Primer paso dado

Ya he dado el primer paso para poder participar en la maratón de Nueva York en el mes de noviembre. Bueno, más que el primero, el segundo, porque el primero es enterarse de cómo va este tinglado, que no es sencillo.

Como digo el primer paso es el registro, que no garantiza nada… sólo que pagas once dólares (8,5 €) por optar a participar. Se supone que como tengo una marca en media maratón por debajo de 1h30, puedo participar sin esperar a la lotería, pero ya veremos si aceptan esa marca. De todas formas, me queda la media de Getafe para poder mejorar la marca y creo que esta carrera sí la aceptan, por lo menos el año pasado así fue con Iñaki.

Solicitud inscripción New York City Marathon
Solicitud inscripción New York City Marathon

Ahora tengo que esperar a que me digan si esa marca vale o no vale.

Después de estos pocos días de vacaciones que he tenido, he vuelto a entrenar de noche. Ayer nos juntamos unos cuantos compañeros en el parque de Pradolongo e hicimos ocho kilómetros tranquilos y dos más a leñazo limpio. Creo que en algún tramo de esos dos últimos kilómetros iba más rápido que el otro día que hice los cambios de ritmo. Hice los 10 km en 55:28 @ 5:33/km lo que supone 8,1 puntos de intensidad de Daniels, de los cuales 4,6 son de los ocho primeros kilómetros y 3,5 de los otros dos. Ya hablaré en alguna entrada lo que significan estos puntos, pero para hacernos a la idea, menos de 50 puntos semanales, son una birria para JD, por lo que me esmeraré en sobrepasar esos 50 puntos como mínimo.

Feliz 2012

Hoy comienza 2012, así que feliz año nuevo a todo el mundo. Como curiosidad decir que se trata de un año bisiesto y además, olímpico, aunque ni una cosa ni otra tenga la menor importancia.

Me gusta comenzar el año igual que lo acabo, borracho… Que no, que es broma. Quiero decir que me gusta correr la San Silvestre el día 31 y el día de año nuevo salir también a correr.

Hoy estaba en tierras toledanas y he salido a correr por los caminos y cañadas que hay por allí, haciendo un bonito circuito que consta de 16 km. Curiosamente, este circuito había calculado a ojímetro su distancia y coincide con lo medido por el GPS. Sorprendente.

El día era soleado aunque algo fresco y el campo estaba realmente bonito porque ha empezado a crecer la siembra y por doquier se veían campos verdes, aunque alguno ya amarilleaba ¡¡¡hace falta que llueva ya!!!

Preciosa estampa
Preciosa estampa

Un par de liebres saltaron delante de mí por el camino, a punto estuve de alcanzarlas… Ni en broma, es impresionante como corre este animal. Da gusto ver cómo va dando esos pequeños saltitos mientras se aleja a velocidad de vértigo.

Al final realicé, según el GPS, 16,19 km en 1:22:39 @ 5:09/km. Buen comienzo de año.

Y para terminar, un resumen del año 2011:

  • He recorrido 2.229 kilómetros en 182 sesiones, por lo que he entrenado casi, casi el 50% de los días del año. Por meses:
    Mes Carreras Kilometraje
    Enero 0 244,62
    Febrero 1 85,98
    Marzo 1 272,49
    Abril 1 206,31
    Mayo 0 108,54
    Junio 3 69,43
    Julio 0 167,85
    Agosto 0 177,79
    Septiembre 1 192,07
    Octubre 1 274,33
    Noviembre 1 262,80
    Diciembre 4 167,07
    Totales 13 2.229,29
  • He participado en 13 carreras, de las cuales dos han sido maratones: Mapoma en abril y Málaga en diciembre.
  • Me he gastado 191 € en inscripciones, que no es moco de pavo. Distribuidas de la siguiente manera:
    Vicálvaro  6,00 €
    Aceite  5,00 €
    San Martín  10,00 €
    Málaga  40,00 €
    Moratalaz  10,00 €
    Ciudad Real  10,00 €
    Torrijos  5,00 €
    San Juan  10,00 €
    Zofío  5,00 €
    Proniño  8,00 €
    Jadraque  8,00 €
    Mapoma  45,00 €
    Villarrobledo  8,00 €
    Enfermedades raras  6,00 €
    Getafe  15,00 €
    Total  191,00 €

Y para 2012, como dije el año pasado, más y mejor (eso espero).

XXXII San Silvestre vicalvareña

Una vez más, para terminar el año atléticamente hablando, nos hemos acercado al madrileño barrio de Vicálvaro a participar en la XXXII edición de la San Silvestre que allí se celebra.

En el polideportivo de este barrio, donde están ubicadas la meta y la salida, habíamos quedado unos cuantos pradolongueros y un número indeterminado de maratidianos que al final se redujo a tres. Juntos nos hicimos una bonita foto.

Pradolongueros y maratidianos en la San Silvestre vicalvareña
Pradolongueros y maratidianos en la San Silvestre vicalvareña

Aunque es una carrera de sólo ocho kilómetros, es una prueba durilla porque excepto llano, tiene todo lo demás: ligera subida, ligera bajada, subida dura y bajada también pronunciada. De todas formas, el propósito era hacerla lo más rápido que pudiese y comprobar si mejoro o no en velocidad. Y es que la maratón, vuelvo a decirlo, te deja las piernas lentas, cosa lógica por otra parte.

Salí a toda pastilla, tanto que no vi el primer kilómetro 🙂 pero pasé el kilómetro dos en 7:50 por lo que consideré que el ritmo era bueno y que más rápido me iba a ser difícil ir. Así fue, me mantuve más o menos y apretando los dientes en las subidas y tratando de relajar un poco en las bajadas fueron pasando los kilómetros, consiguiendo llegar a la meta cumpliendo el objetivo de bajar de treinta y dos minutos, ya que el tiempo en meta fue de 31:52 bruto y 31:49 neto, según la clasificación oficial. Me hubiera gustado hacer menos tiempo, pero… es lo que hay. Tengo que seguir trabajando.

Mi compañera pradolonguera se quedó con la miel en los labios, ya que se quedó en la cuarta posición a sólo dos segundos de la tercera.

Llegando a meta
Llegando a meta (foto cortesía de Gerardo Manzano)

Como en años anteriores, esta carrera no me ha defraudado en absoluto. Muy buena organización, buen precio de inscripción (seis euros) y buena bolsa del corredor, consistente en camiseta técnica, gorra, monedero de muñeca, agua, refresco y bolsa de panchitos. Aparte de todo esto, el hecho de celebrarse en un polideportivo, también teníamos acceso a un vestuario con su correspondiente ducha. Y no olvidarse del sorteo de embutidos, que aunque llevo unos años que no me toca nada, es bastante generoso. Espero que nadie me pregunte por qué prefiero esta sansil a la vallecana.

Diploma San Silvestre vicalvareña 2011
Diploma San Silvestre vicalvareña 2011

Antes de salir hacia Vicálvaro me subí a la báscula y marcaba 67,8 kg, que teniendo en cuenta que acababa de desayunar no está mal, ya que calculo que unos 300 gramos de más sí tenía en el estómago y es que me está costando controlarme estas fiestas.

Cambios de ritmo

Hacía tiempo que no hacía entrenamientos rápidos. Lo más que había hecho cuando preparaba la maratón era ir a ritmo umbral, nunca por debajo de cuatro.

Hoy he realizado cinco cambios de ritmo, cada uno entre 400 y 500 metros y trotando 300 metros entre cada cambio (más o menos). Procurando ir por debajo de cuatro cuando progresaba. El entrenamiento se me ocurrió según iba haciéndolo, por lo que muy científico no parece que haya sido. Pero bueno, la intención es lo que cuenta.

Distancia Tiempo Ritmo
0,54 0:01:45 3:14
0,42
0,42 0:01:39 3:56
0,34
0,40 0:01:30 3:45
0,29
0,47 0:01:51 3:56
0,46
0,43 0:01:37 3:46

Viendo los tiempo, me parece que el primer cambio lo hice demasiado deprisa y lo pagué en el segundo.

Tengo que ir acostumbrando al cuerpo a correr por debajo de cuatro si quiero bajar de cuarenta minutos en 10 km. Para esto, no me queda más remedio que hacer series o cambios de ritmo.

Al final totalicé 10 km en 53:55 @ 5:24, bajando bastante el ritmo después del último cambio.

Todo listo para Vicálvaro.

700 escalones

Ayer hicimos un entrenamiento de fuerza consistente en subir 700 escalones (y bajarlos). Hoy tenía el músculo que hay encima de la rodilla, que no sé cual es (¿vasto? ¿recto?), bastante cargado y me costaba rodar a un ritmo decente. Hasta que no se ha calentado, he ido bastante mal. Afortunadamente, en la segunda vuelta iba bien, aunque ha empezado a molestarme la rodilla izquierda. Me parece que no me han sentado bien los escalones.

Si el Empire State Building tiene 1576 escalones, no sé cómo acabarán los tipos que participan en la prueba de subir los 86 pisos. Lo que más me sorprende es que hay un alemán llamado Thomas Dold que en 2009 sólo tardó diez minutos y seis segundos en subir ese porrón de pisos. Impresionante. Además, ha ganado esa prueba seis veces.

He ido acompañando a un amiga que tenía previsto hacer una segunda vuelta a ritmo umbral, por lo que cuando hemos comenzado la segunda vuelta pensaba que no iba a poder seguirla, pero en esa segunda vuelta he ido algo mejor y aunque me costaba seguirla en algunos tramos, no ha conseguido escaparse de mí.

Al final mi compañera ha hecho cuatro kilómetros a ritmo umbral, haciendo una media de 4:47 cuando lo suyo era haberlos hecho a 4:52. Se ha pasado de ritmo, estaba especialmente motivada.

Entre los cinco primeros de calentamiento, los cuatro a umbral y uno de enfriamiento hemos totalizado 10 km en un tiempo de 51:41 @ 5:10/km.

Quemando la cena de Nochebuena

Todos los 25 de diciembre me levanto con remordimientos. El día anterior siempre cometo excesos alimentarios y por mi cabeza pasa la idea de que tengo que quemar lo ingerido.

Me levanté con ese run, run y pronto me disfracé de corredor, hice mis estirameintos y salí a correr en una bonita mañana soleada aunque fresca, bien acompañado, buscando el camino del Parque Lineal.

Al poco de entrar en el parque nos cruzamos con Roberto Álvarez, ganador de la última media de Villaverde con 1h10. Es una maravilla ver correr a este hombre, con esa elegancia innata que tienen los buenos corredores. A ver si de tanto cruzarme se me pega algo 😉

Y hablando de la media de Villaverde, enhorabuena a nuestro compañero Enrique que llegó el 25 de la carrera con un tiempazo de 1h22. I-M-P-R-E-S-I-O-N-A-N-T-E.

El entrenamiento consistió en ir hasta el final del circuito del río y vuelta a casa, para totalizar 16 km en un tiempo de 1:24:42 a un buen ritmo de 5:18/km. Algún turrón habremos quemado.

Disfrutando del sol

Es una gozada poder disfrutar del sol en días invernales. Nada más placentero que te dé el sol en la cara cuando las temperaturas son bajas. Eso iba pensando cuando iban pasando los kilómetros del entrenamiento.

Para variar la rutina, hoy hemos ido a Parque Sur, un circuito un poco más duro que Pradolongo, aunque al ser un parque algo más pequeño, hay que dar más vueltas para hacer un kilometraje decente. En el caso de hoy, que hemos hecho 10 km, hemos tenido que dar tres vueltas y un poquito.

Pasando un poquito de frío cuando íbamos a la sombra y disfrutando del sol en las zonas más despejadas, se han ido pasando los kilómetros casi sin darnos cuenta. Hemos completado los 10 km en un tiempo de 51:35 @ 5:09/km.

Ha llegado el invierno

Hoy es oficialmente el primer día de invierno. Dado que hoy no trabajaba, he salido por la mañana y como hacía solecito, he celebrado la llegada de la estación invernal en manga corta. Y no se estaba mal, hacía fresquito, pero calentaba el sol.

Hoy tocaba hacer algo de calidad y había planificado hacer seis kilómetros a umbral. Hoy no había excusas de que no se veía, de que el terreno estuviese embarrado, de que los compañeros no quisieran, etc.

¡Buf! Me ha costado lo suyo hacer los seis kilómetros a umbral. En el último he tenido que apretar los dientes de verdad. La idea era hacerlos a 4:11 y han salido a 4:15, 4:06, 4:13, 4:12, 4:09 y 4:12. Aunque han sido algo irregulares (depende del terreno si es favorable o no) salen los seis kilómetros a una media de 4:12, más o menos en el objetivo. Lo curioso es que Daniels va ajustando el ritmo según el entrenamiento se va alargando. Así, si para un VDOT de 51 dice que el ritmo umbral es de 4:11 para 5 km, ese ritmo es algo más suave (4:14) para 6 km. Resumiendo, que los he hecho incluso más rápido de lo que debiese. No me extraña que haya acabado cansado.

Entre los cuatro kilómetros del calentamiento inicial, los seis kilómetros a umbral y un kilómetro de enfriamiento, he totalizado 11 km en un tiempo de 52:44 @ 4:47/km.

Strands fitness echa el cierre

Strands fitness es (o era) una red social de deportistas donde el personal anotaba sus entrenos y podía ver los de los demás y compartir experiencias y preguntas con otros miembros de la comunidad. Lo de la red social no me llamaba mucho la atención, todo hay que decirlo, pero el sistema de registros de entrenamientos me gustaba y mucho. Lo que más, poder anotar los kilómetros que llevas con unas determinadas zapatillas.

Pues bien, el 30 de diciembre chapan el chiringuito. Es la primera red social «que me pilla» dentro cuando cierra, ya que llevaba algo más de dos años (desde el 17 de octubre de 2009) anotando mis entrenamientos. Habrá que buscar una alternativa o seguir con Garmin Connect únicamente. Una verdadera pena lo de strands.

Todo triste y apesadumbrado por el cierre 🙂 me he puesto las zapatillas y zumbando al parque, donde me he encontrado con Joaquín y Emilio II con los que he ido charlando sobre la cena del otro día. Es curioso lo que cambian los pareceres. Yo acabé más que satisfecho; sin embargo Emilio decía que se había quedado con hambre. Está claro que cada uno tiene el estómago acostumbrado a más o a menos.

Con ambos he hecho las dos vueltas habituales a un ritmo tranquilo, que todavía notaba las piernas algo cansadas de la carrera del domingo. Después de las dos vueltas, un poquito más hasta completar 10 km en 55:37 @ 5:33/km.

IX Carrera del aceite

A las 7:30 sonaba el despertador. Teníamos un largo viaje hasta Los Navalmorales, donde nos esperaba la IX edición de la carrera del aceite. Ya participamos hace dos años en esta prueba y nos gustó bastante, además es bonito volver a tu pueblo… aunque sea  por Navidad.

Por no leer el reglamento en detalle, pensaba que la carrera comenzaba a las once horas cuando en realidad era una hora después. Es por eso que nos causó extrañeza la poca gente que había por allí cuando retiramos el dorsal. Más raro todavía fue cuando faltando media hora nos despojamos de la ropa de abrigo y comenzamos a calentar y no sólo nadie lo hacía, sino que estábamos casi en familia.

Viendo que aquello no cuadraba de ninguna manera, me acerqué a secretaría y me sacaron de dudas: la carrera daba comienzo una hora más tarde. Mi compañera de viaje empezó a reprocharme el madrugón, pero ya no tenía remedio.

Antes de la salida de la carrera del aceite
Antes de la salida de la carrera del aceite, con la Sierra del Santo al fondo

Aunque el sol lucía radiante, la temperatura era baja, por lo que decidimos abrigarnos un poco e ir a reconocer el circuito, que no era el mismo que habíamos recorrido hace dos años. El actual consistía en dar tres vueltas (para totalizar 4,8 km según la organización) a un circuito que comenzaba llaneando por asfalto, para girar a derechas y meterse por un camino que se iba alejando del pueblo hasta llegar a una curva cerrada a la izquierda que iba poco a poco tornándose cuesta arriba. La cuesta iba endureciendo su pendiente hasta llegar de nuevo al pueblo donde acababa el camino de tierra y empezaba una cuesta abajo de bastante pendiente que llegaba hasta el arroyo que separaba los dos antiguos pueblos. Al cruzar el arroyo, de nuevo cuesta arriba hasta llegar a la carretera donde acababa la cuesta y donde ya se veía a unos trescientos metros la línea de llegada que era donde acababa también cada una de las vueltas. En resumen, un circuito bonito, medio cross, media carrera de asfalto, aunque corto y duro.

Detalle del recorrido
Detalle del recorrido

Dado que hace doce días me metí una maratón entre pecho y espalda, mi intención era de hacer un entrenamiento con dorsal como el domingo pasado; sin embargo, calentando me encontré con un viejo conocido, que ni siquiera sabía que corría, y no podía permitir que llegase antes que yo. Salí controlando al sujeto, pero en cuanto el terreno se tornó ascendente le pasé y al poco alcancé a una chica con la que hice casi toda la carrera. Se llamaba Irene y debía ser muy popular porque era animada en varios puntos del recorrido.

Junto a ella fuimos adelantando a diversas chicas que la precedían y eso la sirvió para llegar la quinta de las chicas. Yo llegué unos metros por delante con un tiempo oficial de 20:16 según la clasificación cuya copia he subido aquí. Aunque la distancia, según la organización era de 4,8 km, el GPS marcaba casi cinco, por lo que lo dejaremos en 4,9 km teniendo en cuenta la precisión del GPS. Bastante contento con mi prestación aunque preguntándome si he obrado bien o he hecho el canelo yendo a todo trapo.

Me ha sorprendido la participación femenina. Sin temor a equivocarme, afirmo que es la carrera que mayor porcentaje de chicas había de todas en cuantas he participado, el 30% de la participación era femenina.

Mi compañera de viaje consiguió hacerse con el quinto puesto de su categoría y subió al cajón para recibir una garrafa de cinco litros del líquido que da nombre a la carrera. Al final el viaje y el madrugón merecieron la pena.

Interesante premio en forma de garrafa de aceite
Interesante premio en forma de garrafa de aceite