El número de la bestia

Suelo pesarme después de cada entrenamiento por simple curiosidad. Hoy he tenido un ligero sobresalto, la báscula marcaba ¡¡¡tres seises!!! uno detrás de otro. El número de la bestia, pensé. Un escalofrío me ha corrido por la columna vertebral… En fin, una bobada más para rellenar esta entrada.

Ya repuesto del mal rato que pasé ayer, he pensado que quizás pudiera deberse a haber salido sin desayunar, así que hoy he desayunado bien, he esperado el tiempo suficiente para hacer la digestión y he salido bien acompañado a hacer el circuito del río. Un día fresquito pero se llevaba francamente bien ya que de vez en cuando asomaban los rayos del sol.

Si ayer fue un día malo, hoy ha sido un día extraordinario, ya que he ido a un ritmo cómodo, dejándome llevar por mi compañera de entrenamiento y los 16 km se me han pasado en un periquete. El entrenamiento ha consistido en realizar 16 km en 1:23:26 a un ritmo de 5:12.

Expo gato

Ayer estuve en el pabellón de Convenciones de la Casa de Campo viendo gatos. A mí, que me encantan los felinos, salí encantado de la exposición, aunque resulta un poco triste ver a los pobres animalitos en jaulas. Me han gustado especialmente los rusos azules.

Expo gato
Expo gato

Como últimamente me ocurre los fines de semana -ya se va haciendo uno mayor- me he levantado prontito y todavía con la imagen de los gatos en la retina he salido rumbo al circuito del río, que hacía tiempo no visitaba. Incluso con las pocas lluvias que ha habido, está todo muy verde y precioso de ver, una maravilla.

La idea era hacer una LSD (Long and Slow Distance) a un ritmo algo más suave de 5:00. Y la verdad es que el cuerpo me pedía ir a un ritmo sobre 5:05, por lo que no me ha costado mucho cumplir el plan establecido y eso que cuando me han adelantado se me iban las piernas… De todas formas, notaba los cuadriceps algo cargados de las cuestas de ayer.

A la vuelta me he encontrado con Ninfa, que iba a hacer 30 km y ya llevaba la mitad. Me confesaba que ya está un poco harta de hacer tantos kilómetros y es que yo creo que el plan de entrenamiento que lleva para la maratón de Málaga es muy exigente. Desde luego, si consigue «sobrevivir» al entrenamiento, en Málaga va a hacer un carrerón.

Yo he hecho algo más de 16 km y he acabado un poco hasta las narices, ¡cómo acabaría ella! Noto que a estas alturas de temporada no estoy muy acostumbrado a hacer largas kilometradas y me han costado un poco los últimos kilómetros. Esos 16 km los he hecho en 1h22 a un ritmo de 5:07/km, por lo que he cumplido a la perfección el plan, que hoy era fácil.

Y como ayer no me pude pesar antes de correr, lo he hecho hoy, llevándome una sorpresa mayúscula ya que el peso ha subido hasta 68,2 kg. Curioso que haya subido 1,8 kg desde que acabé el entrenamiento de ayer hasta antes de empezarlo hoy. Hay algo que no me cuadra. Después de correr he vuelto a pesarme y la báscula marcaba 67 kg. Tampoco es normal bajar 1,2 kg en 16 km en un día que no he sudado especialmente.

Otra vez que llego tarde

El jueves quedé con Ninfa y Miguel a las ocho de la mañana para hacer un entrenamiento conjunto. Sin embargo, se me ha ocurrido salir desayunado y he llegado tarde a nuestro punto de encuentro. Ha sido una mala idea lo de desayunar, primero porque me ha hecho llegar tarde y segundo porque no he ido cómodo en todo el trayecto.

Claro que tampoco sé si el problema ha sido del desayuno o que hoy simplemente no tenía buenas piernas, pero me costaba dios y ayuda mantener un ritmo cercano a los 5:00/km. De todas formas, tampoco estoy acostumbrado a ponerme a correr a poco de levantarme; siempre corro por las tardes o si hay carrera por la mañana me levanto con bastante tiempo para desayunar y hacer la digestión antes de ponerme en marcha. Es mejor comer algo de fruta y salir a correr y desayunar después. Ya lo sé para otra vez.

Como he llegado tarde y no estaban, pues me ha tocado ir solo. He hecho el circuito del río y lo dicho, no me he encontrado fino en ningún momento. Ni cuando iba un poco por encima de cinco, ni cuando iba un poco por debajo. Espero que sea algo puntual.

Ahora que estoy a punto de irme de vacaciones estoy pensando si descansar de correr o simplemente disminuir kilometraje y frecuencia. Me da un poco de coraje ir a un sitio nuevo y no explorarlo a la carrera, pero no me vendría mal «desintoxicarme» un poco de correr.

En total han salido 14,2 km en 1:11:57 a un ritmo de 5:03/km. Quizás me lo debiera haber tomado más tranquilo, pero parece que con un poco de ritmo los tendones no me duelen. Eso sí, hoy iba fastidiado con el ojo de gallo del pie izquierdo y también me molestaba el dedo gordo del mismo pie. Debe ser un placer indescriptible correr sin que no duela nada. No sé si lo he dicho, pero necesito unas zapatillas ya y mira que me resulta difícil encontrarlas.

Hoy visita a la báscula y marcaba 68,1 kg, algo menos que la semana pasada. Está claro que cuidando un poco la alimentación el peso baja.

Combatiendo los excesos

Ha sido esta semana un periodo de tiempo con muchos eventos, ello ha provocado que me haya excedido con la comida y con la bebida. Hoy tocaba expiar esos excesos, por lo que he ido al río, pero haciendo el circuito completo, no como últimamente que me saltaba el último tramo.

He salido tempranito, aunque no tanto como hubiese querido, y se corre bien a esas horas porque hay mucha sombra durante el recorrido, quizás el peor trozo es el carril bici entre el parque de Pradolongo y el parque Lineal del Manzanares, pero no es mucho.

Cerca de la Caja Mágica me he cruzado con Roberto Álvarez, ganador el pasado domingo en el Trofeo San Lorenzo y ganador también en el mes de enero de la carrera de Usera, imagino que entre otras muchas. Daba gusto verlo correr, un auténtico monstruo. A ver si se me pega algo…

El circuito del río, haciendo el recorrido completo tiene una distancia de 16,1 km y lo he recorrido en 1:27:19. Me lo he tomado con mucha calma, parando en cada fuente y es que el calor apretaba de lo lindo aunque el recorrido estuviese sombreado.

Por otro lado, leo con agrado en el foro de elatleta.com que han descalificado al dorsal 451 que figuraba en la clasificación de la carrera como primer superveterano, ya que no había corrido la persona inscrita sino otro más joven. Eso implica que Emilio el hombre radiactivo se vuelve a subir al tercer puesto del cajón un año más. Tremendo lo de este hombre con casi 65 años ya.

Hoy me he subido a la báscula con más miedo que vergüenza porque sabía que había subido de peso debido a tanto exceso. Y el cacharro me lo ha dicho bien claro: has subido seiscientos gramos, ya que marcaba 68,3 kg. Después de correr me gusta volver a pesarme. Pesaba un kilo menos. Los kilos se cogen con una facilidad pasmosa y cuesta un montón perderlos. Todo lo contrario que la forma que se pierde muy fácilmente y para volver a ponerse en forma hay que trabajar mucho.

Por simpatía

Aunque suelo dejar los días largos para el domingo, esta semana lo he dejado para el sábado. Salí con algunas molestias en el tendón izquierdo y cuando llevaba algo más de la mitad del recorrido, empezó a molestarme el derecho, no sé si por simpatía con el otro. El caso es que no me duele mucho, ni uno ni otro, pero las molestias están ahí.

Para mi desgracia, anoche me acosté tarde, por lo que me he levantado tarde y, por lo tanto, he salido tarde. Eso ha provocado que el calor se hiciera notar durante el recorrido y en estos casos, es preferente hacer uso de todas y cada una de las fuentes que se encuentre uno en el recorrido. Mucho más que hacer mejor tiempo o cualquier otra consideración.

Como curiosidad, decir que en el mismo recorrido que el domingo pasado, he hecho un tiempo 16 segundos mejor. No deja de ser una mera anécdota, pero durante el entrenamiento pensaba que iba más lento que hace una semana.

Según venía corriendo iba pensando que no vendría mal un cambio de zapatillas, al fin y al cabo, ya llevo casi 450 km con ellas, aunque éstas se están comportando francamente bien porque todavía no se ve que tengan ningún agujero de los que suelo hacer.

Es inevitable

Es inevitable comentar que la selección española de fútbol se ha proclamado campeona del mundo. No soy nada futbolero, pero al final me he dejado «arrastrar» por las masas, viendo y sufriendo los partidos. Desde que leí por ahí que si España ganaba el mundial iba a salir antes de la crisis, me hice rápidamente fan de la roja. Lo malo que tiene esto de que haya ganado es que no se va a hablar de ahora en adelante, vamos a tener fútbol hasta en la sopa. Es lo que tiene ser un deporte tan mediático.

Para celebrar anticipadamente la victoria, por la mañanita temprano salí a correr. Como acostumbro, los domingos una carrera larga y lenta. Bueno, larga, larga no fue, que no es momento de hacer demasiados kilómetros ya que estamos en verano y la maratón está todavía lejos. Hice el típico circuito del río, por lo que totalicé 14,6 km en 1:18:42 a un ritmo de 5:21/km.

Por suerte para mí, no me molestó el tendón prácticamente y además me di cuenta de que acortando la zancada, el tendón sufría menos. Imagino que como al acortar la zancada el impacto es menor, molesta menos. Así que ya sé lo que tengo que hacer, zancadas cortas tipo hermanos Castro. Ya tocará alargarla cuando sea menester. Imagino que el no haber corrido ayer sábado y haber hecho estiramientos y aplicación de hielo han conseguido que la lesión haya remitido algo.

Y dado que ayer no entrené, no me subí a la báscula el sábado. Hoy el peso era de 67,5 kg, bajando un poco de la semana pasada y acercándome a ese límite de 67,1 que fue lo mínimo que llegué a alcanzar cuando preparaba la maratón.

El martes voy a ver a la fisioterapeuta, espero que poco a poco la cosa mejore.

Salix babylonica

Salix babylonica es el nombre científico del sauce llorón, el cual es un árbol que pertenece a la familia de las salicáceas y es nativo del este de Asia (en especial del norte de China). Sin embargo, se le puede encontrar por estos lares sin mucha dificultad.

Es un árbol de hoja caduca que suele medir entre ocho y doce metros de altura (excepcionalmente puede llegar a 26 m), con ramas delgadas, flexibles, largas, colgantes casi hasta el suelo. Su tronco tiene la corteza fisurada.

¿A qué viene esta charla? Pues viene a que el circuito del río se haya jalonado de esta especie de árboles, que a mi modo de parecer son de los más bonitos que hay. Es un verdadero placer para la vista ir viendo estos árboles que se pueden encontrar tanto a la margen derecha como a la izquierda del río. Una maravilla. Además este árbol me retrae a mi infancia, por eso me gusta más.

Sauce llorón
Bonito ejemplar de sauce llorón (gracias a Wikipedia)

Hoy ha amanecido lloviendo fuerte, así que en vez de salir inmediatamente, he desayunado y a esperar a que escampara, que llovía de lo lindo… más que Madrid, parece que estamos en Santander.

Después de la lluvia, he salido al circuito del río que es algo más de 14,5 km (volviendo después de pasar el puente), aunque he parado antes de llegar a casa por una inoportuna llamada telefónica. Rodaje a ritmo tranquilo siguiendo la filosofía del descanso activo. He notado algunas molestias en la pierna derecha, también en el tendón, pero algo más arriba, donde se inserta el tendón en el músculo, pero no parece que sea grave. En total 14 km en 1:14:48 a un ritmo de 5:19/km.

Ayer estuvimos los pradolongueros de celebración, por lo que cené más de la cuenta. Hoy la báscula lo indicaba con claridad, ya que marcaba 68 kg, trescientos gramos más que la semana pasada. Pero bueno, la ocasión lo merecía.

Celebración veraniega
Celebración veraniega

Con la fresca

En vista de que ayer hacía mucho calor, hoy he decidido madrugar para realizar, como todos los domingos, un día más largo de lo habitual entre semana. En un principio iban a ser 14 km, pero se han quedado en 12 ya que había algo de prisa por volver.

He salido con compañía de una buena amiga y hemos bajado hasta el río, pero no hemos hecho el circuito completo obviamente. Cuando llevábamos seis kilómetros, vuelta. Se nota que era temprano porque hacía un fresquito que se agradecía después de la chicharrera de ayer. Luego a la vuelta ya hacía algo más de calor, pero pronto estábamos en casa.

Es evidente que cuando el calor aprieta el mejor momento para salir a correr es a temprana hora. Habrá que tenerlo en cuenta para próximas salidas, sobre todo para tiradas largas que estás más tiempo expuesto al calor.

Me parece que me estoy obsesionando con el tema del calor, pero es que hemos pasado de dormir con manta a dormir con la ventana abierta en una semana. Ha llegado el calor demasiado bruscamente.

Mi compañera de aventuras está cada vez mejor, hemos hecho los 12 km en 1:03:37, saliendo muy despacio y aumentando progresivamente la velocidad, como se puede ver aquí.

Ayer no me pesé, por lo que hoy me ha tocado subirme a la báscula. La cosa va cada vez peor, ya que hoy marcaba 69 kg. Y eso que ayer después de venir de correr el peso era de 67,3 kg. Si que había sudado, sí.

Con esta nueva pesada, ya he subido casi dos kilos desde el punto en el que más bajo llegué a estar (67,1) cuando preparaba Mapoma. Ahora que ha llegado el verano resulta difícil controlar la alimentación, pero tengo que hacerlo, no puedo echar por la borda el trabajo que llevo desde octubre con el control de la alimentación.

Me gusta el circuito del río

Hoy, como viene siendo habitual los últimos domingos, he bajado al río para realizar una tirada larga. No tan larga como cuando preparo la maratón, pero sí de más kilómetros de los normales entre semana. Resulta un lujo hacer tres kilómetros desde mi casa y llegar al Parque Lineal del Manzanares donde te sumerges en plena naturaleza, de hecho ahora está tan frondoso que parece un bosque.

En total han sido casi quince kilómetros, que no vienen mal para la media de Jadraque del próximo domingo donde vamos con los compañeros de MaraTI+D a por el jamón y las botellas de vino.

Acompañé a una amiga y ésta iba muy ufana en los kilómetros intermedios, por lo que tenía que ir frenándola que luego se le podía hacer duro el kilometraje. No sé si gracias a eso o a que está realmente fuerte, llegó francamente bien.

Condiciones ideales

Hoy hacía unas condiciones ideales para haber corrido una maratón. Había llovido durante la noche, la temperatura era fresca sin ser fría, el cielo estaba cubierto, … Durante todo el entrenamiento no hacía más que pensar eso, que en todo lo que llevamos de año el domingo peor para correr una prueba tan larga fue el 25 de abril. Ni antes de esa fecha, ni después ha habido días tan calurosos. También es mala suerte.

Lo cierto es que esta prueba es una putada, así con todas las letras. Te tiras entrenando específicamente para la carrera tres o cuatro meses, sacrificándote, sobre todo, para hacer tiradas largas y cuando llega el día M, hace un día caluroso o un día de perros y todo el trabajo hecho no sirve para nada. Eso sin contar que te puedes lesionar unos días antes y peor aún. Y además resulta que Mapoma es tan duro en su parte final, que tampoco consigues realizar lo que desees aunque te hayas entrenado a la perfección y el día haya acompañado.

Me estoy planteando que si vuelvo a correr Mapoma no voy a preparar a conciencia esta carrera porque es muy desagradecida. Quizás intentar una buena marca en una maratón más llana y menos calurosa y correr en Mapoma al tran tran, disfrutando de la carrera.

Hoy he vuelto al río, hasta el puente y vuelta y lo cierto es que ha debido llover bastante porque había muchos charcos, pero era entretenido ir sorteándolos. La idea era no ir deprisa, pero tampoco al trote cochinero como estos días anteriores. Y aunque he salido algo flojo luego he ido apretando. Pienso que ir tan despacio tampoco es bueno, porque entre el dos y el cuatro iba fatal, incluso los ojos me iban haciendo chiribitas. He aumentado el ritmo y he empezado a ir mejor, mucho mejor.

He recorrido 14,6 km en 1:14:57 a un ritmo de 5:07/km sin forzar lo más mínimo y disfrutando del Parque Lineal del Manzanares que está verde verdísimo. Precioso. Me tengo que llevar la cámara un día de estos antes de que llegue el calor achicharrante.