Punto débil de los calcetines Medilast

En 6 de noviembre de 2011 estrené unos calcetines altos Medilast. Desde entonces prácticamente un día por semana (cuando hago la tirada larga) los he utilizado, lo que hace un total de unas 68 puestas. He corrido tres maratones con esos calcetines, pero el pasado domingo que cuando fui a ponérmelos se rompieron del todo.

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Calcetines Medilast rotos

Como puede verse en la foto, estos calcetines tienen un punto débil en el talón. Obsérvese el boquete que hay en el vértice del triángulo de la parte del talón. Ese agujero, en el mismo sitio, está en los dos calcetines y en ambos lados. Al final ha sido eso lo que ha provocado que haya tenido que desecharlos porque como puede observarse en el calcetín de abajo, el pequeño agujero se ha hecho más grande.

Teniendo en cuenta que, si no recuerdo mal, me costaron, 35 € quiere decir que me ha costado unos cincuenta céntimos cada vez que he salido con ellos. Que cada uno juzgue si son caros o baratos.


Hoy pensaba que iba a ser un entrenamiento relajado después de la media del domingo; sin embargo, no sé muy bien el motivo, se ha empezado a acelerar el ritmo pasado el tercer kilómetro y la segunda vuelta ha sido rápida, muy rápida. Yo pensaba que tenía las piernas frescas después de no haberme empleado a fondo el domingo, pero terminando el entrenamiento notaba las piernas cansadas. Está claro que una media dura como es la de Latina deja las piernas tocadas aunque te lo tomes con calma.

La segunda vuelta, haciendo el añadido para completar los 10 km, la hemos hecho en 20:51, a 4:10 min/km, un ritmo prácticamente a umbral. En total han sido 10 km recorridos en un tiempo de 47:04 @ 4:42 min/km.

Preparando el debut

Mañana se celebra la octava edición de la media maratón de Latina. Es una carrera relativamente joven y siempre he tenido ganas de conocerla, pero el hecho de que se celebre tan cerca de la media de Fuencarral, me ha echado para atrás. Este año he sacrificado Fuencarral, que es la media que más me gusta, para poder participar en Latina. Veremos si merece la pena el cambio. De dureza, dicen los que conocen ambas que es similar, con la diferencia que en Fuencarral son cuestas largas y en Latina son cuestas más cortas, pero más abundantes y mucho sube y baja.

Como mañana es la carrera, hoy he salido a hacer el entrenamiento habitual de los días anteriores a una prueba. Es cierto que no voy a correr fuerte, ya que de nuevo voy de acompañante, pero para no perder la costumbre.

He quedado con mi tocayo a las 9:30 con la idea de coincidir con otros dos pradolongueros que a esa hora deberían comenzar la segunda vuelta. Y así ha sido. Hemos comenzado el circuito al revés y pronto nos hemos encontrado. Cambio de sentido y grupeto de cuatro que a ritmo sosegado íbamos dándole a la húmeda. Hoy el viento venía fresquito, fresquito, menos mal que el cielo estaba despejado y el sol brillaba, que si no…

Pasado el kilómetro cuatro, hemos empezado con los progresivos: cortos y sin llegar al cien por cien, no vaya a ser que nos quememos en exceso o nos lesionemos por alguna tontada. Tengo un mal recuerdo de un día como éste, víspera de la media de Getafe, que me lesioné y todavía no se por qué. Así que procuro no pasarme con estos cambios de ritmo.

Hicimos un total de cinco (o seis) ya no recuerdo bien de progresivos, completando 5,6 km en un tiempo de 31:12 @ 5:30 min/km y dejando las patas preparadas para mañana.

Llegaba al punto de encuentro muy feliz. En mi pesada habitual de los sábados, la báscula marcaba 68,1 kg, un peso que se acerca al normal en esta época del año con este nivel de entrenamientos. A ver si la semana que viene logro bajar a los 67 y pico.

¿Un año sólo?

¡Ojo a la tilde! No vayan a llamarse a engaño. No es que lleve un año en solitario, sino que hoy hace un año que un nuevo pradolonguero hizo su aparición y desde entonces se ha convertido en uno de los más regulares. No es otro que Miguel que ya lleva un año con nosotros y parece que lleva toda una vida. Confiemos en verle muchos años más.

Para celebrar tal efemérides, nada mejor que una carrerita por el parque, eso sí, sin pasarnos mucho que el domingo tenemos carrera. Nos juntamos cinco compañeros en Pradolongo, pero aumentó el grupo en uno con la llegada de Jesús, pasado el kilómetro dos. Ya íbamos haciendo cábalas de qué le podía suceder, de si le había podido la desgana, por lo que nos dio una gran alegría encontrarle. También vimos a dos ilustres pradolongueras que ya iban terminando su entrenamiento.

Salí bien pertrechado contra el frío porque a mediodía se hacía notar, pero durante el entrenamiento no hacía aire y la temperatura era agradable. Me sobraba buena parte de la indumentaria, así que sudé lo suyo.

Nos tomamos con calma las dos vueltas excepto los dos últimos kilómetros y pico que empezaron a acelerar. No caí en su trampa y aunque aumenté algo el ritmo dejé a los más rápidos que se pegaran entre ellos. Las dos vueltas totalizaron 9,5 km en un tiempo de 48:54 @ 5:08 min/km.

Series largas de cuatrocientos

Cuando acabábamos la primera vuelta del entrenamiento hemos coincidido con una pareja de corredores. Decía uno a otro que iban a realizar series largas de cuatrocientos metros. Me ha dejado perplejo eso de unir series largas con cuatrocientos metros. Cuando hacen series cortas, ¿las hacen de diez metros? Aunque pensándolo bien, lo que para un maratonista es claramente un oxímoron quizás tenga sentido para un velocista.

Aunque hoy he pasado frío durante todo el día, por la tarde hacía un buen día para correr, aunque durante el entrenamiento no paraba de caer un agradable chirimiri, que podía dar lugar a un enfriamiento. Pertrechado con una gorra, por aquello de que no caiga el sudor en los ojos, he salido dispuesto a entrar en calor y a fe que lo he conseguido, ya que ha sido un entrenamiento más que interesante.

Cuatro pradolongueros nos hemos encontrado en el punto de encuentro habitual. Ha fallado Jesús que últimamente se está escaqueando de mala manera de los entrenamientos. Vamos a tener que someterle a un severo correctivo. No sé si por la lluvia o por algún otro motivo, pero hemos salido a un ritmo algo más rápido de lo normal. Luego en la segunda vuelta hemos empezado a dar a la zapatilla y hemos hecho esos kilómetros a buen ritmo, además aumentando la velocidad cada mil: 4:17, 4:11, 4:08, 4:06 y 3:59.

Como hemos dado las dos típicas vueltas a Pradolongo, el total ha sido de 9,6 km, pero el Garmin ha marcado uno menos ya que en vez de bloquear el bisel por la lluevia, lo que he hecho es parar el cronómetro. Así que el entrenamiento indica 8,6 km en un tiempo de 39:48 @ 4:38 min/km. Telita con el entrenamiento de hoy.

Indice de masa corporal

Según un estudio de la Universidad de Navarra, el índice de masa corporal no sirve para gran cosa, ya que personas que con este índice son consideradas de peso normal, realmente son obesas. Calculan que un tercio de estas personas «normales» son obesas si se midiera su cantidad de grasa.

Actualmente ando un poco por encima de 68 kg. Teniendo en cuenta que mi altura es 1,67 m, se obtiene un índice de masa corporal o IMC de 24,4 que es considerado normal. Según la web ese IMC indica que tienes un peso normal y saludable. Tu peso ideal está entre 51,6 kg y 69,7 kg según la Organización Mundial de la Salud. Tu IMC es ideal. Tienes una cantidad sana de grasa en el cuerpo, que es asociado con una vida más larga, y bajas posibilidades de enfermedad grave. Coincidencia o no, la gente percibe las personas con este IMC más atractivas estéticamente.

La Universidad de Navarra ha desarrollado un algoritmo que supuestamente calcula el porcentaje de grasa corporal. Existe una hoja de cálculo donde se puede realizar ese cálculo. En mi caso, obtengo un valor de 23,5% que está en la zona de sobrepeso. Haciendo uso de esa hoja de cálculo, para estar delgado debería pesar ¡¡¡61,5 kg!!! nada menos que siete kilos menos de lo que peso ahora.

porcentaje-grasa

En la hoja de cálculo de las tablas de Daniels existe un apartado donde se calcula el IMC. Además existen unas directrices del Dr. Stillman sobre el peso. Este señor dice que para un adulto sedentario con mi altura el peso debería ser de 64 kg, que para un mediofondista el peso debería ser 57 kg y para un corredor de larga distancia: 55 kg. ¡Toma ya! No tengo ni idea de donde salen estas directrices de este señor, la verdad sea dicha.


Hoy, día de los enamorados, con mi sobrepeso a cuestas, he acudido a mi amado parque de Pradolongo con intención de mejorar ese porcentaje grasiento 😉

Allí estaban un par de compañeros esperando, uno de ellos Emilio, que nos han contado que este año llevará el globo de 1h40 en la media maratón que se celebra junto a la maratón de Madrid, por lo que se pierde la mejor carrera de Madrid. No sé cuantas lleva corridas, pero bastantes. Una pena que no participe este año.

Partimos para dar las dos vueltas de rigor, pero últimamente estamos haciendo una pequeña variación al tradicional circuito pradolonguero. Dado que el tramo que corre paralelo al arroyo, al sur de éste, está sin iluminación, hacemos en la primera vuelta el camino paralelo al arroyo, pero al norte y en la segunda vuelta en vez de terminar paralelos al arroyo buscamos el comienzo del circuito, alargando de esta manera un poco más el kilometraje. Así conseguimos hacer un circuito de 10 km clavados. Hoy realizados en 50:56 al ritmo de 5:06 min/km, a un ritmo llevadero hasta los dos últimos que hemos apretado un poquillo.

Cuarenta y siete tacos y seguimos en la brecha

Hoy he cumplido cuarenta y siete años, ya me voy acercando al medio siglo… Y ahí sigo, dando guerra y seguiré corriendo hasta que el cuerpo aguante.

Para celebrar la efemérides, he tenido una serie de regalos curiosos. El primero ha sido por la mañana, a eso de las 10:30. Los cachondos, por decirlo de manera suave, de los organizadores de la maratón de NY en vez de devolverme la pasta de la inscripción de 2012, ¡me la han vuelto a cobrar! Según parece es un error que no sólo me afecta a mí.

El segundo regalito fue también desagradable. Después de venir del entrenamiento, mientras estiraba, pude ver en la suela de mis zapatillas un bonito regalo en forma de caca de perro, que me tocó restregar para eliminarla de la zapatilla. Tenía que haberme pasado, si hubiese tenido, un número de la lotería por la chepa a ver si me daba suerte.

Menos mal que el tercer regalo compensó los otros dos. Ahora tengo en mi muñeca un bonito reloj Viceroy, que sin duda compensa con creces los dos anteriores.

¡Qué mejor manera que celebrar el cumpleaños que corriendo! Pues eso es lo que he hecho. He llegado al punto de encuentro y no he visto a nadie, lo cual me ha extrañado porque siempre soy yo el que llega más tarde que pronto. Según esperaba, llegó mi tocayo de paisano para decirme que llegaría tarde, así que me puse a correr y me encontré al poco con Quique que como siempre andaba trotando por ahí.

Como dijo, luego llegó mi tocayo y casi al punto de terminar la segunda vuelta, cuando ya estaba la cosa caliente, apareció Jesús. Yo seguí apretando porque quería llegar a casa lo más pronto posible. Hice 10 km en un tiempo de 49:54 @ 4:59 min/km y acelerando a casa a celebrar el cumpleaños.

Relajación, relajación

Cuando estuve tratando de correr descalzo, leí varios consejos sobre cómo hacerlo. Uno de ellos, aplicable a correr sin zapatillas como con ellas, es la base de todo: relajación, relajación. Es un mantra que repite sin cesar uno de los más reputados «descalcistas»: Ken Bob. Si para correr descalzo es fundamental, es una cosa que hay que tener muy en cuenta cuando se corre con zapatillas.

Me ocurre algunas veces que noto el pie demasiado forzado, normalmente el izquierdo, cuando voy corriendo. Es como si fuera encogido dentro de la zapatilla. Cuando lo noto, relajo el pie, éste se alarga y voy mucho más cómodo. Tengo que ir pendiente por si vuelve otra vez a las andadas.

Lo que sí tengo claro es que la relajación es fundamental para todo y en esto del correr no iba a ser una excepción.

Hoy sábado he salido pronto a correr, a las nueve de la mañana. No me importa levantarme un poco pronto para hacerlo, aunque reconozco que mucha veces me cuesta ponerme en marcha al ser tan pronto. Existe cierto debate sobre si es mejor correr por la mañana temprano o hacerlo por la tarde. Una de las grandes ventajas es que por la mañana hay luz y eso es una buena cosa, sobre todo en invierno que me toca correr de noche. Otra de las ventajas es que por la mañana el cuerpo está generalmente más descansado que por la tarde, aunque si trabajas sentado en una silla, tampoco es mucha la diferencia. Para mí, la única pega de correr por la mañana temprano es que muchas veces parece que tienes las piernas de madera y cuesta un buen rato ponerlas a tono. Con estos tres puntos, parece que la opción de correr por la mañana gana claramente, pero algo debe tener la otra opción porque la encuentro cierto atractivo que no sé explicar.

El caso es que hoy nos hemos encontrado cuatro pradolongueros a las nueve de la mañana en el punto de encuentro habitual. Uno de ellos que sólo corre por la mañana y los otros tres que alternamos mañana y tarde dependiendo de si el día es laborable o no. Curioso el masaje, si es que se puede llamar así, con ortigas que se ha dado el personaje diurno en las piernas. Dice que son antiinflamatorias, pero no he visto esa propiedad en este enlace donde habla de las virtudes de esta hierba.

Pues eso, que hemos salido cuatro, hemos dado una primera vuelta tranquila y en la segunda he apretado un poco para ponerme a ritmo de maratón (sobre 4:30 min/km). Dado que pienso acompañar a una amiga en la maratón, tampoco tiene mucho sentido hacer kilómetros a ese ritmo, pero tampoco es cuestión de ir siempre de paseo. He completado los 10 km en un tiempo de 49:23 @ 4:56 min/km haciendo esos cinco kilómetros a ritmo de maratón en 22:24 a un ritmo de 4:29.

Hoy la báscula indicaba 68,6 kg, lo que ha roto mi tendencia descendente. No digo nada nuevo si digo que hay que controlarse si se quiere perder peso. Habrá que hacer caso a lo que dice mi amigo Mariano en su dieta de la ardilla, donde indica que lo principal es el sentido común. Y es éste, muchas veces, el menos común de los sentidos.

Respuesta del ayuntamiento

El viernes 7 de diciembre puse una reclamación utilizando el servicio web de sugerencias y reclamaciones del ayuntamiento de Madrid, referente a los problemas de alumbrado del parque de Pradolongo. Justo dos meses después me han contestado indicando que se ha solucionado el problema objeto de mi reclamación, aunque hay que reconocer que aunque la respuesta ha tardado dos meses, ya llevamos como un mes más o menos con una buena iluminación. Siempre he sido muy crítico con el ayuntamiento, pero esta vez se han portado decentemente.

Esta es la respuesta del ayuntamiento:

Solicitud nº 502/2012/41064

Madrid, a 7 de febrero de 2013

Estimado ciudadano:

Le agradecemos que haya utilizado el Servicio de Sugerencias y Reclamaciones del Ayuntamiento de Madrid. En primer lugar queremos pedirle disculpas por la demora en la respuesta a su escrito. En contestación a su reclamación, se informa que el alumbrado público en la zona objeto de su reclamación, a fecha de hoy, funciona con normalidad, habiendo sido comprobado por los técnicos de este Departamento. Consultadas las incidencias producidas en el Alumbrado Público en el parque de Pradolongo durante estos últimos meses, se ha comprobado la existencia de anomalías, principalmente debidas a tramos apagados. La última incidencia del citado parque, se recibió con fecha 27 de diciembre de 2012, en este caso concreto la falta de iluminación fue debida a un problema en el centro de mando de la zona. Se procedió a su reparación en el menor tiempo posible dada las características de este tipo de instalaciones en las que tanto la identificación de la causa que produce la anomalía como su posterior reparación puede requerir más tiempo del habitual. Agradeciéndole su comunicación, reciba un cordial saludo Dirección General de Vías y Espacios Públicos.


Hoy un par de ellos han decidido hacer series de mil, pero yo no estoy muy por la labor de darme tanta caña, ya que las series son una posible fuente de lesiones, así que he preferido ir a mi ritmo bien acompañado de Emilio II casi todo el rato, excepto la última milla que he acelerado un poco y me he quedado solo. En total han sido 9,68 km en un tiempo de 50:05 @ 5:11 min/km. Una jornada tranquila.

La maratón del rock and roll nos espera

Hoy he hecho mi inscripción a Mapoma o como lo llaman ahora a la maratón del rock and roll. Será mi decimoséptima participación en la maratón madrileña, siendo la carrera que más veces he corrido. Se trata, sin duda, de la cita más importante de esta primera parte de la temporada y quizás de la temporada completa; sin embargo, al contrario que los últimos años que he tratado de mejorar mi marca, este año mi única pretensión es acompañar a una amiga que se ha animado a participar en la que sería su segunda maratón. De esta forma, no tengo que machacarme tanto en los entrenamientos.

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¡La maratón del rock and roll nos espera!

Hoy en Pradolongo nos hemos juntado cinco corredores, lo cual no está nada mal. Cuando hemos llegado al punto de encuentro, ¡todavía había luz! Es un placer notar como cada día es más largo que el anterior. Dentro de nada estamos en primavera.

Al contrario que otras veces, ya en la primera vuelta se ha acelerado el paso, así que me he quedado solo Jesús y juntos hemos completado las dos vueltas, acelerando un poco en la segunda. Tengo que conseguir motivar a mi compañero y que se anime también a participar en la maratón de Madrid. En total hemos recorrido 9,65 km en un tiempo de 49:21 @ 5:07 min/km

La galleta energética

Hoy justo antes de salir a correr se me ha ocurrido comerme una galleta energética (muy rica por cierto) que nos dieron el otro día en la bolsa del corredor de la media de Getafe. No sé si habrá sido la galleta o qué, pero me dolía el lado izquierdo de manera bárbara cuando he aumentado el ritmo. Así que he estado toda la segunda vuelta con molestias. Sí, ya sé que lo más normal hubiera sido bajar la velocidad, pero los corredores debemos ser un poco masocas y he seguido al ritmo previsto.

Galleta energética
Paquete de galletas energéticas

Llegando a las siete al punto de encuentro, era casi de día, da gusto comprobar que los días se van alargando. Ya tenemos ganas de correr con luz, pero no podemos quejarnos demasiado ya que el parque está últimamente bien iluminado, aunque hoy algo peor que el martes.

Hoy nos juntamos un buen grupo y dimos, como casi siempre, una primera vuelta tranquila charlando los unos con los otros. Luego apretamos un poco, tratando de ir a ritmo umbral (sobre 4:15) haciendo esos 4,68 km en 20:03 a un ritmo de 4:17 min/km, algo más lento del ritmo objetivo, pero lo podemos dar por válido.

En total, sumando la primera vuelta con los kilómetros a umbral hicimos 9,68 km en un tiempo de 47:43 @ 4:56 min/km. Una jornada satisfactoria, aún con el handicap de la dichosa galleta.