La pela es la pela compañero

Han sido las Adidas Supernova Glide 8 las peores zapatillas que he tenido, al menos en los últimos tiempos. A los 400 kilómetros ya estaban rotas y he tenido que tirarlas a los 850 kilómetros aunque debería haberlo hecho antes. Sin ir más lejos, el domingo, en el cross, iba fatal, el pie parecía salirse de las zapatillas.

Harto de gastarme bastante dinero en unas zapatillas de «marca», esta vez he optado por lo contrario. Me he acercado al Decartón y he buscado algunas de su marca, que suelen ser las más baratas. Me he decidido por unas Kalenji Kiprun LD que según lo que se podía leer eran aptas para aquellos que corren de 3 a 6 días a la semana. Estas me han costado 59,99 € que es bastante menos dinero de lo que me he gastado últimamente en cualquier modelo de zapatillas.


Kalenji Kiprun LD

Así que hoy tocaba estrenarlas y con esa idea he salido hoy. A las 19:00 como siempre estaba en el punto de encuentro. Allí estaban Joaquín y los dos Emilios. Hicimos una primera vuelta tranquila y luego decidí apretar en la segunda, haciendo cuatro kilómetros en progresión. Pasamos de 5:45 a 4:47 y luego 4:37, 4:26 y 4:08.

Acabé bastante contento con las zapatillas nuevas. Tuve buenas sensaciones y lo mejor de todo, al quitármelas observé una bonita moñiga de perro en la suela. Dicen que eso da buena suerte. Veremos mañana que es el sorteo de la lotería.

Hice 9,7 km en un tiempo de 51:09 a un ritmo de 5:15 min/km.

El tío la Vara

El Tío la Vara es un personaje de ficción creado por José Mota en tono humorístico. Con esa vara, heredada de su padre, podría eliminar la tontería que hay en el mundo al grito de «sus voy a crujir vivos».

Pues bien, hoy uno de mis compañeros de entrenamiento iba vara en mano al estilo del personaje creado por Mota. Le pregunté cual era el motivo de correr con la vara y me contestó que no era para eliminar la tontería, sino para defenderse de los canes que por doquier aparecen en el parque de Pradolongo. Me contó que la semana pasada tuvieron un enfrentamiento con una dueña de perro. Según iban corriendo, un perro se puso a ladrar justo cuando pasaban, poniéndose en medio y a punto de provocar una caída. Uno de los compañeros dijo a la dueña del perro que le llevase atado, porque no era la primera vez que ocurría con ese mismo perro y esa misma dueña. La mujer se puso como loca, empezó a insultar a los corredores llamándolos desde lo más suave: «maricones», pasando por el consabido «hijos de puta» y similares. Luego cogió una piedra y trató de agredir al compañero.

Lo más curioso es que un par de semanas antes en el mismo parque de Pradolongo un perro había mordido a un chino y se había montado una tangana del copón, llegando a los puñetazos entre unos cuantos chinos que aparecieron por allí y al otro lado el dueño del perro y alguno otro. Correr por el parque se está convirtiendo en un oficio de riesgo.

No creo que fuese por la vara, pero hicimos un entrenamiento lentísimo. Dimos una primera vuelta tan despacio, que fuimos incapaces de llegar a un ritmo normal en la segunda vuelta. Hice 10 km en un tiempo de 58:08 a un ritmo de 5:48 min/km. Cuando llegué a casa estaba congelado ya que hacía bastante frío y casi no había sudado. En estos días tan fríos no se puede ir tan despacio, corre uno el riesgo de perecer de hipotermia. Por cierto, tengo que tirar las zapatillas porque están muy rotas y no voy ya nada cómodo.

El Club de Atletismo Zofío en el Cross Popular de Usera

Contaba en esta entrada que el 17 de diciembre se va a celebrar la primera edición del Cross Popular de Usera. He estado colaborando con la organización en la confección de los recorridos, especialmente del circuito de mayores, así que juego con ventaja ya que conozco el circuito a la perfección.

Tampoco es cuestión de quedármelo para mí solo, así que lo he ido compartiendo con todos aquellos que han expresado su deseo de conocer el circuito. Y hoy también he hecho el circuito con algunos que aún no lo conocían. Y de ellos, unos cuantos son miembros del Club de Atletismo Zofío que hará su presentación en sociedad en esta carrera. Confiemos en que el club tenga una larga vida. Desde luego pondré todo de mi parte para que así sea.

Después de tres sesiones de bastantes kilómetros, hoy tocaba un día algo más relajado. Hicimos tres vueltas al circuito de cross, las dos primeras a ritmo tranquilo y la tercera, ya solos mi tocayo y yo, a saco paco. Y nos dimos cuenta que el circuito aunque no es muy complicado, si vas a tope se hace duro ya que hay unas cuantas curvas y recurvas, bajadas y subidas que rompen mucho el ritmo. De todas maneras, hasta un 400 a tope se puede hacer muy duro. Además creo que se notaron los kilómetros del día anterior.

No conozco muchos circuitos de crosses, pero su dificultad se puede asemejar al Trofeo Marathon de Cross que se celebra en el Parque de las Cruces. Vamos, que no hace falta crampones para realizar el circuito. De hecho, si no llueve, no hace falta ni clavos.

Al final, con las tres vueltas totalizamos 9,8 km en un tiempo de 55:40 a un ritmo de 5:39 min/km.

Recordadlo, El domingo 17 a las 10:00 nos vemos en el Cross Popular de Usera, en el Parque de Pradolongo.

Objetivo no cumplido

Ha sido una gran alegría encontrar en el punto de encuentro a mi tocayo después de la cirugía a la que fue sometido diez días antes, pero decía que no quería ir muy deprisa ni hacer muchos kilómetros porque notaba aún los puntos «calientes».

He salido con la idea de hacer una segunda vuelta a ritmo umbral. De las últimas carreras había obtenido un ritmo T entre 4:22 y 4:25. Dimos una primera vuelta muy tranquila para que el recién operado no sufriera mucho y luego cuando llegamos al punto kilométrico cinco, ya solos Joaquín y yo apretamos de lo lindo. O al menos eso parecía porque no había manera de acercarnos al ritmo deseado.

Hicimos el primer kilómetro en 4:34 bastante por arriba del objetivo, pero hay que tener en cuenta que fuimos un minuto por kilómetro más deprisa que el kilómetro anterior. En el segundo y el tercero nos fuimos a 4:29. El cuarto lo hicimos decentemente, bajando a 4:23 y los últimos setecientos metros no se me dieron mal del todo ya que salieron a un ritmo de 4:24 siendo, como son, ascendentes. De todos modos me esforcé, pero visto lo visto, no lo suficiente.

En total salieron 9,7 km en un tiempo de 50:36 @ 5:12 min/km. Buen entrenamiento, pero no he conseguido cumplir el objetivo fijado. La única excusa es que aunque el parque aunque está iluminado, no se ve demasiado bien el camino.

Un nuevo chisme

A veces por motivos laborales tengo que correr con el teléfono móvil encima. Compré uno en su momento en el Decartón, pero no acaba de convencerme. Es una especie de riñonera, más estrecha de las «de toda la vida», con la típica cinta que rodea la cintura. Esa cinta engancha a la bolsa donde se mete el móvil por la zona de arriba y cuando vas corriendo aquello no se está quieto y no voy nada cómodo.

El otro día decidí cambiar la riñonera por una que engancha en la zona media y que me parecía que podría ir mejor. Y la probé el domingo en el cross y hoy y me convence, mucho más que la que tenía. Lo único es que es realmente estrecha y el móvil cabe a duras penas. Y lo peor de todo son los casi veintiséis pavazos que ha costado. Espero que me dure mucho y siga yendo también como ahora, aunque estas cosas, lo más débil es la goma que acaba cediendo.


Detalle de la riñonera

Hoy nos hemos juntado cuatro en Pradolongo y no de los más habituales. Reaparecía Jesús, que no suele bajar y junto a Emilio R, Joaquín y yo formamos un cuarteto que fuimos de lo más tranquilo. Yo, desde luego, no tenía ninguna gana de apretar después de la carrera del domingo. Jesús no quería forzar por su rodillas, así que los demás fueron comprensivos y fuimos todos al trantrán durante todo el recorrido.

Completé 9,6 km en 55:38 @ 5:44 a un ritmo tan relajado que a mis piernas les vino de perilla para recuperarse del esfuerzo del cross.

Mala iluminación + desconocimiento del terreno = bofetón

Nos hemos juntado unos cuantos en Pradolongo. Uno del grupo lleva poco tiempo corriendo con nosotros y el circuito lo conoce, pero no hasta el mínimo detalle como el resto que llevamos un porrón de años danzando por allí.

Hicimos una primera vuelta muy tranquila, haciendo cinco kilómetros en más de veintiocho minutos. Después de esa primera vuelta nos quedamos sólo tres, los demás hicieron mutis por el foro por unos motivos u otros. Como estuve el martes en el fisio, para ver si me arreglaba las molestias en la corva, no sabía muy bien cómo iba a responder, por lo me vino bien esa primera vuelta a ritmo contemplativo.

Al pasar el punto kilométrico cinco, como si nos hubiesen puesto un cohete en el culo aumentamos la velocidad pasando de 5:37 en el kilómetro cinco a 4:44 en el seis. Y la cosa no quedó ahí, seguimos apretando, aunque mis dos compañeros más que yo, que no quería sobrepasar mi ritmo umbral. Cuando en el octavo kilómetro vi que había hecho 4:20 levanté un poco el pie, pero ellos seguían y seguían a un buen ritmo.

Prácticamente terminando, no faltaban ni doscientos metros, el más novato tropezó con una alcantarilla que sobresale excesivamente y acabó besando el suelo. Pagó la novatada. Aunque es raro son cosas que pasan de vez en cuando a los corredores, que también se caen.

Hicimos 9,5 km en tiempo de 48:38 @ 5:07 min/km, aunque los últimos 4,5 km los hice en 20:20 @ 4:32 min/km.

Otras Adidas boquete

He tenido tres Adidas Supernova Glide 7 y ahora calzo unas Glide 8. De esas tres del modelo 7 sólo la primera aguantó como una campeona, con las otras dos acabé con un bonito boquete, como ya conté en esta entrada.

Pues bien, las Glide 8 han salido peor todavía porque con 500 km ya tenían un bonito boquete justo en el mismo sitio que las anteriores. Ya me pareció cuando compré este modelo que parecía más flojo que el modelo anterior y efectivamente así ha sido.


Adidas Supernova Glide 8 con un bonito boquete

Pero bueno, con boquete o sin él, se puede correr bien y no noto ninguna cosa rara, por lo que seguiré así hasta al menos mil kilómetros… Si es que no se destruyen del todo.

Hoy hemos bajado Miguel, Joaquín, Emilio R. y yo. Hemos dado una primera vuelta tranquila, como mandan los cánones, y en la segunda seguíamos más o menos igual, pero luego hemos apretado llegando al kilómetro siete.

Yo había corrido el domingo y no tenía muchas intenciones de forzar, pero mis compañeros se han puesto «violentos» y he tratado de seguirlos, lo cual me ha sorprendido porque tenía buenas piernas cuando pensaba que me iba a costar más, pero iba ligero, ligero. Hemos hecho los últimos 2,8 km a ritmos de 4:38, 4:09 y 4:07. No ha estado mal, no.

En total han sido 9,8 km en un tiempo de 52:32 @ 5:22 min/km.

Metiendo kilómetros

He notado en las carreras de diez kilómetros que me falta fondo, así que estoy tratando de meter kilómetros cuando puedo, sobre todo en los fines de semana que es cuando más tiempo libre tengo. Pero no se trata sólo de conseguir fondo para acabar las carreras de diez kilómetros bien, sino que ya hay que ir pensando en las medias maratones que están cerca.

Si ayer hicimos algo más de quince kilómetros a buen ritmo, hoy tenía pensado hacer algún kilómetro más pero a un ritmo más llevadero. Habíamos quedado en el punto de encuentro de los fines de semana, que no es el mismo que el de los días de diario, no me preguntéis el porqué. Por cierto, que hoy hacía más fresco de lo que ha hecho en los últimos meses, pero tampoco nada del otro mundo.

Llegué unos minutos tarde para no perder la costumbre y al poco salimos un nutrido pelotón, rumbo al Parque Lineal. Algunos con intenciones de hacer cuatro de ida y otros tantos de vuelta. Otros con hacer cinco y vuelta y yo con la idea de hacer al menos diecisiete. Llegamos los tres de ayer al punto kilométrico cinco y allí nos volvimos. Traté de convencer a mis dos acompañantes de hacer más, pero no estaban por la labor.

Cuando llegamos al punto de partida, dejé a mis acompañantes y me lancé a hacer una vuelta por Pradolongo y un poco más. Acabé subiendo la cuesta de la calle Parque de la Paloma, para acabar cuesta arriba. De este modo totalicé 17 km en un tiempo de 1:30:05 @ 5:17 min/km. Un buen entrenamiento en cansancio, ideal para la maratón.

No habrá paz para los malvados

No habrá paz para los malvados es una película dirigida por Enrique Urbizu y protagonizada por José Coronado. Da igual el argumento, lo que me interesa es el título, ya que no puedo sino llamar malvados a mis compañeros Joaquín y Miguel que me dan cera un día sí y otro también. Y hoy no ha sido una excepción. Y no, no tendrán paz mientras me quede un gramo de fuerza, aunque ahora estoy a años luz de ellos.

Tenía intención de correr los últimos 4,6 kilómetros a umbral, que en mi caso es un poco por debajo de 4:30 por lo que cuando llegamos al punto kilométrico cinco aceleré el ritmo para ponerme a esa velocidad y sólo pude hacer un kilómetro a ese ritmo porque luego empezaron a apretar y saltó en pedazos mi objetivo. El siguiente kilómetro lo hicimos en 4:19 y a partir de ahí se me fueron yendo poco a poco. El otro lo hice a 4:10 y ellos lo harían a cuatro. El cuarto kilómetro lo hice en 4:15 y ellos seguían alejando. Llegados al kilómetro nueve ya aflojé y lo hice al trote.

Total que hice 4 km en 17:14 a un ritmo de 4:19, bastante más deprisa de lo que había planeado, pero es lo que tiene ir con estos malvados. Fueron en total 9,7 km en 48:02 @ 4:57 min/km.

Por fin llegó la lluvia

A finales de agosto cuando salía de trabajar me cayó una chupa de agua exagerada. Desde entonces -creo- no había vuelto a llover en Madrid… Hasta hoy. Y se agradece mucho que haya llegado la lluvia después de tantos días porque entre otras cosas, el estado de los embalses es tristísimo.


Estado de los embalses a 17 de octubre de 2017

Por supuesto, la lluvia no es un obstáculo para salir a correr. Todo lo contrario, a mí me gusta correr con lluvia, siempre que no llueva a lo bestia y hoy hemos tenido suerte porque ha llovido un chirimiri muy agradable. La única preocupación es salir con una gorra para que el sudor, arrastrado por la lluvia, no te caiga en los ojos. En mi caso, ni siquiera tuve que preocuparme de eso porque siempre salgo con gorra.

Disfrutando de la lluvia hicimos una primera vuelta tranquila y luego apretamos un poco en la segunda, pero sin llegar a los niveles de los monstruos con los que salgo a entrenar. Totalicé 9,7 km en un tiempo de 49:28 @ 5:05 min/km. Un entrenamiento súper agradable con muy buena compañía y gran climatología.