Estoy lesionado :-(

Hoy he estado en Jadraque. Sospechaba que no iba a poder completar la media, porque llevo desde el sábado 21 lesionado (contractura en el gemelo externo de la pierna izquierda) y aunque el viernes estuve visitando a Josefa, la fisioterapeuta, y me hizo un buen apaño, no ha podido ser.

Llegamos a Jadraque un buen grupo de gente, nada menos que doce personas, con la idea de hacernos con un jamón y media docena de botellas de vino. Para ello habíamos formado un equipo mixto con corredores de MaraTI+D y unos cuantos Prodolongueros. Y menos mal que éramos 12 porque el premio se lo llevan si llegan 10 a meta. El caso es que echando cuentas, a lo mejor sale más barato comprar el jamón y no tener que desplazarse hasta allí. Veamos, 12 personas a 8 € de inscripción totalizan 96 €, que da para un jamón en condiciones aunque, bueno, lo importante es correr, ¿no?

En Jadraque 2011 con el jamón
En Jadraque 2011 con el jamón

El equipo mix al completo
El equipo mix al completo

Cabañeros

Este fin de semana estoy con la familia en el camping Mirador de Cabañeros, sito en Horcajo de los Montes (Ciudad Real) casi en el límite del Parque Nacional. Es mi tercera visita a este pueblo y la verdad es que tiene su encanto. Su belleza paisajística es abrumadora. Tampoco quiero engañar a nadie. No se trata de una belleza espectacular, pero sí tiene una belleza tranquila, pausada, que se puede degustar poco a poco y asombrarse de ese precioso bosque mediterráneo que ya casi no se encuentra en este país, con una gran variedad de especies vegetales y una fauna notable (aunque bichos de gran tamaño no vi ninguno).


Muestra de monte mediterráneo


Ejemplar de lirio silvestre


Panorámica del Parque Nacional de Cabañeros


Aunque fuera del parque, el paisaje no deja de ser atractivo


Ejemplar de jara pringosa, muy abundante en el parque


Río Estena


Árbol en la orilla del río Estena


Fauna y flora


Otro ejemplo de bosque mediterráneo


La chorrera, cerca del pueblo de Horcajo de los Montes


La chorrera vista desde arriba


Otra vista de la chorrera


Bonita perspectiva del parque

Fiel a mis entrenamientos, me levanté pronto el sábado, me puse las zapatillas, hice los estiramientos y me lancé por el primer camino que encontré, que me alejaba de Horcajo en dirección a la provincia de Badajoz, alejándome del Parque Natural. Me sorprendió gratamente ese comienzo de entrenamiento porque no notaba la molestia que me viene jorobando estos últimos días. Según iba rodando por uno de los caminos, se puso a mi par un precioso potrillo que andaba suelto por una de las fincas de por allí, ¡qué precioso ejemplar!

Al poco tiempo me di la vuelta, el cronómetro marcaba 7 km y era la hora de volver. En esos momentos ya había empezado a notar la molestia, pero tampoco di demasiada importancia a ese hecho. Por desgracia, cuando quedaba poco más de un kilómetro para terminar el entrenamiento, una fuerte subida me obligó a ponerme a caminar y quizás debido a esa fuerte pendiente, la ligera molestia se tornó en dolor. En esos momentos me puse andar para no romperme del todo. Una vez más me he vuelto a lesionar. Mi única esperanza es que la cosa no sea muy seria.

En total recorrí 12,6 km en 1:07:47 a un ritmo de 5:21 y acabé muy jodido por el problema que tuve.

Apesadumbrados

Ayer comenzamos el entrenamiento sin Emilio, cosa que nos extrañó bastante. Cuando estábamos terminando la segunda y última vuelta nos cruzamos con la familia de Andrés que nos transmitió la terrible noticia del fallecimiento de don Enrique. Nos produjo tal estado de shock que no supimos ya qué hacer y aunque todos tuvimos la idea de ir al tanatorio, a ninguno se nos ocurrió quedar para acercarnos juntos. La noticia nos dejó totalmente desconcertados.

Hasta ese momento, el entrenamiento había sido bastante tranquilo, ya que yo sigo con las molestias en la parte alta del gemelo de la pierna izquierda y no parece que la cosa vaya mejorando. Ya veremos si no se complica la media de Jadraque.

He totalizado 10,35 km en un tiempo de 58:29 (ritmo de 5:39) con unas sensaciones malísimas, no ya por la ligera molestia, sino por la noticia.

Descanse en paz

Hoy ha fallecido don Enrique Sánchez Babio. Descanse en paz. Al final, por mucho que ha luchado, no ha conseguido llegar a la meta. Y es que a veces la línea de meta se va alejando según nos vamos acercando.

No se trataba don Enrique de un corredor famoso, ni mucho menos. No se le veía en los primeros puestos de las clasificaciones de las carreras, pero el 31 de diciembre de 2009 demostró a todo el mundo lo que es un corredor con un par. Con un cáncer devorándole por dentro tuvo arrestos para vestirse de corto y participar en aquella San Silvestre junto a su familia. Eso para mí vale más que hacer dos horas y tres minutos en la maratón.

En estos momentos, cuando una persona como él acaba falleciendo es cuando te das cuenta de que tiene que haber algo más allá. La vida no puede ser tan cruel. No puedes tirarte toda la vida trabajando y cuando te jubilas y empiezas a disfrutar un poco de la vida te detectan un cáncer que acaba llevándote al hoyo. Es demasiado injusto.

Que sepas don Enrique que un grupo de gente que te conocía y te estimaba, no te olvida. Los pradolongueros seguimos contigo allá donde estés.

don Enrique

Es cuando tratas de contar algo importante, cuando te das cuenta de que no te salen las palabras, de que eres un inepto del vocabulario. Así que prefiero copiar un poema de Wystan Hugh Auden, que expresa esta situación mucho mejor que yo.

Parad los relojes

Parad los relojes y desconectad el teléfono,
dadle un hueso jugoso al perro para que no ladre,
haced callar a los pianos, tocad tambores con sordina,
saca el ataúd y llamad a las plañideras.

Que los aviones den vuelta en señal de luto
y escriban en el cielo el mensaje “Él ha muerto”,
ponedles crespones en el cuello a las palomas callejeras,
que los agentes de tráfico lleven guantes negros de algodón.

Él era mi norte y mi sur, mi este y mi oeste,
mi semana de trabajo y mi descanso dominical,
mi día y mi noche, mi charla y mi música.
Pensé que el amor era eterno: estaba equivocado.

Ya no hacen falta estrellas: quitadlas todas,
guardad la luna y desmontad el sol,
tirad el mar por el desagüe y podad los bosques,
porque ahora ya nada puede tener utilidad.

Samuel Wanjiru

Leo con estupor que Samuel Wanjiru, campeón olímpico de maratón en Pekín 2008, ha fallecido en extrañas circunstancias. Una pena que una persona de 24 años abandone este mundo. Descanse en paz.

Me ha resultado curioso porque hace unos días hablaba de los «patas gordas» en una de las entradas y el bueno de Gonzalo decía que éste se aleja del fenotipo de los corredores kenianos. Casualidades de la vida.

Para el resto de los mortales la vida sigue y yo sigo entrenando, aunque con muchas precauciones porque ando algo resentido desde las cuestas del sábado. Siento ligeras molestias donde empieza el gemelo, debajo de la rodilla, en la parte externa de la pierna izquierda. Lo tengo muy tirante. Esperemos que la cosa no vaya a más.

He dado dos vueltas a Pradolongo totalizando 10 km en un tiempo de 54:48 a un ritmo de 5:28. Muy tranquilo… y un poco mosca.

Temperaturas veraniegas

Hoy ha hecho calor, mucho calor. Menos mal que he salido relativamente pronto y todavía no había alcanzado su máximo; no obstante, he echado de menos una gorrilla que me protegiese la calvorota.

Igual que el pasado sábado, he ido a Parque Sur a hacer unas cuestas. Como iba acompañado, he hecho algo menos para no castigar demasiado a mi acompañante, por lo que sólo han sido dos tandas de cuestas, ocho subidas en total que tampoco hemos subido a un ritmo demasiado exigente. Calculo que a un 70%.

Mañana trataré de hacer el circuito del río para ver si completo los cuatro días semanales. Ya veremos si no se complica la cosa, que por la mañana hay un evento.

La cosa ha sido así: una primera vuelta de 3 km de calentamiento. Luego el circuito de cuatro cuestas:

  • Primera cuesta: 23 m de desnivel en 320 m @ 7,2% de porcentaje. La cuesta más dura, sin dudarlo.
  • Segunda cuesta: 11 m de subida en 170 m @ 6,5% de porcentaje. Dura sobre todo porque está demasiado seguida de la primera.
  • Tercera cuesta: 8 m de subida en 120 m @ 6,6% de porcentaje. No se lleva demasiado mal.
  • Cuarta cuesta: 8 m de subida en 350 m @ 2,3% de porcentaje. Larga, pero suave.

Después de las cuatro cuestas, 1 km de recuperación a ritmo fácil. Luego otra tanda de cuatro cuestas y una vez finalizadas éstas, casi 2,5 km de enfriamiento. En este último tramo hay otra subidita de 330 m que salva 11 m de desnivel (3,3%) pero que no incluyo en el lote porque la hemos subido al tran tran.

En total han sido 9,2 km en un tiempo de 51:14 a un ritmo de 5,33.

Hoy tocaba pesada y andaba algo preocupado por el aumento de peso de las últimas semanas. Había controlado un poco la alimentación y la báscula se ha portado, ya que he bajado medio kilo desde hace siete días. Hoy marcaba 68,1 kg y ya ando más o menos por donde suelo. Después del entrenamiento, la báscula marcaba 67,2 kg, lo que implica que he sudado casi un litro.

Aceleración progresiva

Hoy he hecho un entrenamiento que no debe ser muy fructífero, ya que Jack Daniels no lo tiene en cuenta en su libro 😉 Se trataba de hacer unos kilómetros de calentamiento y luego ir aumentando el ritmo en cada kilómetro. En concreto, han sido 4 km de calentamiento a un ritmo cercado a 5:30 y luego progresivamente kilómetros a 4:48, 4:44, 4:40, 4:33 y 4:28. Para terminar un último kilómetro de «enfriamiento».

Aunque el día estaba algo nublado, hacía bastante calor y no daban muchas ganas de ir deprisa, pero no se puede ir siempre al trote cochinero. Lo cierto es que me he encontrado francamente bien en esos kilómetros «rápidos».

El otro día lo comentó Emilio II y hoy he podido confirmarlo: la carrera de Carabanchel no se celebra este año. Esta carrera, organizada por la Agrupación Deportiva Corebo que se celebraba en el mes de junio este año no se va a celebrar. Parece que las carreras que se celebran cerca del barrio tienen sus problemas: en enero no se celebró la carrera de Usera y en junio no se va a celebrar la de Carabanchel. La única que parece que se salva es la carrera del Zofío que está prevista celebrarse el 19 de junio, dios mediante.

Resumiendo, han sido 10 km en 50:17 a un ritmo de 5:02, aunque nuevamente el ritmo no es lo importante. Ocurre lo mismo que con el tamaño…

Cuesteando bajo la lluvia

Hoy tenía en la cabeza la brillante idea de hacer cuestas en Parque Sur. Y cuadriculado que es uno, al final he hecho las cuestas bajo una lluvia de consideración. Tanta agua que ha acabado el terreno muy embarrado y se hacía difícil correr.

Cuando me he levantado he visto que llovía bastante, pero he seguido con la idea prevista y he salido a correr. Y he hecho bien en no esperar a que escampase porque no sólo no ha remitido, sino que cuando ya estaba terminando, llovía con más intensidad. Recordaba el refrán aquel de que mayo marcea, pero hoy más bien abrileaba, porque caía el agua a cubos. Una barbaridad.

Sin embargo me lo he pasado bien subiendo y bajando cuestas con la lluvia. En total han sido tres vueltas por un circuito de cuatro cuestas, calentando 3 km antes y «enfriando» dos 2 km después. Esto ha supuesto un total de 11 km en un tiempo de 1:01:39 a un ritmo de 5:36 aunque el ritmo, en este caso, no indique nada.

Antes de salir, malas noticias. He subido a 68,6 kg, un peso ya bastante serio que me indica que me tengo que controlar, que me estoy pasando. Supone un kilo más de los que pesaba el día de la maratón. Mucha tela.

¡Qué fácil es coger kilos y que difícil es soltarlos!

Bajo mínimos

Estamos bajo mínimos en Pradolongo. Tanto Emilio II, como Joaquín, como Quique están de «baja» por diversos motivos.

¡¡¡Mucho ánimo Quique!!!

Así que hoy cuando he llegado al punto de encuentro me encontraba más solo que la una. He empezado la marcha resignado a correr en solitario y al poco me he encontrado con Emilio, poco después con Ninfa, así que al final he corrido acompañado casi todo el trayecto.

La idea era dar una primera vuelta tranquila, como casi siempre, y una segunda vuelta algo más rápida. Y eso es lo que he hecho, pero en la segunda tampoco me he matado, he seguido un buen rato parloteando con Emilio. Luego, cuando éste se ha marchado a casa sí he apretado un poco, haciendo un par de kilómetros a ritmos cercanos a 4:30. Y es que tengo que acostumbrarme a rodar a esos ritmos si quiero mejorar mi marca de maratón este otoño.

En total he realizado 11 km en un tiempo de 55:12 a un ritmo de 5:01. Bastante contento porque parece que el problema de rodilla ha sido sólo el golpe, que no hay nada muscular.