Peinando la zona

Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua peinar tiene varias acepciones. Una es desenredar el pelo, otra es rastrear minuciosamente un territorio en busca de alguien o de algo.

A mí se me ocurre otra acepción: subir y bajar distintas cuestas en paralelo, haciendo un circuito en forma de púas.

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Circuito con cuestas en Pradolongo

La verdad es que toda esta introducción es una tontada, pero resulta difícil pensar qué poner en una entrada cuando ya he escrito más de mil y procurando que no se repita el tema.

Cuando me levanté estaba lloviendo así que opté por desayunar y salir más tarde. Tan tarde, que ya eran pasadas las doce cuando salí a la calle. Había quedado con una amiga y ambos nos acercamos al parque de Pradolongo a realizar el circuito de cuestas. Como había hecho en semanas anteriores, se trataba de hacer catorce cuestas en dos tandas de siete y siete. Esas siete cuestas todas distintas en longitud y pendiente.

Empecé a tope con la primera cuesta y traté de seguir a tope en todas las demás. Tuvimos la «fortuna» de que en la cuesta más dura habían podado unos árboles y era imposible llegar hasta arriba, ya que las ramas ocupaban todo el camino. No pasa nada, el circuito es algo más suave pero aún así es durillo.

Después de las catorces cuestas, un par de doscientos a tope, completando, de este modo, 10 km en 56:52 @ 5:41 min/km. Un entrenamiento duro y espero que fortalecedor de piernas.

Ayer la báscula marcaba 68 kg exactos. No he conseguido bajar de los sesenta y ocho pero no me parece mal. A seguir trabajando.