Hoy se ha celebrado en Talavera de la Reina la IV edición del Trofeo Lázaro Alcaide. Se trata de una carrera de 10 km por el centro de Talavera, con un perfil totalmente llano. Sin embargo, la carrera no me ha gustado nada porque callejeaba mucho y en algunas esquinas no se sabía si había que ir a izquierda o a derecha. Para más inri, en algunos tramos el tráfico estaba abierto, por lo que era peligroso correr por allí. Me parece que aquí no vuelvo ni loco.
Pude conversar unos minutos con el coco que estaba por allí preparando la maratón para intentar bajar de las tres horas. Yo salí con una buena amiga que no se encontraba muy bien del todo, por lo que fuimos muy tranquilos. A mí me interesaba también ir a ese ritmo ya que la semana que viene es la gran cita de Mapoma. A pesar de eso, a ella se le hizo algo duro. Llegamos a meta con un tiempo de 55:57.
Hoy se ha celebrado la XI edición de los 20 km Villa de Madrid. Un buen número de maratidianos se dieron cita a eso de las 10 de la mañana en la puerta principal del estadio Vallehermoso para hacernos la foto de rigor. Prácticamente no cabíamos en la foto. Yo salí con Antonio el coletas con la idea de acercarnos al tiempo de 1h25′ por lo que nos situamos cerca de la línea de salida, eso sí, detrás de Francisco que se codeaba en primera línea con los atletas de verdad.
Foto de equipo numerosa
Salimos un poco rápidos ayudados por la cuesta abajo y poco a poco fuimos serenándonos hasta adaptarnos a un ritmo de crucero interesante para nuestros propósitos. Olvidé poner mi cronómetro en marcha y Antonio no llevaba reloj por lo que no andábamos muy enterados del tiempo que llevábamos. Sobre el km 11 nos adelantó Rafael que aunque no participaba iba trotando con unos amiguetes. Mientras él me hablaba cómodamente yo sólo podía responder con jadeos entrecortados.
Fue una pena que Antonio estuviera lesionado en un tobillo, pienso que podía haber realizado una marca mucho mejor. Yo le veía con una zancada muy fluida y una respiración inmejorable, al contrario que yo. Incrementamos el ritmo desde el km 15 coincidiendo con la cuesta abajo. Sobre el 19 vi a un individuo ayudado por la organización que le salía sangre de un ojo. No puedo imaginarme lo que le pasaba. Un poco más allá comenzaba el corto repecho que conduce a la entrada del estadio. Allí Antonio aceleró su paso y se despegó unos pocos metros. Le alcancé a unos 150 metros de la meta e intenté esprintarle, pero no pude con él. Llegó a meta con un tiempo (a ojo) de 1:24:24 y yo llegué un par de segundos después, con una marca oficial de 1:24:28. Después he visto que hice la primera mitad en 42:33 a un ritmo de 4:15 y la segunda mitad en 41:55 a un ritmo de 4:12. Sí, ya sé que la segunda parte es favorable, pero estuve cerca de mi récord de 10 km conseguido un par de meses antes de 41:39. También estuve muy cerca de llegar a los 500 puntos de Purdy (obtuve 496) que para mí son una barrera difícil de franquear.
No es por hacer la pelota, pero creo que la carrera estaba muy bien organizada. La salida era muy ordenada y en una calle ancha. Los kilómetros estaban perfectamente señalizados. Se dieron dos avituallamientos líquidos durante la prueba. Y, para terminar, la zona de meta, dentro del estadio estaba muy bien, con abundantes bebidas y naranjas y con masajes (eso creo).
Hoy a las 11h15′, bajo un sol de justicia se dio la salida a la I edición de la Carrera Popular Intercampus Leganés-Getafe. En total había cerca de 800 corredores. Al tratarse de una carrera fomentada en la Universidad y los institutos de Leganés y Getafe, se veían muchos jóvenes y, también, más mujeres de lo habitual. Por el mismo motivo, se podían observar caras distintas de las habituales en las carreras populares. El recorrido era llano casi en la totalidad, por lo que es muy recomendable para realizar buenas marcas. Yo me lo tomé con mucha calma ya que fui acompañando a una buena amiga.
Aunque se trataba de la primera edición, la organización brilló a gran altura: perfecta zona de salida, puntualidad, señalización de todos los kilómetros -aunque no todos estaban donde deberían estar-, avituallamiento líquido durante la carrera, zona de meta muy cuidada con bastantes pasillos después de la línea, muchos regalos en meta (agua, zumo, cerveza, dos compact, camiseta, bollitos), guardarropa, autobuses que llevaban a la meta o salida, etc. El único pero que se puede poner es la animación. No animaba nadie y eso que el 95% del recorrido era entre casas. El motivo habrá que buscarlo en que se trataba de la primera edición y los paisanos no sabían bien de que iba la cosa.
Yo me encontraba un poco cascado, asi que corrí con mi buena amiga todo el rato. Seguimos un ritmo uniforme durante toda la carrera adelantando gente todo el rato. Ella esprintó al ver la pancarta de llegada consiguiendo un tiempo de 54:30. Yo al final no pude seguir su ritmo endiablado y llegué algo después con 54:34.
En fin, una bonita jornada en la que disfrutamos de la carrera y del día soleado. Desgraciadamente, olvidé mi gorra y de echarme crema protectora, por lo que me quemé la calva y los hombros.
Hoy se ha celebrado la XXI edición de la Media Maratón de Coslada. Varios compañeros de MaraTI+D estuvimos presentes. Creo recordar: Angel, Javier, Bienve, JuanMa, Luis, Goyo y un servidor. También estuvo presente una «nutrida» representación de MarATOS: Manolo, Liborio y Miguel. Para mi gusto hizo un poco de calor durante toda la carrera, lo cual no impidió que Javier arrebatara a Manolo la mejor marca de MaraTI+D en esta distancia (1:20:02), dejándola en 1:18:13.
Por mi parte, hice una salida bastante rápida, yendo a más pulsaciones de las que debiera. Al final, pagué las consecuencias y los últimos cinco kilómetros se me hicieron eternos. Terminé en 1:31:39, haciendo MMP y bajando 3:22 de la anterior mejor marca conseguida en Fuencarral. Esa marca no está nada mal para mí, hay que reconocerlo.
Creo que la organización estuvo regular ya que me dio la sensación de que los kilómetros no estaban correctamente señalizados. Por ejemplo, el km 15 parecía que no llegaba nunca. Sin embargo, el 16 estaba ahí mismo. También me pareció un feo detalle el dar camisetas solamente a los 200 primeros siendo además el campeonato de Madrid de Media Maratón lo que supuso un nivel bastante alto. Otro punto negativo es que en la zona de meta se acabó el agua rápidamente. Destacar lo bien montada que estaba la zona de meta y lo surtida: cerveza, sidra, coca-cola, agua (hasta que se acabó). Al llegar también daban una medalla, un bollito y naranjas.
En fin, una media más a la mochila y un paso adelante de cara a la preparación de la XXII Mapoma.
El hecho de no poder participar en la Carrera del Agua hizo que acabara en esta simpática carrera en el barrio de Valleaguado, en Coslada, muy cerca de donde se sitúa la salida y meta de la media maratón de esta localidad.
La salida se dio a las 10h30′ (más o menos) sobre una distancia de 8 km. La participación era escasa, sobre los 50 participantes. El circuito no era demasiado complicado, un par de repechos al principio y otro par de ellos al final. La zona intermedia, llanita, llanita, transcurría por alguna de las calles del polígono que se pasan en la media maratón. Debido a que la distancia era corta, decidí ir a tope durante toda la carrera, con el corazón a reventar sobre las 180 ppm, realizando al final 31:47.
La organización estuvo bastante bien para ser una carrera de barrio. Se celebraron al menos cuatro carreras, desde los mayores hasta los más pequeños. Daba gusto ver a los pequeñines esprintando al final -y al principio-. La inscripción era gratuita y al final daban lo típico: refresco, naranja y camiseta para los veinte primeros de cada carrera.
Me agradó pasar por el polideportivo y ver esa ENORME pancarta donde anuncian la inminente cita de la Media Maratón de Coslada para el 7 de Marzo. El tiempo apremia. Se aproxima un test importante de cara a la Maratón de Madrid.
Un buen grupo de compañeros de MaraTI+D hemos corrido la XV edición de la Media Maratón de Fuencarral. El tiempo era bastante bueno -al final un poco caluroso- para correr. La organización falló, desde mi punto de vista, en dos puntos importantes: hubo problemas en la salida y el tráfico estuvo abierto en un sentido durante toda la carrera. Sin embargo la entrega de chips -sin fianza- y la recogida de éstos y los regalitos sí estuvieron bien.
Foto de equipo antes de la salida
La salida fue un poco decepcionante, yo me encontraba a dos metros detrás de la pancarta de salida y delante de mi había la güeva de personal. De hecho, había más gente delante de mi que detrás. El locutor por más que decía que se pusiesen detrás de la pancarta, menos caso le hacían. Esto provocó cierto retraso en dar el pistoletazo de salida y que gran parte de la gente no recorriera los 21 km y 97 metros.
Mi posición dentro del lote era tan mala que cuando dieron la salida, tardé entre 30» y 45» en empezar a correr. Cuando me dejaron un poco de espacio empecé a apretar un poco, aunque sólo pude pasar el primer kilómetro en 5’48» -sospecho que estaba mal medido-. No conseguí en ningún momento encontrar un grupito que fuese a mi ritmo por lo que decidí ir a mi bola o lo que es lo mismo mantenerme sobre las 172 – 173 ppm en llano.
Bajando Herrera Oria me sorprendió el grito de ánimo de Silvia -muchas gracias-. Esto me agradó, saqué pecho y me lancé todavía más deprisa por la cuesta.
Mi intención era rebajar mi MMP de 1:36:52, así que cuando pasé los 10 km en 43:53 vi que la cosa iba bien. Era una gozada correr hacia el Pardo, mirar de frente y ver las montañas nevadas todas rodeadas de encinas. Sí, la cosa iba realmente bien. Poco antes del km 12 comenzó la «cuesta del cuartel», ya empezaban a oirse las primeras respiraciones forzadas de algunos. Al terminar esta cuestecilla, recordé las palabras de Juan Ignacio del pasado año: «Primera cuesta y sin novedad». Lástima que él no estuviera aquí, hubiera disfrutado tanto con la carrera…
Al poquito de esta primera cuesta, comienza la segunda, que es, además, la más larga de todas ellas. Al principio la pendiente suave no castiga demasiado pero las últimas rampas con verdaderamente exigentes. El hecho de estar abierta al tráfico impedía trazar las curvas por el camino más corto, como se hacía en años anteriores. Casi terminando la cuesta pude ver a Liborio que iba sufriendo lo suyo intentando llegar al km 15. El pobre acababa de salir de una gripe y no andaba muy fino. Le pasé en ese punto kilométrico y me lancé a tumba abierta a por la penúltima cuesta de la jornada.
Después de una larga bajada, poco antes de comenzar la cuesta que pasa por debajo de la vía del tren vi de nuevo a Silvia animando a los compañeros -gracias de nuevo-. Con renovados bríos me dispuse a atacar la cuesta más dura de pendiente aunque no muy larga, pensando que la meta ya estaba cercana. Después de la cuesta, justo enfrente del cementerio de Fuencarral, esponjas. Otra bajadita y la última cuesta.
Esta última cuesta ya transcurre en el barrio de Fuencarral, a lo largo del nuevo barrio de Los Tres Olivos. Subí todavía con energías y al llegar a la «cima», a falta de un kilómetro, vi a Bienve. Con éste en mi punto de mira, aceleré lo que pude, acercándome poco a poco. Veía que iba un poco tocado de su pie aunque no tuve ninguna oportunidad de cogerle. Cuando divisé el reloj de meta, marcaba 1:34:40. Eché toda la carne en el asador para intentar bajar de 1h35, pero no lo conseguí. Al final, aunque mi cronómetro marcaba 1:34:59, el tiempo oficial era de 1:35:01. No está mal, bajé 1:51 de mi mejor marca y llegué aún con energías. Mejor que sobre, que no falte.
Hoy se ha celebrado la IV edición de los 10 km Pedrestres Distrito de Usera. El día se presentó formidable para correr, con el cielo nublado y una temperatura fresca pero no fría, ideal. Hubo algunos problemas con la foto: gente que llegó tarde, otros no llegaron, etc. por lo que no todos salieron en la foto. Agradecer la presencia de Don Liborio que aunque no corrió estuvo presente haciendo de fotógrafo, haciéndose cargo de la Logística, animando. Un 10 para él.
Los horarios previstos en las diversas carreras se cumplieron con precisión suiza, por lo que a las 11 de la mañana se daba la salida a la carrera de los mayores. Unos 900 corredores se pusieron en marcha.
Había entrenado con el objetivo de mejorar mi marca en 10 km (52’25») y dejarla en un tiempo cercano a los 43 minutos, por lo que salí como un rayo, dentro de mis limitaciones. Sobre el km 3, con una soltura insultante, me alcanzó el debutante Alberto con el que me mantuve en animada conversación hasta el final de la carrera, entrando ambos en meta con un tiempo de 41:43 según mi cronómetro, oficial de 41:39. Pienso que Alberto podía haber realizado un mejor tiempo -yo le vi sobrado- pero su camaradería le hizo acompañarme todo el rato.
Me pareció una carrera excelente, perfectamente organizada en todos los sentidos: salida en una calle ancha sin problemas, exquisita medición de todos y cada uno de los kilómetros, entrada a meta sin ningún tipo de embudo, buen avituallamiento en línea de meta (fanta de naranja, zumo, glucosa, naranjas), vestuario, duchas y masajista para el que lo quisiera, y, para colmo, regalo de una camiseta de MANGA LARGA. Sí, sí, habéis leído bien, una camiseta de manga larga. Lástima que no hubo para todos, algunos se tuvieron que conformar con la más habitual de manga corta. Creo que algunos organizadores de carreras populares deberían tomar nota de esta carrera que poco a poco intenta abrirse camino en el apretado calendario de carreras de Madrid.
En resumen: una bonita jornada y una más bonita carrera. Altamente recomendable.
Hoy, en una mañana soleada y fria se celebró el XL Trofeo Marathon de Cross, organizado como puede suponerse por la A. D. Marathon. Tres miembros del equipo: Javier, Andrés y un servidor, además de Liborio, se encontraron en la línea de salida media hora antes del evento. Pudimos comprobar como Fabián Roncero pasaba veloz como un rayo, una y otra vez, por el circuito, entrenando.
El circuito no presentaba apenas complicaciones, algún charco que otro y un par de repechones. El terreno estaba seco, alternando zonas de hierba (las menos) con tierra. Había que dar cuatro vueltas más la recta de salida y la «recta» de llegada, totalizando 9,580 km. Javier, como siempre, salió como un rayo. Andrés se lo tomó con más calma. Yo, dentro de mis posibilidades salí rápido y en la segunda vuelta pude ver a Liborio a unos cincuenta metros por delante y como, poco a poco, iba comiéndole el terreno. Sin embargo, el último kilómetro de Liborio fue terrorífico, alejándose más y más. Terminó con un tiempo de 42:34, sacándome 21» en la meta, lo que indica que hice un tiempo de 42:55.
La intención era probarme de cara a la carrera de Usera del próximo domingo y el objetivo de bajar de 43 minutos en esa carrera lo veo difícil, aunque por otro lado, un cross siempre es más duro, por lo que me da ciertas esperanzas.
En resumen: una carrera muy bien organizada, sobre un terreno bastante asequible y, además, es GRATIS. Muy recomendable.
También en Madrid se celebró la San Silvestre y, en este caso, dos: la popular y la internacional. Para correr la popular, un buen número de compañeros quedamos a las cinco de la tarde en Vallecas (en la meta) y desde allí nos dirigimos a la salida (Pº de la Castellana) en metro.
El tiempo fue realmente asqueroso durante toda la carrera, lloviendo a mares y con un viento infernal, además, las calles estaban completamente inundadas.
La salida fue horrorosa con tanta gente (se supone que había 11.000 almas). El grueso de MaraTI+D, como otros tantos, acortamos un trozo de carrera al poco de salir, por lo que no conseguimos realizar los 10 km completos. Después de empaparnos durante un buen rato llegamos a meta. La zona de meta también era horrible: había bofetadas por conseguir una camiseta y una botella de agua. Las camisetas nos las entregaban, había un mostrador con las camisetas y algunos se llevaban montones de ellas.
Hice un tiempo de 43:57 en los algo menos de 10 kilómetros, ya que recortamos un trozo sin querer siguiendo a la manada.
En definitiva, una jornada desastrosa. Lo único positivo, el reencuentro con Juan Ignacio y Elena y el debut de un nuevo miembro de MaraTI+D: Andrés P.
La fascitis plantar que arrastraba desde el mes de enero me hizo
descansar desde la finalización de la maratón de Madrid. Durante el
verano, para no estar parado, anduve bastante con la bicicleta. Viendo
que el tiempo se me echaba encima, empecé a entrenar a finales de
agosto, siguiendo el plan de Han Higdon de 18 semanas para
principiantes. Cuando empecé ya llevaba cuatro semanas de retraso…
Intenté seguir el plan utilizando un pulsómetro Polar modelo
SmartEdge, por lo que corrí varias carreras para intentar conocer qué
pulsaciones debían ser las correctas a la hora de hacer la maratón.
Carrera
Fecha
Distancia
Tiempo
Puntos
V Media Maratón de Alcorcón
25/10/98
21,097
1:42:41
342,15
XXII Media Maratón de Moratalaz
8/11/98
18,5
1:23:15
416,69
La XXI edición de la maratón de San Sebastián se celebró el 29 de noviembre de 1998. Hasta Donostia nos desplazamos tres componentes de MaraTI+D: Jesús C., Josetxu y un servidor. Conmigo se vino mi mujer, mi hija y mi hermana Rocío que tenía muchas ganas de conocer la ciudad. Fue un fin de semana para olvidar: en el camino de ida nos pusieron una multa por no haber pasado la ITV, la comida de la pasta era una verdadera basura, el tiempo era horroroso antes, durante y después de la carrera, no dormí bien la noche del sábado por la niña y el hotel estaba lejos de la llegada, lo que obligó a darnos un largo paseo bajo la lluvia después de la carrera. Una maravilla, vamos.
Pero no todo fue negativo. La ciudad es muy bonita, las tapas estaban
muy bien y el hotel era muy majo: Hotel San Sebastián, en la Avda. de
Zumalacárregui con un desayuno buffet extraordinario.
En lo meramente deportivo tampoco pude realizar mi objetivo que era,
como siempre, bajar de las tres horas y media. Tampoco pude mejorar mi
marca personal. Ya antes de comenzar la carrera, en el camino hacia la
salida me empapé de lo lindo. A la hora de salir no llovió, pero al poco
comenzó de nuevo y estuvo largo rato, incluso llegó a granizar
fuertemente durante algún tiempo.
Pero no sólo la lluvia se animó a “participar” en esta prueba. El
viento era implacable sobre todo en la zona de la playa de La Concha.
Nada más salir formamos un grupo Josetxu, su amigo Javier y yo. Jesús
quería bajar de 3h15 y salió como un rayo directo a su objetivo.
Dado que Josetxu llegó muy justito no quería ir más deprisa de 5
min/km. Al poco de pasar la granizada llegamos a la media maratón con un
tiempo de 1:44:57, o sea, a 5 min/km exactos. Estuvimos esperando y
animando a Josetxu desde el km 20 pero en el 25 petó de manera bárbara y
se puso a andar.
Hasta el km 30 aguanté con Javier, pero luego me marché en solitario.
Sobre el 33 me adelantó un grupeto comandado por una mujer de Mataró al
que me acoplé y me mantuve con uñas y dientes hasta meta. Llegué a la
línea de meta con un tiempo de 3:35:59 según mi reloj. En el diploma que
me mandó la organización el tiempo oficial era de 3:35:36, que habrá que dar por bueno.
La línea de meta estaba desolada: el reloj y las vallas se habían
caído por el aire, no se veía la línea de meta. Aquello era un pequeño
desastre. Jesús llevaba ya veinte minutos esperando y estaba aterido de
frío sin poder cambiarse. Hizo una impresionante marca de 3:13:14. Josetxu se agenció un chubasquero y marchaba tranquilamente. Al final hizo un tiempo de 4h20.
En la zona de meta pasamos bastante frío hasta que localizamos al
amigo que tenía las llaves del coche donde habíamos dejado la ropa,
¡menos mal al té caliente! Al volver para Madrid: lluvia, nieve. Lo
dicho, un fin de semana para olvidar.