¡Mil entradas!

Con esta entrada, se cumplen mil las que ye he escrito en el blog. No está mal la cifra, porque es complicado rellenar entrenamiento tras entrenamiento una entrada. Tan difícil que resulta a veces casi imposible encontrar un tema y me limito a describir someramente el entrenamiento. De hecho este blog nació como un cuaderno de bitácora donde registrar los tiempos y sensaciones de los entrenamientos, sólo que a veces me salgo del tiesto y empiezo a elucubrar sobre cosas variopintas.

No sé si escribiré mil entradas más, pero habrá que intentarlo.

El entrenamiento de hoy ha consistido en dar un par de vueltas a Parque Sur a ritmo ligero. El terreno estaba algo embarrado porque ha estado lloviendo estos últimos días y en algunos tramos te hundías un tanto, en otros pisabas en un terreno tan mullido que parecía que corrías sobre moqueta y en algunos, estaba bastante bien para correr.

El martes fue un día especial porque fue el primer donde me sentí realmente bien corriendo, aunque empezara con alguna molestia. El jueves no llegué a alcanzar el Nirvana atlético ni hoy tampoco, pero me sentía razonablemente bien. Cuando consiga quitarme la pequeña tendinitis en el tendón de aquiles ¡voy a volar! Aunque no es el fin ni mucho menos, me conformo con correr a un ritmo normalito.

Hice un par de vueltas y un poco más para completar los 7 km previstos. Y lo hice en un tiempo de 34:41 a un más que aceptable ritmo de 4:57 min/km.

Hace tiempo que no hablo del peso. Hoy he llegado al límite de lo que considero peligroso. La báscula marcaba 69,9 kg rozando los setenta que es donde empieza la zona roja. Sigo en amarillo y no sé si voy a volver al verde. Espero que ahora que empiezo a entrenar con más regularidad lo consiga.

No lo voy a dejar en lo mejor

Esta semana parece que es verdaderamente otoñal, todos los días llueve, hace viento, un poco de frío. Pero en el metro te achicharras.

He llegado a casa más tarde de lo habitual con la cabeza como un bombo, necesitaba salir a correr sí o sí, por lo que no me lo he pensado dos veces aunque estaba lloviendo de lo lindo cuando me cambiaba y estiraba.

Casualmente, al salir a correr había dejado de llover, yo que me había hecho a la idea de mojarme un poco. Andando hasta el parque, me encontré con Antonio y fuimos de charla hasta el punto de encuentro donde empiezo a correr, tratando de encontrar las sensaciones que tuve el martes.

Pero nada, hoy no era el día, ni encontré las sensaciones ni iba del todo cómodo. La idea era hacer sólo una vuelta, pero cuando estaba a punto de completar la vuelta empezó a llover ligeramente, ¡¡¡esto es lo que estaba buscando!!! Ahora que empieza lo mejor, no voy a dejar de correr sólo porque la vuelta se acabe. Así que no sólo acabé de completar la vuelta, sino que seguí un poco más hasta llegar a 6,64 km en un tiempo de 34:20 @ 5:10 min/km.

Se normaliza la cosa

Hoy hacía un día desapacible. Lluvia, algo de viento, pero justo a la hora de encuentro la lluvia había amainado. El hecho de que el tiempo haya empeorado ha provocado que hubiese poca gente por el parque de Pradolongo, aunque muchos de los habituales del parque allí estábamos.

Mientras íbamos corriendo me comentaba Enrique que la situación se había normalizado en el parque. No se veían paseantes prácticamente y corriendo estábamos nosotros, los chicos del equipo de fútbol del Moscardó y algún que otro habitual. Nada que ver con la cantidad de gente que pululaba por allí hace pocos días.

Esta es una de las cosas que determinan la diferencia de un corredor «como dios manda» y un aficionado. O lo que es lo mismo, entre un runner y un jogger, como diría Gonzalo. Un compañero me comentaba a la hora de comer que tenía pensado salir a correr un poco por la tarde, pero que se estaba poniendo muy fea la cosa (estaban cayendo cuatro gotas) y que se quedaría en casa. Está claro, éste es un jogger. No como nosotros, los pradolongueros, verdaderos runners 😉 que aunque caigan chuzos de punta estamos en el punto de encuentro más o menos a tiempo… que no somos excesivamente puntuales.

Pues eso, que había poca gente, pero Javier era uno de ellos, otro de los habituales. Iba yo corriendo y estaba a punto de entrar en el Nirvana atlético cuando me he cruzado con él y me he parado a conversar un rato, que hacía tiempo que no le veía. Me comentaba que no iba fino y, por el contrario, yo iba mejor que bien, como hacía meses que no me sentía. Lástima que después cuando me he puesto a correr para completar la vuelta el Nirvana ya estaba lejos, muy lejos. Pero las sensaciones han sigo geniales, parece que esto marcha.

Después de la carrera del sábado notaba, todavía, las piernas y los pies algo cargados, por lo que no quise hacer más de cinco kilómetros, los cuales completé en 26:09 @ 5:14 min/km. Además haciendo dos kilómetros en 4:55 como si tal cosa. Acabé contento, muy contento. Veremos si la cosa dura. Lo que sí he aprendido del día de hoy es que necesito ir a mi ritmo. No me sirve ni ir más despacio ni más deprisa. Es la mejor manera de que la rodilla moleste lo menos posible.

VI Carrera nocturna de Toledo

Llevaba desde la maratón de Madrid sin participar en ninguna carrera y la verdad es que tenía algo de mono. Corrí el año pasado esta prueba y me dejó buen sabor de boca, así que como no es mucha distancia y la carrera es atractiva me dio el punto de apuntarme.

El sábado nos acercamos una amiga y yo a Toledo con la intención de participar en la VI edición. Se trata de una carrera que nace desde el ánimo de contribuir con la Fundación NIEMANN PICK que trata de encontrar desde hace años una respuesta medica a una enfermedad que a día de hoy no tiene una respuesta médica. Son varios los niños afectados por ésta terrible enfermedad que les priva de actividades tan básicas como jugar, practicar deporte o gozar de una autonomía personal.

La carrera comenzaba a las 20:30 pero había que recoger el dorsal, por lo que dos horas antes estábamos en la plaza de Zocodover donde estaba instalada la línea de meta y la salida. La verdad es que se hizo larga la espera, pero estuvimos haciendo algo de turismo en pantalón corto por la ciudad, que siempre merece la pena.

Con algunos minutos de retraso se dio la salida y nos costó un poco ponernos a correr a un ritmo decente porque había bastante gente. Según comentaban por megafonía se habían completado las 1500 inscripciones que para una ciudad como Toledo es un número exagerado.

La carrera es muy bonita porque transcurre toda por el caso histórico de la ciudad, además todo el recorrido estaba bien iluminado. Lo peor es que es un continuo rompepiernas ya que todo el rato es subir y bajar, aunque no son subidas de mucha longitud. Además, el recorrido transcurre por muchas callejuelas adoquinadas, por lo que los pies sufren un poco.

Pasé mucho calor durante la carrera pienso que debido a la gran humedad que había. Resultaba curioso observar a la llegada como todo el mundo llegaba empapado y eso que no había caído una gota durante la carrera. Eso sí, minutos después de llegar se puso a llover como si no hubiese mañana. Lluvia que no paró en el viaje de vuelta hasta casi llegar a nuestro destino.

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Foto de la llegada, totalmente empapados

Llevaba desde la maratón de Madrid sin participar en ninguna carrera debido a un par de lesiones y los experimentos con el minimalismo, por lo que acabé súper contento ya que hice los 6,1 km de los que consta la carrera en un tiempo oficial de 31:48 que descontando el tiempo que tardé en pasar la línea de salida sale un ritmo de poco más de 5 min/km que es para darme con un canto en los dientes viendo el estado de forma en el que estoy. Redondeando un poco, salen 6 km en 30:49 @ 5:08 min/km.

Aceptamos galgo como animal de compañía

Siempre me ha parecido el galgo un precioso animal. Quizás porque lo asocio al correr y siento fascinación por todo bicho viviente que corre. Y ver un galgo corriendo es todo un espectáculo.

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Galgo corriendo, foto cortesía de www.enfoque10.com

La desgracia que tienen estos animales es precisamente esa: que corren. Y cuando ya no corren porque son más viejos, o han sufrido alguna lesión, muchos acaban colgados de un árbol. Nunca me he encontrado en Madrid un galgo colgado de un árbol, pero sí en mis correrías por tierras toledanas. Y es terrible. Los galgos son una de las razas más maltratadas y que sufre un abandono masivo. Más de cincuenta mil ejemplares son abandonados tras la temporada de caza.

Es por esto que me encanta ver a estos animales como animales de compañía, paseando tranquilamente con sus dueños por el parque. Para mí, es una imagen que no tiene precio. Se da la circunstancia de que estos animales son excelentes animales de compañía. Así que no lo dudes, si tienes pensado adoptar un perro, que sea un galgo.

En contra de mi costumbre, hoy he llegado pronto al punto de encuentro. Ya estaban allí Enrique y Emilio y me han invitado a salir con ellos, pero he decidido esperar un poco por si venía alguno de correr más lento. La espera no ha sido infructuosa, ya que minutos más tarde ha llegado Joaquín y algo después Miguel, por lo que hemos salido los tres, Miguel algo incómodo por el trote más que cochinero que llevábamos, no ne extraña que pronto nos haya abandonado.

He seguido con Joaquín y he completado 6 km en 34:49 @ 6:08 min/km, la misma distancia que recorreré el sábado. Está claro, estoy preparado.

Cartilforte de GSN

Me recomendaron cuando empecé con el tema de la condromalacia un producto de herbolario llamada Cartilforte del laboratorio GSN. Después del diagnóstico estuve tomando unas pastillas que me mandó el traumatólogo durante tres meses y como ya acabé, me he decidido a probar este producto que se supone debe ser más sano que unas pastillas.

cartilforte
Cartilforte de GSN

A mediados de septiembre, me pasé por el herbolario situado en la calle Rafaela Ybarra, 42 y regentado por Juanqui, corredor de la zona, a por el producto. Hoy después del entrenamiento he vuelto a por otro bote después de terminar el primero. Hasta el momento no puedo decir si funciona o no, aunque sí tengo que decir que la rodilla no me molesta demasiado, sólo alguna ligera molestia.

Al contrario que otras veces, hoy ni calentamiento andando ni leches, he empezado directamente corriendo con los compañeros, aunque luego los he abandonado por Joaquín, que lleva un ritmo más parecido al mío… y he completado 5 km corriendo en un tiempo de 28:46 @ 5:45 min/km. No está mal, no me puedo quejar, creo que acabaré la carrera del sábado decentemente.

No he podido aguantar el mono

Llevaba esto de no participar en ninguna carrera perfectamente bien. Hasta que alguno me dijo si no tenía mono… Eso fue mi perdición porque ya no he parado de pensar en ello.

El otro día me llegó un correo que anunciaba la sexta edición de la carrera nocturna de Toledo. Participé el año pasado y me gustó bastante así que no he podido resistirme y me he inscrito. Y por aquello de no ir solo, he apuntando también a una amiga. Así que si no hay nada que lo impida, el sábado 19 de octubre estaré en la plaza de Zocodover a eso de las 20:30, vestido de corto, esperando a que den la salida. ¡Ya tengo ganas de que llegue!

La carrera es de sólo seis kilómetros, pero mi estado de forma es paupérrimo. Tengo que tratar de hacer antes de la carrera seis o casi seis para ver si soy capaz de aguantar y no acabo cojo, así que hoy, un poquito más que el jueves.

Habitualmente los fines de semana corro solo. Es un poco más aburrido, pero por lo menos voy al ritmo que yo me marco. También suelo cambiar el parque de Pradolongo por el de Parque Sur. Y eso es lo que he hecho, me he levantado con calma, me he preparado bien con los correspondientes estiramientos y he salido andando como es habitual.

Pasado poco más de un kilómetro me he puesto a correr y no he parado hasta completar 4,7 km corriendo a un ritmo algo más ligero que en día anteriores. Nada más y nada menos que a 5:33 min/km todo un récord para mí. Lo mismo soy capaz de completar la carrera dignamente.

Bendita sudada

Resulta agradable hacer ejercicio y acabar con una buena sudada. Y no lo digo por la creencia popular de que sudar adelgaza, que todavía me alucina cruzarme con alguno embutido en plástico y abrochado el chándal hasta las orejas. No, no es por eso, sino porque si no sudo, parece que no he hecho ejercicio. Llegar a casa sudado es sinónimo de haber trabajado bien.

Hoy trataba de progresar un poco más, ya que tengo que ir probando como responde el talón y la rodilla, que la condromalacia sigue ahí. De este modo, he salido andando para calentar un poco los músculos y después del primer kilómetro me he puesto a correr, por lo que han sido 1 km andando y 4 corriendo. Un poco como el otro día, rondando los seis minutos el kilómetro, aunque hoy me he permitido el lujo de apretar un poco en el último kilómetro para ver qué se siente cuando se mueven las piernas a una frecuencia superior a los 180 zancadas por minuto.

Pradolongo internacional

Iba andando tan ricamente, tratando de calentar algo los músculos para empezar a correr cuando me he cruzado con dos corredores que iban charlando tranquilamente. Me ha llamado la atención que iban conversando ¡¡¡en francés!!! Y me ha chocado, la verdad. En este barrio lo más normal sería oír hablar en chino, ya que es la población inmigrante mayoritaria en el distrito de Usera.

Curiosamente, mientras el número de inmigrantes disminuye en Madrid, la población de chinos aumenta. Alguien debería pensar en poner en el barrio un arco chino y venderlo como el Chinatown de Madrid. Seguro que los comerciantes de la zona lo agradecerían.

El sábado Ricardo me llevó muy deprisa para ser tan temprano y cuando todavía tengo molestias, por lo que hoy he tratado de ir más despacio. He comenzado andando y cuando llevaba dos kilómetros me he puesto a correr tratando de completar la vuelta. A mi ritmo, rondando los seis minutos por kilómetro, he conseguido completar los cinco kilómetros que tenía pensado. Las sensaciones no han sido malas, parece que la cosa funciona, aunque no esté ni mucho menos bien.

Pronto empiezan a apretarme las tuercas

El jueves no pude salir por un evento laboral y como tampoco es cuestión de correr en exceso, he esperado hasta hoy sábado para tratar de correr algo más que los 300 metros del martes. La idea era hacer un kilómetro como mucho corriendo, así que después de dar una vuelta a Parque Sur (3 km) me he puesto en marcha. He hecho ese kilómetro corriendo y me he encontrado bien, con una ligera molestia en el talón, pero no más que cuando iba andando, así que, ¿por qué no seguir un poco más?

Dicho y hecho, he seguido con mi trote cochinero cuando ha aparecido Ricardo, vecino y grandísimo corredor que también está pasando un calvario con sus lesiones. Se ha puesto a nuestra vera y allí estábamos contándonos nuestras penas, que si me duele aquí, que si antes allí, que si he ido al fisio, que si he probado con estas plantillas, … La típica conversación de corredores lisiados 😉

El caso es que de ir cochineramente trotando, la compañía de Ricardo me ha hecho ir cada vez más deprisa, ya que de ir a seis, he pasado a ir a 5:37 y luego a 5:07. ¡Mucha tela para mí! Total, que así a lo tonto, he completado 6,4 km, de los cuales 3,4 km han sido corriendo. ¡Es la distancia más larga que he corrido desde la maratón de Madrid!