He participado en la IV edición de la media maratón de Collado Villalba, también conocida como «La tragamillas» en homenaje a Antonio Ledesma, corredor local, al que se le conoce como «el tragamillas», inconfundible por su barba y pelos largos y canosos.
Un buen grupo de pradolongueros nos dimos cita para esta carrera, algo temerosos, ya que parecía que el día iba a ser un aquelarre meteorológico ya que daban incluso nieve el domingo en Collado Villalba. Sin embargo, hizo un día excelente para correr, sin aire y con algo de fresco, pero no llegué a sentir frío durante la carrera. Además la lluvia nos respetó y menos mal… porque la carrera transcurre en un 40% por caminos y ya estaban suficientemente embarrados y encharcados por las lluvias caídas en días anteriores.
Era la primera vez que participaba en esta carrera y la verdad es que he terminado bastante contento por la excelente organización y por la belleza del recorrido, sobre todo cuando transitábamos por los caminos, eso sí, obviando las zonas más embarradas y encharcadas en las que apenas se podía correr, sólo mantener el equilibrio.
Dado que la maratón de Madrid está cada vez más próxima me planteé esta carrera como un entrenamiento largo, por lo que antes del comienzo de la prueba ya me había metido casi siete kilómetros por aquellos caminos. Tenía la idea de hacer los 21 km restantes a ritmo de maratón para ir acostumbrando a las piernas (y a la cabeza) al ritmo que debería llevar el día 25 de abril.
Es por eso que salí tranquilo, tratando de no sobrepasar «mi» ritmo de maratón, que supuestamente es 4:25/km. Por desgracia, el cronómetro no andaba muy bien calibrado, por lo que no tenía demasiado claro el ritmo que debería figurar en el reloj para marchar al ritmo adecuado. La primera mitad, aunque es un tanto rompepiernas con subidas y bajadas es bastante llevadera.
Cuando iba con Emilio, justo después de pasar el punto kilométrico dos pisé un pedrusco y me torcí el tobillo izquierdo. Es lo malo que tiene esta carrera que transita por caminos. Aflojé el ritmo para amortiguar un poco el dolor y pude seguir aunque algo renqueante. Luego se fue calentando la zona y casi no noté el tobillo en toda la prueba.
Después de embarrarnos un poco y pisar también algo de asfalto, llegué al kilómetro siete donde traté de tomarme un gel para reponer algo de fuerzas (ya llevaba 14 en las piernas) y sufrí algunos problemillas en esa acción, primero para conseguir sacar el gel de la muñequera donde lo llevaba y segundo es que perdí un guante, lo que me hizo darme la vuelta a buscar tan «preciada» prenda. Ahí calculo que hice 400 metros de más y me di cuenta de que me sobraban los guantes, por muy finos que estos fueran y de que habrá que idear otro método para transportar los geles. En ese viaje de vuelta me crucé con Emilio que me iba persiguiendo a pocos metros. Luego me costó bastante volver a cogerle. Allí me di cuenta de que Emilio estaba peleando por el jamón ya que el citado tragamillas iba poco más adelante.
Pasado el kilómetro diez la carrera se torna complicada, empiezan las cuestas de más pendiente y ya no es que esté embarrado, es que en algunos tramos había verdaderos regueros donde era una odisea saber dónde poner el pie para no empaparte demasiado, aunque a esas alturas de carrera el que no llevaba los pies empapados es que iba levitando.
Entre el 12,5 y el 13,5 hay una bajada que es el preludio de una bonita cuesta que va desde el 14 hasta el 17 y donde empecé a notar que las piernas ya se iban cansando después de tanta tralla. Como pude traté de seguir el ritmo marcado, perdiendo segundos en las subidas y ganándolos en las bajadas. Disfrutando de algunas bandas musicales colocadas estratégicamente, llegué a los últimos tres kilómetros que son casi un calco de los primeros kilómetros de la carrera, en un terreno más parecido a un cross que a una carrera urbana, dejando algo de fuerzas para la última cuesta que conduce a la pista de atletismo, en la que apreté un poco, viendo que podía bajar de 1h35. Efectivamente, el reloj marcaba 1:34:51 cuando pasé por el arco de meta. Descontando el tiempo perdido en pasar por la alfombra de salida, el tiempo neto es de 1:34:30 según reza la clasificación oficial, que se puede ver en la web del organizador o en una copia que conservo aquí.
En los últimos kilómetros de la Tragamillas. Foto cortesía de Fernando Ruiz.
Después de llegar a meta, en el mismo estadio, pude disfrutar de un buen masaje, ya que llegué algo molesto del abductor izquierdo, quizás provocado por la torcedura del tobillo. La organización fue generosa con los corredores, porque además de masaje, había toda la cerveza que uno quisiera -sin alcohol, por supuesto- y la bolsa era abundante con camiseta técnica, agua, refresco, naranja, chocolatinas, zumo y alguna cosa más que seguro olvido. Las clasificaciones se podían ir viendo poco después de llegar y además enviaron un mensaje corto a cada corredor con su tiempo, puesto en la general y por categoría.
La entrega de premios fue también generosa con un jamón para los tres primeros de cada categoría y de la absoluta, por lo que muchos se fueron con dos jamones a casa. No es que tenga mucho interés en los premios, pero Emilio subió al tercer puesto del cajón en su categoría llevándose un bonito trofeo y un rico jamón… que espero comparta con los compañeros.
Respecto al planteamiento inicial de entrenamiento largo, quizás elegí una carrera muy dura para ensayar mi ritmo de maratón. Visto lo visto, creo que con 21 km hubiera tenido más que suficiente. Convertí un entrenamiento duro en uno muy duro y hoy estoy algo tocado del tobillo y del abductor. Además me di cuenta de que el ritmo de 4:25 va a resultar duro de mantener durante una maratón, aunque todavía queda mucho entrenamiento por hacer y desde luego no era la mejor carrera para comprobar este punto.
En resumen, una carrera muy bonita y distinta a todas, con una perfecta organización y bastante animación en distintos puntos de recorrido y con la única pega de encontrarnos tramos casi impracticables debidos a la cantidad de agua caída durante casi todo el invierno. Muy recomendable.
Tiempos aproximados (debido a la mala calibración del cronómetro) por kilómetro y acumulado:
1 | 4:37 | 4:37 |
2 | 4:31 | 9:08 |
3 | 4:31 | 13:39 |
4 | 4:31 | 18:10 |
5 | 4:28 | 22:38 |
6 | 4:26 | 27:04 |
7 | 4:28 | 31:32 |
Parcial 1 | 31:32 | |
8 | 4:28 | 36:00 |
9 | 4:35 | 40:35 |
10 | 4:25 | 45:00 |
11 | 4:24 | 49:24 |
12 | 4:30 | 53:54 |
13 | 4:29 | 58:23 |
14 | 4:24 | 1:02:47 |
Parcial 2 | 31:15 | |
15 | 4:28 | 1:07:15 |
16 | 4:41 | 1:11:56 |
17 | 4:30 | 1:16:26 |
18 | 4:32 | 1:20:58 |
19 | 4:24 | 1:25:22 |
20 | 4:18 | 1:29:40 |
21 | 4:24 | 1:34:04 |
Parcial 3 | 31:17 | |
21,097 | 0:26 | 1:34:30 |