Un día extra

Hoy he salido a hacer un día más de los habituales. Si no ocurre nada raro esta semana haré cinco días de entrenamiento, cosa nada habitual. Pero ha sido una cosa extraordinaria, creo yo. Volveré a mis cuatro días semanales, que cinco ya me parece mucho machaque para el cuerpo.

De todas formas me lo he tomado con bastante tranquilidad, rodando a un ritmo de 5:30 y no castigándome mucho para mañana jueves que haremos un entrenamiento con bastantes cuestas. Y es que en Pradolongo hay unas cuantas que aunque no son muy inclinadas pueden servir muy bien para este tipo de entrenamientos.

Han sido dos vueltas al parque, realizando 10 km en algo más de 54 minutos.

Correr potencia el cerebro

Me hago eco de una noticia que pude leer el pasado 20 de enero en El Mundo titulada El ‘footing’ potencia el cerebro. Resulta curiosa la noticia por dos cosas, primero porque utiliza la palabra footing que no tiene ese significado en inglés (sería jogging o running) y segundo porque no deja de ser una buena noticia para los que corremos.

Yo desde luego no sé si el cerebro se potencia o no, de lo que sí doy fe es que en mi época estudiantil me resultaba más eficaz hacer unos kilómetros y luego ponerme a hincar los codos que estar más horas sobre los libros.

Pues eso, todo el mundo a correr que no sólo sirve para no engordar o para mejorar el sistema cardiovascular, sino que se mejoran las conexiones neuronales y se potencia la capacidad mental.

Para tratar de mejorar mi coco hoy he vuelto a salir a entrenar con los compañeros de Pradolongo y hemos dado las dos típicas vueltas. La segunda aderezada con la subida a toda pastilla a la pirámide truncada. Pero en general ha sido un entrenamiento tranquilo, ya que han sido 58 minutos para poco más de 10 km.

Piernas cargadas

En otras medias más duras, léase Fuencarral, he acabado con las piernas bastante castigadas. Sin embargo, en una media como la de Getafe nunca había tenido las piernas tan cargadas como esta vez, que ya estamos a jueves y todavía siento los cuadriceps cargados.

La idea era ir tranquilo las dos vueltas. Y eso es lo que he hecho en la primera, que incluso he rehusado subir la cuesta de la pirámide para no castigarme más. Sin embargo en la segunda vuelta ha empezado a zumbar Emilio el hombre radiactivo y no me ha quedado más remedio que seguirle. Por su culpa he hecho una primera mitad de segunda vuelta bastante más deprisa de lo que debiera, menos mal que luego se ha (nos hemos) calmado un poco. Hábilmente también he rehusado subir la pirámide en esta segunda vuelta. Espero que para el próximo entrenamiento, que será el sábado, ya estén las piernas recuperadas.

Emilio II se ha tenido que ir cuando llevábamos poco más de una vuelta aquejado de un dolor similar a la ciática. Confío en que no sea eso, porque esa dolencia da mucha guerra. ¡Ánimo Emilio!

1ª vuelta (5 km): 28:43
2ª vuelta (5 km): 24:42

Total (10 km): 53:25

Zapas nuevas

Aunque el uno de enero estrené zapatillas y las he estado utilizando hasta ahora, hoy he estrenado unas nuevas, gracias a don Eulogio. Son de la marca Joma y espero que me den tan buen resultado como las otra que tuve. Bien es verdad que las otras me duraron muy poco, sólo dos meses, pero iban como un guante. Como las echo de menos…

Nuevas zapatillas Joma
¡Qué buena pinta tienen!

Como siempre que estreno zapatillas, voy con más miedo que vergüenza porque pienso que me van a hacer daño en algún sitio, pero estas se han portado bien. Sólo me dolía el ojo de gallo que tengo en el dedo meñique del pie izquierdo, pero eso es culpa de las otras zapatillas.

Hoy entrenamiento muy ligero, sin forzar lo más mínimo trotando las dos vueltas. Tan despacio iba que al final me he quedado solo. Y es que he tardado algo más de 57 minutos en realizar los 10 km. Aún así notaba los cuádriceps muy cargados del domingo. Habrá que tomarse esta semana con calma para recuperar del esfuerzo.

Indecisión

El grifo goteaba. La gata observaba como las gotas caían y el fondo del lavabo se humedecía. No sabía si meter la cabeza debajo del grifo y sorber las gotas que caían -lo cual implicaba mojarse- o quedarse quieta y no mojarse la cabeza. Pues eso me pasa a mí de cara a la carrera de mañana. No sé si poner toda la carne en el asador y atacar la hora y media -con la posibilidad no remota de petar brutalmente- o ser más conservador y quizás dejar pasar una muy buena oportunidad para conseguir una de mis metas atléticas de toda la vida. Al final, creo que sí, que meteré la cabeza debajo del grifo aunque me moje.


¿Me mojo? ¿O no me mojo?

De todas formas, aunque dude, soy optimista porque hoy he conseguido bajar de la barrera de los 69 kilos. La báscula marcaba 68,6 kg y eso me hace pensar que voy a conseguir hacer un gran tiempo mañana. Según la teoría de Luis, una disminución del peso supone un aumento proporcional a la velocidad que se puede desarrollar. Entonces, echando la cuenta de la vieja llego a la conclusión de que si el año pasado hice 1h36 y ahora he bajado el peso un 8 ó 9%, debería hacer un tiempo aproximado de 1h28. O sea, que bajar de 1h30 lo tengo chupao.

Hoy hemos hecho un entrenamiento suave en Pradolongo, una distancia aproximada de 6,5 km en 34 minutos, con unos cuantos progresivos, que según Quique es lo que hay que hacer el día antes de la carrera. Sorprendentemente, hoy lucía el sol después de muuuchos días de lluvia y cielo nublado.

Y hablando del tiempo, mañana predicen cielo nublado con un 45% de probabilidades de mojarnos, mientras que en Santa Pola -donde va a correr Quique- parece que hay un 90% de probabilidades de que llueva. Como dice él, parece que atrae las nubes. Los que vamos a correr en Getafe te lo agradecemos, Quique.

No es una carrera en la que haya participado mucho, pero las tres últimas ediciones no me las he perdido. Estos son mis tiempos:

2007 1:43:49
2008 1:40:44
2009 1:36:12

Zapatillas para cada ocasión

Según he leído, me han contado o he visto, algunos corredores tienen diversas zapatillas. Unas para entrenar, otras para competir. Incluso si la carrera es de 10 km o una maratón tienen unas zapatillas distintas. En mi caso utilizo dos pares, un par cuando corro (bien con dorsal o sin él) y otra… cuando estiro. No debe ser una cosa muy habitual pero cuando llego a casa, me cambio de zapatillas, me quito la camiseta y me pongo algo seco y me pongo a estirar. Y hablando de estiramientos, según íbamos hoy entrenando comentaba un compañero que algunos sostienen que estirar no es bueno. Ya no sabe uno qué pensar.

Como el martes estuvimos dándonos cera, hoy tocaba un entrenamiento más tranquilo, pensando en la carrera del domingo. Por lo que optamos por las dos vueltas típicas a Pradolongo a un ritmo asequible. Creo que estuve unos 54 minutos, pero el cronómetro estuvo más tonto que otras veces. De hecho, ya he optado por eliminar el acelerómetro y utilizar simplemente el cronómetro, que era para lo que lo quería.

En la carrera de Usera

Hoy se ha celebrado la XV edición de la carrera popular pedestre distrito de Usera. Un año más me he quedado sin correr por echar una mano a la organización. Pero aunque no he corrido, la representación pradolonguera ha sido excelente. Espero hayan quedado satisfechos con la carrera. Lo mejor de todo ha sido el tiempo porque no ha llovido y la temperatura era mucho más elevada que estos últimos días.


Pradolonguer@s preparados

Una buena amiga consiguió su MMP en esta carrera, parando el crono en 50:13, mejorando en más de dos minutos su anterior marca también conseguida en esta carrera en el año 2004.

Como por la mañana estaba «organizando», me ha tocado entrenar por la tarde. He ido a Pradolongo cuando todavía no era de noche, pero mientras entrenaba la oscuridad ha ido ganando terreno y he podido comprobar que el parque sigue igual de mal de iluminado. Da igual que sea día laborable, que festivo. Esto es una pena.

He dado un par de vueltas tranquilo, totalizando 10 km en algo más de 51 minutos. Por cierto, hoy el acelerómetro no ha funcionado como debiera, marcaba más metros de lo normal. Me parece que voy a pasar del cacharrito, porque despista más que ayuda.

Entre tinieblas

Hoy era sin duda el día que más oscuro estaba el parque. Casi todo el recorrido estaba a oscuras, excepto el principio y la ida y la vuelta junto al campo de fútbol de La Mancha. La verdad es que daba miedo, no sólo de no saber donde pones el pie, sino también de la gente que se veía apostada en determinados puntos del recorrido que amparados en la oscuridad nunca se sabe que intenciones pueden tener. Una compañera no llegó a completar el entrenamiento precisamente por esta circunstancia y ya es desgracia que pagues impuestos a mogollón para que luego no sean capaces ni de iluminar un parque. Buffff, me estoy encendiendo con estos ineptos.

Desde el punto de vista del entrenamiento, hoy lo tenía marcado como una prueba de cara a la media de Getafe. La idea era intentar 1h30 en esa media, lo que supone ir a 4:15/km. Simplemente trataba de ir a ese ritmo durante una vuelta (5 km) y ver las sensaciones. Sin embargo, no fueron muy buenas… también es cierto que el circuito estaba fatal, no sólo por la oscuridad, también por la cantidad de barro que se había formado por tantos días de lluvia. De todas formas, me he asustado un poco y en vez de ir a por 1h30 trataré de rebajar mi mejor marca en media que es de 1:31:39. Yendo a 4:20 podría hacerlo. Ya veremos.

1ª vuelta (5 km): 25:13
2ª vuelta (5 km): 21:56

Total (10 km): 47:09

En la segunda vuelta, los kilómetros los hice en 4:19, 4:22, 4:22, 4:24 y 4:26. Empeorando poco a poco.

Ayer, sin que sirva de precedentes, parece que el cronómetro marcó bien los kilómetros, ya que en las dos vueltas marcó 10,03 km y los ritmos que acabo de poner parecen razonables.

Desconcertado

Desconcertado me tiene la báscula. Esta mañana antes de correr marcaba 71,5 kg. La verdad es que me ha dejado algo preocupado porque me parecía que haber engordado dos kilos en una semana era mucho, pero por más veces que me he subido, los 71,5 kg no se inmutaban.

Sin embargo, después de venir de correr se me ha ocurrido volver a pesarme y ahora marcaba ¡¡¡68,9 kg!!! Es decir, que después de correr 19 km he perdido la friolera de 2,6 kg. La única conclusión que se puede sacar es que esta báscula está hecha una pena, que ni peso lo que marcaba antes de correr, ni peso lo de después. Es lo que pasa por comprar lo más barato…

Tempranito salía de casa y he visto a Miguel. Hemos ido juntos hasta un poco más allá de la Caja Mágica, hasta el primer puente y desde allí vuelta hasta Pradolongo (9 km). Él se ha marchado a casa y yo he dado dos vueltas más. Al terminar la primera vuelta he visto a Macu con la que he estado unos minutos, pero ya acababa su entreno, así que he terminado la segunda vuelta (19 km) y luego hasta casa. Según mi cronómetro, han sido 19,55 km en 1:44:33 a una media de 5:21/km, quizás un pelín lento. Ha sido el día más largo de cara a la media de Getafe.

Roscón de Reyes

Es indudable que las fechas navideñas son una sucesión de comer y beber. Yo hasta ahora había aguantado más o menos bien, pero con el roscón no he podido. Me he comido buenos trozos de roscón aderezados con chocolate. Creo que la progresión descendente que llevaba mi peso va a tener un punto de inflexión. Aunque espero, a partir de hoy mismo, volver a controlar la comida.

Hoy por la mañana he salido con Ninfa y hemos dado las dos vueltas típicas, a un ritmo por encima de los cinco minutos, que ahora mantengo con bastante comodidad, haciendo pequeños cambios de ritmo en las subidas. Mañana habrá que pisar un poco más el acelerador.

Después de las dos vueltas en Pradolongo, he estado en la pista del polideportivo de Orcasitas para calibrar de una vez por todas el cronómetro. Si la pista tiene los 400 metros reglamentarios, el cronómetro está ahora perfectamente calibrado. Veremos, porque me parece que depende de la zancada así mide más o menos.