Un puntito

Hoy estaba el suelo muy embarrado debido a la lluvia caída días anteriores y la que ha caído escasos minutos de la hora de encuentro. De hecho tenían pensado hacer unas series y han visto que no estaba el terreno para ello.

Salí de casa y hacía pocos minutos que había dejado de llover; sin embargo se escuchaban truenos y se veían relámpagos, por lo que iba pensando si habría alguno de los compañeros en el punto de encuentro. Y sí que había, pero todos y cada uno de nosotros habíamos pensado lo mismo, que íbamos a correr en solitario. Nos juntamos cuatro, que no está mal para lo desapacible del tiempo. Minutos después apareció el quinto en discordia, así que formamos un pelotón de lo más decente.

Curiosamente, todos los augurios de mal tiempo se desvanecieron y durante el tiempo que estuvimos corriendo no cayó ni una gota e incluso hacía una temperatura de lo más agradable. Lo que sumado a la humedad, provocó que sudáramos de lo lindo.

En la segunda vuelta decidí hacer un entrenamiento inusual. Consistía en ir aumentando el ritmo kilómetro a kilómetro. Sí, ya sé que es una tontería, pero hay que hacer algo distinto de vez en cuando. Así, hice ese primer kilómetro de la segunda vuelta en 4:45, el segundo en 4:30, el tercero en 4:15 y el cuarto, en 3:58. Me salieron clavados los cuatro kilómetros. Para finalizar, un quinto kilómetro de enfriamiento. De esta forma completé 10 km en 51:14 @ 5:07 min/km, aunque lo importante no es el ritmo, sino la progresión de esos cuatro kilómetros.