Bendita sudada

Resulta agradable hacer ejercicio y acabar con una buena sudada. Y no lo digo por la creencia popular de que sudar adelgaza, que todavía me alucina cruzarme con alguno embutido en plástico y abrochado el chándal hasta las orejas. No, no es por eso, sino porque si no sudo, parece que no he hecho ejercicio. Llegar a casa sudado es sinónimo de haber trabajado bien.

Hoy trataba de progresar un poco más, ya que tengo que ir probando como responde el talón y la rodilla, que la condromalacia sigue ahí. De este modo, he salido andando para calentar un poco los músculos y después del primer kilómetro me he puesto a correr, por lo que han sido 1 km andando y 4 corriendo. Un poco como el otro día, rondando los seis minutos el kilómetro, aunque hoy me he permitido el lujo de apretar un poco en el último kilómetro para ver qué se siente cuando se mueven las piernas a una frecuencia superior a los 180 zancadas por minuto.