I Carrera popular villa de Torrijos

He corrido la primera edición de la Carrera Popular Villa de Torrijos, pueblo situado en la provincia de Toledo. Hizo un buen día para correr, nublado y no muy caluroso, aunque hubiese preferido algo más de fresquito, pero no me puedo quejar. Unas horas antes había caído un buen chaparrón y el ambiente era muy agradable.

Hay que dar dos vueltas a un circuito, que es plano como la palma de mi mano, estando situada la meta y la salida en la plaza de España, en el centro del pueblo. El hecho de que el circuito empiece y acabe en el corazón del casco urbano lleva a un continuo callejeo por calles muy estrechas y frecuentes cambios de dirección con giros de noventa e incluso ciento ochenta grados.

Habría unos cuatrocientos participantes y me coloqué algo atrás en la salida, por lo que me costó bastante coger mi ritmo, sobre todo porque la estrechez de las calles no dejaban adelantar. Para más inri, cuando salimos a la calle Ancha, tampoco la cosa mejoró porque era de ida y vuelta y, por lo tanto, no hacía honor a su nombre. El grueso del pelotón seguía apretado.

Sobre el km 1,5 la carretera por fin se ensanchaba y ya se podía correr con más naturalidad. Por desgracia, los kilómetros estaban mal señalizados y mientras que en unos me iba cerca de los cinco minutos, en otros bajaba de los cuatro y ¡¡¡el terreno era totalmente llano!!! Me estaba mosqueando un poco con tanta irregularidad, aunque al final pensé que sería problema de la señalización, más que de mi ritmo.

Lo cierto es que fui lo más fuerte que pude, para ver mi estado de forma y terminé con un tiempo oficial de 44:09. Bastante contento, porque si no hubiese sido por la mala salida y las calles tan estrechas del comienzo, creo que hubiera podido bajar de 44 minutos, tiempo que no está mal en estos momentos.

Excepto por la mala señalización de los kilómetros, la organización estuvo bien, aunque no me parece adecuado el lugar donde estaba situada la salida/meta. Mientras que la meta la puedes colocar en algún sitio recóndito, la salida debería de estar en una ancha avenida y que hubiese al menos un par de kilómetros con bastante sitio para que el pelotón pueda ir estirándose poco a poco. Hubo chip, aunque no dieron tiempos netos y la bolsa del corredor estuvo normal tirando a bien: camiseta algo mejor de las típicas de algodón, una bolsa tipo mochila, un par de piezas de fruta, agua, aquarius, cerveza, patatas fritas. Bueno, la bolsa no estuvo mal del todo.

VII Carrera popular barrio del Zofío

He participado en la carrera de mi barrio. La carrera es bastante dura ya que tiene bastantes subidas y bajadas, excepto un tramo que discurre por el parque Pradolongo que es llano. Aparte de las subidas y bajadas, hizo bastante calor lo que añadió más dureza a la carrera. Aunque en un principio, dijeron que la carrera iba a ser de 8,1 km, al final nos metimos entre pecho y espalda los 10 km de rigor.

Se trata de una carrera muy popular y no creo que corriésemos más de 100 personas. Aparte, claro está, las categorías de menores que ahí si había más gente.

Entre el calor que ha empezado a pegar fuerte y que no ando muy fino últimamente, hice un tiempo de 48:20 según mi cronómetro. No sé si hay clasificación oficial.

zofio-2008
Con Antonio y Fran, después de la carrera

XVIII Carrera urbana de Carabanchel

Desde que tuve que abandonar en la maratón de Madrid, no había vuelto a correr una carrera, aunque ya llevaba tres semanas entrenando.

Sin embargo, no las tenía todas conmigo. El viernes tuve una terrible cagalera, el sábado por la mañana estuve jugando al fútbol ¡¡¡después de más de 20 años sin darle al balón!! y el sábado por la noche salimos de marcha, por lo que me presenté en la salida de la Avda. de Oporto habiendo dormido sólo tres horas y con más ganas de seguir en la cama que hacerme una carrera de 10 km. Además, por culpa del maldito fútbol, tenía agujetas en las piernas y dolores en las rodillas. Por más que lo pienso no sé como tomé la decisión de saltar de la cama y acercarme a la salida, quizás porque la carrera se celebra muy cerquita de mi casa, no encuentro otro motivo.

El caso es que llegué apurado a recoger el chip y allí encontré a un grupo muy numeroso de compañeros de MaraTI+D. Fue una gran alegría encontrarme con tantos compañeros. Al poco de llegar nos dirigimos hacia la salida que no coincidía con la llegada (que era donde estaban los chips), aunque tampoco estaba muy lejos.

Salí muy tranquilo, porque no tenía el cuerpo para muchas juergas y la verdad es que no me encontré mal en ningún momento. A mitad de recorrido llevaba un tiempo de 25:11 habiendo superado la parte más dura que es la subida a General Ricardos.

Los compañeros me habían advertido que se habían sacado una cuesta dura en los últimos kilómetros, por lo que tampoco me tomé muchas alegrías en la bajada de la Avda. de los Poblados. Efectivamente, al doblar a la derecha por la calle Secoya, empezamos a subir, pero un nuevo giro a derechas por la calle Reus, nos dejó una rampa de unos 300 metros realmente dura, en medio de un polígono industrial (recuerdo un edificio abandonado de Ediciones S.M.) en plena cuesta.

La calle Reus desemboca en la calle del Aguacate donde empezaba una buena bajada hasta el penúltimo kilómetro en la Vía Lusitana que era más o menos llano. Al final realicé un tiempo de 50:33, según atestigua la clasificación oficial:

748 1367 GARCIA, MIGUEL 00:50:33 SENIOR M 00:05:03

La verdad es que no me puedo quejar en las condiciones que estaba. Lo que más me sorprendió es que realizara la segunda mitad más despacio que la primera, cuando la primera es cuesta arriba y la segunda, cuesta abajo. Además el noveno kilómetro se me hizo larguísimo, ya que tardé 6:41 cuando estaba haciendo los kilómetros alrededor de cinco munutos.

Escamado, he estado mirando en openrunner.com la distancia recorrida y salen casi 500 metros más. Según parece, hubo un problema con el guardia que desviaba a la gente en la calle Secoya. Según el plano, esa calle tenía que haberse seguido hasta llegar a la calle Aguacate. Sin embargo, el guardia desviaba hacia la derecha por la calle Reus, donde estaba el rampón. Por eso nadie vio el kilómetro siete, ¡¡¡porque estaba en una calle por la que no se transitó en su totalidad!! Luego, viendo el desaguisado, el kilómetro ocho lo colocaron a ojímetro, retrasando su posición unos seiscientos metros y provocando que del ocho al nuevo se hiciese tan laaaaaargo.

XXX Media maratón de Coslada

Un año más nos hemos dado cita en Coslada un grupo reducido de compañeros de MaraTID. Este año, sólo tres: Fernando, Iván y un servidor. La carrera me pareció perfectamente organizada, además como no había muchos participantes no había cola para nada: ni para recoger el chip, ni para el guardarropa, ni para ir al servicio. Una verdadera gozada. El problema es que el circuito es feo de narices, muy duro por los sucesivos toboganes y además ayer hizo un aire de consideración que hizo la carrera más dura si cabe.

Salí con la idea de hacer 1:37 ó 1:38 y la verdad es que me sentía muy bien, pero el ritmo era muy irregular. Lo mismo hacía kilómetros un poco por encima de 4:30 que me iba a los cinco minutos. Al principio pensaba que la medición no era correcta, pero luego llegué a la conclusión que era el viento el que provocaba esas irregularidades.

Donde más me afectó la fuerza del viento fue en una larga recta entre el 10 y el 11, donde me adelantaron cinco o seis corredores, uno de ellos un corredor local, ya veterano. Intenté seguir su estela y la verdad es que me vino muy bien porque me recuperé de ese bache y esos kilómetros de subida hasta el 15 los pasé francamente bien. En la bajada hasta el 16 me tiré lo más rápido que pude intentando recuperar los segundos perdidos en la subida, pero ni con esas. Llegando al 17 (en la recta de la estación de Renfe), volvimos a sufrir el soplido del viento, pero viendo que la carrera se acababa eché toda la carne en el asador y desde ese momento fui adelantando corredores. Tampoco muchos, porque no había demasiados, pero algunos cayeron.

Sobre el km 20 vi a Ángel que estaba haciendo unas fotos y al poco se giraba a mano derecha para afrontar los últimos metros que, de nuevo, se hicieron durísimos por el viento.

Al final llegué a meta con un tiempo oficial de 1:40:40, según reza la clasificación, que se puede ver en atletismomadrid.com.

Aunque tardé ocho segundos más que el año pasado y no pude cumplir mi objetivo de estar en 1:37-1:38, estoy satisfecho de la carrera porque acabé muy bien aunque el recorrido fue tremendo.

Para terminar, un diez para la organización, que ha sido de cine. Ya podrían aprender otros de la gente de Coslada. Por sólo 5 €: chip, circuito bien medido, gran despliegue de policía y voluntarios, grifos de cerveza y sidra, bebidas isotónicas, agua, camiseta, bocatas de panceta, chorizo y morcilla, naranjas y barritas energéticas. No está nada mal, la verdad.

Además es agradable ver como además de la media, organizan otras carreras de menor distancia para quien no se atreve con 21 km, sobre todo pensando en los niños, con distancias entre 750 m y 5 km.

IX Media maratón de Getafe

Sin comerlo ni beberlo, ayer por la noche me ofrecieron un dorsal para la carrera, ya que Antonio, un amigo, se puso enfermo. Así que me levanté el domingo por la mañana y me dirigí a Getafe con el ánimo de realizar un entrenamiento largo con dorsal. Además el sábado me había estado machacando de lo lindo en las cuestas del Parque Sur.

Sorprendió el día más soleado de lo habitual en esta carrera. Recuerdo el año pasado que hizo un frío de mil diablos. Recogí el chip, hice mis necesidades y me coloqué en la línea de salida después de hablar con Liborio y Pedro que se disponían a correr sin dorsal. Anteriormente también me encontré con Luis, que me comentó correría este año la maratón de Londres.

Sonó el disparo de salida y tardé bastantes segundos en atravesar la línea de salida y eso que este año se salía de ambos carriles de la avenida. Aún así, me costó trabajo ponerme a correr y eso que la salida es cuesta abajo. Después de pasar el primer kilómetro, pude comprobar que llevaba un ritmo uniforme de 4:45 y que lo mantenía bien, por lo que pensé que era un buen ritmo de carrera y que si me encontraba con fuerza, apretaría un poco en el último tercio.

Los kilómetros pasaban rápido y seguía a mi ritmo constante, en algunos kilómetros bajaba algún segundo y en otros, subía. Pasé por los 10 km en 48:11, situados un poco antes de que acabase la primera vuelta. Y yo seguía con mi ritmo, bien acoplado a un grupito que iban más o menos a la misma velocidad.

Llegados al kilómetro 14 y cumplidos los dos tercios de carrera, intenté acelerar un poco viendo que me quedaban algo de fuerzas. Sin embargo, no fueron más que fuegos de artificio porque los segundillos que ganaba en un kilómetro lo perdía en otro. Además esos acelerones firmaron mi sentencia de muerte porque en el kilómetro 18 empecé a sentirme muy cansado y en el 19 ya no podía más. Si la carrera hubiese terminado ahí, hubiera terminado muy feliz, pero todavía quedaban dos kilómetros.

El grupo con el que iba se iba alejando inexorablemente y yo empecé a sufrir para poder aguantar un ritmo decente. Ya no adelantaba a nadie, todo lo contrario, empezó a adelantarme gente que yo había adelantado en kilómetros anteriores. Llegué al 20 y al poco empezó una pequeña cuesta abajo (la avenida donde se daba la salida) que alivió un poco mis penurias. En esa avenida hay que hacer un giro brusco a la derecha para entrar en el recinto del polideportivo. Desde esa entrada hasta las pistas de atletismo todavía quedan unos trescientos metros y yo me fui reservando un poco (si es que me quedaba algo) para dar la vuelta a la pista honrosamente. Aquí la memoria me jugó una mala pasada porque no había vuelta que dar. Justo cuando se llegaba a la pista, estaba el kilómetro 21 y sólo había que recorrer la recta de meta para terminar, por lo que esprinté lo que pude para parar el reloj en 1:41:23, aunque es mucho mejor el tiempo neto de 1:40:44.

Lo siento por el amigo que me dejó el dorsal porque el año pasado hizo 1:24 y este año ¡¡¡16 minutos más!!!

557 2351 ANTONIO M 1:41:23 1:40:44 04:46

Hasta el momento de llegar a la línea de meta, la organización me había parecido bastante buena, pero en la entrega de camisetas y bolsa del corredor fracasó estrepitosamente. La cola para la entrega de chips y recepción de regalos era enorme, estuve como diez minutos esperando y luego había que pelearse para coger una camiseta. Era realmente una batalla campal. Por desgracia, los últimos corredores se quedaron sin camiseta porque hubo algunos que se llevaron dos e incluso tres prendas, dando muestras de un sentido de la solidaridad vergonzoso.

XIII Carrera popular pedestre distrito de Usera

Impresionante día veraniego que ha hecho hoy en Madrid. La verdad es que tanto calor no me va mucho, pero hay que adaptarse a lo que hay.

Esta edición ha sido algo atípica para mí porque me liaron los de la organización para que les echara una mano. Al final me tocó entregar los dorsales de las inscripciones hechas por Internet y no tuve tiempo de saludar convenientemente a los conocidos, ni de hacernos la foto de rigor, ni de calentar, ni de nada de nada, por lo que llegué a la salida cuando ya estaba todo el mundo preparado y me tocó salir de los últimos.

Hacía tiempo que no salía en los últimos puestos del pelotón y no recordaba esas sensación de adelantar en vez de ser adelantado. Quizás, aunque se pierdan unos cuantos segundos en la salida, el hecho de ir sobrepasado corredores es una buena cosa, porque te vas animando.

Tenía intenciones de ir junto a Carlos para tratar de ganarle en el último sprint, pero a Carlos le veía a cien metros y era incapaz de recortarle distancia, todo lo contrario. Sobre el kilómetro cinco me acoplé a una chica que llevaba un buen ritmo e intenté seguirla hasta la meta. Al final con todo el mundo animando en el polideportivo, saqué fuerzas de flaqueza e hice una última vuelta a todo trapo.

Según mi reloj, realicé un tiempo de 44:32, pero según la web, el tiempo es de 44:09. Habrá que pensar que la organización nunca se equivoca 😉

Emilio, mi compañero de entrenamiento, se hizo con el primer puesto en la categoría de mayores de 60 años, haciendo un tiempo de poco más de 41 minutos, ¡¡¡y tiene 62 años!!!

XXVIII San Silvestre vicalvareña

Como en los dos últimos años, he vuelto a correr la San Silvestre vicalvareña y tengo que decir que cada vez me gusta más. Cuatro maratidianos (Manolo Cabrera, Javier Gallego, Luis Ángel García y un servidor) nos dimos cita en esta carrera, aunque yo llegué tarde al punto de encuentro por confiarme tanto. Pero llegué sin agobios para poder calentar. Allí me encontré con Javier Gallego y, posteriormente, con Manolo. Ya en la línea de salida apareció Luis Ángel, con el que salí y comencé a recorrer los primeros metros. Había pensado salir tranquilo en la primera vuelta y luego exigirme algo más en la segunda y eso fue lo que hice, aunque quizás me tomé con demasiada calma esa primera vuelta.

Al término de la primera vuelta, en la calle Villablanca, había una cantidad enorme de gente animando, me quedé gratamente sorprendido, porque en la calle de San Cipriano también hay mucha gente, pero no animaban mucho.

Como ya he comentado, apreté un poco en la segunda vuelta y realicé la vuelta al polideportivo bastante deprisa, pero mi tiempo fue bastante peor que el del año pasado: 37:23.

La bolsa que nos dieron después de finalizar la carrera estuvo francamente bien: camiseta, agua, aquarius, una bufanda, una baraja de cartas plastificada, un sudoku, un pequeño bolso y el boleto para la rifa de embutido. Y es que la rifa de embutido es realmente genial, a casi todo el mundo le toca algo. Este año volví a ser agraciado con una ristra de chorizos de cantimpalo. Es la única rifa en la que tengo suerte. También Javier y Manolo tuvieron suerte.

El año que viene, no lo dudo, de cabeza a la San Silvestre de Vicálvaro ¡¡¡y sólo cuesta tres euros!!!

XXIV Carrera popular villa de Aranjuez

He ido a Aranjuez con la idea de correr sin dorsal, porque no me fue posible inscribirme a tiempo. Fui con Fran, un vecino que había quedado con unos amigos. Pues bien, uno de sus amigos no pudo ir porque su niña había enfermado, por lo que me comentó que podía correr con su dorsal. Me acerqué temeroso a retirar el dorsal con su nombre y extrañamente me dejaron retirarlo sin presentar el DNI. Lo de llevar el dorsal, me hizo estar más tranquilo.

Como siempre, antes de la carrera de los mayores corrieron los más pequeños. Mi hija corrió en la categoría de Benjamines y mi hijo en la de Renacuajos. Corrieron a su ritmo, tranquilamente y fueron obsequiados con una bolsa bastante repleta con camiseta, zumos, frutos secos, regalíes, etc. Además la camisetas eran muy originales, porque variaban los colores, unas eran rojas, otras verdes, curioso, al menos.

Encontré a Raúl, un compañero de MaraTID, en el patio del colegio que utilizan para el guardarropa y estuvimos calentando uno tiempo. Diez minutos antes de las doce decidimos colocarnos en el pelotón de salida que ya era bastante grande. Salimos todos juntos, pero enseguida cada uno cogió su ritmo y Raúl se quedó por atrás, mientras que yo intentaba seguir el ritmo de mi vecino, que se puso algo nervioso al saber que el primer kilómetro lo hicimos en 5:06. Es por esto que los tres o cuatro primeros kilómetros fueron muy rápidos, demasiado para mi gusto. Luego nos fuimos tranquilizando, bajando un poco el ritmo. Al salir de los jardines del Príncipe, pasado el kilómetro siete, mi compañero de fatigas empezó a sentir cansancio y después de pasar el ocho y subir la cuesta que conduce hasta el nueve, se sintió bastante cansado, pero le animé para que no bajara el ritmo y lo cierto es que hasta el final mantuvimos un ritmo bastante decente, acabando la carrera con un tiempo oficial de 44:53, aunque neto de 44:29.

Lo gracioso vino a la hora de comer, porque después de ducharnos nos dirigimos hacia un sitio que en internet se anunciaba como «Restaurante El Paraíso», ya que no había podido reservar en «La alegría de la huerta», el sitio habitual. Nadie conocía el sitio, hasta que encontramos un señor que nos comentó que conocía un sito que se llamaba «El Paraíso», pero que de restaurante tenía poco. Esto lo decía entre risas…

Nos indicó el camino y llegamos a un sitio que era una especie de kiosco merendero. Entramos algo preocupados, pero la comida estaba realmente buena, sobre todo el conejo al ajillo y los niños pudieron disfrutar de los columpios mientras los mayores apurábamos la sobremesa. Luego nos dirigimos hacia el Palacio Real de Aranjuez donde estaba expuesto un belén muy antiguo, pero cuando llegamos, acababan de cerrar. Por lo tanto, nos dimos una vuelta por el Palacio Real y plazas adyacentes y al poco, de marcha para casa que se había quitado el sol y hacía fresquito.

Tiempos parciales:

Kilómetro Ritmo por km
1 4:30
2 4:20
3 4:15
4 4:18
5 4:21
Primera mitad 21:56
6 4:27
7 4:24
8 4:31
9 4:36
10 4:29
Segunda mitad 22:27
Tiempo total 44:29

XXVII Trofeo Akiles

Al contrario que otros años, hoy ha hecho un bonito día soleado en la Casa de Campo. Nos dimos cita un buen número de maratidianos para correr el Trofeo Akiles. Incluso algunos habituales de la Casa de Campo como Jesús o Isidoro aparecieron por allí.

He salido demasiado delante y quizás algo deprisa porque las cuestas arriba y los últimos kilómetros se me hicieron bastante duros. Sobre el kilómetro cuatro, bajando el cerro de Garabitas, me adelantó Jesús C., al que no pude seguir. Faltando quinientos metros, me adelantó Iván, al que tampoco pude seguir. Eso demuestra que iba bastante justo. Sin embargo, estoy contento porque mejoré en dos minutos la marca del domingo anterior en Rivas, aunque quizás sea debido a que en Rivas el circuito era de algo más de 10 km.

Mi tiempo oficial fue de 46:15, que espero mejorar en próximas carreras, sobre todo en Aranjuez, donde tendré que ir sin dorsal, ya que ha sido imposible inscribirse.

Akiles 2007
Foto de equipo en el Trofeo Akiles 2007

IX 10 km de Rivas

He participado en esta carrera popular después de la maratón de Madrid y de haber pasado casi siete meses en el dique seco por dos lesiones bastante puñeteras: un esguince en el pie derecho y cuando ya estaba recuperado del esguince, me clavé uno de los dientes del plato de la bici justo debajo del hueso del tobillo (el astrágalo).

Muchísimos niños participando en las diversas categorías en una mañana bastante fresca y con un fuerte viento, que se dejó notar durante la carrera. Después de tanto tiempo sin correr, me lo tomé con calma y quedé muy satisfecho con el resultado: 48:27. La próxima, el Trofeo Akiles.

Después de la carrera y de un reconfortante ducha fuimos a comer a un restaurante chino que conoce Santiago y la verdad es que la comida estuvo bastante decente. Además los niños se juntaron todos en una mesa y nos dejaron comer tranquilamente.

Esprintando en la llegada
Esprintando en la llegada