Objetivo Málaga

Hace unos meses hablamos de hacer la primera edición de la maratón de Málaga, a celebrar el 6 de diciembre, que por cierto es lunes. Sería la primera vez que corriese una maratón en lunes. Dije que sí, que iba a ir, pero no me lo había tomado muy en serio. Sin embargo, hoy según iba entrenando me ha cambiado el chip y quiero ir a Málaga. A partir de este momento empezaré a entrenar pensando en ese objetivo.

Con esa idea metida en la cabeza desde los primeros kilómetros he pensado en tomarme el entreno como el primer día largo. Pensaba hacer doce kilómetros, pero al final he visto a Andrés y me he quedado sólo con 10,6 km. Tampoco pasa nada, pero habrá que ir subiendo el kilometraje semana a semana.

Tenía un regalito para Andrés. El martes le tienen que operar y había pensado, gracias a una de las entradas de Gonzalo, en Mi vuelta a la vida de Lance Armstrong. Confío en que este libro le pueda ayudar a superar la enfermedad y tengo la certeza de que saldrá adelante. Ánimo Andrés.

La jugada era andar por encima de los 5:00/km, pero las piernas se me iban. Cada vez que miraba el cronómetro veía que el ritmo era más fuerte y me tenía que controlar. En total han sido 10,6 km dando dos vueltas al nuevo circuito de Pradolongo en un tiempo de 53:59 a un ritmo de 5:05/km. Seguimos como todo el verano, sin agua en el parque. Vergonzoso lo del ayuntamiento.

Ayer era día de báscula y marcaba 68,1 kg. He conseguido perder el lastre que me eché en las vacaciones.

Buen trabajo

El miércoles estuve en el fisio del trabajo. Me metió bien los dedos en la contractura y el jueves tenía la pierna muy dolorida, por lo que decidí no salir y dejarlo para hoy viernes. Ya me dijo el fisio que me iba a doler y razón que tenía.

He salido algo tarde, pero me he encontrado con Miguel y Ninfa, por lo que no he corrido solo. Ya se notan los días un montón, hemos acabado casi a las nueve y ya era de noche. De hecho ya hemos hablado de quedar a las siete de la tarde.

Después de hacer unos cuantos kilómetros tranquilos, en los últimos tres he apretado un poco para ver si molestaba la contractura, pero no he sentido la menor molestia. Todo perfecto, el fisio ha hecho un buen trabajo. Ahora espero no recaer.

He dado las dos típicas vueltas a Pradolongo, aunque hoy por algún motivo desconocido, el forerunner ha marcado algo menos. Según este chisme, el recorrido total ha sido de 9,55 km en 49:32 a un ritmo de 5:11/km.

¡Vaya vendaval!

Han bajado las temperaturas en Madrid y además bastante. Y no sólo eso, hacía un aire que se hacía notar, sobre todo cuando daba en contra 😉

Salí con la idea de forzar un pelín más de lo habitual para ver la evolución de la contractura, por lo que hice una primera vuelta tranquilamente y una segunda tratando de hacer kilómetros por debajo de 5:00/km. Tengo que decir que la contractura respondió perfectamente durante esos cinco kilómetros a ritmo algo más rápido. Sin embargo, ya en casa, al estar en cuclillas notaba una pequeña molestia, mínima. Pienso que es normal, aunque antes de aumentar el ritmo, debo consolidarlo. Tengo que hacer algún rodaje más justo debajo de cinco.

Hoy hemos vuelto a ver a Santiago, antiguo habitual del parque, que se ha vuelto a animar. Dice que por sus problemas de espalda no quiere correr más de media hora a la semana, pero me da que le vamos a ver algo más.

Aunque quise, al final no totalicé la decena de kilómetros que tenía prevista, aunque da igual, hice 9,8 km en 52:21 a un ritmo de 5:18/km, aunque si dividimos el entrenamiento en dos partes claramente diferenciadas, la primera parte (5 km) sale a un ritmo de 5:40/km y la segunda (4,8 km) a un ritmo de 4:59/km.

Mañana iré a ver al fisioterapeuta del trabajo para ver si me soluciona del todo el problema o me da nuevos consejos para poder mejorar la ya casi lesión.

¿Dónde está mi sombra?

Ayer según iba corriendo me di cuenta de repente de que no veía mi sombra. Por más que echaba un somero vistazo hacia atrás, tanto a derecha, como a izquierda, no conseguía encontrar mi sombra. Y no es que sea más rápido que Lucky Luke precisamente. El misterio es que estaba el sol en lo más alto y la sombra era minúscula y estaba justo detrás. Tuve prácticamente que pararme y girar la cabeza casi 180º para comprobar que la sombra estaba ahí. Menudo suspiro de alivio…

Y todo fue debido a que fuimos al pueblo y en vez de salir tempranito a correr por la mañana antes de marcharnos, decidí correr en el pueblo, por aquello de variar un poco. Craso error. Cuando llegamos era la una de la tarde y el sol pegaba de lo lindo. Pero cuadriculado que es uno, bajé del coche, realicé los estiramientos pertinentes, llené una botella de agua y salí a correr por el camino del cementerio. Un recorrido duro por la propia orografía, ya que es todo el rato subir y bajar, y por la calorina que hacía (32º). Además no había ni una sola sombra durante todo el recorrido. Resulta curioso que me haya quemado los hombros ahora que ya está casi terminado el verano.

Lo mejor vino después porque fui directamente a la piscina del pueblo que estaba desierta y además la entrada era gratuita. El baño me supo a gloria.

La contractura marcha por buen camino, ya que no sentí ninguna molestia durante el recorrido. Tampoco quise forzar nada. Ahora habrá que ir metiendo aumentando la velocidad poco a poco.

Siempre había sabido que este recorrido es algo inferior a 10 km y me lo ha confirmado el forerunner que ha marcado 9,5 km. Los he recorrido en 49:17 a un ritmo de 5:10/km.

De fresco nada

Existe una leyenda popular entre los corredores de la zona de que el Parque Sur es un sitio más fresco que el Parque de Pradolongo. Sin embargo, pienso que no es así, por lo menos el circuito que yo hago que tiene una parte en la zona de abajo y no va todo por la zona más alta. Calculando a ojo, hay casi un kilómetro sin una sola sombra de un total de tres, es decir, un tercio del recorrido. Sin embargo, en Pradolongo puede haber algo más de un kilómetro de sol, pero en una vuelta de cinco. Conclusión, en verano mejor Pradolongo que su vecino. Y en invierno, también.

Lo curioso es que en invierno sí se nota que en Parque Sur hace más frío. Es cruzar la carretera de Toledo y entrar en zona más fría, donde si llegas con frío, aquí te castañetean los dientes.

Lo que sí es cierto es que se trata de un terreno más duro y que mucha gente lo prefiere por eso. Algo debe tener porque siempre se ve más gente corriendo allí, ¿o será que cerca de ese parque vive más gente corredora?

Como salí algo tarde y la canícula apretaba de lo lindo, fui buscando una zona más fresca y me fui a Parque Sur. Craso error, pero como sólo di tres vueltas y me llevé una botella de agua, tampoco fue para tanto. Totalicé algo más de 9 km en un tiempo de 49:15 a un ritmo de 5:26/km y muy, muy bien la contractura que no me molestó en absoluto.

La báscula marcaba hoy 68,8 kg por lo que sigo bajando peso después del aumento de las vacaciones.

La cosa va mejorando

Parece que el invento de los calcetines largos y el radio salil está funcionando porque he podido trotar sin apenas molestias. Confío en olvidar esta lesión en una o dos semanas mientras me permita seguir al menos trotando.

Hoy ya éramos un grupo de seis, después de que Emilio II volviese de sus vacas. Además estuvo rodando unos kilometrillos un viejo conocido de Pradolongo, Santiago, del que había oído hablar, pero no conocía. Nos comentó que tiene la espalda fastidiada y que los médicos le han prohibido correr, pero que él se conforma con correr media horita una vez a la semana. Un tipo muy majo y un gran corredor según contó Joaquín.

El otro día en la tele hablaba un masajista de un equipo ciclista de unas medias o calcetines largos de recuperación. Según parece estos calcetines se utilizan después de correr y según el fabricante Medilast Sport favorece la recuperación muscular después de la práctica deportiva. Masajea el gemelo recuperándolo en tiempo récord. Me gustaría probarlos, pero cuestan algo caros, ya que esta empresa lo vende por 35 €. Habrá que buscar en Decathlon.

Lo que no me queda nada claro con este asunto de los calcetines largos, ya sean para correr, ya para recuperar es si realmente sirven para algo o es una moda más, que me temo van por ahí los tiros. De todas formas, yo que soy bastante delicado de gemelos, debería de probarlos por si acaso son realmente efectivos.


Hoy ya me he atrevido a dar dos vueltas al viejo circuito de Pradolongo. Tenía algo de miedo por la lesión y no he tenido demasiados problemas, ya que el ritmo no ha sido rápido aunque algo más que días anteriores. El forerunner ha marcado 9,62 km y un tiempo de 52:08, de lo que se obtiene un ritmo de 5:25/km. La cosa va mejorando.

Experimento

Tengo unos calcetines largos que compré allá por el mes de febrero. Creo que sólo los he utilizado dos o tres veces. Dando vueltas al asunto de la contractura, he pensado que quizás me vendría bien salir a correr haciendo uso de Radio Salil para «calentar» la herida y los calcetines largos para no perder ese calor. Además se supone que esos calcetines son mejor para los gemelos que llevar éstos al descubierto.

Como no he podido aguantar a mañana, he salido para realizar la prueba. He empezado con el hielo, luego estiramientos específicos de los gemelos, luego estiramientos más generales de los músculos de las piernas y luego la prueba de fuego: salir a trotar unos kilometrillos.

He ido muy despacio, trotando, sin querer pasar de 5:30 y la molestia seguía ahí, no impedía de manera alguna correr, pero lo seguía notando. Curiosamente, según iban pasando los kilómetros iba notando menos la contractura. Quizás no haya sido mala idea lo de los calcetines o quizás es que la cosa va mejorando por otros motivos.

En total he corrido 6 km en un tiempo de 33:56 a un ritmo de 5:38/km. Mañana veremos cómo sigue el asunto.

Se acabaron las vacaciones

Hoy nos hemos juntado un grupo que llevábamos un tiempo sin vernos y es que ya casi todos hemos vuelto de vacaciones. De todas formas, todavía está el tema un poco descontrolado porque unos vamos a las siete y media, otros a las ocho, unos más deprisa, otros más despacio.

Me alegró cantidad encontrarme con Andrés que está pasando un momento delicado, pero le vi bien, optimista, que es lo más importante en este caso. Creo que como buen corredor de fondo, conseguirá llegar a la meta sin problemas.

 
¡Ánimo Andrés, tú puedes!
 

Salí bastante temeroso ya que no quiero forzar por el tema de la contractura en el gemelo, así que incluso yendo a un ritmo flojo había momentos en que no podía seguir al grupo. Espero ir mejorando poco a poco.

Por si no tenía suficiente

Por si no tenía suficiente con estropearme más el gemelo en la carrera de ayer, hoy he salido a entrenar. Así con un par. El caso es que he salido con una amiga con la idea también de probar el estado de la lesión y he visto que está mal, que efectivamente ha empeorado después de Mocejón.

Hemos dado dos vueltas a Parque Sur, saliendo a eso de las ocho, cuando el calor había aflojado un poco y aunque hemos empezado muy tranquilos, mi amiga ha ido apretando y había momentos en que no podía seguirla. Está claro que las tonterías se pagan y es que uno no está ya para estos trotes.

En total han sido 6 km, dando dos vueltas a Parque Sur, en un tiempo de 32:58 a un ritmo de 5:29/km.

Por la mañana había subido a la báscula con mucho temor después de las vacaciones y la báscula marcaba 69,1 kg, sólo un kilo más de la última pesada «oficial». Justo el día que volví de vacas el peso era de 70,2 kg, por lo que he perdido un kilo en una semana.

XXIX Carrera popular de Mocejón

Hace unos meses se me pasó por la cabeza un reto bastante tonto, pero que nunca había hecho. Consistía en realizar al menos una carrera oficial al mes. Normalmente nunca corro en verano, pero por probar…

El caso es que agosto se acababa y veía que el reto no se iba a poder cumplir. El poco entrenamiento, las molestias en el gemelo, … muchos inconvenientes.

El viernes, cuando salíamos hacia el pueblo recordé que en Mocejón, un pueblo cerca de Toledo, se celebraba esta carrera popular que además era de sólo 6 km. Pensé que si había entrenado ese kilometraje con ir un poco al tran tran conseguiría poder continuar con el reto.

Llamé el sábado por la mañana al teléfono de contacto y me dijeron que las inscripciones se podían hacer a partir de las cinco de la tarde. A las cinco y media estaba como un clavo en Mocejón, mirando asustado el termómetro del coche que marcaba 39º. Al realizar la inscripción leí en un cartel que la carrera de los mayores comenzaba a las 19:20 lo que me alegró un poco ya que pensé que habrían bajado un poco la temperatura a esa hora.

Me llamó la atención la cantidad de buenos atletas que se veían por allí, yo que pensaba que no iba a estar ni el tato, pero cuando vi el programa de la carrera y de que había 200 € para el primero, me di cuenta del porqué.

Viendo que faltaba bastante para que empezase la carrera cogí Por el camino de Swann de Proust, busqué una buena sombra y me puse a leer esperando que faltase media hora para el comienzo de la carrera para ponerme a calentar y estirar.

La carrera consta de cuatro vueltas a un circuito de supuestamente 1.500 metros. En la realidad la vuelta medía poco más de 1400 metros, por lo que no se recorren los seis kilómetros que dice el programa. Lo pude comprobar ya que antes de comenzar la carrera estuve dando esa vuelta como calentamiento.

Antes de las 19:20 estaba en la línea de salida esperando que dieran el pistoletazo, sin embargo grande fue mi sorpresa cuando vi que la salida estaba ocupada por un grupo de atletas jóvenes de entre 11 y 13 años que se disponían a dar una vuelta al circuito. La salida se retrasaba más todavía.

Mientras esperaba que salieran los jóvenes atletas me encontré con un viejo conocido que me comentó que su hijo iba a correr. Le pregunté en qué categoría, si alevines, benjamines, pero me respondía que en la carrera de los mayores, ya que su hijo tenía 18 añitos, ¡cuál fue mi sorpresa al ver lo rápido que transcurren los años! Me indicó que su hijo era aquel chico alto con una camiseta azul, lo que inconscientemente hizo que ese chico de camiseta azul pasara de ser el hijo de a un posible objetivo al que darle matarile.

Y digo inconscientemente porque tenía intenciones de hacer la prueba a un ritmo tranquilo ya que tenía más que perder que de ganar si iba rápido y me había fijado un ritmo de unos 5:00/km durante la carrera. De hecho salí al final del todo. Sin embargo, algo debe tener ponerse un dorsal en el pecho porque cuando dieron el pistoletazo de salida salí como un poseso tras la camiseta azul. No veía a nadie más, solo a este chico que veía alejarse con aparente facilidad.

Cuando llevaba un kilómetro recorrido pude comprobar en el cronómetro que habían transcurrido sólo cuatro minutos y dos segundos y que era un ritmo muy rápido para mí en estos momentos. Pero ciego como iba no se me ocurrió aflojar, sino que traté de mantener ese ritmo escuchando atentamente lo que me pudiera decir mi maltrecho gemelo.

Pasado el segundo kilómetro sentí un desagradable chasquido en el gemelo, pero en vez de parar en ese momento me dije que ya quedaban menos de cuatro kilómetros, que para qué iba a parar. De nuevo la camiseta azul me atraía y me atraía sin poder remediarlo.

Tras el tercer kilómetro vi que mi rival flojeaba por lo que yo también aflojé un poco el ritmo ya que iba algo forzado, pero aún así iba acercándome a él metro a metro. Poco antes de terminar la tercera vuelta le adelanté, no sin animarle al superarle. Me miró extrañado pensando en quien demonios sería ese viejete calvorota que le animaba por su nombre.

Ahora el objetivo era una chica que iba unos metros por delante. Conseguí igualarme con ella en la última vuelta y en un repecho mínimo apreté un poco para tratar de escaparme. Lo conseguí, ahora escuchaba su respiración agitada unos metros detrás de mí. Eso me animó todavía más. Apreté los dientes y me lancé a todo lo que pude hacia la meta.

Llegué con un tiempo de 23:21, marcando el GPS una distancia de 5,72 km, según puede verse en esta actividad de Garmin Connect. Bastante satisfecho con la carrera, pero fastidiado porque me temo que la lesión se ha agravado con esta prueba más de falta de sentido común. Si veo que no mejora la cosa tendré que volver a visitar a Josefa.

Tras la entrada en meta nos obsequiaron con una botella de agua, un bote de refresco y una camiseta de algodón, ideal para limpiar los cristales. De todas formas no puedo quejarme ya que la inscripción era gratuita.

Es la primera vez que participo en esta carrera y me he llevado una grata impresión. La organización ha estado muy bien, exceptuando el retraso en dar la salida. Ésta tuvo el detalle exquisito de ofrecer botellas de agua fresquita en cada una de las vueltas, cosa que se agradecía por la chicharrera inmisericorde que todavía había a esas horas.

Las clasificaciones se pueden ver en la página web del ayuntamiento de Mocejón, aunque guardo una copia de la clasificación por categorías por si alguien no lo encuentra en otro sitio.Hay que tener en cuenta que la única clasificación válida es la que proporcione la organización, por lo que lo aquí expuesto es sólo orientativo.

Cat. femenina Cat. masculina
De 17 a 35 años De 17 a 39 años
De más de 35 años De 40 a 50 años
De más de 50 años