Alargando las cuestas

Empecé haciendo cuestas en Pradolongo. Eran cuestas más bien cortas y de poca pendiente. Luego pasé a Parque Sur donde las cuestas son algo más largas y, sobre todo, más empinadas y hoy he dado el siguiente paso que es hacer cuestas bastante más largas. Para ello he bajado al Parque Lineal, que tiene cuestas más largas que en cualquiera de los otros dos parques.

La verdad es que es una gozada vivir donde vivo, porque tengo tres parques «a tiro de piedra» cada uno de los cuales tiene características diferentes. Pradolongo es más llano, Parque Sur es algo más accidentado y el Parque Lineal tiene de todo.

En tres kilómetros se llega al Parque Lineal. Desde la puerta del parque hasta el comienzo de la primera cuesta hay unos quinientos metros, así que llegamos al pie del Cerro Coyote habiendo recorrido una distancia ideal para llegar caliente, con los músculos preparados para hacer un ejercicio intenso.

Se puede subir al Cerro Coyote desde tres sitios distintos. Nosotros elegimos el menos inclinado aunque más largo. Son casi quinientos metros de subida. Una vez coronado el mirador, se trata de bajar a buen ritmo para acostumbrar los músculos a las bajadas. Bajamos por un camino más corto, pero más inclinado.

Después de bajar de este cerro, trotando hacia el pie de la Cabeza de Ariadna, uno de los símbolos de este parque. La subida a la cabeza son trescientos metros, que hay que subir con brío. Se baja de la cabeza también a buen ritmo y se trota hasta el pie del Cerro Coyote. Y a partir de entonces se repite la jugada hasta tres veces, para completar seis cuestas arriba y seis cuestas abajo, que también dejan huella en las piernas.

De vuelta a casa, hay otra bonita cuesta para subir desde la calle San Mario hasta la glorieta del Doce de octubre. Son sólo doscientos metros, pero bastante empinados.

Total, que llegamos a casa con 12 km y con unas cuantas cuestas en las piernas. Esos 12 km los hemos recorrido en 1:06:11 @ 5:31 min/km. No es un ritmo muy allá, pero si se tiene en cuenta las dificultades orográficas, no está mal.

Antes del entrenamiento, como todos los sábados, a la báscula. Hoy marcaba 67,9 kg lo mismo que la semana pasada. No bajo, pero por lo menos no subo.

He batido un récord

Hoy he batido un récord, pero no relacionado con el atletismo, sino con el transporte público. Por desgracia, trabajo justo en la otra punta de Madrid. Utilizo el transporte público para ir y venir del trabajo haciendo una bonita combinación de autobús, tren y autobús, con un transbordo del tren en Atocha. Suelo tardar una hora en ir y como una hora y diez minutos en volver. Pues bien, hoy he tardado ¡¡¡una hora y treinta y cinco minutos!!! en volver. Todo un récord… que tampoco veo difícil volver a batir 😉

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El culpable de mi retraso

Este retraso en llegar a casa ha provocado que llegase tarde al punto de encuentro, así que cuando llegué sólo pude constatar que mis compañeros ya habían salido. Pero se lo tomaron con calma y sobre el kilómetro dos pude unirme al grupo.

Aunque el grupo de disgregó, fui tranquilo los primero cinco kilómetros, haciendo un tiempo de 27:19 en esa primera vuelta, a un ritmo de 5:28 min/km y luego aceleré para tratar de llegar al ritmo umbral de 4:15 y tratar de hacer esos cuatro kilómetros y pico a ese ritmo constante.

Y no me ha salido mal, la verdad: 4:13, 4:14, 4:17, 4:15 y 4:20. El último kilómetro se me ha ido un poco, pero es cuesta arriba, ya iba cansado y en el pasillo junto al arroyo, que estaba todo cubierto de varias capas de hojas, iba pisando con mucha precaución y con más miedo que vergüenza. En la segunda vuelta, he hecho 4,53 km en 19:17 @ 4:15. Justo el objetivo.

En total han sido 9,53 km en un tiempo de 46:36 @ 4:53 min/km.

Keep calm and run for 42,195 km

Lo vi el otro día en Twitter ¿o fue en Facebook? y me hizo mucha gracia. Es un póster que dice «keep calm and running for 42,195 km» y que traducido viene a significar, más o menos, «mantén la calma y corre 42,195 km». Espero que lo de poner la coma sea simplemente un error tipográfico, ya que los anglosajones utilizan el punto para separar los decimales. Porque si hay que correr cuarenta y dos mil kilómetros, vamos bien.

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Keep calm and running for 42,195 km

Ahora está muy de moda lo del «keep calm», ya lo he visto por varios sitios y resulta que por internet hay generadores de carteles de este tipo. Por ejemplo en http://www.keepcalm-o-matic.co.uk/ o en el enlace http://www.keepcalmandcarryon.com/

Utilizando uno de esos generadores, he conseguido un bonito cartel para hacer publicidad del blog…

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Este me gusta más

Respecto a lo deportivo, hoy es martes y algunos aprovechan este día para hacer series. Hoy tocaba de 400 metros, pero yo he preferido ir a ritmo, que ya estuve haciendo cuestas el domingo y no es cuestión de machacarse en exceso.

Así que cuando cuando llegamos a los campos de fútbol, el sitio más alejado del punto de encuentro, se quedaron unos cuantos y yo seguí con «el nuevo», que me fue contando dimes y diretes. En la segunda vuelta apreté un poco y traté de mantenerme a un ritmo constante de 4:30 y lo conseguí más o menos, luchando a veces con mi nuevo compañero que en determinadas ocasiones me cerraba el paso.

Al pasar de nuevo por el punto más alejado del punto de encuentro me quedé solo y al final acabé haciendo 10 km en 49:59 @ 5:00 min/km con una segunda vuelta a buen ritmo.

Se nota la diferencia

Después de tres entrenamientos por las cuestas de Pradolongo hoy he decidido dar un paso más. He trasladado el lugar de entrenamiento a Parque Sur donde hay unas cuantas cuestas también y además con más pendiente y más largas. Y se nota la diferencia, ha resultado un entrenamiento bastante más duro que los tres anteriores. Espero que estos entrenamientos sirvan para mejorar mis prestaciones en la carrera de mi pueblo, que me juego… nada.

Salí a eso de las nueve y media de la mañana y la temperatura estaba fresca, pero subiendo cuestas se entra en calor enseguida. Durante el entrenamiento me crucé un par de veces con un grupo bastante nutrido donde se veían prendas de abrigo. ¿Tanto miedo hay al frío?

Después de una primera vuelta, unos tres kilómetros, me dispuse a subir la primera cuesta, que es la más larga y la más inclinada. Y me costó bastante, no lo voy a negar. Luego las otras, después del primer sofoco, se me dieron algo mejor. Cada cuesta subida, era bajada al trote y así hasta completar la primera tanda de siete cuestas. Después de la última, trotando hacia el sur para empezar de nuevo la rutina de subir y bajar todas las cuestas.

Una vez acabadas todas las cuestas, un poquito más para enfriar y esta vez me ahorré los dos doscientos con los que suelo terminar porque debía volver a casa con cierta urgencia, que tenía cosas que hacer. Llegando a casa, ya caminando deprisa para bajar pulsaciones me quedé gratamente sorprendido por el bonito paisaje otoñal que se veía al lado de casa. En la foto se pueden apreciar los diversos colores otoñales.

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Precioso paisaje otoñal

Completé 8,36 km en un tiempo de 48:33 @ 5:49 min/km. Un ritmo bastante pausado, pero que no es para nada indicativo del esfuerzo que costó subir las cuestas.

Antes de comenzar el entrenamiento me subí a la báscula y marcaba 67,9 kg prácticamente lo mismo que la semana pasada. Me está costando bajar de ahí.

San Pradolín

Hoy ha sido un día pasado por agua, pero bien pasado. Cuando salimos a correr estaba chispeando, pero ha sido empezar y dejar de llover. Todo el entrenamiento y ni una gota. Lo mismo nos pasó el martes y nos ha pasado algún día más. Parece que San Pradolín nos protege de la lluvia. ¿Y quién es San Pradolín? Evidentemente es el santo del parque Pradolongo, prácticamente nuestro ángel de la guarda.

Hoy he salido más tarde, si cabe, de lo habitual. El transporte público no ha andado muy fino hoy y he llegado a casa tarde y, por lo tanto, he llegado al punto de encuentro cuando ya casi estaban acabando. Bueno, es una exageración, que me han estado esperando. De todos modos, no he podido ni estirar ni conseguir que el GPS capturara las señales de los satélites. Cuando he puesto en marcha el GPS ya llevaba casi dos kilómetros en marcha.

Hoy no estábamos muy por la labor de correr, así que los tres que nos hemos juntado hemos ido hablando durante las dos vueltas de política. Extraño, muy extraño el tema, pero parece que Podemos ha conseguido lo que ningún otro partido había hecho: que muchos ciudadanos hablen y discutan sobre política. Obviamente, unos a favor y otros en contra, pero interesándose todo el mundo por este fenómeno. Aunque sólo sea por eso, es positiva la irrupción de este partido en la vida política de este país.

Después de tanto hablar y poco correr hemos completado las dos vueltas. Los típicos 9,6 km aunque el GPS sólo ha recogido 7,75 km en un tiempo de 42:22 @ 5:28 min/km. Tampoco pasa nada, la verdad, ha sido un entrenamiento que no ha servido para mucho… desde el punto de vista atlético.

Un puntito

Hoy estaba el suelo muy embarrado debido a la lluvia caída días anteriores y la que ha caído escasos minutos de la hora de encuentro. De hecho tenían pensado hacer unas series y han visto que no estaba el terreno para ello.

Salí de casa y hacía pocos minutos que había dejado de llover; sin embargo se escuchaban truenos y se veían relámpagos, por lo que iba pensando si habría alguno de los compañeros en el punto de encuentro. Y sí que había, pero todos y cada uno de nosotros habíamos pensado lo mismo, que íbamos a correr en solitario. Nos juntamos cuatro, que no está mal para lo desapacible del tiempo. Minutos después apareció el quinto en discordia, así que formamos un pelotón de lo más decente.

Curiosamente, todos los augurios de mal tiempo se desvanecieron y durante el tiempo que estuvimos corriendo no cayó ni una gota e incluso hacía una temperatura de lo más agradable. Lo que sumado a la humedad, provocó que sudáramos de lo lindo.

En la segunda vuelta decidí hacer un entrenamiento inusual. Consistía en ir aumentando el ritmo kilómetro a kilómetro. Sí, ya sé que es una tontería, pero hay que hacer algo distinto de vez en cuando. Así, hice ese primer kilómetro de la segunda vuelta en 4:45, el segundo en 4:30, el tercero en 4:15 y el cuarto, en 3:58. Me salieron clavados los cuatro kilómetros. Para finalizar, un quinto kilómetro de enfriamiento. De esta forma completé 10 km en 51:14 @ 5:07 min/km, aunque lo importante no es el ritmo, sino la progresión de esos cuatro kilómetros.

Peinando la zona

Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua peinar tiene varias acepciones. Una es desenredar el pelo, otra es rastrear minuciosamente un territorio en busca de alguien o de algo.

A mí se me ocurre otra acepción: subir y bajar distintas cuestas en paralelo, haciendo un circuito en forma de púas.

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Circuito con cuestas en Pradolongo

La verdad es que toda esta introducción es una tontada, pero resulta difícil pensar qué poner en una entrada cuando ya he escrito más de mil y procurando que no se repita el tema.

Cuando me levanté estaba lloviendo así que opté por desayunar y salir más tarde. Tan tarde, que ya eran pasadas las doce cuando salí a la calle. Había quedado con una amiga y ambos nos acercamos al parque de Pradolongo a realizar el circuito de cuestas. Como había hecho en semanas anteriores, se trataba de hacer catorce cuestas en dos tandas de siete y siete. Esas siete cuestas todas distintas en longitud y pendiente.

Empecé a tope con la primera cuesta y traté de seguir a tope en todas las demás. Tuvimos la «fortuna» de que en la cuesta más dura habían podado unos árboles y era imposible llegar hasta arriba, ya que las ramas ocupaban todo el camino. No pasa nada, el circuito es algo más suave pero aún así es durillo.

Después de las catorces cuestas, un par de doscientos a tope, completando, de este modo, 10 km en 56:52 @ 5:41 min/km. Un entrenamiento duro y espero que fortalecedor de piernas.

Ayer la báscula marcaba 68 kg exactos. No he conseguido bajar de los sesenta y ocho pero no me parece mal. A seguir trabajando.

Gemelos cargados

El lunes después de la carrera de las aficiones y después de haber conseguido mejorar mi marca de 10 km no me encontraba mal del todo, algunas agujetas en los cuádriceps. El martes cuando salí a correr estaba más o menos igual, con los cuádriceps cargados.

Hoy, ya jueves, habían remitido las molestias en la parte alta de las piernas, pero notaba los gemelos muy cargados, así que he salido con prudencia. Hemos dado la primera vuelta muy tranquilos, pero en la segunda poco a poco me he ido animando, siempre con la precaución de fijarme en los gemelos para no fastidiarlos.


Mucho gemelo para poca cosa

El primer kilómetro de la segunda vuelta en 4:37 y bien, así que he pensado en hacer el resto de la vuelta rozando los cuatro minutos y medio. Y así, más o menos, he ido. De hecho han salido el resto de kilómetros en 4:32, 4:33, 4:27 y 4:33. Lo mejor es que los gemelos se han portado fenomenal después de la reserva inicial. Al acabar, después de ducharme, por si acaso, me he puesto las medias de compresión.

En total han sido 9,62 km en 49:06 @ 5:06 min/km. Lo mejor del entreno ha sido comprobar que aunque empecé con los gemelos cargados, he acabado mejor que como empecé.

Un buen regenerativo

Hoy estábamos todos -o casi todos- un poco cansados. Unos de la pachanga de las aficiones y otros de la media de Villaverde. Así que nos hemos tomado el día de hoy como un regenerativo, corriendo muy tranquilos.

Nos hemos juntado nada menos que siete corredores, entre ellos el «nuevo fichaje». Comentaba el nuevo que ya había hecho algunos kilómetros, pero ha estado un buen rato con nosotros contándonos mil y una aventuras. Se nota que le gusta hablar a este chico. No sé si es porque iba entretenido con la charla o simplemente mala suerte, pero Joaquín se ha dado un buen tortazo al enredar el pie entre los cordones de la zapatilla (en mi pueblo al cordón de los zapatos se le llama trencilla, no sé si es habitual en otros sitios).

Por cierto, que he salido con camiseta de manga corta y pantalón corto y he acabado con los brazos bastante fríos. Hoy se notaba que la temperatura era bastante baja, sobre los ocho grados.

En fin, que ha sido un entrenamiento con poca cosa que contar. Lo único significativo ha sido la caída, pero nada más. Dos vueltas y todos a casa. En total han sido 9,6 km en 54:56 @ 5:41 min/km. Como puede verse, a un ritmo muy tranquilo

Con los dedos de una oreja

Ayer no salí a correr porque estuve de cumpleaños. Mi madre hizo 78 añitos. No está en su mejor momento, pero ya vendrán tiempos mejores. Seguro.

Como no salí ayer, decidí salir hoy. Como los viernes salgo antes, poco después de las cuatro de la tarde me puse en marcha.

Era un momento del día un poco asqueroso porque llovía y hacía un aire bastante desagradable. Tan feo estaba el día, que los corredores con los que me crucé en la primera vuelta se podían contar con los dedos de una oreja.

Después de la primera vuelta, cuando ya llevaba algo más de cuatro kilómetros y había dejado de llover, me crucé con el único corredor que vi durante el entreno. Bravo por él.

Cuando acabé la segunda vuelta el Garmin se apagó. La batería se terminó. Últimamente dura cada vez menos. Está llegando al final de su vida. Cosas de la absolescencia programada.

Como el domingo hay carrera, hoy me lo he tomado con tranquilidad, rodando a un ritmo de 5:20, poco más o menos.  Así he completado tres vueltas a Parque Sur haciendo nueve kilómetros en un tiempo indeterminado.