Flow

Últimamente parece que se está poniendo de moda eso de hablar del flow. Por ejemplo, el otro día leía la frase: Neymar, el flow desequilibrante del Barcelona. La verdad es que no tengo muy claro lo que significa. Bueno, sí, literalmente flow es flujo.

¿Leo por ahí un artículo sobre la implicación motivacional de jugadores jóvenes de fútbol y su relación con el estado de flow y la satisfacción en competición? Nos vamos acercando, relaciona la motivación con el estado de flow.

Mirando en Wikipedia leo que en psicología el flujo es el estado mental operativo en el cual una persona está completamente inmersa en la actividad que ejecuta. Se caracteriza por un sentimiento de enfocar la energía, de total implicación con la tarea, y de éxito en la realización de la actividad. Esta sensación se experimenta mientras la actividad está en curso.

El estado de flujo es así llamado debido a que durante las entrevistas de Csikszentmihalyi durante 1975 las personas describían sus experiencias usando la metáfora de una corriente que les llevaba hacia adelante.

Pues algo parecido a esto he sentido en el entrenamiento de hoy. Después de una vuelta bastante tranquila luego he ido aumentando el ritmo gradualmente de 5:16 a 4:24, luego a 4:15, posteriormente a 4:12 y luego el nirvana, el estado de flow o lo que se quiera llamar. El caso es que iba concentrado en cómo dar las zancadas, cómo caer sobre los metatarsos, cómo mover los brazos y en ese estado de concentración, de intromisión, he hecho el kilómetro más rápido (4:08) sin darme prácticamente cuenta y sin esfuerzo aparente. Ha sido una experiencia interesante y emocionante.

En total han sido 9,6 km en un tiempo de 45:15 @ 4:52 min/km.

Hibernando

Respondía Joaquín el otro día a la pregunta de por qué no iba más deprisa que estaba hibernando. Comentaba que hasta el quince de marzo, día que se celebra la media maratón de Villarrobledo queda mucho todavía y que no se puede estar a tope hasta entonces. Yo también me he aplicado el cuento y esta semana es de hibernación. Ya empezaremos la semana que viene a apretar un poco, teniendo en cuenta, además, que he echado un ojo a un diez mil que se va a celebrar en Parla el ocho de febrero y que ya está, por lo tanto, a la vuelta de la esquina.

Hoy he llegado tarde porque salí tarde de trabajar y cuando quise llegar al punto de encuentro ya habían pasado casi diez minutos, así que me crucé con ellos cuando ya llevaban kilómetro y media, por lo que me ahorré un tanto. Iba un grupito de cuatro y junto a Luismi, con el que me había encontrado antes, formamos un sexteto más que interesante.

Tampoco duramos mucho juntos, ya que empezaron a apretar el ritmo y me quedé junto a Joaquín… hibernando. Y así fuimos hasta terminar las dos vueltas, que está vez no fueron completas por el «trasqui» del principio.

Fueron en total 9 km en un tiempo de 47:00 @ 5:13 min/km. Yendo siempre por encima de cinco, a un ritmo muy relajado.

Uña negra, otra vez

Después de la maratón de Sevilla de febrero empecé con una uña negra. Ya prácticamente había perdido su color, pero en la San Silvestre de Getafe otra vez se ha ennegrecido. Visto lo visto, parece que al pie no le sentó nada bien correr con la Joma Marathon.

De todas formas, a esto de la uñas negras se acostumbra uno a fuerza de cambiar y cambiar las uñas, así que tampoco hay que darlo demasiada importancia. Y más ahora que llevamos los pies cubiertos. En verano, con las chanclas, es otra cosa.

La semana anterior operaron al hermano de Nico. Así que pensé en acercarme a ver a Nico después del entrenamiento. Y así fue, acabé las dos vueltas y me acerqué. Me comentó que la operación había salido muy bien, así que ya sólo queda recuperarse.

¡Ánimo campeón a recuperarse!

Con eso de acercarme al bar de Nico, hice algo más de lo habitual, tampoco mucho, en total, 10,37 km en un tiempo de 54:13 @ 5:14 min/km.

Modo perder_peso=on

El objetivo de las navidades aparte de estar unos días de vacaciones, de visitar a la familia, de ponernos ciegos a comer y a beber, de correr la San Silvestre (nunca la vallecana) es no pasarme con el peso. Y es complicado, muy complicado.

El propósito era no aumentar más de un kilo en estas fechas. Y lo he conseguido. El día 21 de diciembre, antes de partir a participar en la Carrera del Aceite, la báscula marcaba 68,3 kg. El día 31, antes de salir a correr a la San Silvestre de Getafe, ya había subido a 68,9 kg. Y el domingo, antes de salir a entrenar, volví a subirme otra vez y la báscula marcaba 69,2 kg. Así que no me puedo quejar demasiado, pero el objetivo de los 66 kilos está cada vez más difícil.

El 17 de octubre de 2009 comencé con un sencillo plan de adelgazamiento que consistía en cuatro cosas bien simples, de sentido común, que me vinieron y me siguen viniendo fenomenal. Voy a copiar en esta entrada para «refrescar» mi memoria. La receta consiste:

  • Nada de fritos.
  • Nada de alcohol.
  • Nada de bollería industrial.
  • Nada de frutos secos, patatas fritas de bolsa, gusanitos, etc.
  • Prohibido picar entre horas, hasta un chicle es picar, ya que el estómago segrega jugos gástricos.
  • Nada de hidratos de carbono en las cenas.

Después de unos días de vacaciones, hoy he vuelto a entrenar en el horario habitual de siete de la tarde, martes y jueves. Nos hemos encontrado bastantes en el punto de encuentro, hasta seis y nos lo hemos tomado con mucha tranquilidad, estamos todos en un periodo de descanso activo, que diría el ínclito Manolo Saiz. Bueno, después de los sucedido con este individuo, seguro que «descanso activo» no es más que un eufemismo.

De todas formas, para mí ese descanso activo no es más que bajar un poco el pistón, pero sin dejar de correr… aunque ya se hablaba ayer de que el jueves la cosa iba a cambiar.

Hicimos las dos vueltas típicas completando 9,6 km en un tiempo de 54:20 @ 5:38 min/km. Más que descanso activo es casi descanso de sofá 😉

Espacio de recreo público

Me ha llamado la atención la rotulación en ciertas zonas del Parque de Pradolongo que indica que dicho parque es un espacio de recreo público. Parece algo evidente que lo es, pero el ayuntamiento lo quiere dejar claro. O quizás tendrían algunos botes de pintura sin gastar…

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Espacio de recreo público

Hoy habíamos quedado por la mañana, poco después de las nueve. Hacía bastante frío y el parque estaba como nunca lo había visto: todo helado y blanquísimo. Una preciosidad. Cualquier brizna de hierba estaba helada y, por lo tanto, blanca. Nos comentaba una asidua al parque que nunca lo había visto tan helado.

Según iban transcurriendo el tiempo, el sol iba calentando y en las zonas donde pegaba el sol el blanco iba desapareciendo. El contraste entre el verde y el blanco era también digno de ver.

El entrenamiento ha sido muy tranquilo, aunque hemos aumentado un poco el ritmo en los últimos tres kilómetros, pero tampoco demasiado. Han sido en total 10 km aunque el Garmin sólo ha almacenado 8,91 km ya que se ha quedado sin batería en ese punto. El tiempo en ese punto era de 47:45 y el ritmo 5:22 min/km.

Entrenamiento del día de Reyes

El día de Año Nuevo no tuvo mucho éxito la convocatoria de entrenamiento pradolonguero; sin embargo, hoy sí que nos hemos juntado un buen montón. En concreto hemos salido ocho del punto de encuentro, más alguno que nos hemos ido encontrado por el camino.

Antes de salir de casa el móvil decía que había cero grados, pero el sol lucía brillante y no hacía aire, así que evitando las zonas de sombra se estaba más que bien. El sol de invierno es una maravilla. Se me van a caer las lágrimas cuando tenga que volver de nuevo a entrenar por las tardes.

Salimos los ocho juntos, pero enseguida se fueron haciendo grupitos y eso que íbamos bastante despacio, pero algunos están empezando después de un periodo de inactividad, otros están algo lesionados y algunos estamos cansados. Hicimos una primera vuelta a ritmo tranquilo y una segunda… a ritmo tranquilo también.

Según iban pasando los kilómetros iba pensando en las próximas semanas y llegué a un acuerdo conmigo mismo de que iba a bajar algo el ritmo un par de semanas y no participar en ninguna carrera hasta febrero. Necesito bajar un poco el ritmo porque ayer notaba el gemelo (o el sóleo) algo cargado, así que antes que vaya a peor mejor tomarse las cosas con tranquilidad. El objetivo, compartido con Joaquín, es la media de Villarrobledo -que en un principio se celebrará el 15 de marzo- así que todavía quedan más de dos meses. Da tiempo de sobra a bajar el nivel de entrenamientos y volver a subirlo semanas más tarde.

En total han sido 10 km en un tiempo de 54:51 @ 5:29 min/km.

Echando la vista atrás, han sido tres semanas de bastante tralla, haciendo cuatro carreras a tope en tres semanas. Empecé el 21 de diciembre con la Carrera del aceite, que era el objetivo principal y no se me dio mal del todo. Acabé bastante bien, aunque quizás podría haber apretado más. Acabé el 46 de 109 participantes y séptimo de mi categoría. Curiosamente, ha sido la carrera de más nivel de las cuatro, ya que yendo a por todas quedé en el 42% del pelotón, casi a mitad.

Una semana después fue la San Silvestre de Villaverde, una carrera muy corta (estaba anunciada como de 4,3 km y tenía quinientos metros menos). En Villaverde conseguí el hecho insólito de alcanzar el segundo puesto de mi categoría. Acabé también con muy buenas sensaciones, quizás podría haber apretado más si hubiera sabido que era tan corta, aunque tampoco es que me sobrara mucho. Acabé el octavo de 222 participantes.

Tres días después hice la San Silvestre de Getafe, anunciada como una prueba de 10 km. Era una buena ocasión para ver si bajar de cuarenta minutos era factible. Fui bastante bien durante buena parte del trayecto, aunque tuve un pequeño bajón después del kilómetro siete. Desde ese punto sufrí bastante y aunque hice más de cuarenta, también es cierto que la carrera medía al menos doscientos metros más de los diez kilómetros establecidos. De las cuatro carreras de navidad, ha sido la carrera en la que más he sufrido, pero la marca ha sido buena, ya que he conseguido sobrepasar los 500 puntos de Purdy, que para mí es todo un triunfo. En concreto he conseguido 504,38 puntos que es mi décima mejor marca. Acabé el 153 de 1797 participantes, siendo el 46º de mi categoría.

La última de las cuatro carreras ha sido la de Yuncler. Es una prueba que me ha gustado mucho, mucho. Repetiré seguro el año que viene. Durante los casi ocho kilómetros me vi muy bien, a un ritmo fuerte y constante durante todo el recorrido y llegué a meta, no diré sobrado, pero sí con algo de fuelle todavía. No alcancé los quinientos puntos, pero estuve cerca, ya que obtuve 491,57 y el puesto 17 en el ranking de mejores marcas. Acabé el 54 de 365 participantes, siendo el noveno de mi categoría.

Lo peor de todo ha sido que ya estando casi curada la uña del dedo gordo del pie derecho, durante la carrera de Getafe se ha vuelto a poner morada, que se tornará negra en unas semanas. Parece que la menor amortiguación de las Joma Marathon ha sido la culpable.

No ha tenido éxito la convocatoria

Habíamos quedado hoy el día de Año Nuevo a las doce en punto para hacer un entrenamiento conjunto; sin embargo no ha tenido mucho éxito la convocatoria y sólo hemos aparecido tres. La verdad es que resulta complicado porque la Nochevieja siempre es propicia a trasnochar y muchas veces a excederse con el alcohol. Aparte de que algunos corrieron ayer y tampoco debían estar muy por la labor de hacerlo hoy también.

A las doce estábamos tres en el punto de encuentro. Estuvimos haciendo tiempo por si venía alguno más y viendo que el pelotón no aumentaba decidimos salir. A esa hora el sol calentaba, aunque a la sombra se notaba la baja temperatura. No creo que fuese superior a los cinco grados.

Hicimos las dos vueltas típicas al parque de Pradolongo charlando amigablemente y tan ensimismados íbamos en el parloteo que cuando estábamos a punto de acabar la segunda vuelta Joaquín preguntaba si estábamos todavía en la primera. Se nota que el no corrió ayer, pero la compañera y yo notábamos las piernas cansadas de la carrera de ayer.

Hicimos 9,6 km en un tiempo de 53:00 @ 5:29 min/km. Un buen regenerativo y una magnífica compañía.

Y con este entrenamiento queda inagurado el año 2015.

Por fin

Echaba de menos un control de las equipaciones en Garmin Connect, así que ha sido una sorpresa encontrar que con la nueva versión lo han incluido. Además al dar de alta una nueva equipación, al poner la fecha de primer uso te permite asignar esa equipación a todas las actividades desde esa fecha. ¡Ya tengo dos añadidas!

Lo cierto es que la web de Garmin Connect ha cambiado bastante y a mejor, desde mi punto de vista.

equipamiento-garmin-connect
Control de la equipación en Garmin Connect

Por cierto, me acabo de dar cuenta que las Mizuno están llegando al fin de su vida útil.

Hoy es mi último día de trabajo este año, así que a partir de hoy entrenaré por la mañana hasta que vuelva otra vez a la rutina laboral. Así, hoy es el último día de entrenamiento nocturno de este año.

Nos hemos juntado cuatro pradolongueros en el punto de encuentro y hemos dado una primera vuelta todos juntos, luego hemos apretado un poco. Tampoco quería apretar mucho que mañana me va a tocar entrenar también. En total han sido 9,6 km en un tiempo de 53:21 @ 5:30 min/km.

Curioso nombre para una carrera

Mañana se celebra en el lugar donde trabajo una carrera que han denominado San Silvestre Retoniana. Resulta curioso el nombre y que se celebre un 19 de diciembre, pero al ser algo festivo da igual el nombre, la fecha, la distancia y casi todo lo demás.

El nombre viene a que se está celebrando un reto lanzado por la empresa que propone a un grupo de gente que mejore sus hábitos de vida. Y dentro de este reto han propuesto la celebración de esta carrera de carácter no competitivo.

El caso es que llevo un par de días dando vueltas si participar o no. De hecho mientras iba corriendo seguía con el runrún en la cabeza, pero en los últimos kilómetros del entrenamiento he decidido no hacerlo. Llevo un par de meses preparando la carrera del domingo y no era cuestión de lesionarme a dos días de mi reto.

Puede sonar ridículo lo de pensar en la posibilidad de lesionarme, pero ya me pasó en la media de Getafe de 2011 que me lesioné misteriosamente el día antes y no me estaba por la labor de repetir experiencia. Así que aún sintiéndolo mucho, opté por lo más sensato.

No es de extrañar que con este asunto en la cabeza hiciera una primera vuelta al trote cochinero, nada menos que a 5:52, por lo que aceleramos un poco en la segunda vuelta. El primero kilómetro de esa segunda vuelta lo hicimos mi tocayo y yo en 4:55 y parecía que íbamos a toda pastilla. Luego aceleramos más todavía e hicimos los siguientes un poco por debajo de 4:30. Después ya relajé un poco la máquina, que el domingo hay que darlo todo.

Completé las dos vueltas haciendo 9,6 km en un tiempo de 51:04 @ 5:18 min/km.

Duro, muy duro

Hoy he llegado a casa tarde y con pocas ganas de nada. Lo dejaba muy clarito en Twitter…

correr-ojos

Sin embargo, en un extraño arranque de cordura (o de locura, ¡quién sabe!) he decidido salir aunque era tarde y sabía que no encontraría a nadie de los compañeros habituales. Y no sólo eso, además me ha dado el punto y he decidido hacer unos miles, que hacía un montón de tiempo que no los hacía.

Podía haber mirado los ritmos que sugiere Jack Daniels, pero a ojímetro he pensado que 3:50 estaría bien. Salgo de casa, pongo el Garmin para que se sincronice con los satélites, llego al parque, sigo esperando a que sincronice, me aburro de esperar, comienzo a correr, sigo esperando a que sincronice y cuando llevo algo más de dos kilómetros de circuito por el parque se sincroniza. Ha tardado prácticamente un cuarto de hora en ponerse disponible. Tengo la sensación de que este chisme está alcanzando el final de su vida. Veremos lo que aguanta.

Continué sin poner en marcha el cronómetro hasta más o menos tres kilómetros, cuando me situé en la «línea de salida» para hacer los miles. El primero bien, salí bastante rápido y tuve que aflojar un poco el ritmo porque veía que iba a cumplir el objetivo con creces. Salió a 3:49. La cosa parecía factible.

El segundo mil también estuvo dentro de lo previsto, salió incluso un segundo más rápido, pero ahí me di cuenta de que la cosa no iba a ser fácil. Pero es que este tipo de entrenamiento nunca es fácil.

En el tercer mil me ocurrió una cosa rara. Iba corriendo y cuando llevaba más o menos la mitad, me desconcerté un tanto y no tenía muy claro por donde tenía que ir, así que acorté un tramo por el seto que separa el camino de ida del de vuelta. Ese recorte me hizo perder preciosos segundos y el mil se me fue a 3:54 y al terminar me di cuenta de lo duro que es esto. Ya no estoy acostumbrado (si es que alguno vez lo he estado) a hacer estas repeticiones.

cinco-miles-3-50

El cuarto mil se me hizo duro, pero duro de verdad, tanto que sólo fui capaz de bajar un segundillo del anterior en el que se me había ido la pelota.

Ya sólo quedaba el último. Ese en el que hay que echar toda la carne en el asador; sin embargo, ya había poca carne que echar. Por más que lo intenté, no iba y no iba. Repetí los 3:53 del mil anterior.

Resumiendo la chapa. Que se me hizo muy duro y que lo hice justo al revés de cómo recomiendan. Si lo aconsejable es hacer el primer mil más lento y luego ir mejorando, yo lo hice al revés. Tendré que hacer alguna serie más de esta distancia a ver si voy mejorando el asunto.