Resumen mes de mayo

En la época de más actividad atlética, aparte de las entradas de cada entrenamiento/carrera, hacía un resumen semanal; sin embargo, este mes de mayo no he tenido gran actividad, así que puedo contar en una simple entrada todo lo que he hecho durante estas semanas.

Semana 18, del 29 de abril al 5 de mayo: aprovechando que estuve en la playa unos días, aproveché para andar descalzo por la arena y por las piedras. Corrí 100 metros descalzo por la arena. Acabé con las plantas un poco doloridas de andar por las piedras que había por allí. Terminé la semana corriendo o más bien trotando la carrera de la mujer que se celebró en Madrid con un recorrido de casi 7 km. No tenía ninguna intención de correr esta prueba, pero una persona muy allegada me hizo saber que si no corría con ella, no participaba, así que acompañé a esta chica durante toda la carrera.

Semana 19, del 6 al 12 de mayo: con la idea de olvidarme de las zapatillas amortiguadas, el martes empecé con las VFF Bikila. Anduve unos 5 km y corrí simplemente 200 metros. Según iba andando pensaba si es bueno andar con minimalistas, ya que andando resulta imposible hacerlo de metatarso. El jueves añadí 100 metros más, por lo que totalicé 300 metros con minimalistas. Las sensaciones fueron buenas. Acabé la semana montado en una bicicleta, haciendo aproximadamente 25 km en un tiempo, también aproximado de una hora y cuarenta y cinco minutos. Una amiga se ha animado a hacer un triatlón y salgo con ella para que mejore su técnica sobre la bicicleta. Sigo con los estiramientos, fortalecimiento de cuádriceps y haciendo abdominales. La báscula marcaba el sábado 68,5 kg, el peso comienza a subir en vez de bajar.

vff-bikila-2

Semana 20, del 13 al 19 de mayo: sigo con la transición a zapatillas minimalistas. El martes salí con ellas e hice 300 metros, cuando acabé notaba ligeras molestias en el mismo sitio (parte externa del gemelo izquierdo) que el año pasado cuando corría descalzo. Empieza a mosquearme la cosa. El miércoles, día de San Isidro, aprovechando que es festivo salí con la bici con mi amiga yendo hasta la Casa de Campo y buscando el circuito de bicicleta que tiene que hacer en el triatlón. Hay que hacer una vuelta subiendo Garabitas y la subida se hace laaaarga, ya que son unos dos kilómetros para arriba.  En toal hicimos casi 30 km en un tiempo de 1h56. El jueves no pude salir a correr porque tuvimos una reunión sobre la carrera del Zofío, así que salí el viernes  y en vez de hacer seguidos los 500 metros que correspondía, hice primero 200 metros y posteriormente 300 metros. La molestia seguía allí, pero no molestaba demasiado, por lo que aguantaré mientras no vaya a más… El domingo fue el día escogido para montar en bicicleta otra vez. De nuevo hasta la Casa de Campo por Madrid Río, una vuelta al circuito de triatlón y vuelta por el carril bici. La subida a Garabitas fue más llevadera esta vez, parece que ya va cogiendo el truco a esto de la bici. Fueron 28 km sobre las dos ruedas en un tiempo de 1h37. Al terminar, mi amiga se metió tres kilometrillos a pata para entrenar la transición. El sábado me pesé y había aumentado de peso, marcaba 68,8 kg. Nada, no consigo controlarme. Cuando corro más kilómetros esos pequeños excesos los quemo, pero ahora van directamente al tejido adiposo. Sigo con los estiramientos, fortalecimiento de cuádriceps y haciendo abdominales.

Semana 21, del 20 al 26 de mayo: esta semana ha sido poco productiva. Mi madre está en el hospital así que he procurado visitarla en vez de correr y similares, así que sólo he salido a correr el viernes, haciendo un par de kilómetros andando y luego 200 metros + 300 metros + 400 metros con minimalistas. Entre cada uno de los tramos corriendo, unos 200 metros andando. Siguen las molestias, por lo que estoy empezando a preocuparme. El sábado me pesé y ya he conseguido subir de 69 kg, ya que hoy marcaba 69,3 kg. También empieza a ser preocupante, casi más que las molestias. De nuevo, termino la semana montando en bici. Esta vez un circuito similar al de la semana pasada pero haciendo dos vueltas al circuito de triatlón. Mi compañera de rodaje subió Garabitas mucho mejor que en ocasiones anteriores, parece que va cogiendo el truco a esto del pedaleo. Han sido algo más de 34 km en un tiempo de 1h56, el mismo tiempo que once días antes cuando hicimos unos cinco kilómetros menos. En el camino por Madrid Río me crucé con Javier que venía del carrera del agua. Estuvimos hablando de la transición al barefoot. Él también lo está haciendo, pero con unas zapatillas de 4 mm de drop (diferencia de altura entre puntera y talón). Yo utilizo las VFF Bikila que tienen cero drop y eso quizás es un cambio muy radical, me planteo pillar unas zapatillas con 4 mm de drop para hacer la transición más gradual. Sigo con los estiramientos y fortalecimiento de cuádriceps, aunque esta semana he hecho poca cosa, incluso he prescindido de hacer abdominales.

Con la montanguai

Acabo de hacer unos kilómetros con la montanguai y ahora tengo las piernas cansadas, cansadas, ya me cuesta trabajo eso de dar pedales. Aunque tampoco se puede pretender ir a tope sin entrenar la disciplina.

He ido con la bici por el camino que utilicé para entrenar los días extralargos de la maratón, sólo que he llegado más allá, hasta donde el camino vuelve a atravesar de nuevo el Manzanares, muy cerca ya de donde desemboca en el Jarama. Desde ese puente se ve al Manzanares como un verdadero río y no como un reguero que es la impresión que da cuando atraviesa la ciudad. Había en esa zona un montón de aves y sobre todo, muchas, muchas cigüeñas.

No es que sea un camino muy atractivo, pero tiene cosas curiosas como poder observar restos del Real Canal del Manzanares, como la décima esclusa y el cauce por donde iba. También se ven algunas casas situadas junto a las esclusas. A los amantes de las aves, este camino haría sus delicias porque hay a montones.

El recorrido, desde el punto de encuentro de Pradolongo ha sido de 38,4 km y he tardado 1:54:29 a una impresionante velocidad de 20,1 km/h.

La cuesta nueva

Existe una subida entre San Martín de la Vega y Morata de Tajuña que se llama la cuesta nueva. No sé el porqué de ese nombre. Imagino que antes habría una cuesta vieja… El caso es que esta mañana he subido ese puertecillo, por llamarlo de alguna manera.


Perfil de la Cuesta nueva, realizado por Julio López

Se trata de una subida de 3,5 km con un primer kilómetro de pendiente llevadera con poco más del 3%. Sin embargo, el segundo kilómetro es más duro, con una media cercana al 7% y una rampa del 10% que hace que se pongan las piernas al rojo vivo. Sobre el km 2,3 la subida se convierte en un falso llano hasta el km 3 donde la carretera se empina de nuevo con unos últimos quinientos metros al 7% y una rampa del 10%. Se me ha hecho duro, tengo que reconocerlo y es que subir, lo que se dice subir, subo poco.

El recorrido de hoy ha consistido en ir por el carril bici hasta casi San Martín de la Vega, desde allí tirar hacia Morata de Tajuña por la cuesta nueva y antes de llegar a Morata tirar hacia la derecha por la carretera que va a Chinchón. Luego volver a girar a la derecha para llegar a Titulcia donde he pinchado la rueda delantera. He cambiado la cámara y he tirado dirección Ciempozuelos, luego San Martín de la Vega para coger de nuevo el carril bici dirección Madrid. En Perales del Río he vuelto a pinchar la rueda delantera, a ocho kilómetros de casa. He pensado arreglar el pinchazo, pero he tirado de teléfono móvil y he llamado para que vinieran a recogerme. Es la primera vez que me sucede esto, que pinche dos veces seguidas. En total he realizado 76,5 km y parece que me encuentro algo mejor del tendón de aquiles, ya que al ponerme de pie sobre la bicicleta, no me ha molestado mucho.


Perfil del recorrido

Deprisa y corriendo

Hoy si no hago algo de deporte, reviento. Como no puedo correr porque me duele el tendón de aquiles, he salido con la bici, que me molesta menos. Y es que hoy he tenido un día complicado y sabía que iba a explotar por algún lado, así que he preferido salir con la bici y tener una explosión controlada. Aunque no ha sido mucho tiempo de entrenamiento, me ha dado tiempo a desahogarme un poco, afortunadamente. Hoy hacía un calor sofocante, menos mal que en la bici no se nota en exceso, aunque el agua del bidón (o caramañola que dicen los colombianos) dura menos. Han sido sólo 36 km, llegando hasta la cima de la Marañosa y vuelta. Luego una ducha rápida y a las brujas a merendar, que me estaban ya esperando.

Puerto de Galapagar

Hoy he salido con Carlos y hemos ido a subir el puerto de Galapagar, un puerto etiquetado como 3ª en alguna vuelta ciclista. Hemos quedado a las nueve de la mañana en el metro de Aluche y desde allí, hacia Pozuelo, Majadahonda, Las Rozas y Galapagar, la patria chica del torero José Tomás. La gracia de esta ruta es subir el alto de Galapagar, situado antes de llegar a la población homónima.


Ruta puerto de Galapagar

El puerto no es duro, pero a dos patas gordas como nosotros, nos ha costado. Además, después de coronar, la carrera sigue picando hacia arriba, con repechos de esos que te dejan dolor de piernas.

Una vez llegados al pueblo, vuelta por donde hemos venido, bajando el puerto a toda pastilla y luego sufriendo en los repechos que hay desde el cauce del Guadarrama hasta Las Rozas. Y es que hay cuatro repechazos a cada cual más duro.

Una vez se llega a Las Rozas, el camino es más favorable.

No ha estado mal la ruta, unos 75 km en menos de tres horas y dejando el calor para los que salgan después…

Alto de la radio

Hoy había quedado con Carlos a las nueve para ir a dar una vuelta con la bici, pero me ha mandado un mensaje diciendo que ha pasado mala noche. Mañana quedaremos si no ocurre ninguna otra desgracia.

He salido hacia San Martín de la Vega y antes de llegar, en la glorieta donde está el cruce hacia Pinto, me he ido hacia la izquierda, hacia la estación de Cercanías. Desde allí hacia el río y luego en vez de ir hacia Morata, he tirado hacia la izquierda dirección Arganda. Pasados unos kilómetros, se llega a la carretera que va de Arganda a Chinchón. He tirado dirección Chinchón para afrontar el conocido como Alto de la radio, uno de los puertecillos que hay por el sur de Madrid.


Alto de la radio (gracias a Julio López por el perfil)

Se trata de una subida de casi 4 km bastante tendida con un tramo al 7,5%, que esta mañana me ha parecido el Tourmalet. El alto acabo junto a una fábrica de cemento a la izquierda y el restaurante El alto a la derecha. Doy fe que en este sitio he comido el mejor conejo al ajillo que yo recuerde.

Desde allí, bajada hacia Morata hasta llegar a un cruce. En ese cruce, en vez de llegar a Morata, he tirado hacia San Martín para volver por donde he venido. No recordaba el rampón que hay nada más tirar hacia San Martín. Me ha costado subir, menos mal que es muy corto. Después de este breve obstáculo, una bonita bajada por la cuesta nueva hacia el río Jarama.

Según iba llegando a San Martín, he empezado a notar cierto cansancio en las piernas, que ya no me ha abandonado hasta llegar a casa y es que hoy me he metido 85 km, que son muchos para mí en estos momentos.

Otra vez a la piscina

Hoy he vuelto a repetir entrenamiento, yendo de Madrid a Villanueva del Pardillo y acabando en la piscina. Esta vez hacía menos calor y apetecía menos meterse en el agua, pero de todas formas, se agradece.

Llamé a Carlos para ver si se venía conmigo, pero tenía dentista, por lo que fui solo. Luego pensé que hubiese sido un mal asunto salir con él y luego dejarle tirado en el Pardillo. Hemos quedado para salir este fin de semana, por lo que si no hay ninguna sorpresa podríamos salir el sábado y/o el domingo.

El recorrido hacia Villanueva del Pardillo es bastante fácil. Quizás lo más duro es al poco de salir, en la Avda. de los Poblados que hay una fuerte rampa, aunque corta, pero te pilla frío y se nota. Hasta Aluche, sigue la carretera con tendencia ascendente, pero mucho más suave.

Dejando atrás Aluche y pasando por debajo de la N-V, la Avda. de los Poblados se convierte en la Ctra. de Carabanchel o M-502 y se llega rápidamente al término municipal de Pozuelo, que debe ser bastante grande, y al poco se pasa por Prado del Rey, donde está ubicada la sede de RTVE, aunque parece ser que por poco tiempo porque lo quieren abandonar.

Siguiendo todo recto y pasando unas cuantas glorietas, se llega a Pozuelo. Se puede seguir por la M-503 hacia Majadahonda o meterse en Pozuelo. Opté por la segunda opción, para intentar ahorrarme autovías, aunque no son muchos kilómetros.

Una vez en Pozuelo, hay que buscar la parte antigua del pueblo, ese donde están las casas viejas y atravesando, se llega a una carretera que va hacia Majadahonda y que se acaba convirtiendo en la M-515. Ya cerca de esta población, se puede ver un carril bici que transcurre paralelo a la carretera. Opté por cogerlo para ir más tranquilo.

Por el carril bici de Majadahonda
Por el carril bici de Majadahonda

En Majadahonda, no es fácil encontrar la carretera que va a Villanueva del Pardillo. Después de dar unas cuantas vueltas encontré la carretera y volví sobre mis pasos para memorizar el sitio, pero ¡¡¡me volví a perder!!! Aunque creo que ya no se me olvida. Se entra a Majadahonda por la Avda. de España y hay que seguir hasta llegar a una glorieta donde puede verse un cartel que pone Majadahonda Centro a la izquierda y El Plantío a la derecha. Pues bien, hay que tirar hacia la izquierda por la calle del Doctor Calero, que es la M-509. Esa es la carretera que lleva a Villanueva del Pardillo.

Poco antes de llegar a Villanueva, desvío a la izquierda y un kilómetro más allá, un chapuzón de los más agradable.

Donde desemboca el Manzanares

He salido con Fran a hacer una ruta con la montangüai. Hemos quedado a las 8:30 y hemos salido rumbo a San Martín de la Vega por el carril bici, como casi siempre. La diferencia es que antes de llegar a San Martín, hemos cogido un cruce a la izquierda dirección Gózquez de Abajo. Aunque para ir a Gózquez hay un camino, enseguida se coge una carretera que transcurre paralela a la Real Acequia del Jarama, dejando a la izquierda los cantiles de los cerros de la Marañosa y a la derecha la citada acequia y verdes campos de maíz. Toda esta zona está dentro del Parque Regional del Sureste.

Cantiles de la Marañosa
Cantiles de los cerros de la Marañosa

La ruta se complica al llegar a la zona de la Presa del Rey donde el río Manzanares desemboca en el Jarama. Ahí no queda más remedio que poner pie a tierra y subir por una zona donde abundan las piedras de yeso.

Tramo difícil de la ruta
¡¡Pie a tierra!!

Presa del rey
Presa del rey

A partir de entonces, la carretera se torna camino. Se avanza hacia Rivas-Vaciamadrid hasta que el camino gira a la izquierda, rodeando el monte de la Marañosa. Poco después se pasa por una casa protegida por una barrera, por lo que hay que poner pie a tierra por segunda vez. Después de la barrera se atraviesa un puente sobre el río Manzanares y poco más adelante, de nuevo pie a tierra para atravesar un arroyuelo. Ahora el camino, que era ancho y en buen estado, se convierte en estrecho y con peor piso con bonitos charcos cada dos por tres.

El camino transcurre prácticamente paralelo el río Manzanares hasta llegar a una depuradora (o eso parece). Allí optamos por coger la carretera que sale a la izquierda y que nos lleva a la M-301, muy cerca ya Perales del Rio. Si hubiésemos seguido rectos por el camino, hubiéramos acabado en el Parque Lineal del Manzanares. Otro día habrá que hacer esa variante, mucho más bonita.

La M-301 es la carretera por donde transcurre el carril bici por el que habíamos comenzado la ruta, así que de vuelta a Madrid por el mismo camino de la ida. Llegamos a casa después de casi tres horas de ruta y con el cuentakilómetros marcando 62 km, pero dudo mucho que esa fuese la distancia real. No creo que pasásemos de 55 km. Aunque ahora que escribo estas líneas, noto las piernas cansadas, por algo será…

Salida con Carlos

Hoy he salido en bicicleta con Carlos, el fisioterapeuta. Tenía algo de prisa porque luego íbamos al pueblo por lo que he quedado con él a las nueve de la mañana con la idea de no hacer demasiados kilómetros. El recorrido ha consistido en ir a San Martín de la Vega por el carril bici, que él no conocía, y vuelta. Hemos ido a un ritmo tranquilo todo el camino charlando un poco de cualquier cosa y, sobre todo, de su experiencia en la marcha de los Lagos de Covadonga. Curiosamente, tenemos una constitución física parecida con grandes patorras los dos. Habremos hecho unos 50 km en poco menos de dos horas.