Todavía no me lo creo

El domingo hice la mejor maratón de mi vida, sin lugar a dudas. No es sólo por la marca obtenida, que es mi nueva MMP, sino porque en los últimos kilómetros todavía tenía fuerza en las piernas. No voy a decir que las tenía frescas, pero todavía quedaba fuelle.

Lo que me resulta más curioso es que con una preparación similar afronté la maratón de Málaga y sufrí en los últimos cuatro kilómetros y sin embargo en Madrid, infinitamente más dura, acabé fenomenal, sin sufrir en ningún momento. Me gustaría saber qué ha cambiado con respecto a la otra maratón.

Cosas que se me ocurren que he hecho de manera distinta:

  • No he hecho tantas tiradas largas (> 20 km) dominicales. No sé si hacer menos es mejor para las piernas, pero sí para la cabeza, ya que te quemas menos, que luego se hace muy largo.
    • Para Málaga: 21, 25, 26, 28, Media de Ciudad Real, 25, 30, y 24. Total: 200 km.
    • Para Madrid: Media de Getafe, Media de Fuencarral, Media de Villarrobledo, 25, 30 y 25. Total: 143 km.
  • No me he obsesionado con la maratón. Este año me planteé como objetivo primaveral hacer una buena marca en Villarrobledo y eso hizo que el entrenamiento fuera dirigido a la media y no a la maratón. Después de la media, justo a un mes de la maratón, empecé a pensar en la maratón, pero lo dicho, sin obsesionarse.
  • He hecho más entrenamientos de calidad y menos tiradas largas. Pero la calidad, sin abusar, que es muy lesiva. Como mucho una vez por semana y algunas semanas, ni eso. Entre estos entrenamientos de calidad incluyo un par de carreras muy cortas donde fui a tope y además de eso: un poco de fartlek, algunos miles, algunos quinientos y algunos kilómetros a umbral. Tampoco quiero olvidarme de esos días en los que los dos o tres últimos kilómetros hemos ido a cuchillo, eso también fortalece las piernas.
  • Es una buena idea hacer la tirada de 30 km por la Casa de Campo. Te deja las piernas para el arrastre unos cuantos días, pero de cara a un circuito tan rompe piernas como Mapoma es un muy buen entrenamiento.
  • He utilizado el circuito de Parque Sur para hacer los kilómetros a ritmo de maratón. Es un circuito más duro que Pradolongo o el Parque Lineal, pero no exageradamente duro como puede ser la CdC.
  • El punto anterior me lleva a éste. No me he tomado como algo obligatorio hacer todos los sábados entrenamientos a ritmo de maratón, por ejemplo, el domingo que hice 30, el día anterior me lo tomé con más calma.
  • He hecho las tiradas largas con un poco más de ritmo de lo que hacía antes. Otras veces hacía estas tiradas largas a un ritmo muy tranquilo y más o menos constante de principio a fin. Esta vez he seguido esa norma (aunque lo haya hecho más rápido) que dice que hay que salir a ritmo de maratón + 20% y terminar a ritmo de maratón + 10%.

Y no se me ocurren más diferencias entre la preparación de una maratón y otra. Ahora veremos que cosas creo que debería de seguir haciendo:

  • Lo primero y lo más principal es seguir entrenando con mis compañeros de Pradolongo. Los entrenamientos conjuntos dan una motivación especial para seguir corriendo. Además los piques con los compañeros mejoran la forma.
  • Utilizar las tablas de Daniels para ver los ritmos que debo seguir en los distintos entrenamientos.
  • Seguir con mis ejercicios de fortalecimiento de piernas y hacer abdominales de vez en cuando.
  • Seguir controlando el peso, aunque sin exagerar, que he llegado a esta maratón con kilo y medio más que a Málaga y se me ha dado mejor.
  • Pasar por las manos de Josefa. Esta vez ha sido el día antes y creo que me ha venido mejor que nunca porque notaba las piernas muy sueltas.

Es muy importante el día de la carrera no fijarse demasiado en el cronómetro y fiarse más de las sensaciones. Es el cuerpo el que te debe marcar el ritmo, no el reloj.

El domingo por la tarde tenía las piernas como nuevas. El lunes ya notaba los cuádriceps algo cargados y hoy martes, creo que incluso los notaba algo más cargados, no sé si porque salí el lunes a trotar un par de kilómetros.

Hoy habíamos quedado como siempre a las siete a contarnos nuestras vivencias en la carrera y he dado algo más de una vuelta, totalizando 7 km en un tiempo de 43:29 @ 6:13 min/km. Un muy buen ritmo regenerativo. Al terminar, se cumplió la paradoja de siempre, tenía las piernas mejor que al comienzo.

El domingo, nada más levantarme la báscula marcaba 68,8 kg, un peso considerable. Pero me fui tan feliz pensando que llevaba el depósito de combustible lleno. Imagino que se debió notar las cuatro porciones de tarta que me comí el sábado. A la vuelta, después de beber un par de botellas de agua, un refresco y una botella de bebida isotónica, el peso era de 67,3 kg. Muy poca pérdida de peso para lo que acostumbro, debió ser que lo que iba sudando lo iba reponiendo en los puestos de avituallamiento que había cada 2,5 kilómetros.

Para terminar, una foto de Sebastián Navarrete hecha en el kilómetro 36 o cerca. Ingresaré un par de euros a Médicos Sin Fronteras por la foto como aconseja el autor.

Junto a Miguel, en el km 36
Junto a Miguel, en el km 36

Sólo una semanita

Ya sólo queda una semanita para el día M. Ya iba siendo hora de que llegase el momento. Cuando íbamos corriendo comentábamos que nos conformábamos con el tiempo que estaba haciendo hoy, que aunque hacía sol, la temperatura era fresca. Mirando en la previsión a un semana, parece que hará buen día para correr, con máximas de 18º y mínimas de 7º y con algunas nubes, aunque de aquí al día M van a cambiar las previsones unas cuantas veces, seguro.

Para no castigar las piernas, que ya sólo necesitan descanso, hemos ido a un ritmo bastante llevadero durante los 15 km del circuito del río. Hemos ido de charleta y se me ha pasado el tiempo volando, ¡si me ha parecido más corto que las habituales dos vueltas a Pradolongo!

Los 15 km los hemos recorrido en un tiempo de 1:16:55 @ 5:08 min/km y aunque me sigue molestando un poco la rodilla, me parece que voy a llegar en un buen estado de forma.

Ayer me pesé justo antes de salir a correr y la báscula marcaba 68 kg, parece que ha bajado un poco de lo que marcaba en las últimas semanas. A ver si consigo perder algo estos días.

Congelado

Esta primavera me trae loco. Hoy he pasado frío, pero frío de verdad. He llegado con las manos como bloques de hielo y es que sólo a mí se me ocurre salir en manga corta y pantalón también corto. El caso es que hacía fresco cuando quedé con Jesús a las diez en punto, pero pensaba que entraría en calor; sin embargo, el día no abría y el frío se hacía notar. No entré en calor en ningún momento y sobre todo lo sufrí en las manos, totalmente heladas. Y eso antes no me ocurría… pero la edad no perdona.

Igual que el jueves, volvimos a bajar al circuito del Parque Lineal para hacer los 15 km de rigor a la orilla del río y luego hacer tres más para completar 18 km en total. Aunque es la primera semana de tapering, no me lo he tomado al pie de la letra porque considero que he hecho pocos kilómetros para la maratón, así que aunque debiera haber hecho menos considero 18 km apropiados para el estado en el que me encuentro.

Después de comernos algunos mosquitos por el Parque Lineal y realizar poco más de media vuelta, completamos los 18 km en un tiempo de 1:30:04 @ 5:00 min/km demostrando Jesús que se encuentra en un buen momento de forma.

Antes de salir, la báscula me dio una desagradable noticia, aunque ya lo esperaba después de ingerir torrijas a diestro y siniestro durante la semana. La báscula marcaba 68,5 kg, por lo que me voy a tener que controlar bien la alimentación estas dos semanas para quitarme un poco de lastre.

Malas horas para correr

Hoy sábado me ha tocado trabajar por la mañana, aunque afortunadamente, no suele ser una cosa habitual. Eso ha provocado que saliese a correr a una hora totalmente intempestiva: a las dos y media de la tarde y, por supuesto, sin comer. Y se ha notado porque he acabado desfallecido, he llegado a casa que devoraba.

Habitualmente utilizo los sábados para entrenar a ritmo de maratón, pero dado que tuve problemas en el gemelo, he preferido no forzar y hacer un rodaje a un ritmo más asequible, aunque por Parque Sur que es un circuito un poco más duro que Pradolongo o que bajar al río. Incluso a ese ritmo, he llegado cansado y sobre todo asustado pensando en lo que me queda mañana, que esta semana es la más larga del entrenamiento maratoniano.

El entrenamiento de hoy ha consistido en recorrer 20 km en un tiempo de 1:37:26 a un ritmo de 4:52 min/km, obteniendo 28,4 puntos.

La báscula me ha dado una mala noticia. Marcaba nada más y nada menos que 68,3 kg ¡¡¡un kilo y medio más que la semana pasada!!! Me da la sensación de que o la semana pasada pesó de menos, o ésta ha pesado de más. Por curiosidad volví a pesarme después del entrenamiento y marcaba 66,0 kg. Nada menos que 2,3 kg de pérdida de peso en 20 km. Una burrada.

¡Qué mal rollo!

Hoy tocaba la primera tirada larga de cara a la maratón de Madrid. Llamo tirada larga a todo entrenamiento de una distancia superior a una media maratón. Tengo (o tenía) previsto hacer tres tiradas largas: hoy tocaba 25 km, el próximo domingo, 30 km y el siguiente, otra vez 25 km. Ya veremos si puedo cumplir este plan porque he tenido problemas en el gemelo derecho, justo después de pasar el meridiano del entreno.

Había divido el entrenamiento en tres tercios: el primero de 8 km a un ritmo de 5:15, el segundo también de 8 km a 5:00 y el tercero de 9 km a un ritmo de 4:45. Curiosamente, el tramo que más me ha costado ha sido el primero porque las piernas se me iban, no podía contenerlas. El segundo, me ha resultado bastante llevadero y el tercero, pensaba que me iba a costar más después de llevar 16 km en las piernas, pero he podido mantenerlo bien. De propina y para terminar el entrenamiento, he acabado subiendo la cuesta de la calle del Parque de la Paloma, para ir acostumbrando la mente y las piernas a la cuesta de Alfonso XII.

Hoy hacía bastante calor, quizás el día más caluroso del año, por lo que me ha venido de perillas la gorra y la botella de agua. He salido dirección el Parque Lineal y he ido francamente bien a la ida, con un ligero problema de rodilla no preocupante, pero ha sido justo dar la vuelta para volver por donde había venido cuando he notado el gemelo derecho muy tirante, excesivamente tirante, como si tuviese una contractura. Me he asustado un poco, pero he podido continuar sin excesivos problemas, pero ahora noto que estoy un tanto fastidiado. Peligra mi participación en la maratón de Madrid. Tampoco es que me preocupe demasiado, pero ya que estoy inscrito…

He acabado con 25,2 km en un tiempo de 2:05:20 @ 4:57 min/km haciendo los tres tramos a un ritmo de 5:11 el primero (8 km), 4:57 el segundo (8 km) y 4:49 el tercero (9,2 km). Ese último tramo ha sido algo más lento de lo previsto debido a la última subida, donde el ritmo se me ha ido un poco.

Ahora mismo soy un poco pesimista, veremos si esta semana a base de estiramientos y automasaje la cosa mejora, aunque sospecho que tendré que visitar de nuevo a Josefa.

Ayer, como todos los sábados, me subí a la báscula. Marcaba 66,8 kg, un peso más bajo de lo habitual, se nota que entrené el día anterior.

VIII Media maratón de Villarrobledo

Hoy he participado por segunda vez en la media maratón de Villarrobledo. El año pasado me gustó mucho la carrera y la organización y este año he repetido aunque la carrera se celebre a 200 km de mi casa.

Esta vez habían retrasado la salida una hora, lo cual es de agradecer si vives tan lejos, por lo que no tuvimos que darnos un madrugón exagerado. A las ocho menos cuarto salimos de casa y antes de la diez ya estábamos allí y todavía quedaba una hora para que empezara. Contactamos con Joaquín y los otros compañeros pradolongueros (Emilio, Andrés y Quique) para que nos dieran el dorsal y el chip ¡¡¡muchas gracias Joaquín por todo!!! y entre dejar la bolsa en el guardarropa, colocarse el chip, estirar y calentar un poco, fue llegando el momento de la salida.

Por fortuna, la salida y la llegada es en el polideportivo y éste es muy amplio, por lo que gran parte del calentamiento lo hicimos dentro del polideportivo, ya que el día era un poco fresco debido a un viento bastante intenso. Cinco minutos antes de las once nos fuimos acercando a la línea de salida, donde podíamos ver a Abel Antón, que según la megafonía se disponía a realizar la carrera en 1h25, por si alguno quería seguir su estela.

Después de la grata impresión producida el año pasado, había fijado esta carrera como el gran objetivo de esta primera parte de la temporada. Dado que en Getafe había hecho poco más de 1h28, se trataba de hacer 1h27 y tenía la certeza de que podía hacerlo porque los entrenamientos habían sido buenos. Por lo tanto, todo consistía en poder seguir un ritmo de 4:10 durante 21 kilómetros.

Escuché el pistoletazo de salida, puse en marcha mi cronómetro y me lancé a buen paso. Aún así tardé pocos segundos en pasar por la alfombrilla de salida. El primer kilómetro lo pasé en 4:11 y vi que la cosa iba por el camino correcto. Los dos siguientes los hice en 3:53 y empezaron a entrarme las dudas de si iba demasiado deprisa o si los kilómetros estaban mal colocados. Creo que se dieron las dos circunstancias porque en algunos kilómetros bajaba con holgura de cuatro y en otros sobrepasaba bastantes segundos esos cuatro minutos por kilómetro.

En el primer tercio (kilómetro siete) el cronómetro marcaba 28:14 en vez de los 29 que tenía pensado, pero me encontraba francamente bien. En el kilómetro 10 ¡¡¡el tiempo fue de 40:12!!! aunque durante la carrera no lo vi. Menos mal porque me hubiera asustado de ir tan deprisa.

Llegué al kilómetro 14, segundo tercio de carrera, con un tiempo de 56:43 y ya empezaba a notar las piernas que no respondían como al principio, pero sólo quedaba aguantar lo que se pudiera porque veía que el objetivo de 1h27 estaba a mi alcance.

Aunque las piernas no iban frescas, notaba que iba bien porque en la segunda parte de la carrera, excepto un grupo de cuatro que me adelantó sobre el kilómetro 12 y un individuo que me adelantó en el 18, fui todo el rato adelantando a gente. Esa era una muy buena señal.

Precisamente ese kilómetro 18 fue un mal momento, no sólo porque me adelantaran, sino porque noté una molestia en el gemelo de la pierna derecha, que me hizo dudar si aflojar el ritmo o seguir como iba. Opté por la segunda opción, ya que era la carrera que había estado preparando estos meses y no iba a rendirme a falta de tres kilómetros para la conclusión. Así que apreté los dientes y seguí dándolo todo.

Esos tres últimos kilómetros son bastante duros, porque es una recta muy larga y ligeramente cuesta arriba y luego viene otra recta también bastante larga y más cuesta arriba, aunque ninguna es de una pendiente excesiva. A partir del 20 suaviza la cosa y poco después se llega al recinto del polideportivo al que hay que rodear. Poco antes del 21 se entra dentro del recinto y el terreno es favorable hasta meta.

Ya lo di todo y cuando pude distinguir el reloj de meta que me llevé un sorpresón de órdago porque marcaba ¡¡¡una hora y veinticinco minutos!!! Sin embargo, poco antes de cruzar la meta cambió el dígito de los minutos y el tiempo se me fue a 1:26:02. Por fortuna, los segundos perdidos en la salida convirtieron ese tiempo en otro que me gusta más: 1:25:57 que se convierte en nueva MMP y que me parece voy a tardar tiempo en mejorar.

Haciendo la marca de mi vida
Haciendo la marca de mi vida

Las clasificaciones oficiales se pueden ver en chiplevante.net o en una copia que guardo aquí o para ver que no miento, aquí queda constancia del tiempo en el ticket que proporciona la organización.

Ticket con los tiempos de Villarrobledo 2012
Ticket con los tiempos de Villarrobledo 2012

Como había llegado medio pronto, fui a visitar al fisio por la molestia que había sentido en el gemelo. Cuando acabé, ya quedaba poco de lo que habían puesto en las mesas, pero no me importó demasiado ya que íbamos a comer en poco.

Pero si fue bueno para mí, mejor fue para casi todos los pradolongueros, ya que de seis que nos acercamos a este pueblo albaceteño, cuatro se llevaron trofeo: Emilio ganador de la categoría de mayores de 65 años; Andrés, tercer clasificado de la categoría de 55 a 60; Joaquín, segundo clasificado local de su categoría y la única fémina de la expedición pradolonguera, primera clasificada también de su categoría. Todo un éxito de los corredores del parque de Pradolongo.

Exito pradolonguero en Villarrobledo
Exito pradolonguero en Villarrobledo

Para terminar ¡qué decir de la bolsa del corredor! De las mejores que yo haya visto: manzana, naranja, agua, camiseta técnica, botella de vino, cuña de queso, paquete de lentejas, refresco y barrita. Pero es que después de acabar la carrera hay multitud de mesas con frutos secos, embutidos y vino y cerveza a raudales. Todo por el módico precio de 10 €… y 200 kilómetros.

¡Se me olvidaba! Ayer subí a la báscula y marcaba 67,3 kg, un buen peso para hacer una buena marca.

Tercer paso

Hoy he dado el tercer paso en el camino de participar en la maratón de New York: he comprado los billetes de avión. Si después de pagar la inscripción todavía podía tener dudas de ir o no, ya no hay vuelta atrás, allí estaré el próximo noviembre.

Como muchos sábados, el entrenamiento consistía en hacer kilómetros a ritmo de maratón, es decir, por debajo de 4:30. Una primera vuelta en Parque Sur (3 km) de calentamiento y otras tres vueltas más (9 km) a ritmo de maratón. La verdad es que en este parque cuesta mantener un ritmo constante porque es todo subir y bajar. Los nueve kilómetros han salido a una media de 4:25 min/km, mientras que el entrenamiento total ha sido de 12 km en un tiempo de 54:18 @ 4:32 min/km.

Pensaba que había perdido algo de peso, pero me he llevado una sorpresa al ver que pesaba 100 gramos más que la semana pasada. Es decir, que ya son 67,7 kg lo que llevo a cuestas.

La cítrica realidad

La cítrica realidad es un blog que he empezado a seguir hace unas semanas. El autor se llama Javier y se nota a la legua que es un amante de la manzana mordida, pero no sólo eso, además se preocupa por los animales, cosa digna de admiración, y entre muchas cosas más le gusta correr. Es otro asiduo del parque de Pradolongo.

Blog la cítrica realidad
Blog la cítrica realidad

¡Larga vida a la cítrica realidad!

Mañana toca carrera y he tenido que ir a recoger el dorsal (cosa que no me hace ni pizca de gracia) al centro comercial Alcalá Norte, por lo que no he podido salir pronto a correr. La carrera es de sólo 5 km, así que a mover un poco las piernas, pero sin progresivos ni gaitas por el estilo, sólo un poco de trote por el parque, disfrutando de una agradable temperatura. De este modo he completado 10 km en un tiempo de 50:40 @ 5:04 min/km. Este entreno supone 11,7 puntos.

Y mañana, a por todas.

Poco después de levantarme, he subido a la báscula como todos los sábados y marcaba 67,6 kg por lo que se ha roto la tendencia ascendente que llevaba en las últimas semanas. Se nota que esta semana he controlado un poco la alimentación, sobre todo en lo relativo a comer entre comidas.

Maratoniano o maratonista

Siempre había llamado maratoniano a la persona que corre maratones, pero resulta que me confundía. Según la RAE maratonista es la persona que corre el maratón, mientras que maratoniano se define como perteneciente o relativo al maratón. Espero no equivocarme a partir de ahora y consideraré a esos locos que se atreven con la distancia de Filípedes como maratonistas y no maratonianos.

Al final va a ser verdad el dicho de que a la cama no te irás sin saber una cosa más.

Hoy he salido a las doce de la mañana y hacía una calor… Parece mentira que hace unas semanas hiciera un frío del carajo y hoy, todo lo contrario. Calculo que la temperatura rondaría los 15º, por lo que me sobraba la camiseta de manga larga y las mallas, también largas.

Sigo teniendo las piernas algo cansadas. Me parece que los quinientos del otro día me han dejado las piernas tocadas, por lo que he desechado hacer kilómetros a ritmo de maratón y me he conformado con ir rodando a buen ritmo. Una primera vuelta de 3 km más tranquilo y luego he apretado un poco, pero sin querer pasarme de ritmo, sólo he apretado los dientes en el último kilómetro que además era cuesta arriba.

Han sido cuatro vueltas a Parque Sur totalizando 12 km en un tiempo de 57:08 @ 4:46 min/km. Este entrenamiento me ha supuesto 18,9 puntos de intensidad.

El peso sigue su ritmo ascendente. Debo cortarme más con la comida porque últimamente ando un poco ansioso y debería llegar a Villarrobledo con un peso decente, cercano a los 67 pelaos, así que ya me puedo ir cortando con el condumio. Por poco no lo digo, la báscula marcaba 67,9 kg, rondando la barrera que debería ser infranqueable de los 68.

Buen día

Llevábamos unas semanas con bastante frío, pero lleva un par de días que la temperatura se ha templado y se está mucho mejor en la calle. Cuando he salido a eso de la una y media hacía hasta calor, tanto que incluso me ha sobrado la manga larga.

Estaba dudando si hacer unas series a umbral o no. Al final se ha impuesto la cordura y he decidido no hacerlas; no obstante he estado rodando fuerte en Parque Sur, que es un terreno durillo. Pues eso, ni chicha ni limoná. La media de Fuencarral es una carrera dura que te deja las piernas algo tocadas y no conviene forzar más de la cuenta y lesionarse.

Después de una vuelta de calentamiento (3 km) he hecho 7 km a ritmo de maratón, rondando los 4:25, a veces unos segundillos por arriba, otras, unos segundos por debajo, pero 4:25 de media. Para terminar, un kilómetro de enfriamiento, lo que supone un total de 11 km en un tiempo de 51:10 @ 4:39 min/km.

La báscula marcaba esta mañana un peso de 67,7 kg un poco más que la semana pasada. Voy a tener que tomármelo más en serio, que esto va in crescendo, aunque esta tarde toca celebración cumpleañera y va a ser difícil controlarse.