Con manga larga

Hoy ya hacía frío, por lo que he optado por la camiseta de manga larga para entrenar. Ya iba siendo hora de que llegase el frío, ya sólo falta que llueva que buena falta hace.

El martes, una de las compañeras de entrenamiento tropezó con una piedra y se hizo un esguince, ¡¡¡vaya mala pata!!! Esperemos que se recupere pronto y que de nuevo la veamos corriendo con nosotros.

Lo peor de todo es la noticia que nos ha dado Quique. De todo corazón espero que su padre salga de esta y también le veamos trotando por el parque.

¡¡¡¡Ánimo Enrique!!!

En lo deportivo, dos vueltas rápidas a Pradolongo. En la segunda he tirado como un poseso para vengarme de lo que me hicieron sufrir el domingo en la media, pero Emilio no estaba hoy en condiciones. El cocido le pesaba demasiado.

1ª vuelta (5 km + cuesta) : 27:35
2ª vuelta (5 km + cuesta) : 25:21

Total (> 10 km) : 52:57

Por cierto, ¿dónde se meterá Emilio II que llevamos un tiempo sin verle el pelo?

Poquita cosa

Ayer martes no fui a entrenar porque estaba algo fastidiado con una gastroenteritis, por lo que he salido hoy a hacer unos pocos kilómetros y desentumecer las piernas, que las tenía algo cargadas después del palizón del domingo.

He salido con la idea de hacer una vuelta a Pradolongo, sólo cinco kilómetros, a un ritmo tranquilo y eso es lo que he hecho. Unos estiramientos antes, una carrerita y al teminar, unos estiramientos más serios. Me ha sentado francamente bien el ejercicio aunque haya sido cosa de poco.

Una cosa lleva a la otra

Hoy se celebraba la media de Villaverde, pero no tenía ninguna intención de correr dicha carrera. Sin embargo, cuatro de mis compañeros pradolongueros eran de la partida. Así que cuando he salido a entrenar me he dicho ¿por qué no acercarme a la salida a desear suerte a los participantes? Y eso he hecho, he ido corriendo hacia la salida, a unos 3,5 km de mi casa.

Y ya que estaba en la salida, he pensado ¿por qué no hacer unos kilometrillos con los compañeros? Y eso he hecho, primero con Emilio y Ninfa hasta que me han sacado de punto y luego con Macu. Luego otra vez con Emilio y Ninfa y luego sólo a Ninfa cuando se ha ido Emilio. Y ya que estaba con ella, ¿por qué no acompañarla hasta meta? Y luego, claro, a patita otra vez hasta casa. Total que calculo habré hecho unos 24 ó 25 km, algo totalmente fuera de lugar en estos momentos de temporada para mí.

Resultados: Emilio ha hecho 1:36:14 y ha quedado quinto de su categoría. Ninfa ha hecho 1:37:28 y ha quedado cuarta de su categoría. Y Macu ha terminado en 2:03:21, por lo que se le ha ido el tiempo un poco, pero debe estar satisfecha siendo su primera media.

Saludos.

Sigue bajando

Hoy es el día del control de peso. La báscula ha dado un peso de 74,1 kg, lo que supone 800 g menos que el sábado pasado. Creo que está bien, no es tanto como la semana pasada, pero pasito a pasito, espero llegar a los 72 y ahí mantenerme.

He salido temprano y muy tranquilo, ya que el jueves me di una buena paliza y necesitaba descansar un poco, que no quiero lesionarme de nuevo.

Estoy un poco mosqueado, porque llevo unos días que sudo exageradamente y eso hace que se pierdan muchas sales. Tengo que pasarme por la farmacia a comprar Supradyn o similar para recuperar las sales perdidas.

Por cierto, que el jueves después del entrenamiento pude ver a Enrique padre. Me dio gran alegría verle porque tenía muy buena cara y dicen que la cara es el espejo del alma.

Mañana corren la media de Villaverde varios compañeros pradolongueros. Espero que lo hagan lo mejor posible y que cada uno consiga lo que se proponga. Suerte, campeones.

1ª vuelta (5 km): 29:22
1ª vuelta (5 km): 27:40

Total (10 km): 57:03

Nuevas plantillas

Hoy he estrenado las nuevas plantillas que me había «recetado» el Dr. Urzanqui. Las plantillas, sobre todo, me elevan el talón, de esta manera se acorta el tendón de aquiles y se supone que me producirá menos molestias. Ya veremos si es así.


Las plantillas por arriba


Las plantillas por abajo

Dado que las estrenaba, pensaba hacer poca cosa, pero viendo que no me molestaban en absoluto, me fui animando y llegué a hacer algo más de 9 km. Además la segunda vuelta a un ritmo endiablado. Me parece que me estoy pasando yendo tan deprisa y, sobre todo, me parece raro poder ir a ese ritmo cuando hace pocas semanas iba despacio, muy despacio.

Como me habían comentado que las plantillas debía llevarlas con unas zapatillas neutras, he empezado a utilizar las Joma que estrené en el mes de mayo y que luego utilicé en los 100 km. Me siento algo raro con ellas, me da la sensación de que son muy pequeñitas.

Me ha reventado

La primera vuelta ha sido muy tranquila, hablando de dietas, pérdidas de peso y temas similares. Esos cinco kilómetros los he recorrido en 29 minutos y como tenía pensado hacer sólo ocho, iba a correr fuerte los tres kilómetros restantes.

En la segunda vuelta ha empezado a tirar Emilio el hombre radiactivo y me he empeñado en seguirle. El primer kilómetro de esa segunda vuelta lo he hecho en 4:17 y al final Emilio ha conseguido reventarme. Menos mal que ha aflojado llegando al segundo kilómetro (4:28) y hemos ido más tranquilos el resto de la vuelta, por lo que he totalizado 10 km de entrenamiento. Es impresionante lo que puede correr este hombre con casi 64 años a sus espaldas.

Hoy, el primer día que empezábamos de noche por el cambio horario ha sido de una afluencia inusitada, quizás debido a lo benigno del tiempo. Hasta nueve compañeros estábamos a la siete de la tarde en el parque. Y es que esta tarde a las cinco había 25º y estamos casi en noviembre.

X Carrera cívico-militar contra la droga

Sin comerlo ni beberlo, me he dado de bruces con esta carrera en la que no tenía pensado participar. Y es que hoy la idea era ir a Morata, pero según se iba acercando el día me iba dando más pereza participar. Por lo que deseché la idea de ir a Morata y me levanté con la intención de acercarme a la Casa de Campo y entrenar con los compañeros de la empresa a los que hacía tiempo que no los veía.

Cuando crucé la Avda. de Portugal noté que algo raro pasaba porque había muchísima gente por los alrededores y recordé que se celebraba la carrera contra la droga. Nunca había participado, pero un compañero siempre me había hablado bien de esta carrera. Y a él fue el primero que encontré dorsal en pecho (¿por qué se llamará dorsal si se pone en el pecho?) y el que nos animó a mí y a los otros a que nos apuntáramos a la carrera.

La carrera está organizada por los militares y apuntarse es sencillo, sólo tienes que dar tu año de nacimiento y decir si eres civil o militar y te entregan un dorsal y dos imperdibles a cambio de 0 €. Así tenían que ser todas.

Viendo que la carrera era a las diez y que era poco más de las nueve, decidimos calentar hasta la hora del comienzo para hacer un entrenamiento largo en vez de una carrera corta, por lo que salimos dirección hacia el Zoo y desde allí hasta el puente de la culebra, donde bebimos en la fuente y nos dimos la vuelta hacia la salida. Este calentamiento supuso hacer unos ocho kilómetros antes de la carrera.

Parece que calculamos bien, porque fue llegar a la línea de salida y no pasó ni un minuto cuando dieron la voz de «empieza la carrera» en vez de disparar la pistola, como se hace habitualmente. Está claro que los militares deben ahorrar munición por si las moscas. Había bastante gente en la salida, por lo que el primer kilómetro, rodeando el lago, lo hicimos muy lento, aunque poco a poco el pelotón se fue alargando y ya se pudo correr con más facilidad.

Entre el kilómetro tres y cuatro nos estuvo adelantando un niño de nueve años y al final nos picamos con él y eso hizo que aumentáramos el ritmo. Al final conseguimos dejarle atrás…

En una carrera tan corta, enseguida se llega a meta y más en ésta que aunque estaba anunciada como de 6,5 km, la distancia fue de 5,7 km, según un compañero que llevaba GPS. Así pues en 28 minutos y 22 segundos estábamos en meta, según rezaba el reloj situado en la base del arco de meta. Después nos agasajaron con una coca cola y una bolsa gris donde podía encontrarse una camiseta, un artilugio para llevar colgado un bote de bebida, un bollito, una botella de agua y ¡¡¡una ración individual de combate!!!

La ración individual de combate consiste en una caja que contiene: un sobre de sopa, una lata de carne en salsa, una lata de caballa, una lata de pera en almíbar y una lata de paté. Además de la comida, también aparecen dos pastillas depuradoras de agua, dos pastillas hidratantes, tres pastillas de combustible sólido, una pastilla de vitamina C y, lo que más me ha llamado la atención, dos pastillas defatigantes. Me pueden venir de perillas en la maratón.

Parece que funciona

El plan de adelgazamiento que empecé la semana pasada parece que funciona. Hoy, una semana después de la primera pesada he dado en la báscula 74,9 kg, lo que indica que he bajado 1,4 kg en una semana. Me parece mucho la diferencia, pero eso es lo que ha dado la báscula. Habrá que seguir así para ver si sigue la disminución del peso.

Todo feliz con el resultado de la pesada, he salido a Parque Sur con la idea de hacer tres vueltas (nueve kilómetros) a un ritmo tranquilo. No muy deprisa, pero sin dormirme. Al final los he hecho bastante bien, progresando en cada vuelta.

Parece que había llovido por la noche y había bastante humedad, por lo que he llegado absolutamente empapado en sudor. Por el pinar, el terreno estaba muy blando, pero era agradable hundirse.

1ª vuelta (3 km): 16:15
1ª vuelta (3 km): 15:53
1ª vuelta (3 km): 15:46

Total (9 km): 47:55

Siete minutos por kilómetro

No, no es que haya ido tan lento en el entrenamiento. Todo lo contrario, hoy ha sido el entrenamiento más rápido en mucho tiempo. El título de esta entrada viene a cuento porque Emilio II nos contaba que había ido a por los resultados de un análisis de esfuerzo y el médico le había dicho que tenía que hacer tiradas largas a siete minutos por kilómetro. Se nota que este hombre ha corrido poco o nada porque ir a ese ritmo es casi imposible de lo lento que es. A una persona como Emilio, que hace entrenamientos por debajo de cinco minutos kilómetro, le resultaría prácticamente imposible ir tan despacio. No sé lo que me pasa, pero últimamente estoy cogiendo una tirria a los médicos…

Lo dicho, que el entrenamiento de ayer fue bastante rápido. Si la primera vuelta fue algo más tranquila, en la segunda empezaron a aumentar el ritmo y yo iba a dos metros de los primeros y al límite, siempre al límite. Era para probar como estaba y ya veo que estoy flojo todavía, ya que me costó Dios y ayuda que no me dejaran tirado. Es que ir a un ritmo por debajo de cinco todavía me cuesta.

Por cierto, que ahora les ha dado por subir la cuesta de la pirámide truncada y ya las vueltas no son de 5 km, sino de algo más, ya que no sólo hay que subir la cuesta, sino también bajarla.

1ª vuelta (5 km + cuesta): 27:46
2ª vuelta (5 km + cuesta): 25:44

Total (> 10 km): 53:30

Bajo la lluvia

Hoy, después de un montón de tiempo, hemos corrido bajo la lluvia. Y es que llover se está convirtiendo en un fenómeno extraño en Madrid. Lo cierto es que el hombre del tiempo últimamente no se equivoca. Como diga que va a llover, llueve.

Nos hemos juntado un buen grupeto y eso que cuando llueve, más de uno prefiere quedarse en casa. Hasta Joaquín, que ya empieza a dejarse ver ha estado un rato con nosotros. Y sobre todo Antonio, que poco a poco, después de burlar a la parca, está cada vez mejor y como siga así pronto nos deja de rueda.

Hemos ido despacio pero sin pausa y aunque no ha caído ni una gota en la primera vuelta, en la segunda ha empezado a llover. Una lluvia no muy fuerte, que se agradecía. Lo peor para mí es que el otro día me arañó el jodío gato en el pecho y hoy con el agua me escocía el arañazo que es un gusto.


Jodío gato arañador

1ª vuelta (5 km): 27:49
2ª vuelta (> 3km): 19:29

Total (> 8 km): 47:18

Por cierto que ayer estuve a ver al Dr. Urzanqui y me dijo que estaba mucho mejor de la tendinitis y que consideraba que no hacía falta rehabilitación, pero que si empeoraba que no dudara en visitarle. Y que, por favor, cambiara las plantillas que después de nueve años, como si no las llevara.