba horrorosa de barro, parece que debido al paso de équidos. Allí me puse las zapatillas totalmente llenas de barro. Después de ese patatal, llegué al primer cruce. Paré, saqué el mapa… y me confundí de camino. Doscientos metros después había una valla y me tuve que dar la vuelta. Poco después, callejeando acabé en la plaza de Húmera. La luz estaba ya menguando, casi no veía bien el mapa cuando paré en la plaza y volví a estudiarlo.

Poco después crucé la carretera que va hacia Aravaca y desde allí, otra vez todo para arriba. No me esperaba tanta cuesta, todo sea dicho de paso. Ya andaba un poco cansado. Otro par de paradas más para consultar el mapa y por fin llegué al Valle de las Cañas después de casi 20 km, aunque el GPS sólo marcó 18,3 km ya que estuve un buen rato con el cronómetro parado.

A pesar de la dureza del recorrido, fui a buen ritmo, haciendo 1:31:15 en esos 18,3 km a un ritmo de 4:58 min/km.

Este recorrido me ha gustado mucho más que el otro. Mucho más.

Indumentaria: camiseta de la carrera de Usera lavada a máquina metida por dentro, pantalón regalo de Emilio de las dos leguas, calcetines cortos y guantes.

Resultado: algunas vejigas en los glúteos y en la cintura. No demasiado mal.

Un día para olvidar

Hoy ha sido uno de esos días en los que uno se plantea si no hubiese sido mejor quedarse en casa. Lluvia, frío, viento y molestias varias en rodilla y talón. Tenía pensado hacer doce kilómetros y al final he dado dos vueltas y a casa. Ya vendrán días mejores.

Poco más se puede decir. Deseando ya que llegue la primavera, que se está haciendo largo el invierno.

Como curiosidad decir que hoy he corrido con dos pantalones. Los que llevaba puestos y otros que llevaba en la mano que Emilio II ha tenido el detalle de regalarme. Los pantalones se los dieron en la carrera de las dos leguas de la chopera y como le estaban algo justos, se ha acordado de mí. Gracias Emilio.

En total han sido 10 km en un tiempo de 52:49 @ 5:17 min/km, aunque el primer kilómetro ha medido por lo menos doscientos metros más de la cuenta y es que de nuevo el GPS ha hecho de las suyas.

Indumentaria: camiseta de la carrera de Usera lavada a mano y metida por dentro, pantalón corto azul marino, calcetines cortos y guantes.
Resultado: algunas vejigas en el glúteo y una en el homóplato derecho.

Mejor el algodón

Hoy he salido vestido con prendas de algodón para ver si de esta forma la urticaria deja de dar por c… Para ello, me hice ayer con un pantalón de algodón del Decartón, un pantalón… de yoga. No queda muy estético, pero eso es lo de menos.

pantalon-yoga
Pantalón de yoga de algodón

Tocaba la tirada más larga (30 km) de cara a la maratón, así que habíamos pensado acercarnos a la Casa de Campo para correr junto a los compañeros maratidianos que tienen por costumbre quedar los domingos a las nueve de la mañana para hacer la tapia. Como ese recorrido tiene aproximadamente 16 km, había que buscar algo más, por lo que quedé con otro compañero, que también iba a hacer los treinta kilómetros, en la explanada de Prado del Rey a las 8:40 para bajar corriendo hacia Lago y encontrarnos con los demás.

Poco antes de llegar a Lago los vimos, cambiamos de sentido de la carrera y partimos junto a ellos para dar la vuelta. Íbamos un grupo de ocho y la verdad es que se hizo muy amena la vuelta. Casi sin darnos cuenta ya estábamos otra vez en Lago, pero todavía quedaba un trecho, ya que el GPS marcaba algo menos de 19 km. Un par de vueltas por Lago para hacer kilómetros y desde allí hasta el zoo para subir por un camino que no conocía a la explanada de Prado del Rey. El camino me encantó, estaba precioso, lleno de verdor y muy tranquilo… pero iba todo el rato para arriba.

Llegamos al punto de salida y todavía quedaban kilómetros por hacer, algo más de tres, así que fuimos hasta una gasolinera que hay atravesando la carretera de Carabanchel y vuelta desde allí. Otra vez en el punto de encuentro y todavía sin completar la distancia planeada, ya que quedaba poco más de un kilómetro. Prolongamos por el camino que transcurre paralelo a la tapia unos seiscientos metros y vuelta para completar, por fin, lo previsto. De esta forma hicimos los 30 km en un tiempo de 2:45:30 a un más que interesante ritmo de 5:31 min/km.

Mi compañera de aventuras acabó francamente bien, con mucha fuerza en esos últimos kilómetros. Está en una gran condición para la maratón, seguro que es capaz de hacer lo que tiene previsto y allí estaré yo para acompañarla, aunque no sé si me van a faltar kilómetros. He acabado con 55 kilómetros esta semana, mientras que ella ha hecho ¡¡¡75 km!!!

Sobre la urticaria, la verdad es que acabé muy contento aunque tuve un pequeño susto sobre el kilómetro seis, cuando pasamos por el zoo la primera vez. Empecé a notar picores en el gemelo y eso que tuve la precaución de salir con calcetines cortos para que no me pasase. Los picores eran debidos a las vejigas, que iban empezando a aflorar. Luego noté que también por la cintura me molestaba. Eso lo arreglé metiéndome la camiseta por dentro, aunque iba con una pinta un tanto peculiar, pero parece que mantenía las vejigas a raya de este modo. Creo que la solución de meter una camiseta de algodón entre el elástico de los pantalones y la piel es buena.

La rodilla me estuvo molestando desde el primer metro. No sé si debido al entrenamiento del jueves que me pasé de rápido o por alguna otra cosa. El caso es que el sábado, aunque no entrené, no me molestaba en absoluto.

Para terminar decir que el peso que marcaba la báscula ayer era de 69 kg. No bajé a 68 como era mi deseo, pero al menos bajó. Hay que seguir insistiendo.

Lo bueno abunda

Ha comenzado a venir de vez en cuando con nosotros un nuevo compañero. Se llama, también, Miguel. Así que con éste ya somos cuatro los que compartimos nombre. Además este hombre zumba ¡y de qué manera!

Con esta nueva adquisición ayer nos juntamos unos cuantos corredores en Pradolongo. Yo más preocupado de la urticaria que de otra cosa. Salí con camiseta de algodón lavada a mano, con pantalón corto y medias larga, con la idea era no sudar mucho; sin embargo, no me metí la camiseta por dentro del pantalón y empecé a notar las vejigas en la cintura. Se lo comenté a Emilio y me comentó que mejor que metiera la camiseta por dentro y la cosa no fue a mayores. Acabé con las vejigas pero nada que ver con lo del martes.

Llegué tarde, por lo que ya empecé algo acelerado. Luego tuve que atrochar un tramo para ponerme a la altura de mis compañeros y el ritmo era bastante ligero para ser la primera vuelta, lo que presagiaba una segunda a cuchillo. Y así fue, empezamos a apretar los dientes y el ritmo se iba incrementando según iban pasando los kilómetros: 4:45, 4:33, 4:14 y 4:05. Creo que me pasé yendo tan deprisa, eso no viene nada bien a las rodillas. Moverme por debajo de 4:30 es una absoluta temeridad.

Supuestamente esta semana era la de mayor kilometraje, así que prolongué el recorrido para completar una tercera vuelta. Tuve la fortuna de encontrarme con el hombre radiactivo y di con él esa tercera vuelta, ya a un ritmo más relajado. Como siempre me ocurre cuando hago una última vuelta a un ritmo tranquilo, no lo pasé nada bien, iba un tanto incómodo tan despacio.

En total hice 14 km en un tiempo de 1:11:26 @ 5:06 min/km y llegué a casa con alguna vejiga, pero mucho mejor que el otro día. Parece que lo del algodón funciona. Probaré a salir todo algodonado el próximo día. Lo que más me llamó la atención fue que también salieron vejigas en los gemelos, imagino debido al tejido acrílico de las medias largas.

Lo peor del asunto fue que tenía picores en las manos realmente insoportables. Al final tuve que frotarme las manos con una crema para los picores y parece que la cosa mejoró. ¡Esto de las manos es más molesto que las vejigas! Y no sé si ambas cosas están relacionadas, aunque imagino que sí.

Urticaria inducida por el ejercicio

El pasado jueves después del entrenamiento noté picores en la espalda, en la parte de la cadera. Cuando me quité la camiseta comprobé que tenía ampollas en la cadera y los glúteos. Al poco tiempo, como una hora, se quitaron las ampollas. No me quedó muy claro cual era el motivo.

El domingo, después de la media de Getafe, volví a notar los picores y volví a ver las ampollas. Igualmente, se volvieron a quitar cuando pasó un tiempo, pero la cosa ya empezaba a preocuparme.

Pero hoy cuando he vuelto del entrenamiento la cosa era realmente preocupante. Tenía los glúteos y la zona baja de la espalda, coincidiendo con el elástico de las mallas, con unas ampollas de espanto…

urticaria
Ampollas provocadas por la urticaria

Y además me picaba por diversas zonas del cuerpo, incluso en las muñecas. Ya no estaba preocupado, ¡¡¡estaba acojonado!!! Me duché con la idea de ir al médico, pero al poco tiempo ya estaba de nuevo normal, bueno, casi normal que aún quedaba alguna pequeña ampolla.

El próximo jueves, cuando vuelva de entrenar, tendré todo preparado para ir al médico de urgencias y tendré que visitar al dermatólogo también, porque parece claro que es un problema producido por el sudor. En un principio pensé que puede ser alergia al propio sudor, pero parece ser que esa patología no existe. Lo cuentan bastante bien en este artículo:

Las lesiones dérmicas aparecen a los pocos minutos de comenzar a sudar y pueden durar hasta 30 minutos, una hora o más una vez que el cuerpo vuelve a la temperatura normal y desaparece el sudor. Son ronchas muy pruriginosas (pican mucho) que van precedidas de sensación de calor o quemazón. Pueden llegar a producirse vesículas. Es más frecuente su aparición en los brazos y tórax pero pueden aparecer en cualquier zona del cuerpo

Puede acompañarse de dolor de cabeza, aumento de la salivación, palpitaciones, dolor abdominal y diarrea. Es más frecuente en personas con dermatitis atópica, urticaria crónica, rinitis alérgica o asma.

Aunque la reacción es muy similar a la alergia, técnicamente no es una alergia, ya que no existe inmunoglobulina tipo E (IgE), anticuerpo característico de los procesos alérgicos.

El mejor tratamiento es evitar las situaciones en las que se sude (ejercicio, baños con agua muy caliente, sitios con temperatura elevada). Varios fármacos pueden útiles para su tratamiento, especialmente los antihistamínicos de larga duración. Además, evitar la ropa ajustada y los tejidos sintéticos, cuidar de que no queden restos de detergente en la ropa y lavar siempre la ropa nueva antes de utilizarla. Usar cremas emolientes después del baño.

La mejor solución es la de siempre. Si es por el sudor, no sudes. Lo que implica no hacer ejercicio porque además se da la curiosa circunstancia de que cuando corro, sudo y mucho 😉


Esta es la semana de más kilometraje de cara a la maratón. El domingo habrá que hacer 30 km por lo que hoy había pensado hacer algo más de lo habitual. Tampoco mucho más, sólo pasar de los típicos diez kilómetros a doce. De esta forma, cuando acabé las dos vueltas seguí un poco más y tuve la fortuna de ser acompañado por Miguel, así que se hicieron muy amenos la docena de kilómetros.

Se acabó la batería del Garmin cuando llevaba 11,5 km pero puede prometer y prometo que desde ese punto hasta donde paré hice algo más de quinientos metros, así que cumplí con lo previsto. Eso sí, a un ritmo tranquilo cercano a 5:30 min/km que no era cuestión de machacarse mucho ya que después de la media del domingo notaba las piernas cansadas.

XV Media maratón de Getafe

Un año más que participo en la media de Getafe. Día soleado, sin pizca de viento y no muy caluroso que venía de perlas para correr. Llegamos con tiempo suficiente, la entrega de dorsales fue rápida en mi caso y después de ir al servicio me encontré con un par de compañeros del equipo. Nos plantamos en el punto de encuentro con algunos minutillos de retraso, pero dentro del límite de «cortesía».

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Con los compañeros de entrenamiento del parque de Pradolongo

Sólo estábamos cuatro, esperamos algunos minutos más y como apremiaba dejar las cosas en el guardarropa íbamos a hacer la foto sólo los que estábamos, llegaron un par de ellos en el último segundo. Así que salió una foto más lucida, aunque echamos de menos a otro par, que sabíamos seguro que iban a participar. El guardarropa también funcionó muy bien, estaba muy organizado y eso hizo que dejara la ropa en segundos.

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Con los compañeros de MaraTID

Mi objetivo era bajar de 1h35 que fue el tiempo que hice en la media de Villaverde hace mes y media. Lo imaginaba a mi alcance ya que esta media de Getafe es un terreno más llano y encima la organización no paraba de alabar el nuevo circuito de una sola vuelta. A mí, sinceramente, no me gustó ya que transcurre en los primeros diez kilómetros por una zona escasamente poblada y con animación próxima a cero, bueno, no a cero, próxima a -1.

Salí a lo que me dictaban las piernas ya que no llevaba cronómetro y sobre el kilómetro cuatro, en uno de los innumerables giros de 180º, pude ver a Manolo, un antiguo compañero del trabajo y miembro del equipo desde sus comienzos hasta hace bien poquito. Me llamó la atención porque Manolo corre que se las pela, ¡sólo hay que ver que ha hecho medias por debajo de 1h20! Me hizo dudar de si no iba yo demasiado rápido, pero debió ser que él salió muy tranquilo, porque ya no le vi en ningún momento.

Seguí a un ritmo que me resultaba llevadero, aunque no sin dificultad, y sobre el kilómetro 12 alcancé a un amigo con el que estuve hasta el avituallamiento del kilómetro 14. Allí me volví a quedar solo y así seguí hasta la meta. La verdad es que los últimos kilómetros se me hicieron algo largos, sobre todo el tramo que pasa por los adoquines, además iba un poco molesto porque llevaba unos kilómetros con la uña del dedo gordo del pie derecho molestándome.

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Entrando en el recinto del polideportivo. Foto cortesía de forofos del running

Llegué a meta y me pareció ver que el cronómetro marcaba 1h31, pero luego en la clasificación he visto 1h32, que también está bien ya que son tres minutos menos que en Villaverde. Acabé con un tiempo oficial de 1:32:33, neto de 1:32:04.

Lo peor fue después porque no quedamos en ningún sitio en concreto y tardamos en encontrarnos y en volver a casa, por lo que echamos la mañana en «la capital del sur». Esperando, volví a encontrarme con Manolo que andaba algo desesperado porque no encontraba a la chica que tenía la llave de su coche. Espero que apareciese más pronto que tarde.

Me llamó la atención porque los últimos seis kilómetros eran por el mismo recorrido que las anteriores ediciones; sin embargo, el kilómetro 15 estaba bastante antes que años pasados, por lo que esos seis kilómetros medían más que antaño. Supuestamente la carrera está homologada por lo que saco la conclusión que en años anteriores el circuito no estaba bien medido, aunque también decían que estaba homologado. O este año se les ha ido la mano con la medición…

En resumen, carrera rápida pero por un recorrido feo como pegar a un padre y desde mi punto de vista demasiado masificada. Habrá que buscar nuevas pruebas, que las hay a patadas. A parte de eso, creo que la organización brilló a gran altura. Además la bolsa del corredor estaba bien surtida con camiseta de manga larga, agua, refrescos, galletas energéticas y barrita de cereales. Todo por 16 € que aunque roza lo caro, visto lo visto en otras carreras es un precio razonable.

Terminar diciendo que la báscula marcaba el día de ayer un peso de 69,2 kg. Poco a poco voy volviendo a un peso que considero razonable.

Presentación Gran Premio Canal de Castilla

El miércoles asistí a la presentación de la prueba cicloturista Gran Premio Canal de Castilla. Se trata de una prueba con periodicidad anual totalmente innovadora basada en la combinación de tramos asfaltados con el paso por sirgas, cotas y visitas a bellos pueblos de las provincias de Palencia y Valladolid, dos de las tres provincias recorridas por el canal.

Podéis leer un resumen de lo que ocurrió en la presentación en en este enlace o en este otro.

Como se puede deducir de su nombre, la prueba se celebra en el entorno del Canal de Castilla, una de más grandiosas obras civiles de nuestra historia. Se trata de una de las obras de ingeniería hidráulica más importantes de las realizadas entre mediados del siglo XVIII y el primer tercio del XIX. Recorre parte de las provincias de Burgos, Palencia y Valladolid y fue construido para facilitar el transporte del trigo de Castilla hacia los puertos del norte y de allí a otros mercados; sin embargo, la llegada del ferrocarril pronto le hizo quedar obsoleto.

El inicio de la prueba se sitúa en la bella localidad vallisoletana de Medina de Rioseco (8:00h del sábado 19 de julio) donde se volverá tras recorrer 163 Km por tierras de las provincias de Valladolid y Palencia. Trata de recrear el espíritu de los viejos tiempos del ciclismo a través de:

  • La utilización de tramos no asfaltados, que rozan los 50 Km en total.
  • El empleo de puntos de control en los avituallamientos completos, donde al estilo de las carreras de principios del siglo XX, los participantes deberán sellar su “PASAPORTE DEL CANAL”.
  • El compañerismo y espíritu cicloturista deberá primar en los tramos no asfaltados, ya que en los mismos no habrá asistencia mecánica a los corredores. (sí la habrá en el resto del recorrido, así como asistencia médica en caso de percance en todo el trazado de la prueba).
  • No habrá chips ni clasificaciones, lo que dota al GPCC de un espíritu cien por cien cicloturista.

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Bonita imagen de la carrera de 2012, gracias a Carmelo Ortega

En definitiva el GPCC ofrece un modelo de prueba innovador en nuestro país en el que las referencias al ciclismo de otros tiempos, a las clásicas y al espíritu cicloturista son fundamentales

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Plano del GP Canal de Castilla 2014, gracias a Carmelo Ortega

Ya he reservado en mi calendario el fin de semana del 5 de julio para participar en esta prueba. Veremos si después de la maratón soy capaz de ponerme con la bicicleta. Al menos debería, ya que de esta forma castigo menos la rodilla.

Comparativa por sexos

La hoja de cálculo que permite calcular el VDOT ofrece además diversas utilidades. Una de ellas es poder comparar las marcas de una determinada persona con otra de distinta edad y/o sexo.

Por ejemplo, algunas veces entreno con una amiga que basa sus entrenamientos en una marca de 46:57 conseguida en 10 km. Para esa marca, en esa distancia, las tablas de Daniels indican un VDOT de 43,1.

Con este VDOT se pueden extrapolar las marcas a otras distancias. Por ejemplo, ese VDOT se corresponde en una media maratón a 1:43:35. Obviamente, para conseguir esta marca hay que entrenar a los ritmos que marca Daniels y hacer entrenos de acuerdo a esa distancia. Quiero decir, si vas a correr una media, deberías entrenar distancias por encima de los 15 km algunos días.

Pues bien, si esta chica puede hacer esa marca en media maratón, podía compararla conmigo. Para ello se utiliza una de las utilidades de la hoja de cálculo, como se puede ver…

comparativa-sexos

Es decir, que ella debería andar por 1h43 y yo debería de hacerlo en 1h32 si estamos en un nivel de forma similar. Ya veremos si participamos en una media si Daniels tiene razón y los tiempos andan por ahí, aunque estoy casi seguro que ella está mejor que yo.

Hoy hemos salido con la tónica habitual, muy lentos en los primeros cinco kilómetros, que hicimos en 28:03 @ 5:37 min/km (aunque el GPS hizo una cosa rarísima y registró un primer kilómetro muy largo) y la segunda vuelta ya fui más rápido, un poquito más que el martes para ver cómo están las piernas. Esa segunda vuelta la hice en 21:59 @ 4:24 min/km, curiosamente, un par de segundos más lento de lo que debería llevar en una media ¡y hoy sólo eran cinco kilómetros!

En total fueron 10 km en 50:02 @ 5:00 min/km, acabando bastante satisfecho del entrenamiento.