XXVIII Trofeo Akiles

Un año más he corrido el Trofeo Akiles, aunque en unas condiciones en las que no había corrido nunca, ya que había tramos del recorrido que ¡¡¡estaban congelados!!! Muchas veces no sabías si ibas corriendo o patinando.

Lo cierto es que hablaban de que el día iba a ser muy frío pero no me pareció que fuera tanto, aunque resultaba chocante ver que todo el mundo iba bien abrigado mientras que yo iba con la camiseta de tirantes. En ningún momento sentí frío ni antes ni durante, ni después de la carrera, quizás debido a que el viento no se movía. Luego al terminar, me cambié y me abrigué bien. Sin duda, un magnífico día para correr.

Tenía pensado correr rápido para rebajar el tiempo que hice en Rivas hace unas semanas y aunque tuve que ir con mucha precaución en algunos tramos, conseguí mejorar ese tiempo, parando el cronómetro en 43:47. Tiempo que espero mejorar en Aranjuez ya que la carrera es menos dura y espero que el asfalto no esté congelado.

Tiempos realizados por kilómetro:

km  1: 4:31
km  2: 4:30
km  3: 4:54
km  4: 4:36
km  5: 4:03

Primera mitad: 22:36

km  6: 4:10
km  7: 4:14
km  8: 4:26
km  9: 4:22
km 10: 3:57

Segunda mitad: 21:11

Tiempo total: 43:47

X 10 km de Rivas

Hoy nos hemos dado cita unos 1200 corredores en el polideportivo del Cerro del Telégrafo para recorrer los 10 km de los que constaba la carrera popular de Rivas. Anteriormente, habían desfilado por la pista del estadio de atletismo miles de atletas de las categorías inferiores, desde niños con tres o cuatro años hasta niños de catorce. Me resultó curioso observar que en la categoría de alevines (10 y 11 años) el ganador hizo un tiempo de 4:30 en 1.200 metros ¡¡¡quien pudiera!!!

A lo que iba. A las doce se dio la salida en la pista de atletismo y aunque costó un poco pasar la línea de salida (sólo 15 segundos) pronto pude empezar a correr a mi ritmo. Como hay que dar dos vueltas, pensaba ir tranquilo en la primera y acelerar un poco más en la segunda, pero en la segunda vuelta por más que lo intentaba, no podía ir más deprisa. Imagino debido a que después de la maratón de Ciudad Real sólo he hecho entrenamientos suaves. O quizás también por el aire en contra que pegaba fuerte en la zona más dura del circuito. La ventaja es que al final acabé más fresco que una rosa, haciendo 44:32 según mi cronómetro, 44:35 tiempo oficial y 44:20 tiempo neto. A elegir.

Tiempos por kilómetro:

 1. 4:43
 2. 4:20
 3. 4:19
 4. 4:33
 5. 4:27

Primera mitad: 22:25

 6. 4:31
 7. 4:22
 8. 4:28
 9. 4:38
10. 4:06

Segunda mitad: 22:07

La organización estuvo muy bien. La entrega de dorsales para la gente que se había inscrito por Internet y la entrega de chips se hacía cómodamente. Dentro del polideportivo había taquillas para dejar la ropa y vestuarios para poder ducharse. Una maravilla. Los kilómetros estaban perfectamente señalizados y no había problemas en los cruces. A la llegada una buena cantidad de sillas para poder sentarse y quitarse el chip con comodidad. Todo un detalle. La animación tampoco estuvo mal y es que dar dos vueltas y volver e ir por el mismo sitio es bueno para el aficionado porque puede ver pasar a los corredores cuatro veces. Eso sí, la bolsa del corredor algo raquítica con una buena camiseta de algodón de manga larga, ideal para el invierno y una botella de agua, nestea, una coca cola light y una barrita de cereales. Todo por 10 euros.

Si no hay ningún percance, el año que viene vuelvo a repetir. De momento, me espera la próxima que es el Trofeo Akiles en un entorno realmente maravilloso, la Casa de Campo.

XIII Maratón de Castilla-La Mancha

He participado por primera vez en la maratón de Castilla-La Mancha, que se celebra en Ciudad Real. El hecho de lesionarme en Madrid me animó a preparar esta maratón otoñal junto a otros dos compañeros de entrenamiento: Emilio y Joaquín. Emilio consiguió auparse a lo más alto pódium en la categoría de mayores de 60 años, ya que consiguió realizar 3h27 con sus casi 63 años.

El día amaneció algo fresco, pero se veía que el sol iba a pegar de lo lindo, ya que se le veía luminoso por la mañana temprano. La participación muy pobre, no creo que llegáramos a 300 atletas, aunque eso tiene la ventaja de que es más sencillo todo el tema logístico.

La salida se dio a las 9:30 (ojo, que eran las 10:30 por el cambio de hora) y a los pocos metros escucho que alguien por detrás que grita ¡¡MaraTI+D!! Resulta que era Luis que también se había apuntado a esta carrera. Me produjo gran alegría reencontrarme con Luis, ya que hacía un montón de años que no le veía y siempre es agradable encontrarte con un antiguo compañero de trabajo y con el que además se ha compartido bastantes kilómetros de carrera.

Estuvimos charlando un rato, pero me comentó que iba a tratar de realizar 3h30, por lo que le animé a seguir con su ritmo, ya que mi meta estaba en la 3h50. Así que desde ese momento no volví a hablar prácticamente con nadie excepto con un par de corredores a los que adelanté sobre el kilómetro 18 y estuve un par de kilómetros con ellos.

La carrera es fea y bastante insulsa, aunque tiene un trazado muy llano. Excepto a su paso por Miguelturra no existe prácticamente animación y la verdad es que en este pueblo, la gente se vuelca con la maratón. Me emocioné cuando al pasar por una de las plazas del pueblo, dijeron mi nombre por los altavoces, al igual que hacían cuando pasaban los otros corredores. Fue un momento mágico.

El caso es que llegué a la media maratón muy bien, con muy buenas piernas y un ritmo más que aceptable. No había reloj en ese punto y tampoco paré mi cronómetro, pero calculo que hice un tiempo de 1h52 aproximadamente. Me encontraba fenomenal y pensaba que el ritmo conservador que había adoptado desde la salida me iba a venir muy bien.

Puerto de Toledo (Ciudad Real)
Junto a Andrés en la Puerta de Toledo

En ese punto, un amigo decidió hacer la segunda media conmigo. Seguí a mi ritmo machacón hasta que llegué al kilómetro 26 donde empecé a notar que las piernas se iban poniendo duras, pero eso, pensaba, no era más que una consecuencia de los kilómetros que ya llevaba en el cuerpo. En el tramo del 25 al 30, aunque perdía algo de velocidad, todavía me mantenía a un ritmo decente (5:36 min/km). Del 30 al 35, deambulando por las calles de Miguelturra todavía era persona, aunque el ritmo ya se había ido a 6:17 min/km. Sin embargo, lo peor estaba por llegar, ya que a partir de entonces, empecé a ir cada vez peor y como por arte de magia los kilómetros se alargaban y alargaban cada vez más. En mi cabeza sólo escuchaba los gritos de «ponte a andar, ponte a andar», pero no estaba dispuesto a ceder ante la tentación.

Decidí adoptar la técnica de carrera conocida como «trote cochinero» para tratar de cumplimentar los últimos kilómetros de la maratón y aunque avanzaba a un rimo de 8 min/km, el objetivo estaba cada vez más cercano. Es curioso lo laaaaargo que se hace los kilómetros finales de la maratón cuando se va mal. Cuando llegué al km 41 miré por primera vez en la carrera mi cronómetro y ya había pasado de las cuatro horas. Decidí que ya estaba bien de trotar cochineramente y me puse a correr con un poco más de determinación. Cuando pasé la línea de meta mi cronómetro marcaba 4:10:17, aunque el tiempo oficial de la carrera ha sido de 4:10:21.

Llegando a meta en la maratón de Castilla-La Mancha
Llegando a meta con más pena que gloria

Tras pasar la línea de meta me encontré, de nuevo, con Luis que me había esperado desde su llegada a meta. Al final a él se le fue un poquito el tiempo previsto y realizó una marca de 3h39, aunque pienso que debe estar satisfecho después de haber realizado en la maratón de Madrid de este año una marca cercana a las cinco horas.

Yo por mi parte, aunque hice una marca bastante pobre, me doy con un canto en los dientes; primero por haber conseguido terminar y segundo por haber terminado sin ningún problema de lesiones que empezaba a resultar algo frecuente en las últimas maratones.

Como siempre, después de una carrera se saca una enseñanza. De esta maratón he aprendido que hay que hacer rodajes largos sí o sí. La verdad es que es una cosa que ya sabía, pero este año con un entrenamiento de menos kilómetros me lo ha corroborado. Esto es insustituible en una carrera tan larga como la maratón. Hay que realizar unos cuantos entrenamientos entre 24 y 30 km para no hundirte miserablemente en los últimos kilómetros.

Y ahora, pensando en la XXXII edición de la Maratón Popular de Madrid que si las lesiones no lo impiden me tendrá en la línea de salida buscando ¡cómo no! bajar de las 3h30.

Tiempos realizados cada cinco kilómetros:

km Tiempo
5 26:03
10 26:40
15 27:03
20 26:57
25 26:48
30 27:58
35 31:26
40 39:56
42 17:22
Tiempo total 4:10:17

V Media maratón de Cantalejo

En Cantalejo nos hemos dado cita cinco miembros del equipo. Aunque por unos motivos o por otros, no conseguimos reunirnos los cinco para hacernos la foto de rigor. Sólo Rafa, Sergio y un servidor estábamos en el punto de encuentro en el momento oportuno, por lo que nos hicimos la foto los tres, luego apareció Luis Ángel y en carrera vi a Jesús Vega, al que no reconocí y al que vi francamente bien, corriendo con mucha soltura.

La carrera consiste en dar dos vueltas a un circuito que sale de Cantalejo, llega cerca de Aldeonsancho, gira hacia Sebúlcor y vuelve a Cantalejo, con un repecho interesante para llegar a la meta. El día se presentó extraordinario, había llovido por la noche y el día estaba nublado y fresco, ideal para correr.

Aunque fuese ideal, para mí, la carrera fue una auténtica tortura. Salí muy deprisa y pagué, y bien pagado, esa alegría de los primeros kilómetros. Sobre el km 6 ya iba fastidiado y fui penando un kilómetro tras otro. Se me pasó la idea de retirarme más de una vez, pero pensé que intentar superar este mal trago me iba a venir bien para la maratón de Ciudad Real, a correr dentro de dos semanas. Cuando pasé por meta la primera vez, el repecho me pareció muy duro y lo pasé a duras penas. Sin embargo, el peor tramo fue el de la salida del pueblo dirección Aldeonsancho, donde existe un repecho de poca entidad, pero largo, muy largo.

Curiosamente, sobre el km 17 empecé a encontrarme mejor, pero coincidió con el tramo entre Sebúlcor y Cantalejo donde el aire entraba de cara y aunque me recuperé algo, el ritmo no fue en aumento. El repecho para llegar a meta, que en la primera vuelta me pareció una pared, ahora lo subí con mucha energía y apreté de lo lindo para que el reloj no pasara de una hora y cuarenta y cinco minutos… cosa que no conseguí. El tiempo final fue de 1:46:04 y acabé con las piernas más castigadas que si hubiese hecho maratón y medio.

Aunque lo pasé mal, siempre se puede sacar alguna enseñanza positiva. Y esta carrera me ha servido para comprobar que estoy peor de lo que pensaba por lo que me tendré que tomar con mucha calma la maratón y no cometer el mismo error de salir más deprisa de lo que debo.

Para terminar, decir que la bolsa del corredor fue bastante generosa con una mochila, un impermeable, una gorra, una camiseta técnica (que es como se llaman ahora las camisetas de poliéster), una barrita de cereales y un llavero. Todo por 10 euros, que no es un regalo, pero que no está mal. La bolsa del corredor se entregaba al retirar el dorsal y en la meta daban plátanos, peras, agua y aquarius.

Media de Cantalejo junto a Rafa y Sergio
Con Rafa y Sergio antes de la salida

¡Vaya carita llevo!
¡Vaya carita llevo!

I Carrera popular villa de Torrijos

He corrido la primera edición de la Carrera Popular Villa de Torrijos, pueblo situado en la provincia de Toledo. Hizo un buen día para correr, nublado y no muy caluroso, aunque hubiese preferido algo más de fresquito, pero no me puedo quejar. Unas horas antes había caído un buen chaparrón y el ambiente era muy agradable.

Hay que dar dos vueltas a un circuito, que es plano como la palma de mi mano, estando situada la meta y la salida en la plaza de España, en el centro del pueblo. El hecho de que el circuito empiece y acabe en el corazón del casco urbano lleva a un continuo callejeo por calles muy estrechas y frecuentes cambios de dirección con giros de noventa e incluso ciento ochenta grados.

Habría unos cuatrocientos participantes y me coloqué algo atrás en la salida, por lo que me costó bastante coger mi ritmo, sobre todo porque la estrechez de las calles no dejaban adelantar. Para más inri, cuando salimos a la calle Ancha, tampoco la cosa mejoró porque era de ida y vuelta y, por lo tanto, no hacía honor a su nombre. El grueso del pelotón seguía apretado.

Sobre el km 1,5 la carretera por fin se ensanchaba y ya se podía correr con más naturalidad. Por desgracia, los kilómetros estaban mal señalizados y mientras que en unos me iba cerca de los cinco minutos, en otros bajaba de los cuatro y ¡¡¡el terreno era totalmente llano!!! Me estaba mosqueando un poco con tanta irregularidad, aunque al final pensé que sería problema de la señalización, más que de mi ritmo.

Lo cierto es que fui lo más fuerte que pude, para ver mi estado de forma y terminé con un tiempo oficial de 44:09. Bastante contento, porque si no hubiese sido por la mala salida y las calles tan estrechas del comienzo, creo que hubiera podido bajar de 44 minutos, tiempo que no está mal en estos momentos.

Excepto por la mala señalización de los kilómetros, la organización estuvo bien, aunque no me parece adecuado el lugar donde estaba situada la salida/meta. Mientras que la meta la puedes colocar en algún sitio recóndito, la salida debería de estar en una ancha avenida y que hubiese al menos un par de kilómetros con bastante sitio para que el pelotón pueda ir estirándose poco a poco. Hubo chip, aunque no dieron tiempos netos y la bolsa del corredor estuvo normal tirando a bien: camiseta algo mejor de las típicas de algodón, una bolsa tipo mochila, un par de piezas de fruta, agua, aquarius, cerveza, patatas fritas. Bueno, la bolsa no estuvo mal del todo.

VII Carrera popular barrio del Zofío

He participado en la carrera de mi barrio. La carrera es bastante dura ya que tiene bastantes subidas y bajadas, excepto un tramo que discurre por el parque Pradolongo que es llano. Aparte de las subidas y bajadas, hizo bastante calor lo que añadió más dureza a la carrera. Aunque en un principio, dijeron que la carrera iba a ser de 8,1 km, al final nos metimos entre pecho y espalda los 10 km de rigor.

Se trata de una carrera muy popular y no creo que corriésemos más de 100 personas. Aparte, claro está, las categorías de menores que ahí si había más gente.

Entre el calor que ha empezado a pegar fuerte y que no ando muy fino últimamente, hice un tiempo de 48:20 según mi cronómetro. No sé si hay clasificación oficial.

zofio-2008
Con Antonio y Fran, después de la carrera

XVIII Carrera urbana de Carabanchel

Desde que tuve que abandonar en la maratón de Madrid, no había vuelto a correr una carrera, aunque ya llevaba tres semanas entrenando.

Sin embargo, no las tenía todas conmigo. El viernes tuve una terrible cagalera, el sábado por la mañana estuve jugando al fútbol ¡¡¡después de más de 20 años sin darle al balón!! y el sábado por la noche salimos de marcha, por lo que me presenté en la salida de la Avda. de Oporto habiendo dormido sólo tres horas y con más ganas de seguir en la cama que hacerme una carrera de 10 km. Además, por culpa del maldito fútbol, tenía agujetas en las piernas y dolores en las rodillas. Por más que lo pienso no sé como tomé la decisión de saltar de la cama y acercarme a la salida, quizás porque la carrera se celebra muy cerquita de mi casa, no encuentro otro motivo.

El caso es que llegué apurado a recoger el chip y allí encontré a un grupo muy numeroso de compañeros de MaraTI+D. Fue una gran alegría encontrarme con tantos compañeros. Al poco de llegar nos dirigimos hacia la salida que no coincidía con la llegada (que era donde estaban los chips), aunque tampoco estaba muy lejos.

Salí muy tranquilo, porque no tenía el cuerpo para muchas juergas y la verdad es que no me encontré mal en ningún momento. A mitad de recorrido llevaba un tiempo de 25:11 habiendo superado la parte más dura que es la subida a General Ricardos.

Los compañeros me habían advertido que se habían sacado una cuesta dura en los últimos kilómetros, por lo que tampoco me tomé muchas alegrías en la bajada de la Avda. de los Poblados. Efectivamente, al doblar a la derecha por la calle Secoya, empezamos a subir, pero un nuevo giro a derechas por la calle Reus, nos dejó una rampa de unos 300 metros realmente dura, en medio de un polígono industrial (recuerdo un edificio abandonado de Ediciones S.M.) en plena cuesta.

La calle Reus desemboca en la calle del Aguacate donde empezaba una buena bajada hasta el penúltimo kilómetro en la Vía Lusitana que era más o menos llano. Al final realicé un tiempo de 50:33, según atestigua la clasificación oficial:

748 1367 GARCIA, MIGUEL 00:50:33 SENIOR M 00:05:03

La verdad es que no me puedo quejar en las condiciones que estaba. Lo que más me sorprendió es que realizara la segunda mitad más despacio que la primera, cuando la primera es cuesta arriba y la segunda, cuesta abajo. Además el noveno kilómetro se me hizo larguísimo, ya que tardé 6:41 cuando estaba haciendo los kilómetros alrededor de cinco munutos.

Escamado, he estado mirando en openrunner.com la distancia recorrida y salen casi 500 metros más. Según parece, hubo un problema con el guardia que desviaba a la gente en la calle Secoya. Según el plano, esa calle tenía que haberse seguido hasta llegar a la calle Aguacate. Sin embargo, el guardia desviaba hacia la derecha por la calle Reus, donde estaba el rampón. Por eso nadie vio el kilómetro siete, ¡¡¡porque estaba en una calle por la que no se transitó en su totalidad!! Luego, viendo el desaguisado, el kilómetro ocho lo colocaron a ojímetro, retrasando su posición unos seiscientos metros y provocando que del ocho al nuevo se hiciese tan laaaaaargo.

XXX Media maratón de Coslada

Un año más nos hemos dado cita en Coslada un grupo reducido de compañeros de MaraTID. Este año, sólo tres: Fernando, Iván y un servidor. La carrera me pareció perfectamente organizada, además como no había muchos participantes no había cola para nada: ni para recoger el chip, ni para el guardarropa, ni para ir al servicio. Una verdadera gozada. El problema es que el circuito es feo de narices, muy duro por los sucesivos toboganes y además ayer hizo un aire de consideración que hizo la carrera más dura si cabe.

Salí con la idea de hacer 1:37 ó 1:38 y la verdad es que me sentía muy bien, pero el ritmo era muy irregular. Lo mismo hacía kilómetros un poco por encima de 4:30 que me iba a los cinco minutos. Al principio pensaba que la medición no era correcta, pero luego llegué a la conclusión que era el viento el que provocaba esas irregularidades.

Donde más me afectó la fuerza del viento fue en una larga recta entre el 10 y el 11, donde me adelantaron cinco o seis corredores, uno de ellos un corredor local, ya veterano. Intenté seguir su estela y la verdad es que me vino muy bien porque me recuperé de ese bache y esos kilómetros de subida hasta el 15 los pasé francamente bien. En la bajada hasta el 16 me tiré lo más rápido que pude intentando recuperar los segundos perdidos en la subida, pero ni con esas. Llegando al 17 (en la recta de la estación de Renfe), volvimos a sufrir el soplido del viento, pero viendo que la carrera se acababa eché toda la carne en el asador y desde ese momento fui adelantando corredores. Tampoco muchos, porque no había demasiados, pero algunos cayeron.

Sobre el km 20 vi a Ángel que estaba haciendo unas fotos y al poco se giraba a mano derecha para afrontar los últimos metros que, de nuevo, se hicieron durísimos por el viento.

Al final llegué a meta con un tiempo oficial de 1:40:40, según reza la clasificación, que se puede ver en atletismomadrid.com.

Aunque tardé ocho segundos más que el año pasado y no pude cumplir mi objetivo de estar en 1:37-1:38, estoy satisfecho de la carrera porque acabé muy bien aunque el recorrido fue tremendo.

Para terminar, un diez para la organización, que ha sido de cine. Ya podrían aprender otros de la gente de Coslada. Por sólo 5 €: chip, circuito bien medido, gran despliegue de policía y voluntarios, grifos de cerveza y sidra, bebidas isotónicas, agua, camiseta, bocatas de panceta, chorizo y morcilla, naranjas y barritas energéticas. No está nada mal, la verdad.

Además es agradable ver como además de la media, organizan otras carreras de menor distancia para quien no se atreve con 21 km, sobre todo pensando en los niños, con distancias entre 750 m y 5 km.

IX Media maratón de Getafe

Sin comerlo ni beberlo, ayer por la noche me ofrecieron un dorsal para la carrera, ya que Antonio, un amigo, se puso enfermo. Así que me levanté el domingo por la mañana y me dirigí a Getafe con el ánimo de realizar un entrenamiento largo con dorsal. Además el sábado me había estado machacando de lo lindo en las cuestas del Parque Sur.

Sorprendió el día más soleado de lo habitual en esta carrera. Recuerdo el año pasado que hizo un frío de mil diablos. Recogí el chip, hice mis necesidades y me coloqué en la línea de salida después de hablar con Liborio y Pedro que se disponían a correr sin dorsal. Anteriormente también me encontré con Luis, que me comentó correría este año la maratón de Londres.

Sonó el disparo de salida y tardé bastantes segundos en atravesar la línea de salida y eso que este año se salía de ambos carriles de la avenida. Aún así, me costó trabajo ponerme a correr y eso que la salida es cuesta abajo. Después de pasar el primer kilómetro, pude comprobar que llevaba un ritmo uniforme de 4:45 y que lo mantenía bien, por lo que pensé que era un buen ritmo de carrera y que si me encontraba con fuerza, apretaría un poco en el último tercio.

Los kilómetros pasaban rápido y seguía a mi ritmo constante, en algunos kilómetros bajaba algún segundo y en otros, subía. Pasé por los 10 km en 48:11, situados un poco antes de que acabase la primera vuelta. Y yo seguía con mi ritmo, bien acoplado a un grupito que iban más o menos a la misma velocidad.

Llegados al kilómetro 14 y cumplidos los dos tercios de carrera, intenté acelerar un poco viendo que me quedaban algo de fuerzas. Sin embargo, no fueron más que fuegos de artificio porque los segundillos que ganaba en un kilómetro lo perdía en otro. Además esos acelerones firmaron mi sentencia de muerte porque en el kilómetro 18 empecé a sentirme muy cansado y en el 19 ya no podía más. Si la carrera hubiese terminado ahí, hubiera terminado muy feliz, pero todavía quedaban dos kilómetros.

El grupo con el que iba se iba alejando inexorablemente y yo empecé a sufrir para poder aguantar un ritmo decente. Ya no adelantaba a nadie, todo lo contrario, empezó a adelantarme gente que yo había adelantado en kilómetros anteriores. Llegué al 20 y al poco empezó una pequeña cuesta abajo (la avenida donde se daba la salida) que alivió un poco mis penurias. En esa avenida hay que hacer un giro brusco a la derecha para entrar en el recinto del polideportivo. Desde esa entrada hasta las pistas de atletismo todavía quedan unos trescientos metros y yo me fui reservando un poco (si es que me quedaba algo) para dar la vuelta a la pista honrosamente. Aquí la memoria me jugó una mala pasada porque no había vuelta que dar. Justo cuando se llegaba a la pista, estaba el kilómetro 21 y sólo había que recorrer la recta de meta para terminar, por lo que esprinté lo que pude para parar el reloj en 1:41:23, aunque es mucho mejor el tiempo neto de 1:40:44.

Lo siento por el amigo que me dejó el dorsal porque el año pasado hizo 1:24 y este año ¡¡¡16 minutos más!!!

557 2351 ANTONIO M 1:41:23 1:40:44 04:46

Hasta el momento de llegar a la línea de meta, la organización me había parecido bastante buena, pero en la entrega de camisetas y bolsa del corredor fracasó estrepitosamente. La cola para la entrega de chips y recepción de regalos era enorme, estuve como diez minutos esperando y luego había que pelearse para coger una camiseta. Era realmente una batalla campal. Por desgracia, los últimos corredores se quedaron sin camiseta porque hubo algunos que se llevaron dos e incluso tres prendas, dando muestras de un sentido de la solidaridad vergonzoso.

XIII Carrera popular pedestre distrito de Usera

Impresionante día veraniego que ha hecho hoy en Madrid. La verdad es que tanto calor no me va mucho, pero hay que adaptarse a lo que hay.

Esta edición ha sido algo atípica para mí porque me liaron los de la organización para que les echara una mano. Al final me tocó entregar los dorsales de las inscripciones hechas por Internet y no tuve tiempo de saludar convenientemente a los conocidos, ni de hacernos la foto de rigor, ni de calentar, ni de nada de nada, por lo que llegué a la salida cuando ya estaba todo el mundo preparado y me tocó salir de los últimos.

Hacía tiempo que no salía en los últimos puestos del pelotón y no recordaba esas sensación de adelantar en vez de ser adelantado. Quizás, aunque se pierdan unos cuantos segundos en la salida, el hecho de ir sobrepasado corredores es una buena cosa, porque te vas animando.

Tenía intenciones de ir junto a Carlos para tratar de ganarle en el último sprint, pero a Carlos le veía a cien metros y era incapaz de recortarle distancia, todo lo contrario. Sobre el kilómetro cinco me acoplé a una chica que llevaba un buen ritmo e intenté seguirla hasta la meta. Al final con todo el mundo animando en el polideportivo, saqué fuerzas de flaqueza e hice una última vuelta a todo trapo.

Según mi reloj, realicé un tiempo de 44:32, pero según la web, el tiempo es de 44:09. Habrá que pensar que la organización nunca se equivoca 😉

Emilio, mi compañero de entrenamiento, se hizo con el primer puesto en la categoría de mayores de 60 años, haciendo un tiempo de poco más de 41 minutos, ¡¡¡y tiene 62 años!!!