Perro o gato

He leído una de esas bobadas que hay por el ciberespacio, que vienen bien para rellenar una entrada del blog cuando no se tiene mucho que decir. El artículo habla sobre los diversos tipos de corredores, los cuales simplifica y los clasifica en perros o gatos. Perros: corren en manada y relajados. Gatos: corren solos y son serios. Difícilmente se puede encajar a un corredor en uno solo de estos grupos, ¿no se puede correr relajado cuando se corre solo? ¿No se puede correr con otros corredores y tomarse las cosas en serio? En fin, que como broma está bien, pero poco más.

No tengo claro si soy corredor perro o gato, aunque reconozco que me gustan más los felinos que los cánidos. Así que aprovecho esta entrada para poner una foto de una felina que trata de camuflarse entre peluches.

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Gata camuflada

Hoy, entre unas cosas y otras, se nos ha hecho muy tarde, poco después del mediodía. Tocaba día largo y lento, por lo que hemos elegido el Parque Lineal. Bueno, no ha sido largo y lento de la forma habitual. Hemos puesto en práctica un entrenamiento que Hal Higdon denomina «Entrenamiento 3/1». Consiste en dividir la carrera en cuatro partes y realizar las tres primeras a un ritmo lento y en la última parte acelerar el ritmo aunque sin llegar al ritmo de carrera.

Con esas intenciones hemos salido. Como la idea era hacer 18 km y una cuarta parte es 4,5 km, hemos redondeado la última parte a 5 km para cronometrarlo mejor. Así, hemos recorrido los primeros 13 km a un ritmo de 5:32 min/km y los últimos 5 km a un ritmo de 5:14 min/km, por lo que hemos totalizado 18 km en un tiempo de 1:38:01 a un ritmo de 5:27 min/km. Un buen entrenamiento, sin lugar a dudas.

Ni con riendas

Como ya he comentado en entradas anteriores, me he planteado acompañar a una amiga en la próxima maratón de Madrid. Además, estoy tratando de poner un poco de orden en sus entrenamientos, pero no me hace ni caso. El viernes tenía que ir a ritmo de maratón, sobre 5:11 min/km y me los hace a poquito más de cinco. Hoy tocaba día largo y fácil y según Daniels el ritmo debía rondar los seis minutos kilómetros. Conociendo su poca afición a rodar tan despacio, fijé un ritmo de 5:30 para las tres cuartas partes primeras (12 km) y tratar de ir a ritmo de maratón en el último cuarto (4 km). Pero a esta chica ni con riendas (o lo que es lo mismo con el Garmin en la muñeca) soy capaz de sujetarla. En cuanto me descuido, acelera el ritmo y es que dice que cuanto más despacio va, más le duelen las piernas; sin embargo, estos días largos y lentos hay que sacrificarse un poco y marchar a ese ritmo lento aconsejado. Hay que enseñar al cuerpo a que utilice las grasas como combustible, que luego viene muy bien cuando se afronta la distancia de Filípides.

De todas formas, hoy he conseguido frenarla un poco y aunque bajábamos algunos segundos del ritmo objetivo, se compensaba con el primer kilómetro que ha sido lentísimo. Lo malo es que en el último cuarto, cuando tocaba aumentar el ritmo, ha empezado a soplar el viento en contra y bastante viento además. Eso, sumado a que el terreno es ascendente ha provocado que no llegásemos a alcanzar el ritmo de maratón. La suerte que hemos tenido es que el viento ha empezado a soplar casi al final del entrenamiento porque luego ha ido creciendo de intensidad más y más.

Hoy ha sido la primera tirada larga de cara a la maratón del rock and roll, aunque sólo hayan sido 16 km. A estas alturas parece que son muchos kilómetros, pero dentro de dos meses nos parecerá una distancia ridícula, casi como un calentamiento. Esos 16 km los hemos recorrido en 1:26:53 @ 5:26 min/km más o menos al ritmo previsto.

No lo entiendo

Hoy hemos ido al Parque Lineal para hacer una tirada larga. Me ha resultado curioso ver que había multitud de farolas encendidas en el parque de Pradolongo. Digo curioso porque hemos salido a las 11:30 de la mañana. No entiendo que cuando salimos por la noche las farolas están apagadas y hoy por la mañana estén encendidas. La única esperanza es que estén arreglando el alumbrado. ¡Sería la bomba!

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Farolas encendidas a media mañana en el parque de Pradolongo

Hemos ido a buen ritmo a la ida y hemos conseguido mantener un ritmo similar a la vuelta. De hecho hemos conseguido batir nuestro récord del circuito, ya que hemos hecho el recorrido de 16 km en un tiempo de 1:23:00 @ 5:11 min/km.

En casi perfecto estado de revista

Hoy han sido sólo 16 km a ritmo suave, además disfrutando de la compañía de una amiga que me ha acompañado en este último entrenamiento largo. Resulta curioso cuando en el mes de agosto empezaba con los días largos haciendo este kilometraje y me parecía mucho y hoy me ha parecido un simple paseo. En esto consiste el entrenamiento para la maratón, en conseguir que una gran kilometrada se convierta en un juego de niños.

Decía que estoy en casi perfecto estado de revista porque aunque los entrenos para la maratón han ido bien, la rodilla izquierda me sigue molestando y llevo unas semanas con unas ligeras molestias en el glúteo, que noto sobre todo cuando aumento la velocidad. Curiosamente la molestia en el gemelo derecho casi no la noto. Creo que después de la maratón voy a estar unas semanas sin correr… o al menos debería.

Hemos ido al Parque Lineal a realizar el trayecto habitual y hacía un frío y un viento de mil diablos. He salido con la indumentaria que llevaré el próximo domingo y he pasado fresquete, las manos no se han llegado a calentar en todo el entrenamiento, aunque me temo que en NY va a hacer más frío todavía. De hecho temo más que a la carrera en sí a esas más de tres horas que hay que pasar en Fort Wadsworth y sobre el puente de Verrazano esperando a que empiece la carrera, aunque pienso ir bien pertrechado.

Con las lluvias caídas estas últimas semanas, el Parque Lineal está precioso, da gusto correr por los márgenes del Manzanares con ese verdor y viendo como las hojas de los árboles se van tornando de los típicos colores otoñales. El invento de Madrid Río estará muy bien, pero prefiero el Parque Lineal de aquí a Lima.

Poco más que contar, hoy han sido 16 km en un tiempo de 1:23:05 @ 5:12 min/km, un ritmo muy suave para no castigar las piernas. Ya sólo queda un entrenamiento de poca monta el martes y sesión de fisioterapia justo después y quizás el sábado me anime a ir a un entrenamiento dirigido por Chema Martínez para los Amigos de Proniño ya en la gran manzana.

Gata al sol
Hoy era un día para estar al solecito

Entrenamiento en fatiga

En este artículo de la revista Runner’s vienen cuatro consejos para triunfar en la maratón: fatiga acumulada, apura la recuperación, mejora progresiva y simulación de la pista. Me interesa el primer punto, veamos qué dicen cuando hablan de la fatiga acumulada.

Según la filosofía de los Hanson, entrenar estando fresco está sobrevalorado. El éxito en los 42 km requiere “enseñar a tu cuerpo a correr rápido cuando tus piernas están cansadas”, afirma Hanson.

Empezar cada entrenamien­to con fatiga residual prepara a los corredores para el desafío físico y mental de los últimos kilómetros de un maratón. Trata cada entrenamiento con la misma importan­cia, para que no te sientas tentado a suavizar el día anterior a una tirada larga o un entrenamiento duro.

Resulta muy interesante lo que dice. La gracia de la maratón está en los últimos kilómetros, de hecho decía Martín Fiz que los primeros treinta son para hidratarse y los últimos doce para correr y no va nada desencaminado. Ahora bien, ¿cómo entrenar para tener las piernas como en esos últimos kilómetros de la maratón? Obviamente, una forma es entrenar 42 km, pero desde mi punto de vista eso significa estar mucho tiempo corriendo y tengo mis dudas de que eso sea bueno. Además, si entrenas esa distancia, ¿qué encanto tiene correr una maratón?

Lo que hago para simular esas condiciones de piernas cansadas es realizar el día antes del día de la tirada larga hacer unos cuantos kilómetros a ritmo de maratón, eso es un entrenamiento duro y se nota al día siguiente que las piernas no están frescas. De esta manera esa tirada larga se convierte en algo más que recorrer una larga distancia a ritmo suave. Y hoy no iba a ser una excepción.

Lo normal es que haga la tirada del sábado por la mañana; sin embargo, como ayer participé en la nocturna de Toledo, me tocó correr por la tarde/noche. De esta manera debería tener las piernas algo más cansadas de lo habitual ya que sólo habían transcurrido unas catorce horas desde que dejé de correr. Por bueno, siendo sinceros, tampoco me esforcé en exceso ayer, por lo que tampoco estaban demasiado mal.

Ya en pleno proceso de disminución de kilómetros, hoy domingo había planeado hacer 25 km, dando un par de vueltas a Pradolongo y bajando hasta el circuito del Parque Lineal. Hoy no era cuestión de madrugar para dejar que las piernas descansasen algo más, por lo que no puse el despertador y eran casi las once cuando me ponía en marcha.

Había dividido el entrenamiento en tres partes: una primera de 9 km que pensaba hacer a un ritmo de 5:10, una parte intermedia de 8 km a un ritmo de aproximadamente 5:00 y una tercera, también de 8 km, algo más rápida, sobre los 4:50. Pero ya desde el principio iba algo más rápido y fui bajando los ritmos objetivo que me había marcado.

Terminé haciendo los 25 km en un tiempo de 2:03:59 a un ritmo decente (4:56 min/km) y con buenas sensaciones… bueno, no del todo, ya que notaba una ligera molestia en la parte externa del gemelo de la pierna derecha. Tengo que visitar a Josefa para que la cosa no vaya a más y de paso me deje apañado para la maratón.

Hoy era también un ensayo general de cara a la maratón utilizando la misma indumentaria que llevaré ese día. La camiseta de Proniño no me gustó demasiado ya que se empapaba y no «suelta» la humedad, por lo que vas notando una carga, especialmente en la espalda, donde va moviéndose. Tampoco me gustó el sistema de llevar el móvil en el brazo, lo apreté demasiado e iba incómodo, pero si lo hubiese aflojado se hubiese caído. Había pensado llevar el móvil para hacer algunas fotos antes de la salida, pero me parece que me tendré que conformar con lo que registre mi retina.

¿Cómo se puede ser tan canalla?

Hoy tocaba hacer kilómetros a cascoporro. Para no hacerlos todos en solitario, me he acercado a eso de las nueve al punto de encuentro de mis compañeros pradolongueros que no es el mismo que el habitual. Allí estaban cuatro compis preparados para empezar el entrenamiento y con ellos he dado dos vueltas. Mientras pasaban los metros, Esteban me ha comentado un suceso que me ha dejado patidifuso. Resulta que unos canallas, unos miserable -por no decir cosas peores que todos tenemos en mente- han asaltado a la curandera de Bargas con el objeto de robar el dinero que obtiene de sus «curaciones». Para ello han infringido daños físicos tanto a Milagros como a su cónyuge, pero lo peor no ha sido la violencia física ejercida puntualmente en un determinado momento, sino el daño psicológico que supone un golpe de aquesta guisa. Esta canallada ha provocado que Milagros deje de practicar sus artes después de tantos años haciéndolo, lo cual es una tristísima noticia. Muchos vamos a echar de menos sus manos milagrosas.

Y yo me pregunto, ¿cómo se puede ser tan canalla para cometer tal tropelía? ¿Cómo puede alguien meterse con unos ancianos cuyo único fin ha sido hacer el bien al resto de mortales? La respuesta parece clara, las personas nos hemos vuelto tan miserables que no nos importa pasar por encima de unos ancianos para conseguir dinero, dinero que derrocharán sin ningún remordimiento. Sinceramente, espero que estos indeseables acaben en el trullo y se pudran durante el mayor tiempo posible.

Lo cierto es que la noticia me ha dejado algo apesadumbrado e iba dando vueltas a la cabeza al asunto cuando, después de dejar a los compañeros pradolongueros, he marchado en solitario hacia el Parque Lineal. Después de esas dos vueltas en Pradolongo me quedaban todavía un porrón de kilómetros por hacer, pero he tenido la fortuna de encontrarme con una amiga cuando todavía no había completado la totalidad del recorrido. Su compañía ha aliviado mi soledad, por lo que el entrenamiento largo se me ha hecho más llevadero entre unas cosas y otras.

En total he recorrido 27,6 km en un tiempo de 2:24:31 @ 5:14 min/km y la verdad es que he acabado bien de piernas, mejor de lo que pensaba. De esta forma acabo la semana con algo más de 66 km siendo una de las más largas del plan de entrenamiento. La semana que viene será incluso de más kilometraje y después ya empieza la tendencia a invertirse para llegar con las piernas frescas a la salida de la maratón.

Terrible

Hoy hemos cometido la imprudencia de salir a correr casi a las doce de la mañana en un día muy caluroso. Con aquello de que ya estamos en septiembre, pensábamos que el día iba a ser más llevadero, pero una temperatura cercana a los 30º ha hecho que una jornada fácil se haya convertido en una jornada dura, terrible por el calor.

Salí con una amiga con la intención de acompañarla los 16 km por el Parque Lineal y luego hacer en solitario un poco más, pero mi compañera de viaje empezó a sufrir los efectos de la calorina y empezó a ir cada vez peor. Poco antes de llegar al kilómetro 13 paramos en una fuente del Parque Lineal para rellenar la botella y refrescarnos, pero ni aún así fue suficiente. En el 14 mi compañera se paró harta ya y yo continué ya en Pradolongo con la intención de dar una vuelta de las típicas.

Empecé a sentir sed en esos kilómetros y como no hay ni un puñetero grifo en las diez fuentes existentes en el parque iba de mal en peor, con la boca totalmente seca, aunque empecinado en no disminuir el ritmo (no sé por qué). Me vino de perillas que el semáforo de Rafaela Ibarra estuviera en rojo para los peatones porque me permitió coger algo de aliento con el que afrontar los últimos 300 metros del entrenamiento, que son los más duros ya que suben la cuesta de la calle del Parque de la Paloma y con la paliza que ya se lleva en las piernas.

Al final realicé 21 km en un tiempo de 1:49:35 @ 5:13 min/km y acabé bastante cansado y, sobre todo, con la boca más seca que la mojama.

Hoy era un día para pasarlo como el de la foto y no para salir a correr.

Gato dormitando
Gato dormitando

Como un truco de magia

Llevaba tiempo sin hacer kilómetros más allá del Parque Lineal. Hoy tenía que hacer una tirada larga y después del parque he seguido por el camino que marcha paralelo a las vías del AVE, conocido como Camino del Malecón. Después de pasar por debajo de la M-45 había un puente que cruzaba las vías del AVE. Cual ha sido mi sorpresa al ver que ya no estaba el puente. Era claro que al hacer la nueva vía algo tenían que hacer, pero no pensaba que fuera eliminar el puente. Ha sido como un truco de David Copperfield, nada por aquí, nada por allá y tachán… el puente ha desaparecido. Menos mal que como un kilómetro después está el puente de La Gavia y éste permite cruzar las vías hasta el Camino de los Aceiteros.

Puente desaparecido
Puente desaparecido

Ayer por la tarde llovió en Madrid y pensaba que haría fresco, pero me he equivocado totalmente. El caso es que al salir hacía casi frío, pero después el sol pegaba de lo lindo, menos mal que por el parque hay bastante sombra. Aún así se hacía notar la calorina. Después de unos días más frescos, de nuevo el calor ha hecho acto de presencia.

Salí con la idea de ir en la primera mitad sobre 5:15 y luego volver sobre 4:45 para realizar una media cercana a los cinco minutos, pero fui más deprisa de lo que debiera (5:06), por lo que a la vuelta fui más despacio de lo previsto (4:53), además notaba que me costaba, cuando debería de haber sido un ritmo más o menos cómodo. Se nota que la paliza del jueves y de ayer había hecho mella en mis piernas. Aún así, terminé el entrenamiento subiendo la cuesta del Parque de la Paloma, por lo que totalicé 19,5 km en un tiempo de 1:37:20 @ 4:59 min/km.

Acabo de darme cuenta de que con este entrenamiento he sobrepasado los mil kilómetros con las Asics Gel Pulse que estrené en el mes de febrero. Ya tengo otras en la reserva para sustituirlas. Creo que me han dado un resultado muy bueno, no me puedo quejar.

Demasiado calor

Esta noche ha sido de las jodidas para dormir por el calor, por lo que he dormido mal y me he levantado con pocas ganas de nada; sin embargo hoy tocaba hacer una tirada larga. Al salir a eso de las nueve de la mañana, ya había 27º y el problema no era sólo el calor, sino que había un bochorno horroroso.

Las piernas han tardado entre cuatro y cinco kilómetros en entrar en ponerse en condiciones, pero las de mi amiga no iban y no iban. Al final no ha podido aguantar todo el kilometraje, aunque tampoco le hace falta, que ella no está preparando ninguna maratón.

A partir del kilómetro once me he quedado solo y he apretado un poco el ritmo, pero sólo un poco, que no estaba la cosa para muchas alegrías. Afortunadamente, entre la botella de agua que me he llevado y los grifos del Parque Lineal, nos hemos hidratado bien y eso es lo importante en estos días tan calurosos. Hidratación, hidratación y más hidratación es lo más importante cuando hace calor. Que no se nos olvide.

Al final he recorrido 16 km en un tiempo de 1:23:59 a 5:15 min/km. La rodilla a nivel 4 durante el tramo que he ido acompañado, luego al aumentar el ritmo me ha aumentado la molestia (ha subido a nivel 5), cosa rara.

Cuantificando el dolor

Llevo unos meses con molestias en la rodilla, parece que es el rotuliano lo que me está dando guerra. Hoy según iba corriendo se me ha ocurrido tratar de cuantificar el dolor, si es que es eso posible, ya que es una cosa muy subjetiva para ver si la cosa mejora o al revés. Se me ha ocurrido algo como esto:

10 Dolor insoportable, es necesario parar
9 Dolor casi insoportable, no paro por vergüenza torera
8 Dolor muy intenso, se me pasa por la cabeza pararme frecuentemente
7 Dolor intenso, muy molesto, pero parece que se puede seguir hasta cierto punto
6 Dolor casi intenso, empieza a fastidiar
5 Dolor soportable, se nota que hay algo, pero se lleva lo mejor que se puede
4 Molestia que siempre está ahí, pero se corre bien
3 Molestia perceptible, pero no molesta demasiado
2 Molestia pasajera, se nota algo de vez en cuando
1 Molestia casi imperceptible, pero algo hay

Ayer estuve de cumpleaños, así que ingerí comida más de la cuenta. Hoy tocaba «purgar» la pena, por lo que he hecho más kilómetros de lo habitual. He salido acompañado al circuito del río, pero dándome la vuelta en el segundo puente, totalizando de esta manera 12 km en 1:03:36 @ 5:18 min/km. Una buena media para un día largo y lento.

El dolor de rodilla ha sido de 5 aunque en algunos puntos ha llegado al 6. Esperemos que la cosa no vaya a más.