De vuelta al secarral

Volví ayer noche de Londres y lo primero que llama la atención es el calorazo que hace en estas latitudes. Cuando salí a entrenar, sobre las 11:30, el calor era tremendo, el concierto de chicharras que escuché al entrar en el parque de Pradolongo me resultó impactante.

Según iba haciendo kilómetros por el parque, me iba dando cuenta de que esto es un secarral. Bien es cierto que lo comparaba con los parques de Londres, donde llueve frecuentemente. Pero entre el calor y la sequedad me iba dando un mal rollo…

Después de una vuelta bastante tranquilo, apreté un poco en la segunda (tampoco mucho, que no es cuestión con tanto calor) y terminé las dos vueltas, que hacía tiempo que no completaba. Después de las dos vueltas, un poco más para completar los 10 km en un tiempo de 52:03 a un ritmo de 5:12. Una media no muy allá, pero es que la primera vuelta fue muuuuy tranquila. De todas formas, tiempo habrá para apretar, que el calor de ahora no lo permite.

Después de las mini vacaciones sospechaba que había ganado peso y, efectivamente, la báscula me lo confirmó. Marcó 68,6 kg que habrá que intentar bajar esta semana. También es cierto que cuando viajo no me regulo intestinalmente como debiera. Ya veremos cuando me regule si bajo de peso.

XXXIV Carrera popular de San Juan

Hoy he participado en la XXXIV edición de la carrera popular de San Juan celebrada en Leganés, sí donde el monstruo 🙂

Era mi segunda participación y si el año pasado las condiciones para correr eran óptimas, hoy hacía un calor de espanto ya a primera hora de la mañana. Se presagiaba una carrera dura, como así fue.

Posando antes de la carrera de San Juan
Posando antes de la carrera de San Juan

Salí con precaución, todavía temeroso de mi gemelo, sin ninguna pretensión y me fui animando a medida que pasaban los kilómetros. Quizás me animé demasiado porque los últimos kilómetros se me hicieron laaaaargos. Y es que la falta de entrenamiento se nota y mucho.

En el km 5 de la carrera de San Juan
En el km 5 de la carrera (foto cortesía de Sebastián Navarrete)

Sobre el kilómetro cinco adelanté a Ninfa y en el siete me adelantó ella a mí. Desde ese punto hasta la pista de atletismo donde acaba la carrera fuimos más o menos juntos. Ya en el tartán no fui capaz de seguirla y llegué un segundo después.

No llevaba reloj por lo que no tenía ni idea del tiempo que íbamos a realizar. El reloj de meta marcaba unos segundos menos de 45 minutos cuando acabamos. Según la clasificación oficial, llegué en el puesto 160 con un tiempo de 44:56. Curiosamente, durante la carrera iba pensando que haría sobre 42 ó 43 minutos, pero el calor nos puso a cada uno en nuestro sitio y es que el corazón se acelera tanto o más con el calor que con el esfuerzo.

De todas formas, supercontento porque corrí a buen ritmo y no me molestó lo más mínimo el gemelo. Parece que ya estoy recuperado del todo (toquemos madera). Ahora hay que procurar no volver a lesionarse.

Quitando el chip de la zapatilla
Curiosa foto, quitándonos el chip

Antes de salir de casa subí a la báscula y marcaba 68 kg exactos.  Parece que he conseguido alejarme de los 69, por muy atractivo que sea el número.

Y para terminar dar las gracias a Emilio que nos ha acercado a Leganés en su flamante furgoneta.

X Carrera popular barrio del Zofío

Hoy he participado en la X edición de la carrera barrio del Zofío. Se trata de una carrera de barrio en la que no se utiliza chip, cosa casi inaudita en estos tiempos. Tampoco es que haga falta, toda la vida ha habido carreras sin chip y se ha cronometrado correctamente; sin embargo, la Agrupación Deportiva Marathon que se encargaba de la parte técnica de la carrera falló en este punto y no ha habido clasificación por tiempos. Yo que corrí sin cronómetro sólo sé que hice un tiempo de 49 y pico. Aunque es un tiempo un poco birria, estoy muy contento porque la contractura que me trae de cabeza no me dio ningún problema.

Según la clasificación llegaron a meta 161 corredores. Puede resultar a simple vista un número escaso, pero teniendo en cuenta que el año pasado llegaron 92, el incremento ha sido espectacular, de hecho desbordó las previsiones.

Antes de comenzar, nos dimos cita un notable grupo de pradolonguer@s, que corríamos en casa. Nos hicimos una bonita foto antes de salir con nuestra flamante camiseta. También había bastantes corredores de la competencia, del parque de enfrente, del Parque Sur, entre ellos Yolanda García Manzano que llegó la primera de las mujeres.

Pradolongueros en la carrera del Zofío
Pradolongueros en la carrera del Zofío

Desde el domingo pasado que participé en la carrera proniño, no había vuelto a correr. Como tenía pensado correr esta carrera había pensado que si entrenaba podía estropearme, así que decidí no hacer nada y probar en la carrera. Y creo que el resultado ha sido satisfactorio: más kilómetros recorridos, más deprisa y casi sin molestias al final. Me ha venido bien el descanso.

La carrera comenzó a las nueve de la mañana, una hora antes de lo que ha sido habitual, por orden municipal. Esto obliga a levantarse pronto, pero tiene la ventaja de que el calor es algo más llevadero que a horas más tardías. Aún así, ya hacía calor a esa hora. Al contrario que otras carreras más multitudinarias, que la gente se agolpa en la línea de salida bastantes minutos antes de la hora de comienzo, hoy la línea de salida estaba vacía cuando todavía faltaban escasos minutos para el comienzo. La gente estaba más atrás charlando los unos con los otros, disfrutando de la sombrita. Casi a punto de dar la salida, la gente se fue acercando a las posiciones delanteras y poco después sonó el pistoletazo. Bueno, lo del pistoletazo es un decir.

Se comienza cuesta abajo, pero poco antes del primer kilómetro empieza una bonita subida por la que hay que pasar dos veces. Luego una bajada, luego otra subida y así sucesivamente. Es una carrera bastante rompepiernas excepto cuando transita por el parque de Pradolongo que es totalmente llana; sin embargo dentro del parque hay muchas curvas y contracurvas que también te rompen el ritmo.

Salí con un compañero y una amiga, aunque en el segundo kilómetro se fue quedando atrás el compañero. Yo seguí con mi amiga el resto de la prueba y me dio la sensación de que iba algo obligada, pero después de llegar a meta me comentó que había llegado sobrada, que podía haber apretado más, pero que visto que no iba a poder avanzar ninguna posición en la clasificación se dejó llevar un poco. De hecho, hizo peor tiempo que el año pasado.

Después de subir y bajar unas cuantas cuestas, llegamos a meta donde la organización me reservaba un bonito chaleco reflectante y me envió a uno de los cruces por donde pasaban las carreras de los niños para impedir que los coches se saltaran el cruce y atropellaran a los participantes. Allí estuve un tiempo, aunque no mucho ya que sólo tuve que controlar la primera carrera de los niños. Luego volví a subir a la línea de meta/salida para hacer unas fotos. Pueden verse las fotos de las llegadas en este enlace (gracias a Eva) y las de los diferentes pódiums, aquí.

Entrando en meta
Entrando en meta

Me encantó un detalle que tuvo la organización, que organizó una prueba para discapacitados. En el barrio está ubicada una dependencia de la Fundación ANDE y varios discapacitados participaron en la prueba ayudados por algunos corredores que se prestaron gustosos. Fue realmente emocionante ver como estas personas eran aclamadas por todo el público presente. Al final, medallas para todos ellos, que se fueron más contentos que unas castañuelas. Lo dicho, un detallazo, un gesto que demuestra que las pequeñas organizaciones tienen tanto derecho o más a sobrevivir en este mundo de las carreras, que visto lo visto, parece que sólo las grandes tienen los parabienes del ayuntamiento.

Carrera para discapacitados en el barrio del Zofío
Carrera para discapacitados en el barrio del Zofío

Carrera para discapacitados en el barrio del Zofío
Todos los asistentes, mayores y pequeños se ofrecieron a ayudar

Después de las carreras y de las ceremonias del pódium se celebró un sorteo en el que todos esperábamos el regalo estrella: el jamón; sin embargo, este año nos tuvimos que conformar con un juego de gafas de bucear y el correspondiente tubito. No siempre nos va a tocar el premio más gordo, bastante suerte tuvimos, que a otros no los tocó nada.

Antes de correr pasé por la báscula, siguiendo la rutina semanal. Esta vez marcaba 68,4 kg casi un kilo menos que la semana pasada. Esto ya me gusta más.

II Carrera Proniño

Hoy he participado en la II edición de la carrera Proniño. Se trata de una carrera cuyo objetivo es recaudar fondos para contribuir a la erradicación del trabajo infantil, una labor que viene realizando desde hace años Proniño, el programa más importante de Fundación Telefónica.

Debido a que Telefónica es la organizadora de la carrera, los compañeros de MaraTI+D habíamos pensado en hacer algo especial con la idea de llamar la atención sobre el tema, dentro de nuestras posibilidades. El plan consistía en llevar unas camisetas nuevas que hacían referencia a la fundación Proniño y tratar de ir todos los del equipo juntos a un ritmo asequible para todos y si alguno se rezagase, se le esperaría en el km 9 para reagruparnos y entrar todos a mogollón en meta enseñando unas letras con la palabra PRONIÑO; sin embargo, el plan empezó a torcerse porque se nos olvidaron las letras…

Siguió torciéndose porque, como sucede siempre, nada más empezar la carrera unos tiraron para adelante, otros hicimos el grupo planeado y los menos se quedaron rezagados y eso que el ritmo del grupo «principal» era de aproximadamente seis minutos por kilómetro. Reconozco que ir al trote me venía de perillas porque todavía no estoy recuperado de la lesión.

Disfrutando de la animación, que era próxima a cero, fuimos consumiendo kilómetros achicharrándonos (y eso que era temprano) en las zonas más despejadas y refrescándonos un poco en las zonas de sombra. En el kilómetro nueve, según lo previsto, paramos el grueso de la tropa para esperar a los más rezagados. Además, alguno de los que habían ido deprisa volvieron sobre sus pasos después de llegar a meta y también hicieron bulto. Después de esperar bastantes minutos y conseguir cierta reagrupación hicimos el último kilómetro en un gran pelotón, entrando en meta un buen número de componentes del equipo.

Poco después de comenzar la marcha, en el kilómetro nueve, había un fotógrafo que nos hizo unas bonitas fotos.

Las fotos han sido sacadas de fotorunners.blogspot.com.

¡¡¡Muchísimas gracias!!!

Agrupados
Agrupados buscando la meta…

Carrera Proniño 2011
…aunque yo iba algo descolgado…

Llegada a la meta
…pero llegamos a la meta todos a mogollón

No sé si al final conseguimos el objetivo de hacernos notar, pero acabamos todos muy contentos por haber conseguido ir juntos un buen número de kilómetros.

En este caso, el tiempo es lo de menos, pero lo anoto por costumbre. El tiempo oficial fue de 1:04:59, mientras que el neto fue unos minutillos menos: 1:02:23.

Lo peor es que a partir del kilómetro cinco empecé a notar la contractura que me está fastidiando últimamente y que ahora, por la tarde, me sigue molestando.

Hoy la báscula me ha dicho que me he pasado un montón. El caso es que controlo bastante de lunes a viernes, pero los findes son demasiao pal body. Marcaba ni más ni menos que 69,3 kg. Yo creo que era debido a la cantidad de cervezas, que todavía no había eliminado 😉

Empezando despacio

El miércoles estuve en la fisio de nuevo. Me comentó que además de la contractura debí tener una pequeña rotura fibrilar. Me estuvo metiendo los dedos, estirando las piernas e incluso poniéndome agujas en la pierna: una debajo de la rodilla, otra cerca de la lesión y otra en el tendón de aquiles. Me dijo además que empezara poco a poco, que ya va teniendo uno una edad…

El caso es que he preferido parar unos días y hoy domingo he probado. Primero crema calentadora en las piernas, luego estiramientos y después, me ha acercado al parque de Pradolongo con la intención de hacer casi todo el recorrido andando y trotar un poquillo.

Sobre la marcha, me he puesto en plan cuadriculado y he hecho 600 metros andando, 400 metros trotando. Siguiendo esa secuencia andar+trotar he hecho algo más de seis kilómetros. Por lo tanto, he acabado corriendo 400 metros x 6 = 2400 metros. Y he acabado más contento que si hubiese hecho una maratón, sobre todo porque no me ha molestado la contractura en absoluto.

Ahora toca aumentar poco a poco el tiempo trotando hasta poder hacer unos cuantos kilómetros seguidos sin andar y espero poder terminar el domingo que viene la carrera proniño.

Como no he corrido estos días atrás, he procurado controlar la ingesta de comida y ayer cuando me subí a la báscula marcaba 68,4 kg, bastante bien si lo comparo con el peso de la semana pasada que alcanzaba el bonito número de 69.

Temperaturas veraniegas

Hoy ha hecho calor, mucho calor. Menos mal que he salido relativamente pronto y todavía no había alcanzado su máximo; no obstante, he echado de menos una gorrilla que me protegiese la calvorota.

Igual que el pasado sábado, he ido a Parque Sur a hacer unas cuestas. Como iba acompañado, he hecho algo menos para no castigar demasiado a mi acompañante, por lo que sólo han sido dos tandas de cuestas, ocho subidas en total que tampoco hemos subido a un ritmo demasiado exigente. Calculo que a un 70%.

Mañana trataré de hacer el circuito del río para ver si completo los cuatro días semanales. Ya veremos si no se complica la cosa, que por la mañana hay un evento.

La cosa ha sido así: una primera vuelta de 3 km de calentamiento. Luego el circuito de cuatro cuestas:

  • Primera cuesta: 23 m de desnivel en 320 m @ 7,2% de porcentaje. La cuesta más dura, sin dudarlo.
  • Segunda cuesta: 11 m de subida en 170 m @ 6,5% de porcentaje. Dura sobre todo porque está demasiado seguida de la primera.
  • Tercera cuesta: 8 m de subida en 120 m @ 6,6% de porcentaje. No se lleva demasiado mal.
  • Cuarta cuesta: 8 m de subida en 350 m @ 2,3% de porcentaje. Larga, pero suave.

Después de las cuatro cuestas, 1 km de recuperación a ritmo fácil. Luego otra tanda de cuatro cuestas y una vez finalizadas éstas, casi 2,5 km de enfriamiento. En este último tramo hay otra subidita de 330 m que salva 11 m de desnivel (3,3%) pero que no incluyo en el lote porque la hemos subido al tran tran.

En total han sido 9,2 km en un tiempo de 51:14 a un ritmo de 5,33.

Hoy tocaba pesada y andaba algo preocupado por el aumento de peso de las últimas semanas. Había controlado un poco la alimentación y la báscula se ha portado, ya que he bajado medio kilo desde hace siete días. Hoy marcaba 68,1 kg y ya ando más o menos por donde suelo. Después del entrenamiento, la báscula marcaba 67,2 kg, lo que implica que he sudado casi un litro.

Cuesteando bajo la lluvia

Hoy tenía en la cabeza la brillante idea de hacer cuestas en Parque Sur. Y cuadriculado que es uno, al final he hecho las cuestas bajo una lluvia de consideración. Tanta agua que ha acabado el terreno muy embarrado y se hacía difícil correr.

Cuando me he levantado he visto que llovía bastante, pero he seguido con la idea prevista y he salido a correr. Y he hecho bien en no esperar a que escampase porque no sólo no ha remitido, sino que cuando ya estaba terminando, llovía con más intensidad. Recordaba el refrán aquel de que mayo marcea, pero hoy más bien abrileaba, porque caía el agua a cubos. Una barbaridad.

Sin embargo me lo he pasado bien subiendo y bajando cuestas con la lluvia. En total han sido tres vueltas por un circuito de cuatro cuestas, calentando 3 km antes y «enfriando» dos 2 km después. Esto ha supuesto un total de 11 km en un tiempo de 1:01:39 a un ritmo de 5:36 aunque el ritmo, en este caso, no indique nada.

Antes de salir, malas noticias. He subido a 68,6 kg, un peso ya bastante serio que me indica que me tengo que controlar, que me estoy pasando. Supone un kilo más de los que pesaba el día de la maratón. Mucha tela.

¡Qué fácil es coger kilos y que difícil es soltarlos!

Me dan buen rollito

Este calorazo que está haciendo estos días, totalmente inusual en estas fechas me está dando buen rollito porque es imposible que en pleno mes de abril se mantengan estas temperaturas veraniegas (había 28º en el termómetro de la marquesina al terminar el entrenamiento). Eso quiere decir que las temperaturas van a bajar seguro y que el día 17 va a hacer un día inmejorable para correr… optimista que es uno.

Hoy he salido a las once de la mañana y el calor pegaba de lo lindo. Bien pertrechado con una gorrita, he salido con intenciones de hacer unos kilómetros al ritmo que pienso llevar en la maratón, entre 4:40 y 4:45.

Entre el calor y que el circuito de Parque Sur es durillo, algunos kilómetros que ha costado mantener el ritmo, pero creo que puede ser un ritmo aceptable para la gran cita. Más o menos como el año pasado.

He dado cuatro vueltas a Parque Sur totalizando 13 km en un tiempo de 1:03:02 a un ritmo de 4:50, habiendo hecho la primera vuelta de calentamiento y el último kilómetro de «enfriamiento». Esos nueve kilómetros intermedios a posible ritmo de maratón han salido a 4:40.

Hoy la báscula me ha dado una mala noticia. He vuelto a pasar al escalón superior. Marcaba 68,3 kg. Mal asunto que en los momentos que menos debo pesar, más marca la báscula. Lo curioso es que después de correr el peso ha bajado a 66,6 kg, por lo que he perdido 1,7 kg, es decir, más de kilo y medio sólo en sudor. No quiero ni pensar lo que puedo perder en una maratón.

Suelo visitar a Josefa, la fisio, días antes de la maratón para que me deje las patas en condiciones. Unos buenos estiramientos y algunos dedos bien metidos me dejan listo para la maratón. Ayer viernes la hice una visita, aprovechando ya de paso para que me tocara un poco la rodilla a ver si mejora.

Me estoy empezando a mosquear

Hoy me ha vuelto a molestar la rodilla izquierda. No mucho, la verdad, pero me tiene muy mosqueado esta molestia. Empiezo a pensar si el nuevo estiramiento que he empezado a hacer no influirá. O será que no es conveniente hacer demasiados kilómetros, aunque tampoco hago demasiados. Lo bueno es que poco tiempo después de dejar de correr, las molestias son cero.

Hoy he salido a ritmo fácil (sobre 5:00) con la idea de hacer unos veinte kilómetros, más o menos. Al final sólo he hecho 18,3 km, que ya son bastantes. O al menos eso me parece a mí. Hay que ir disminuyendo el kilometraje que la maratón está a la vuelta de la esquina.

Aunque era pronto, hacía una buena temperatura. He salido con mallas largas y camiseta de manga larga y he tenido calor durante todo el entrenamiento. Habrá que ir pensando en cambiar el vestuario al de verano.

Iba bastante bien, pero sobre el kilómetro 11 he empezado a sentir unos retortijones de tripas de espanto. He tenido que aflojar el ritmo y aflojar el cordón de la cintura de las mallas para ver si se pasaba. Después de un par de kilómetros malos, he vuelto a coger el ritmo por debajo de cinco. Ya me había parecido cuando evacué que no había sido suficiente…

Debido a estas pequeñas molestias y que luego tenía un compromiso, me ha parecido que 20 km iba a ser mucho, por lo que al final sólo han sido 18,3 km en un tiempo de 1:31:04 a un ritmo de 4:58. No he querido ir más deprisa que mañana tengo intenciones de hacer unos 25 km.

La báscula marcaba antes de salir a correr 67,7 kg, en mi línea. Después de volver y evacuar lo que no eché antes, marcaba 66,1 kg. Nunca había tenido una reducción de peso tan bestial: ¡¡¡1,6 kg!!!

Fin de semana de muchos kilómetros

Este fin de semana es el más duro de todos los de preparación para la maratón. Hoy han caído 20 km y mañana tocan 30. Sé que es una burrada, pero si entreno sólo cuatro días a la semana y hay que hacer alguna buena kilometrada no me queda más remedio que hacer cosas de este tipo. Es el problema de realizar una competición, que te deja mermado y te trastoca la preparación.

Hoy ha hecho un magnífico día, de lo mejorcito del año, ya que el termómetro marcaba 18º cuando comencé. Salí con manga larga y me arrepentí durante el entreno, pero siempre es mejor llevar manga larga y arremangarse, que llevarla corta y pasar frío. He dado una primera vuelta a Parque Sur y luego he bajado hasta el río. Al llegar al circuito junto al río Manzanares he tratado de buscar un ritmo que me permita afrontar la maratón con garantías. Creo que sobre 4:40 podría ser ese ritmo, ya que los kilómetros han salido un poco por encima, un poco por debajo de ese ritmo.

Como últimamente acostumbro, termino subiendo la calle Parque de la paloma y cuesta, vaya si cuesta, pero espero me ayude a la subidita de Alfonso XII el día M.

No me ha gustado que me molestaba un poco por encima de la rodilla izquierda. Ya acabé la media de Villarrobledo con la rodilla izquierda un poco fastidiada y parece que no mejoro. Y soy tan dejado que esta semana sólo he hecho ejercicios de rodillas un día, cuando tenía que haberme aplicado más.

Hoy me ha ocurrido una cosa curiosa, ya que al pasar los entrenamientos a Garmin Connect he perdido el entrenamiento de hoy. Nunca me había pasado en algo más de un año que lo llevo utilizando. Así de memoria, creo recordar que he hecho los 20 km en 1h37, pero no sé si es exacto. Eso indica un ritmo medio de 4:51 que eso sí me suena más.

Hoy la báscula marcaba 67,6 kg. Veremos si después de la celebración cumpleañera de esta tarde sigue lo mismo.