Malditas torrijas

Estamos en Semana Santa y una de las cosas típicas de este periodo es el hecho de comer torrijas. Y eso es lo que he hecho, ponerme ciego a torrijas. Eso y el fin de semana anterior han conseguido que el peso aumente. Hoy pesaba un kilo más que la semana pasada, por lo que ya estoy en 68,1 kg… y yo que quería quedarme en 65 para la maratón.

¡Qué difícil es perder peso y con que facilidad se gana!

Hoy también he salido con un amigo y aunque éste sólo ha recorrido 11 km, yo he seguido hasta completar 20 km. Aunque hoy debería haber hecho algunos kilómetros a ritmo M, he optado por tomármelo con calma. Primero porque mañana me toca tirada extralarga y segundo porque me notaba algunas molestias en la bola del gemelo izquierdo y en estos casos, mejor no forzar.

Es por esto que he ido tranquilo, dando dos vueltas a Pradolongo (10 km) y luego tres vueltas a Parque Sur (9 km), más lo que hay entre parque y parque. Pues bien, en la última vuelta a Parque Sur, cuando iba por el kilómetro 17 ¡ya me iban pesando las piernas! Mal augurio para mañana.

Hoy también he practicado la respiración nasal durante todo el recorrido y bueno, no he ido mal, sin embargo, igual que ayer, parece que la boca se reseca más. Habrá que seguir practicando, pero creo que la maratón voy a hacerla con la respiración «normal».

Inscripción maratón de Madrid

He formalizado mi inscripción a la maratón de Madrid. Cuarenta y cinco euracos de vellón me ha costado, no es ningún regalo, por lo que espero «amortizar» mi inversión consiguiendo una buena marca.

Logo maratón Madrid

Esta semana es la más dura y de más kilometraje. En ningún entrenamiento bajaré de los 15 km y el final de fiesta será el domingo con la típica tirada extralarga a falta de tres semanas para el día D. Si todo sale bien, esta semana me plantaré con algo más de 80 km, cosa inaudita para mí en un entrenamiento maratoniano, ya que en la preparación de años anteriores nunca había pasado de los 64 km.

Es por eso que hoy han caído 15 km. En vez de salir a la hora habitual he salido media hora antes para hacer una vuelta en solitario (5 km) y luego he dado un par de vueltas con los compañeros. Bueno, dos vueltas no, porque en mi tercera vuelta he apretado un poco y no han querido seguirme los muy jodíos. A su favor decir que los dos emilios y Enrique habían corrido la media universitaria el domingo y no era cuestión de que se machacaran mucho. Yo sí tenía ganas de apretar un poco después de trotar lastimeramente por los montes cercanos a Hernani este pasado fin de semana.

Por cierto, Enrique consiguió en la universitaria su MMP con nada más y nada menos que 1h22. ¡Enhorabuena Quique!

1ª vuelta (5 km): 24:49
2ª vuelta (5 km): 26:06
3ª vuelta (5 km): 23:00

Total (15 km): 1:13:55

Hasta los #½&%$)(@ de la lluvia y el barro

El martes parecía que ya se había acabado el mal tiempo, pero hoy, otra vez, hemos vuelto a entrenar con lluvia y con el piso embarrado. Me he estado mordiendo la lengua por no decirlo pero ya no puedo más: estoy hasta las narices de tanta lluvia. Y luego viene la factura del agua diciendo que hay menos agua este año que el pasado ¿¿¿cómo es posible????

Ya tenía las piernas bastantes recuperadas del esfuerzo del fin de semana así que me había propuesto hacer cinco kilómetros a ritmo T (4:10), aunque veía que iba a ser difícil correr rápido ya que había mucho barro y muchos charcos y en algunos tramos me resbalaba. Además, no sé si por la lluvia o por las nubes, el forerunner no medía lo mismo que otras veces, los kilómetros eran más largos de lo habitual. No las tenía todas conmigo.

Así pasó, que no salió la cosa como pensaba. Los kilómetros los he hecho a 4:04, 4:11, 4:20, 4:09 y 4:20 (media de 4:13) como puede verse aquí. Lo cierto es que ha sido en los kilómetros donde es cuesta arriba donde se me ha ido el tiempo.

Después de estos kilómetros «fuertes», he esperado a Emilio y le he acompañado hasta su barrio para hacer algún kilometrillo más, por lo que en total han sido 13,98 km de entrenamiento en 1:11:35.

Jornada de recuperación

Hoy tenía las piernas bastante cansadas de la tirada extralarga del domingo. No tenía muchas ganas de correr, pero a veces es mejor correr a ritmo tranquilo que no hacer nada. Lo curioso es que excepto Ninfa todos los demás nos encontrábamos en un estado parecido ya que el que más o el que menos se había dado una buena paliza el fin de semana, ¡entre sábado y domingo me metí casi 49 kilómetros!

Pues eso, que fuimos tranquilos las dos vueltas a Pradolongo y con esos 10 km me conformé. No son muchos, pero sirven para estirar las piernas. Me parece que esta semana me la voy a tomar algo relajada en cuanto a kilometraje, aunque si me encuentro algo más recuperado el jueves trataré de hacer unos kilómetros a buen ritmo.

En total han sido 10 km en 56:05 a un ritmo de 5:35. Buena marcha para recuperar las patas. Detalles en Garmin Connect.

Ya ha llegado la primavera, por lo que he cambiado el banner de la cabecera del blog. Si sigues viendo el banner invernal, ¡¡refresca la página!!

Primera tirada extralarga

Hoy tocaba la primera tirada extralarga, es decir, una tirada con una distancia cercana o por encima de 30 km. En todas las ocasiones anteriores en las que he preparado una maratón he hecho una o ninguna tirada extralarga, sin embargo, ya que este año voy a intentar asaltar mi marca de maratón, he planeado dos tiradas extralargas y hoy ha sido la primera. Dentro de dos semanas, a tres de la gran prueba, toca otra.

He salido con la idea de hacer 30 km, pero al final he acabado realizando 32,5 en un tiempo aproximado a las dos horas y cincuenta minutos. Y digo tiempo aproximado porque cuando iba por el kilómetro 23, mi flamante Garmin Forerunner 405 se ha quedado sin batería. Por lo menos se ha quedado grabado en la memoria esos 23 kilómetros.

Ya me iba avisando durante el entreno, que la batería estaba bajo mínimos, pero pensaba que aguantaría hasta el final. Craso error, ahora sé que hay que el día antes -sobre todo si es tirada larga- hay que mirar el estado de la batería y recargar si no queda demasiado.

Cuando he salido, poco después de las 8:30, estaba lloviznando y veía que la cosa no paraba. Pensaba que si seguía lloviendo durante todo el rato iba a acabar como una sopa. Incluso había pensado una parada de emergencia para cambiarme de ropa a mitad de recorrido. Sin embargo, he tenido suerte porque pasado el km 10 ha dejado de llover y ha quedado un buen día.

Empecé tranquilo, muy tranquilo, rondando los 5:30/km, pero veía que no iba cómodo, por lo que aumenté el ritmo tratando de mantenerme entre 5:10 y 5:15. Ahí el forerunner me vino al pelo para controlarme porque en cuanto me descuidaba se me iban las piernas más deprisa de la cuenta.

En el kilómetro 12 hice mi primera parada técnica para eliminar líquidos, ya no podía aguantar más. En esos momentos me encontraba en el punto más lejano de casa, casi debajo del puente de la M-50, ya que había realizado un circuito parecido al que hice en la tirada de 24 km. Afortunadamente, el piso estaba en mucho mejor estado que aquel día.

Al empezar a correr había dejado en una papelera, junto al punto de encuentro habitual del parque de Pradolongo, una bolsa con un gel y una botella de Isostar. Así que cuando volví del río, ya en el kilómetro 22,5 hice la segunda parada técnica de la jornada para avituallarme. Me vino de miedo el gel y un buen trago de Isostar para afrontar las dos vueltas a Pradolongo que restaban.

Poco después, cuando fui a consultar el cronómetro, estaba totalmente en blanco, la batería estaba totalmente gastada, por lo que no tengo constancia del ritmo de los últimos nueve kilómetros, aunque traté de mantener el que llevaba anteriormente, un poco por debajo de 5:15. La verdad es que estas dos vueltas a Pradolongo se me hicieron laaaaaaargas, ya tenía las piernas algo castigadas, aunque podía mantener ese ritmo sin muchos problemas. Como curiosidad, decir que la batería acabó cuando llevaba dos horas, dos minutos y dos segundos de carrera. Muchos doses.

Vuelta y media después acabé el entrenamiento totalizando 32,5 km y un poco hasta las narices -por no decir otra cosa- de correr. Y es que se hace algo pesado hacer tantos kilómetros. Pero sin duda me va a venir fenomenal para la maratón y además, otra cosa buena y es que el tobillo, que me fastidié en Collado Villaba, no me molestó en exceso, parece que se va curando.

Esta semana he totalizado algo más de 73 km, mucha tela, mucha. Creo que ha sido la semana que más kilómetros he hecho de preparación para la maratón en toda mi vida.

Más deprisa, más deprisa

Siguiendo jugando con el Forerunner 405 hoy he introducido un entrenamiento de cambios de ritmo utilizando el programilla de Garmin conocido como el Training Center. Cuando escribo estas líneas leo que existe un programa gratuito mucho mejor que es el SportTracks, que habrá que probar.

El problema es que no he tocado los ritmos que vienen por defecto y en la zona que el programa llama SPRINT la velocidad máxima y mínima eran muy exigente, así que cuando iba a tope, a un ritmo aproximado de 3:45 el relojito no paraba de pitar y decir «Más deprisa». He acabado un poco harto del mensaje subliminal.

Hoy el grupo se ha escindido nada más empezar. El grueso optó por ir a la Caja Mágica y sólo Emilio el hombre radiactivo y yo nos quedamos en Pradolongo haciendo los cambios de ritmo.

El entrenamiento consistía en hacer cuatro kilómetros de calentamiento a ritmo tranquilo y luego hacer cinco cambios de ritmo haciendo tres minutos fuertes y minuto y medio de recuperación. Y para terminar, quince minutos de enfriamiento.

Los cambios de ritmo no me han salido mal del todo, aunque el cuarto ha sido algo flojo. La verdad es que no me ha costado demasiado ir a ritmos cercanos a 3:45 y es que una vez más me doy cuenta de que lo mío es más la velocidad que el fondo…

Cambio Espacio recorrido Ritmo Ritmo máximo
1 0,71 km 4:14 3:45
2 0,75 km 4:00 3:29
3 0,77 km 3:54 3:17
4 0,76 km 3:58 3:26
5 0,79 km 3:48 3:22

Un buen entrenamiento en el que hemos quedado bastante satisfechos tanto Emilio como yo y lo mejor es que ¡ya casi ha habido luz durante todo el entreno!

Nos toman el pelo… y bien tomado

El día 20 de noviembre realicé una sugerencia vía web al ayuntamiento quejándome de la deficiente iluminación del parque de Pradolongo. Ayer, prácticamente cuatro meses después recibo contestación, la cual dice así:

Estimado vecino,

Le agradecemos que haya utilizado el Servicio de Sugerencias y Reclamaciones del Ayuntamiento de Madrid. En primer lugar le pedimos disculpas por el retraso en la respuesta. A continuación comunicarle que según nos comunican los servicios técnicos la anomalía a la que hace referencia se encuentra a día de hoy subsanada, habiéndose sustituido el reloj astronómico que controla el encendido y apagado de las luces.

Agradeciéndole su comunicación, reciba un cordial saludo,

Dirección General de Vías y Espacios Públicos

Aquí puede verse el documento con la sugerencia y la respuesta.

Resulta vergonzoso que hayan tardado casi cuatro meses en dar una respuesta y que ésta sea absolutamente falsa, porque sigue habiendo tramos sin iluminar por todo el parque… y bastantes. Y si no estoy satisfecho esto es lo que tengo que hacer:

En caso de querer formular alguna reclamación referente a esta contestación, es necesario abrir una nueva sugerencia o reclamación en www.munimadrid.es. No conteste vía correo electrónico pues su solicitud no podrá ser atendida.

Es decir volver a hacer la reclamación y esperar ¿cuatro meses? otra vez. Pues lo volveré a hacer, que no caiga en saco roto.

En fin, prefiero dejar este tema porque me enciendo y es que al ayuntamiento lo único que le preocupa es recaudar y todo lo demás es secundario.

Hoy, después de un fin de semana duro (al menos para mí) me lo he tomado con calma para recuperarme de lo trabajado y no cansarme mucho de cara al jueves que haré unos bonitos cambios de ritmo que tengo ya casi olvidados. Lo que sí he hecho es alargar algo más de lo normal el entrenamiento para totalizar 13 km en 1:12:17 a un ritmo de 5:33/km ideal para no machacarse mucho. Lo cierto es que el resto, excepto Macu, salieron desde el principio como almas que lleva el diablo. Algunos se metieron el domingo 26 km bastante fuertes y hoy siguen con la marcha. Pues nada, allá ellos.

Hasta Leganés

Jugando con Google Maps había visto que salía un camino desde el Cementerio Sur hacia Leganés y hoy me ha dado por probar esa nueva ruta. Es una manera de hacer más kilómetros sin irse demasiado lejos de casa, pero el recorrido es bastante simplón y sin una sola sombra en todo el trayecto ¡¡¡prohibido transitar por ahí en plena canícula!!!

Como curiosidad decir que en este nuevo circuito tuve que atravesar un rebaño de ovejas a la altura de Leganés Norte. Hacía bastante tiempo que no me topaba con un rebaño en pleno entrenamiento.

Haciendo un par de vueltas a Pradolongo y otra vuelta al nuevo circuito he completado 23 km que era más o menos lo que tenía previsto, un paso atrás para coger carrerilla y atacar el próximo domingo la primera tirada de 30 km.

Como puede verse en este enlace los 23 km han sido bastante tranquilos ya que he tardado 2:03:52 en recorrerlos a un ritmo de 5:22/km. Perfecto.

Esta semana he terminado con 64,6 km que para los que suelo hacer habitualmente está muy bien.

Bajón repentino

He salido hoy muy ufano con intenciones de hacer cuatro kilómetros duros, a ritmo T, sin embargo no he conseguido mantener el ritmo de 4:10 en esos cuatro kilómetros; de hecho, sólo ha habido un kilómetro donde lo he hecho bien. Según Daniels, ese entrenamiento no sirve para nada, ya que cuando se trata de ir a ritmo T, hay que ir a ritmo T, segundo arriba, segundo abajo. De todas formas, pienso yo, para algo servirá, aunque no sea para aumentar el umbral de lactato, que es el objetivo de ese entrenamiento.

Ritmos llevados en esos cuatro kilómetros «duros»: 4:19, 4:17, 4:09 y 4:24 (aunque en este último paré antes de terminar ya que me llamó Miguel).

De todas formas, lo peor es lo que me ocurrió después, porque después de la parada y la subsiguiente charla con Miguel (habiendo recorrido casi 10 km) luego traté de hacer tres o cuatro kilómetros más tranquilamente, acompañando a Emilio. Sin embargo, tuve que parar cuando había recorrido algo más de dos porque me veía sin fuerzas, incluso me empezaban los ojos a hacer chiribitas. Así que paré y andandito hasta casa, donde me puse a comer como un loco porque me notaba vacío. Ya me pasó algo similar una situación casi idéntica.

Se pueden ver los detalles del entrenamiento en Garmin Connect. En resumen: 12,12 km recorridos en 1:02:44 a un ritmo de 5:10/km.

He caído en la tentación

Llevaba un tiempo con idea de comprar un cronómetro con GPS, después de que el cronómetro con «foot pod» no funcionara como es debido. Y después de la tragamillas, al no conseguir «cuadrar» las medidas, me he decidido. Hoy me ha llegado y he salido a estrenar. La verdad es que es una maravilla este invento.

Forerunner 405
Forerunner 405 negro

Ayer no pude correr por motivos laborales, así que hoy ha sido el primer día de entrenamiento de la semana y ha coincidido con el primer día con el aparatito, he recorrido 13,29 km en 1:10:54 a un ritmo de 5:20, dividido en dos partes, como se puede ver aquí y aquí.