Agua, sal y vinagre remedio para las ampollas

Hace ya unos cuantos años, la primera y única vez que hice los 100 kilómetros en 24 horas de Corricolari, acabé con unas ampollas horrorosas en los pies. Entonces me recomendaron que no me las explotara y metiera los pies en agua, sal y vinagre para curarlas. Y en aquel entonces me funcionó y esta vez, también.

Como el domingo acabé con una bonita ampolla en la planta del pie izquierdo, probé de nuevo el remedio para tratar de curar la ampolla. Empecé el domingo metiendo el pie y luego en días sucesivos. El lunes andaba cojeando, el martes ya podía andar bien, aunque no quise salir a correr y el miércoles estaba prácticamente recuperado. Así que hoy he salido a correr sin el menor temor.

Y la verdad es que no he tenido la menor molestia, además como he llegado tarde, he hecho menos kilómetros lo cual mi pie lo ha agradecido. No solamente han sido menos kilómetros, sino que han sido muy tranquilos como indica la media de 5:38 min/km en los 8 km que he realizado. Mucho mejor así dadas las condiciones.

Ritmo ajustado en pendientes (RAP)

Actualización del 1 de junio de 2020: Hace unos días, Strava decidió ofrecer algunas de sus características sólo a los usuarios de pago y entre ellas, lo que llaman RAP, que es de lo que va esta entrada y que ya ha quedado obsoleta para un gran número de usuarios de esta plataforma.

Ofrece o más bien ofrecía Strava una funcionalidad que llama RAP (Ritmo Ajustado en Pendientes) que viene a ser algo así como el ritmo equivalente cuando se corre en terreno llano, lo que permite al corredor comparar carreras llanas y con colinas más fácilmente. Puesto que correr cuesta arriba requiere un esfuerzo adicional, el ritmo ajustado en pendientes será más rápido que el ritmo real de la carrera. Cuando se corre cuesta abajo, el ritmo ajustado en pendientes será más lento que el ritmo real.

Llegué tarde al punto de encuentro después de llevar un tiempo siendo puntual, pero como los compañeros son buena gente me estaban esperando. Comenzamos el entrenamiento los dos Emilios, los dos Migueles y Joaquín. Hicimos un par de kilómetros muy tranquilos, pero se fueron animando poco a poco, de tal modo que al final de la primera vuelta ya iban destacados Joaquín y Miguel y detrás Emilio y yo. El otro Emilio ya había terminado su entrenamiento.

Acabó la primera vuelta y Emilio se fue, por lo que me quedé solo. Mi idea era hacer cuatro kilómetros a ritmo umbral, a unos 4:18, pero me daba por contento con ir a 4:20. No me importaba que los dos fueran por delante porque yo tenía que ir a mi ritmo.

Y fui haciendo tiempos más o menos a lo que tenía pensado: 4:14, 4:21, 4:17 y 4:19, de los que se saca una media de 4:18, lo previsto; sin embargo los otros dos iban más rápidos porque fui incapaz de alcanzarlos, aunque no era ese el objetivo. Pero eso demuestran que están muy bien.

Estos tiempos no están nada mal, pero teniendo en cuenta que el circuito tiene sus subidas y bajadas, es mejor pensar en el RAP que de alguna manera compensa esas subidas y bajadas y obtiene unos ritmos como si fueses en un circuito llano. Los ritmos RAP son en este caso: 4:10, 4:14, 4:19 y 4:09 de los que sale una media de 4:13. A lo mejor el esfuerzo fue más de lo que debiese. Fueron en total 9,7 km en un tiempo de 49:12 @ 5:04 min/km.


Ritmos reales comparados con ritmos ajustados

¿Largas o cortas?

No me refiero a las uñas, no. Pocos días antes de final de año, por aquello de la subida de precios, me apunté a la maratón de Madrid. Como todo el mundo sabe una maratón son 42 kilómetros que no es cosa baladí. Y no es únicamente la distancia que hay que recorrer el día de la maratón, sino todos los kilómetros de entrenamiento que hay que recorrer para llegar el día de la cita en condiciones de hacerlo bien.

Pues bien, la semana pasada hice 56 km de entrenamiento -que de cara a la maratón no son nada- y ya empezó la rodilla a resentirse. Y esto me lleva a plantearme ¿debería centrarme en distancias largas o cortas? Ojo, cuando hablo de distancias cortas me refiero a carreras de hasta 10 km, no de hacer 400 metros en pista o similar.

Y hay varias razones que me dirigen a esas carreras cortas. La primera es el problema de la rodilla. La segunda es la morfología de mis piernas, que son gordas en vez de fibrosas y la tercera es que me gustan más las carreras de poca distancia. Me encantan esas carreras que rondan los 6 km haciendo que incluso una de 10 me parezca larga.

Es por esto que me planteo una vez más dejar de correr maratones. Pero ya me lo he planteado tantas veces que esto parece el cuento del pastor y el lobo. Y estando en esta coyuntura, que si sí, que si no, me envían los de la maratón de Nueva York un correo con el asunto: Claim Your Guaranteed Entry to the 2018 TCS New York City Marathon.


Hoy en el punto de encuentro sólo estaba mi tocayo, que además ya llevaba algunos kilómetros en las piernas. Estuvimos esperando un rato por si aparecía algún otro compañero pero no llegaba ninguno, así que salimos únicamente los dos.

Después de la paliza del fin de semana no era cuestión de darse mucha cera, así que salimos despacio e hicimos la primera vuelta a un ritmo bastante tranquilo. En la segunda aceleramos un poco pero sin pasarnos, tratando de no ir más rápido de cinco minutos.

Llevábamos algo más de seis kilómetros y apareció Joaquín, que se unió a nosotros y con su presencia nos fuimos animando metro a metro. Llegado el punto kilométrico nueve nos pusimos violentos y faltando quinientos metros nos pusimos más violentos todavía, como si no hubiese mañana. Mirando luego los tiempos al pasar el entrenamiento al ordenador vi que hicimos los últimos metros a 3:20 min/km que es una barbaridad para mis patas.

En total hicimos casi 9,6 km en un tiempo de 51:15 (bonito tiempo capicúa) a un ritmo de 5:17 min/km. Un entrenamiento tranquilo pero con un final de infarto.

Quizás no haya sido buena idea

Hoy he salido a correr después de haberlo hecho ayer y creo que no ha sido buena idea porque ayer acabé con unas ligeras molestias en la rodilla izquierda. Tampoco es que hoy haya acabado peor, pero desde luego mejorar seguro que no.

Habíamos quedado a las 9:30 con Mariano y Miguel para hacer una tirada larga. Ayer hicimos algo más de 15 a buen ritmo y hoy el entrenamiento consistía en hacer más kilómetros pero más despacio.

Salimos los tres, bajamos al Parque Lineal y allí observamos que la gente del Club de Atletismo Paris estaban montando todo lo necesario para celebrar el Trofeo Paris. Es una carrera que me encanta, pero llevo dos o tres años sin participar por asuntos varios.

Una vez en el parque Mariano se marchó porque tenía prisa y nos quedamos sólo dos del terceto inicial. Bajamos un poco el ritmo tratando de ir entre 5:10 y 5:15 y cuando íbamos llegamos al puente que te obliga a cambiar a la margen izquierda del río vimos una curiosa ave. Era una especie de gallina, pero más fuerte. Ninguno de los dos supimos qué animal podría ser, pero por ahí andaba tan tranquila. Luego vimos otra ave, esta vez negra, que volaba por encima del río. La vimos dos o tres veces. Parecía un cormorán negro, pero imagino que sería otro animal distinto.

Cuando íbamos por el kilómetro 13 ó 14 ya llevábamos las piernas cansadas. Esos cuatro o cinco kilómetros que nos quedaban eran realmente los «buenos», cuando el entrenamiento en fatiga empieza a hacer su efecto. Era el momento de no flaquear.

Cuando salíamos del Parque Lineal vimos un montón de corredores que se disponían a participar en el Trofeo Paris. Había un extraordinario ambiente.

Totalizamos 18 km en un tiempo 1:33:00 @ 5:10 min/km. De esta forma he acabado la semana con 56 km que son bastantes para mí.

A mi rodilla no le ha molado nada

Hoy habíamos quedado a las 9:30 cuatro pradolongueros en el punto de encuentro. A saber: Quique, Mariano, Miguel y un servidor. A las 9:40 hemos comenzado el entrenamiento que consistía en bajar al Parque Lineal y allí dar zapatilla.

Quique y Mariano están a otro nivel y en cuanto empezaron las hostilidades se pusieron a apretar y no había manera de seguirlos. Y tampoco era cuestión de ponerse a rebufo porque al final te revientan y es peor, por lo que Miguel y yo íbamos viendo a la distancia el duelo entre estos dos colosos. De todos modos, mi objetivo era ir a ritmo de maratón, que actualmente es 4:35 así que todo lo que fuese ir más deprisa estaba de más. Aún con eso en mente algunos kilómetros salieron más rápidos.

Después de que ellos se castigaran de lo lindo se volvieron a esperarnos y acabamos llegando todos juntos al punto de encuentro, pero ni los típicos tres kilómetros de enfriamiento respetaron, que fuimos a buen ritmo subiendo al Doce y de allí hasta el final.

Hice un total de 15,3 km en un tiempo de 1:13:16 @ 4:47 min/km. Una ritmo que no está nada mal para habernos metido quince kilómetros entre pecho y espalda.

El problema de este entrenamiento exigente es que por la tarde me dolía la rodilla izquierda, esa rodilla en la que me detectaron condromalacia rotuliana y eso me ha acojonado bastante. Me parece que el plan que tenía de atacar la maratón de Madrid para acercarme a mi mejor marca tendré que aparcarlo en un cajón. Una de las «patas» del plan era entrenar cuatro días a la semana metiendo bastante carga de kilómetros el fin de semana. Eso lo tendré que olvidar. De momento pasaré a tres días y veremos cómo evoluciona la cosa.

Antes de salir me subí a la báscula y marcaba 69,4 kg lo cual es 700 gramos menos que hace una semana. Perder peso era otra de las «patas» del plan de entrenamiento, pero esto tengo que hacerlo porque también es bueno para la rodilla. Cuanto menos peso, mejor.

¿Calcetines de compresión?

Compré en Sport Zone ayer unos calcetines de compresión y salí a probarlos. Fue una fiasco total porque no llevaba ni un kilómetro cuando ya los tenía caídos, como se puede ver en la foto.


Calcetines de compresión que no comprimen

Si compro unos calcetines de compresión que no comprimen, ¿para qué los quiero? Me costaron 7,49 € que para ser de compresión no son muy caros, aunque tampoco fueron baratos, pero es dinero tirado a la basura. Tendré que volver a Sport Zone para ver si me devuelven el dinero ya que parece un tema de publicidad engañosa. Lo que tampoco me gustó es que son calcetines excesivamente amortiguados y ya con la amortiguación de las zapatillas es más que suficiente.

Salí antes de las siete de la tarde y me dio tiempo hacer un poco antes de encontrarme con mis compañeros. Por allí andaban Emilio y Joaquín que habían llegado incluso antes y los tres dimos la primera vuelta prácticamente de paseo. En la segunda vuelta apretamos un poco, pero sólo para sudar, que en la primera vuelta no había llegado casi ni a calentar el cuerpo y hacía mucho frío.

Por aquello de llegar un poco antes hice 11 km en vez de lo habitual. Tardé 1:00:40 @ 5:31 min/km.

Palos con gusto no duelen

Palos con gusto no duelen dicen el refrán popular. Y es algo totalmente aplicable al entrenamiento del día de hoy, ya que hacía un día de perros debido al agua que caía y el frío que hacía. Aún así, tres pradolongueros hemos aparecido en el punto de encuentro dispuestos a entrenar sin importarnos los elementos.

Como estaba lloviendo y había un montón de charcos decidimos ir a Madrid Río que al ser una zona asfaltada hay menos charcos, aunque hay algunos bárbaros, pero se ven bien y se pueden esquivar.

La jugada era ir hasta el Calderón y desde allí vuelta para completar 12 km, que no sé muy bien el motivo por el que se nos ha ocurrido hacer más habiendo corrido dos días antes. Ideas de bombero que a veces tienen los corredores.

A la ida no íbamos despacio, no. Íbamos a buen ritmo, un poco por encima de cinco, quizás espoleados por la lluvia, que siempre invita a ir más deprisa. Lo malo ha sido a la vuelta que hemos empezado a apretar de lo lindo. Tanto que en algún momento he mirado el reloj y he pensado ¡si vamos tan deprisa como en la carrera del domingo!. Y es que Miguel iba sin cadena.

Acabamos los 12 km en un tiempo de 1:00:14 @ 5:01 min/km que ya está bien para lo que se suponía tenía que haber sido una jornada de relax. Me parece que nos lo teníamos que haber tomado con calma.

Buscando el flow y no encontrándolo

Por la tarde, a las siete, como siempre me acerqué al punto de encuentro. Allí me encontré con un montón de gente que estaba con sus niños esperando que pasara la cabalgata, que según parece ya iba con retraso. Estuve hablando con un amigo que estaba allí con sus retoños y me pareció raro no ver a nadie porque siempre mis compañeros son más puntuales que yo. Cuando pasaron cinco minutos de charla decidí partir y justo me encontré con los dos Emilios.

Di una vuelta con ellos y luego una segunda solo. En esa segunda vuelta decidí buscar el «flow», es decir, correr con todos los músculos sincronizados y moviéndolos en armonía, pero no lo encontré en ningún momento, todo lo contrario. No sé si fue por el estado del terreno o por la falta de luz, pero no fui cómodo. De hecho acabé con molestias en el trapecio derecho y además al terminar me encontré de nuevo con el amigo, que ya se iba a casa, y me dijo que parecía que me había castigado mucho, que se me notaba en la cara, pero había andado sobre 4:45 que no es gran cosa. No fue un buen día. Por cierto, que Joaquín no bajó y dijo que no lo hacía porque quería descansar para la carrera del domingo.

Hice 10 km en 54:38 @ 5:27 min/km. Con muy malas sensaciones 🙁

Entrenamiento de Año Nuevo 2018

Fiel a la tradición, hay que empezar el año como acabó el anterior, corriendo. Y así fue, puse un mensaje en el grupo para ver si se animaba alguno a correr y a tomar una copa de cava o sidra después y nos juntamos cinco, que no es una cosa bárbara, pero no está mal.

El entrenamiento consistió en bajar al río y hacer unos kilómetros por el Parque Lineal, hasta el segundo puente, y en ese punto vuelta por donde habíamos venido. No fuimos echando los pulmones por la boca, pero tampoco íbamos parados. Además me llamaron por teléfono, me tuve que parar y después para alcanzar a los compañeros tuve que acelerar de lo lindo. Fue en ese acelerón donde me di cuenta que las piernas estaban cansadas de la carrera del día antes, aunque más debían estar las de Mariano que había corrido la San Silvestre Vallecana Internacional pocas horas antes, al fin y al cabo yo había corrido por la mañana.

A la vuelta, en el punto de encuentro, vimos a otros dos componentes del grupo pradolonguero que estaban estirando y otro par de ellos que se habían acercado aunque no habían entrenado.

Sacamos la sidra, el cava y algunas pastas y estuvimos brindando por el nuevo año que comienza.

¡Feliz año nuevo 2018!


¡Va por ustedes!

Me encuentro bien

Al final del entrenamiento me dijo Jesús: ¡qué bien te encuentras! Y la verdad es que sí, que me siento muy bien y espero que me respeten las lesiones para poder seguir mejorando. Yo soy de los que dicen si están bien o mal, no me gusta las típicas excusas que se oyen debajo del arco de salida y que retrata muy bien la viñeta que pongo, que la saqué de Twitter y ahora no recuerdo quien fue el autor. Que me perdone por no nombrarle, pero si alguien lo sabe que me lo diga y le pongo gustoso la autoría.


Cosas que dicen los corredores a la salida de una carrera

Hoy nos hemos juntado cinco, que no son los siete del martes, pero que tampoco está mal el número para ser el día de los inocentes. Si el otro día hacía bastante frío por el aire, hoy no hacía nada de aire y había una temperatura de lo más agradable. De hecho, he salido con las dos camisetas y me ha sobrado una.

Hemos dado la primera vuelta tranquila y al acabar la vuelta se ha marchado Emilio. Nos hemos quedado únicamente cuatro y poco después he acelerado un tanto y nos hemos quedado por delante Joaquín y yo. Mi idea era hacer cuatro kilómetros a umbral, que después de la carrera del otro día es 4:18. Y ni de coña lo he conseguido… Me hubiera conformado con andar por 4:20 ya que el terreno estaba muy blandito, pero he hecho 4:21, 4:25, 4:23 y 4:21. Es lo que hay, quizás 4:18 es demasiado y la carrera del otro día me salió excepcionalmente bien. No sé, habrá que seguir intentándolo.

Hice en total 10,3 km en 57:45 @ 5:34 min/km. Algo mosqueado por no haber conseguido el objetivo, pero contento por otro lado porque me vi bien cuando iba fuerte.

¡¡¡EDITO ESTA ENTRADA!!!

Ofrece Strava una funcionalidad que llama RAP (Ritmo Ajustado en Pendientes) que viene a ser algo así como el ritmo equivalente cuando se corre en terreno llano, lo que permite al corredor comparar carreras llanas y con colinas más fácilmente. Puesto que correr cuesta arriba requiere un esfuerzo adicional, el ritmo ajustado en pendientes será más rápido que el ritmo real de la carrera. Cuando se corre cuesta abajo, el ritmo ajustado en pendientes será más lento que el ritmo real.

Si miramos los tiempos teniendo en cuenta el RAP obtenemos ritmos por kilómetro: 4:16, 4:16, 4:23 y 4:11 de los que sale una media de 4:16. Esto ya me gusta más y creo que se ajusta más a la realidad, al menos en este tipo de entrenamientos.


Ritmos reales comparados con ritmos ajustados