Moviendo el plato grande

El sábado voy a participar en el GPCC y seguro que voy a ir más deprisa de lo que voy habitualmente, así que hoy he salido con la idea de ir bastantes kilómetros con el plato grande. Sí, tengo claro que ir con plato grande y piñón grande es igual que ir con plato pequeño y piñones más pequeños, pero hay algo psicológico en llevar «la tortilla». Podía ir con el 50×19 y sería prácticamente lo mismo que llevar 39×15, pero no es lo mismo.

Ayer hacía calor, pues hoy más. Mira que en la bici se nota menos, pero pegaba el sol de lo lindo. Además pocas sombras hay por el camino, sólo a la vuelta cuando se sube la Marañosa se va al abrigo de los pinos, que por cierto, olían que daba gusto.

Un entrenamiento sin mucha historia. Ida hasta San Martín, parada a que mi compañera se comiese una barrita y vuelta por el mismo sitio. En total algo más de de 54 km a un ritmo de 24 km/h que no está mal teniendo en cuenta las paradas en los semáforos. Y calor, mucho calor, unos 38º durante el entrenamiento.

Me siento preparado para el Gran Premio Canal de Castilla.

Zapatitos nuevos

Estaba claro después del reventón del miércoles que tenía que cambiar las cubiertas de la bici, al menos la trasera. Lo cierto es que no hubiese hecho falta que reventase, porque ya me había dado cuenta que estaba mal. Así que me he hecho con un par de cubiertas de Kevlar que se suponen son el no va más para esto de los pinchazos. En concreto son unas cubiertas Continental Super Sport Plus que el vendedor me aseguró que van de cine. El precio es de 33 € cada una, pero si realmente son efectivas, bien pagadas están.

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Cubiertas Continental Super Sport Plus

Dice el fabricante que son prácticamente impenetrables gracias a su cinturón antipinchazos, pero la prueba de fuego será el GPCC porque los 120 km que he hecho hoy han sido todos por carreteras con buen firme.

La ruta de hoy ha sido con una grupeta reducida, sólo tres. Hemos salido de Madrid destino San Martín para antes de llegar a esta localidad tirar hacia la carretera que va del Puente de Arganda hacia Morata, para subir el Alto de la Radio (media de 3,5% y máxima de 7,5%) y desde allí bajar hacia Morata pero sin llegar a este pueblo. El siguiente paso ha sido llegar a Titulcia donde hemos parado a reponer fuerzas a base de un aceptable pincho de tortilla y bote de Aquarius. Hemos reiniciado la marcha hacia Ciempozuelos, San Martín y a casa… Bueno, cuando llevábamos 94 km la fémina componente de la grupeta se ha quedado en su casa y hemos seguido el resto. Poco después me he quedado solo y he continuado hasta Pozuelo y vuelta para totalizar los 120 km previstos. He tardado 4h42 en recorrer los 120 km a una media de 25,5 km.

He acabado bastante bien por lo que pienso no tendré muchos problemas en acabar el GPCC a no ser que el hecho de ir por caminos sea una experiencia realmente terrible.

Cuando he cambiado las cubiertas marcaba el ODO del cuentakilómetros 681 km.

Al suelo y pinchazo. Mala suerte majete.

Dada la cercanía ya del Gran Premio Canal de Castilla, que incluye 51 km por caminos, se me ocurrió la idea de practicar un poco eso de ir por caminos con una flaca antes de que llegase el día. Fui con la bici por el Parque Lineal hasta casi el final. Allí sale un camino que te puede llevar hasta Rivas, que casualidades de la vida, transcurre paralelo al Real Canal del Manzanares, otra obra hidráulica similar al de Castilla.

Antes de llegar a ese punto, paré unos instantes a saludar a los dos burritos que había por allí y luego continué. Me arrepentí de no haberles llevado unas zanahorias, pero nunca sabes si están junto a la verja o no.

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Cuando abandoné el camino de cemento del Parque Lineal, tratando de subir por una cuesta pequeña y empinada, ocurrió lo inevitable: al suelo. Me levanté rápidamente, como si no hubiese pasado nada, y me di cuenta de que si hubiese subido esa rampa me hubiese encontrado con algo peor, ya que había una bonita zanja justo al pasar la rampa. Después de comprobar que no había daños, zumbado para el camino, el mismo que he que he recorrido unas cuantas veces a pie en mis entrenamientos maratonistas.

Fui bastante bien por el camino. Alguna piedrecilla, tierra, baches, pero ningún problema. Llegué a la Cañada Real y me dirigí hacia la carretera de San Martín para coger el carril bici. Ese tramo de la Cañada Real está fatal. Han echado las piedrecillas para asfaltar, pero se les ha olvidado el asfalto. Entre esto y lo otro, unos seis kilómetros por caminos sin asfaltar.

Como me parecía poco, me dispuse a dar otra vuelta. Cogí el carril bici hasta Villaverde y entré al Parque Lineal por un camino que pasa por debajo de la A4. Ya no estaban los burritos, estarían escondidos. Llegué al punto donde antes me había dado el galletazo y esta vez pie a tierra para subir la rampa y saltar la zanja. Comienzo el camino y no llevo cien metros cuando noto el golpe de una piedra con la rueda trasera y el inevitable reventón.

Parada al lado del camino a cambiar la cámara y vuelta por donde había venido con más miedo que vergüenza para no volver a pinchar, ya que la rueda no llevaba mucha presión y encima la cubierta tenía un bonito boquete. Obviamente, tengo que cambiar las cubiertas por unas de Kevlar si quiero participar en el GPCC.

A la vuelta paso por Sanferbike pero ya estaba cerrada la tienda, así que tendré que buscar las cubiertas por las N tiendas que hay en Madrid y cambiar las que tengo.

En total sólo han sido 35 km en hora y media. Nada que ver con los 163 km de los que consta el Gran Premio Canal de Castilla.

En bici hasta Nuevo Baztán

Hoy hemos salido con la bici. Desde Rivas hasta Nuevo Baztán y vuelta, aunque haciendo la vuelta algo más larga para hacer más kilómetros. Una bonita grupeta: tres chicos y ¡¡¡cinco chicas!!!

Nunca había estado por esa zona y la verdad es que está bien para ir en bici, ya que son carreteras secundarias sin mucho tráfico: Rivas, La Poveda, Campo Real, Pozuelo del Rey y Nuevo Baztán. Paradita en Nuevo Baztán junto al Palacio de Goyeneche para reponer fuerzas…

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Reponiendo fuerzas en Nuevo Baztán

Después del descansito, vuelta por donde vinimos hasta La Poveda, donde algunos decidimos tirar hacia Morata para hacer algún kilómetro más. Fuimos acompañados por Marieta, que la semana que viene va a hacer nada más y nada menos que el Ironman de Vitoria.

¡¡¡¡Mucha suerte Marieta!!!

No sé cómo habrá entrenado los otros dos deportes, pero en la bici iba francamente bien, subiendo con una ligereza sorprendente.

Pues eso, llegando a La Poveda, tiramos hacia Morata, subimos el Alto de la Radio y luego tiramos por la Cuesta Nueva hacia San Martín, para antes de cruzar el río volver hacia la carretera de Arganda y desde allí a Rivas. A punto estuve de darme la gran galleta, ya que bajando la Cuesta Nueva me salí de la carretera por mirar hacia atrás. Pá haberme matáo.

En total salieron prácticamente 90 km en un tiempo de 3h44 @ 24 km/h. No está mal, vamos mejorando.

Ha sido todo un placer compartir kilómetros con la grupeta. Habrá que repetirlo siempre que se pueda.

Bienvenido Míster Marshall

Hoy hemos ido hasta Guadalix por el carril bici de Colmenar, partiendo desde la academia, cerca de la Universidad Autónoma. A la ida llegamos a Guadalix por Soto y después de parar en Guadalix a recuperar fuerzas la vuelta hacia Madrid pero por el puertecillo de San Pedro, en la carretera que une Guadalix con Colmenar. Desde allí por el carril bici a toda pastilla, que el camino es más favorable que a la ida.

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Recuperando fuerzas en Guadalix con la típica barrita con tomate

Estando «reposando», me comentaron lo de la película. No tenía ni idea de que la película Bienvenido Míster Marshall fue rodada en este pueblo de la sierra madrileña. En homenaje a esta película puede verse una estatua de Pepe Isbert asomado al balcón del ayuntamiento.

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Pepe Isbert asomado a la balconada del ayuntamiento

A la vuelta pasamos por el puertecillo de San Pedro, una subida de poca entidad pero que se le atragantó a una de las componentes de la grupeta; sin embargo, desde Colmenar, volando hasta Madrid. Entre la ida y la vuelta completamos 77 km en 3h16 a una media de 23,6 km/h.

Antes de salir me subí a la báscula y marcaba 69,2 kg. Me está costando dios y ayuda bajar de 69.

Casi mareado

Casi mareado he acabado de dar vueltas al circuito de triatlón de la Casa de Campo… lo digo en sentido figurado, que conste. Como dentro de un par de semanas se celebra el triatlón nos hemos dirigido hasta la CdC por Madrid Río y hemos dado cuatro vueltas al circuito.

El entrenamiento me ha servido para comprobar que mi compañera de entrenamientos ha mejorado bastante en la subida, ya que iba como un tiro subiendo Garabitas. Se ha dado cuenta que para subir deprisa hay que sufrir un poco, que no es igual que ir en llano.

Para salir de la Casa de Campo lo hemos hecho por el zoo, donde hay un bonita subida para llegar a la altura de la carretera de Extremadura. Esa misma subida se hace corriendo también en la media maratón de Latina… y es dura en ambos casos.

Entre la ida por Madrid Río, las cuatro vueltas al circuito y la vuelta por el Anillo Verde, han sido en total 49,6 km en 2:19:27 @ 21,3 km/hora.

El cura de Morata de Tajuña

Hoy han planeado una ruta que partiendo de San Martín iba a Ciempozuelos, Titulcia, Morata de Tajuña, Perales de Tajuña y vuelta por el mismo sitio. Al pasar por Morata me he acordado del dicho popular: el cura de Morata de Tajuña se rasca los cojones con una uña. Buscando en internet he visto que este dicho tiene un añadido que me ha hecho muchas gracias: y el de Villarejo de Salvanés le llegan los cojones a los pies.

A las nueve estábamos en el punto de encuentro, en San Martín, junto al polideportivo. Allí nos hemos encontrado con una grupeta numerosa y hemos comenzado la ruta. Al pasar Titulcia hay una rotonda donde cambia el aire. Ha empezado a soplar en contra y era un horror avanzar. No pasaban los kilómetros. De esta manera, penosamente, hemos llegado a Perales de Tajuña, el meridiano de la salida.

Llevábamos prisa, así que no nos hemos parado a desayunar con ellos. Hemos dado la vuelta y camino de Morata nos hemos ido comiendo una barrita de turrón de guirlache, que es energía pura. Daba gusto volver, ahora con el aire a favor; sin embargo al entrar en Morata, por ir mirando donde no debía, me he comido una alcantarilla y he pegado un llantazo con la rueda trasera que ha provocado que pinchase y que la llanta se quedara un pelín abollada. Cambio rápido de cámara y hacia San Martín directamente sin volver por donde la ida para no perder demasiado tiempo.

La subida desde Morata es durilla, pero no excesivamente; sin embargo, la bajada hacia San Martín es rápida, con buen piso y con pocas curvas. Es un placer dejarse caer. Creo haber visto en el cuentakilómetros una máxima de 64 km/h que no es que sea una velocidad exagerada, pero no está mal.

Al final han sido 57 km en un tiempo aproximado de 2h45 a una media de 20,7 km/h. Algo lenta, pero el viento ha sido algo exagerado.

Luciendo maillot

Igual que el domingo pasado, hemos salido a la Casa de Campo a recorrer el circuito de triatlón. Esta vez hemos ido a dicho parque en coche porque ya era tarde, cerca de las ocho de la tarde y yendo en bici hasta allí no hubiera dado tiempo casi ni dar una vuelta. Así que a montar las bicis en el coche y zumbando para la CdC para que no se hiciese demasiado tarde.

Antes, rebuscando en el baúl de los recuerdos he encontrado un bonito maillot del equipo Mx Onda. Esta empresa patrocinó un equipo ciclista en 1996, así que el maillot tiene unos cuantos años ya.

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Luciendo maillot vintage, hemos dado tres vueltas al circuito de triatlón espabilando todo lo que podíamos. He notado que mi compañera va mejorando en la escalada poco a poco. Además parece perfectamente adaptada a su nueva bici.

Han sido únicamente 22 km en un tiempo aproximado de 56 minutos a un media de 23,6 km/h.

Celebración

El fin de semana del 28 y 29 de junio se celebra en Madrid lo que llaman el Skoda Triathlon Series. En un principio tenía pensado participar en dicha prueba, pero la carrera del barrio se va a celebrar el día 29 de junio y el día anterior es un día muy ajetreado de preparativos, así que descarto participar ya que no podría ni sábado ni domingo.

Sin embargo, mi compañera habitual de entrenamientos «bicicletiles» sí va a participar y me apremia para que la acompañe en estos entrenamientos de reconocimiento por el circuito de triatlón. Así que hoy domingo hemos salido hacia la Casa de Campo pasando por Madrid Río. Craso error. Este paseo estaba lleno de gente como es habitual en un domingo por la tarde, añadiendo además a los aficionados del Atlético de Madrid que andaban por allí esperando que saliese el autobús atlético donde iban los jugadores a celebrar la liga recién conseguida. Desde el otro lado del Manzanares se veía una multitud esperando.

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Hinchada esperando al autobús atlético

Ya en la Casa de Campo, el habitual circuito pasando por las dos cuestas: la pequeña y empinada junto al lago y la subida a Garabitas, más larga y con menos pendiente. Lo típico por allí, algunas con sus bicis de montaña subiendo a un ritmo lento, los que se creen profesionales subiendo echando el bofe y los típicos picados que se ponen a cien cuando una chica les adelanta.

Después de dar dos vueltas a ese circuito, vuelta por Aluche para no volver otra vez por donde la ida que estaría a reventar. En total unos 37 km en aproximadamente 1h50 a una media de poco más de 20 km/h que no es muy allá, pero yendo por Madrid Río, demasiado.

Ponga un pinchazo (o dos) en su vida

Ponga un pinchazo en su vida… o dos. Hoy hemos quedado para hacer una salida hasta Aranjuez desde Rivas. Paco se ha animado a venir con nosotros y ha sido el «afortunado». De Ciempozuelos a Titulcia primer pinchazo. En Aranjuez, otro pinchazo. Vamos siete y pincha uno y encima pincha dos veces. Por algún extraño motivo hay cierta probabilidad de que si un mismo individuo pincha una vez, vuelva a repetir en esa misma salida.

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Primer pinchazo. Como buenos españoles, uno trabajando y todos los demás mirando

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Segundo pinchazo

A la vuelta, ¡cómo no! parada en San Martín a recuperar fuerzas. Impresionantes las barritas con tomate que ponen allí.

Dejando a un lado los pinchazos, fue una agradable salida con una buena grupeta, haciendo unos kilometrillos más que la anterior salida. Han sido 80 km en una tiempo aproximado de tres horas y diez minutos, haciendo una media aproximada de 25,3 km/h.