Cuarenta y siete tacos y seguimos en la brecha

Hoy he cumplido cuarenta y siete años, ya me voy acercando al medio siglo… Y ahí sigo, dando guerra y seguiré corriendo hasta que el cuerpo aguante.

Para celebrar la efemérides, he tenido una serie de regalos curiosos. El primero ha sido por la mañana, a eso de las 10:30. Los cachondos, por decirlo de manera suave, de los organizadores de la maratón de NY en vez de devolverme la pasta de la inscripción de 2012, ¡me la han vuelto a cobrar! Según parece es un error que no sólo me afecta a mí.

El segundo regalito fue también desagradable. Después de venir del entrenamiento, mientras estiraba, pude ver en la suela de mis zapatillas un bonito regalo en forma de caca de perro, que me tocó restregar para eliminarla de la zapatilla. Tenía que haberme pasado, si hubiese tenido, un número de la lotería por la chepa a ver si me daba suerte.

Menos mal que el tercer regalo compensó los otros dos. Ahora tengo en mi muñeca un bonito reloj Viceroy, que sin duda compensa con creces los dos anteriores.

¡Qué mejor manera que celebrar el cumpleaños que corriendo! Pues eso es lo que he hecho. He llegado al punto de encuentro y no he visto a nadie, lo cual me ha extrañado porque siempre soy yo el que llega más tarde que pronto. Según esperaba, llegó mi tocayo de paisano para decirme que llegaría tarde, así que me puse a correr y me encontré al poco con Quique que como siempre andaba trotando por ahí.

Como dijo, luego llegó mi tocayo y casi al punto de terminar la segunda vuelta, cuando ya estaba la cosa caliente, apareció Jesús. Yo seguí apretando porque quería llegar a casa lo más pronto posible. Hice 10 km en un tiempo de 49:54 @ 4:59 min/km y acelerando a casa a celebrar el cumpleaños.

2 opiniones en “Cuarenta y siete tacos y seguimos en la brecha”

    1. Hola Javier:

      Un día raro, sin duda. Una manera curiosa de pasar el cumpleaños. Pero ya ha vuelto todo a la normalidad 😉

      Saludos.

Comentarios cerrados.