Terrible caloret

No ha llegado el verano todavía, ni siquiera el cuarenta de junio y está haciendo un calor horripilante en Madrid. Hoy andaba el termómetro cerca de los treinta grados y se corría fatal, con la boca seca y una sensación de sed horrible.

Aún así, después de una primera vuelta tranquila, hemos apretado de lo lindo en la segunda, haciendo kilómetros a 4:15, 4:11, 4:19 y 4:27. Los tres primeros más o menos como pensaba, pero en el último iba muerto ya y bastante he hecho con poder bajar de 4:30 que no lo veía ni posible.

Poco después de pasar ese último kilómetro de la segunda vuelta, he parado enseguida, ya que he visto a una amiga que andaba por allí y me he quedado hablando con ella. Me ha venido bien porque estaba totalmente fundido.

Me estaba probando para la carrera del domingo, pero ya he visto que no estoy nada bien. Me tocará sufrir.

En total han sido 9,2 km en un tiempo de 46:28 @ 5:02 min/km. Un poco triste porque no me veo en buena condición y bastante harto del calor.

Quinto aniversario

Hoy hace cinco años que me llegó el Forerunner 405. Conozco a gente que le ha dado bastantes problemas, pero la verdad es que el resultado hasta el día de hoy ha sido satisfactorio. El único problema ha sido la correa que he tenido que cambiar y la pinza que carga del dispositivo, pero el chisme en sí, ningún problema.

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Después del entrenamiento de ayer y con cinco años de vida

En sus cinco años de vida ha registrado algo más de quince mil kilómetros, lo que supone algo más de tres mil kilómetros por año. Tampoco mucho, porque no soy el único que lo utiliza. Esos más quince mil kilómetros han sido recorridos en 1341 horas que supone casi 56 días corriendo sin parar. Mucha tela.

Para celebrarlo, he hecho unos cuantos kilómetros a umbral, para indicar a las piernas que ese es el ritmo que debe llevar en la media. Como he llegado algo tarde, sólo he hecho cuatro kilómetros con los compañeros y poco después de finalizar la primera vuelta, ya me he puesto a un ritmo cercano a los 4:15 y la verdad es que han salido bastante regulares: 4:12, 4:15, 4:13, 4:14 y los últimos ochocientos metros a 4:11.

Espero que estos kilómetros a buen ritmo no dejen mella en las piernas y el domingo estén dispuestas para tratar de hacerlo lo mejor posible, porque Joaquín me advertía que ya no era momento de gastar energía.

En total hice 8,8 km en un tiempo de 42:13 @ 4:47 min/km, aunque en este caso lo importante no es la media sino el ritmo seguido en esos 4,8 km.

Entrenamientos semana 14 de 2015

Esta primera semana del mes de marzo ha sido bastante parecida a la pasada, con el mismo formato: martes a umbral, jueves a recuperar y el domingo, tirada larga. Al contrario que la semana anterior que el domingo fue de poco kilometraje, esta vez sí pudimos realizar la tirada larga como dios manda.

El martes 3 de marzo tocó tirada a ritmo umbral. Algo menos que la semana anterior, pero más regular. Hacía un calor horroroso para esta época del año y llegué a casa sudando exageradamente. Los primeros cinco kilómetros ya rápidos, por debajo de cinco de media y los kilómetros a umbral: 4:13, 4:15, 4:14, 4:15 y los últimos seiscientos metros, apretando los dientes, a un ritmo de 4:11. En total fueron 9,6 km en un tiempo de 44:28 @ 4:35 min/km.

El jueves tocaba recuperar un poco del entrenamiento exigente del martes, así que la jugada consistía en ir tranquilo de principio a fin. Esta vez pude llegar a casa antes del trabajo, así que decidí bajar media hora antes y hacer una vuelta para estar en el punto de encuentro a la hora fijada. Así lo hice. Di una primera vuelta en solitario a un ritmo bastante lento y luego en la segunda vuelta nos fuimos encontrando con los otros compañeros y aumentando el ritmo. Por aquello de fastidiar un poco, empecé a pegar acelerones ya mediada esa segunda vuelta. Al final todo el mundo se picó y tuve que aumentar el ritmo, llegando a realizar unos interesantes 4:18 en el décimo kilómetro y 4:19 en el siguiente. Ya en el último bajé un poco el ritmo. Hice 12 km en un tiempo de 1:00:30 @ 5:02 min/km. Hoy también hacía un día bastante caluroso. Hemos casi pasado del invierno al verano.

El domingo ¡cómo no! tirada larga y lenta. Esta vez fueron 18 km que cumplimentamos por el Parque Lineal en un día, otro más, verdaderamente primaveral. Con una camiseta de manga corta y unos pantalones también cortos se iba la mar de bien. Pues incluso así, sobre los quince grados y con un sol espléndido, nos encontramos con algunos corredores abrigados hasta las orejas. Es algo que no sé si llegaré a entender alguna vez. El recorrido fue a lo largo del río hasta casi el final del Parque Lineal para salir hacia la subestación eléctrica y coger el camino que va paralelo a la vía del tren. Cruzar por debajo de la M45 y un poco más allá, vuelta por el mismo sitio por donde vinimos. Hicimos en total 18 km en un tiempo de 1:35:31 a un ritmo de 5:18 min/km. Un buen entrenamiento de cara a la próxima media, para que no se nos haga tan larga.

Para no perder la costumbre, me subí a la báscula después y marcaba 68,6 kg. Volví a pesarme después del entrenamiento y 67,4. Nada más y nada menos que 1,2 kg perdido por el sudor. Totalmente recuperables en cuanto se bebe. Así que menos abrigarse y si se quiere adelgazar, menos comer. No hay otra solución.

Entrenamientos semana 13 de 2015

Bueno, parece que se me han acabado las ideas (el problema es que no tengo casi tiempo) para ir escribiendo cada entrenamiento, así que esta semana toca agrupar los tres entrenamientos.

El martes 24 de febrero tocó darse un poco de caña. Cinco kilómetros a umbral después de cinco kilómetros a menos de cinco. Considero que mi ritmo umbral es de aproximadamente 4:15; sin embargo el primero salió a 4:20. Luego fui recuperando el ritmo perdido e hice los siguientes en 4:13, 4:13 y 4:14. Perfecto, pero el último se me fue un poco, ya noté el cansancio y lo hice en 4:23. En total fueron 10 km en un tiempo de 46:08 @ 4:36 min/km.

El jueves 26 empecé mal el entrenamiento. No llevaba ni trescientos metros cuando sonó el teléfono. Me paré a responder la llamada y cuando acabé de hablar ya había perdido la pista de los compañeros. Casualmente, me encontré con Joaquín (no el habitual compañero de entrenamientos), al que hacía tiempo que no veía y estuve trotando con él. Fueron nueve kilómetros muy tranquilos, unos segundos por debajo de seis. No tuve, para nada, buenas sensaciones. El tendón de aquiles me sigue incordiando.

El domingo tocaba tirada larga, pero la amiga con la que suelo ir a entrenar los fines de semana había estado pachucha durante la semana, así que no era cuestión de hacer demasiados kilómetros. Sólo hicimos doce y a un ritmo muy tranquilo. Pudimos disfrutar de un día soleado, primaveral.

El domingo, antes de salir a correr, me subí a la báscula. Marcaba 68,2 kg. No está mal, veremos si consigo mantenerme o bajar ese peso.

Mi nuevo juguete

Llevo desde marzo de 2010 con un Garmin Forerunner 405. He hecho ya quince mil kilómetros y sigue marchando bien, exceptuando la batería que cada vez dura menos. Así que aprovechando que este mes es mi cumpleaños he decidido regalarme un cacharro semejante, pero mucho más básico, ya que el 405 lo tengo infrautilizado. Me he decidido por el Garmin Forerunner 10, que es el más sencillo de Garmin… creo.

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Mi nuevo cacharro, de un bonito color anaranjado

Llegaba al punto de encuentro casi de día, con una sonrisa de oreja a oreja con mi nuevo dispositivo en la muñeca y después de unos estiramientos han ido llegando los compañeros. Nos hemos puesto en marcha y con gran alegría he visto que la molestia en el tendón de aquiles seguía ahí, pero mucho más leve.

Eso me ha animado, por lo que pasado el kilómetro tres he acelerado un poco y detrás de mí se ha venido mi tocayo que me preguntaba a qué ritmo iba a hacer la segunda vuelta. Le he comentado que sobre 4:30 y le ha parecido bien, pero poco después él ha acelerado y yo le he dejado ir.

Ha sido terminar los cinco kilómetros primeros (una vuelta y un poco más) y acelerar con intenciones de engancharle, pero ha sido imposible. He aumentado el ritmo y me he puesto sobre 4:15 y tampoco, así que ya no me he molestado más. A ritmo umbral hasta el final y me han salido los kilómetros muy constantes, rondando los 4:15 casi todos.

He totalizado 10 km en 47:08 @ 4:42 min/km y con muy buenas sensaciones.

El reloj, muy bien. Ha marcado lo mismo que el 405 y su funcionamiento es muy simple y para lo que lo quiero, me basta y me sobra. La única gracia que echo de menos con respecto al otro es que si, por ejemplo, paraba el crono cuando llevaba 10,02 km podía borrar esos 20 metros y dejarlo en 10 km exactos, pero con este nuevo no sé si eso se puede hacer.

Adiós Vicálvaro adiós

Este año iba a ser mi décima participación consecutiva en la San Silvestre vicalvareña, pero me he quedado con las ganas. El primero de diciembre abrieron la inscripción y el cuatro traté de inscribirme y ya no pudo ser. Por internet se habían agotado y un amigo se acercó a la asociación de vecinos y tampoco había disponible ningún dorsal. Me da mucha pena, pero habrá que ir buscando otra alternativa… Getafe es esa alternativa.

Así, sólo me queda decir: El rey ha muerto (léase Vicálvaro), viva el rey (léase Getafe)

Como esta semana estoy de curso y llego a casa más tarde, no puedo salir con los compañeros pradolongueros. Así que lo mismo me da martes que miércoles, por lo que ayer no salí a correr y lo dejé para hoy.

Una hora más tarde de lo habitual me daba cita conmigo mismo en el punto de encuentro habitual. Allí estaba yo, con el frío que hacía, como un canelo esperando a que el maldito Garmin pillara los satélites, que tardó lo suyo. Voy a tener que comprarme una camiseta de estas que he visto en http://www.zazzle.es

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Dice algo así como que mi calentamiento incluye esperar satélites

Empecé a correr deprisita, que el frío se hacía notar y di una primera vuelta a buen ritmo. En la segunda aceleré para tratar de alcanzar el ritmo umbral, que anda por 4:15. La idea era tratar de andar por ahí, pero unos segundos por debajo y no me salió mal del todo. Excepto uno que hice a 4:17 los demás sí conseguí hacerlos según lo planeado.

Y ese de los 4:17 pienso que perdí tiempo porque subiendo la cuesta perpendicular a Rafaela Ybarra me salió un perro que se acercaba como una bala a por mí. Tuve que parar en seco del susto que me dio, mientras hoy a lo lejos la voz del perrero: «si no hace nada, si no hace nada». El susto que me dio no me lo quita nadie.

Todos los días tiene que aparecer un can haciendo una de las suyas. Hoy ha sido este y el sábado un perro se tiró con intención de morderme los pantalones. Afortunadamente no lo logró y sólo cayó sobre mis pies. Afortunadamente para el perro, soy más civilizado que su dueño y no le di una patada que es lo que se merecía… su dueño.

Pues eso, que hice 9,6 km en un tiempo de 45:38 @ 4:43 min/km.

Por cierto, hoy he pasado un frío de mil diablos. Salí todo ufano con mi camiseta de manga corta y se me metía el frío por el sobaco. Hay que ir pensando en la manga larga.

He batido un récord

Hoy he batido un récord, pero no relacionado con el atletismo, sino con el transporte público. Por desgracia, trabajo justo en la otra punta de Madrid. Utilizo el transporte público para ir y venir del trabajo haciendo una bonita combinación de autobús, tren y autobús, con un transbordo del tren en Atocha. Suelo tardar una hora en ir y como una hora y diez minutos en volver. Pues bien, hoy he tardado ¡¡¡una hora y treinta y cinco minutos!!! en volver. Todo un récord… que tampoco veo difícil volver a batir 😉

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El culpable de mi retraso

Este retraso en llegar a casa ha provocado que llegase tarde al punto de encuentro, así que cuando llegué sólo pude constatar que mis compañeros ya habían salido. Pero se lo tomaron con calma y sobre el kilómetro dos pude unirme al grupo.

Aunque el grupo de disgregó, fui tranquilo los primero cinco kilómetros, haciendo un tiempo de 27:19 en esa primera vuelta, a un ritmo de 5:28 min/km y luego aceleré para tratar de llegar al ritmo umbral de 4:15 y tratar de hacer esos cuatro kilómetros y pico a ese ritmo constante.

Y no me ha salido mal, la verdad: 4:13, 4:14, 4:17, 4:15 y 4:20. El último kilómetro se me ha ido un poco, pero es cuesta arriba, ya iba cansado y en el pasillo junto al arroyo, que estaba todo cubierto de varias capas de hojas, iba pisando con mucha precaución y con más miedo que vergüenza. En la segunda vuelta, he hecho 4,53 km en 19:17 @ 4:15. Justo el objetivo.

En total han sido 9,53 km en un tiempo de 46:36 @ 4:53 min/km.

Quien no llora no mama

Este dicho es una de las grandes verdades que por desgracia funcionan en este país. Como comentaba en la entrada del martes, el parque de Pradolongo tiene serios problemas de iluminación debidos principalmente a la desidia de quien se encarga del mantenimiento o de quien los ordena y manda.

Como comenté en la entrada, hice una reclamación sobre el particular y dos compañeros más también lo hicieron, alguno poniéndolos de vuelta y media. Otro asiduo del parque también participó. Pues curiosamente, las protestas han surtido efecto.

Ayer cuando llegamos al punto de encuentro a las siete de la tarde vimos que todo estaba a oscuras, por lo que decidimos modificar el circuito habitual; sin embargo, no llevábamos ni dos kilómetros cuando vimos que las farolas empezaban a iluminarse: impresionante, todos nos quedamos alucinados.

Minutos después, nuestro gozo en un pozo. Las farolas habían vuelto a apagarse. En esos momentos JL nos comentó que había hablado con la gente de mantenimiento que estaban tratando de solucionar el problema y que estos habían dicho que había una avería. ¿Cómo es posible que hubiese una avería si horas después las farolas estaban encendidas? Bueno, una excusa más.

Al final parece que dieron con la «avería» porque poco después las farolas volvieron a iluminarse y ya no volvieron a estar apagadas… al menos en el tiempo que estuvimos entrenando.

Resulta indignante que un servicio que debería funcionar con normalidad haya que reclamar para que funcione, pero es una de las muestras más de la idiosincrasia de este país de pandereta. Si no lloras, no mamas. Está más que demostrado.

Debido a los previsibles problemas de iluminación, había pensado hacer unas cuestas, ya que hay bastantes en la que era zona iluminada, pero después de solucionarse el problema cambié de planes y pensé que mejor hacer la segunda vuelta a ritmo umbral en vez de machacarme en las cuestas, que el domingo me castigué bastante.

Así que dicho y hecho. Acabamos la primera vuelta y algunos empezaron a apretar de lo lindo. Yo aceleré el paso pero tratando de no ir más deprisa de 4:15… ni tampoco más despacio. Y la verdad es que me salieron los kilómetros bastante regulares: 4:12, 4:15, 4:18, 4:16 y 4:15. De media: 4:15. Lo clavé. En total fueron 9,87 km en un tiempo de 48:42 @ 4:56 min/km. Me costó un poco seguir el ritmo umbral, pero tampoco demasiado. Creo que estuvo bien.

¿De dónde he sacado que el ritmo umbral es de 4:15 si había estado haciendo entrenamientos de este tipo a 4:20? Pues lo he calculado a ojo con los resultados obtenidos en la carrera de Portillo del domingo. Utilizando la página web de AttackPoint se obtiene para una distancia de 7 km y un tiempo de 27:39 un VDOT de 51,59 y entre otros valores, se obtiene un ritmo umbral de 4:09. Como tengo las sospechas de que la carrera no llegaba realmente a esos siete kilómetros introduzco a ojímetro un factor de corrección y obtengo by the face el valor de 4:15. Nada más sencillo 😉 Si viera que con cierta facilidad consigo mantener esos ritmos, ya pensaré en quitar unos segundos.

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Ritmos de entrenamiento obtenidos tras la carrera de Portillo

Querer y no poder

Descubrí el entrenamiento a ritmo umbral leyendo el libro Daniel’s Running Formula. Ya lo he comentado algunas veces, es un entrenamiento que me gusta porque aunque es duro, no llega a serlo excesivamente. Se supone que con este entrenamiento aumentas el nivel de cuando empieza a producirse el ácido láctico que envenena tus piernas cuando aprietas. Con este entrenamiento se puede conseguir que el ácido láctico empiece a generarse a ritmos más exigentes.

He tratado de hacer este entrenamiento hoy y no he sido capaz de seguir el ritmo de 4:20 que se supone es mi ritmo umbral. Después de calentar cuatro kilómetros, comencé el primer kilómetro a umbral y ya se me fue el tiempo (4:29) aunque eso estaba dentro de lo previsto. Aumenté el ritmo en el segundo kilómetro y conseguí hacer 4:19, perfecto. El tercer kilómetro se me fue a 4:26, algo lento. Ya vi que no iba fino del todo, que quería, pero no podía. El cuarto kilómetro me lo confirmó, porque volví a estar por encima: 4:23. Y en el quinto y último, aunque traté de echar toda la carne en el asador, también me fui de tiempo: 4:25. Estaba claro que hoy no era mi día. Otra vez será.

Es evidente que hay días en que el cuerpo está mejor y otros, al contrario, que cuesta hasta andar. Hoy ha sido uno de estos últimos.

He totalizado las dos vueltas, es decir, aproximadamente 9,7 km en un tiempo de 47:13 @ 4:52 min/km.

¡Enhorabuena compañero!

El pasado domingo nuestro compañero Joaquín, en la primera edición de la carrera popular lago de Pareja, consiguió auparse al tercer puesto del cajón de su categoría.

¡Enhorabuena campeón!

Lo cierto es que Joaquín está fuerte como el vinagre, lo he podido «sufrir» en los últimos entrenamientos, donde he sido incapaz de acercarme a él. Está claro que en su principal objetivo, la media de Villarrobledo, se va a salir siempre y cuando le respeten las lesiones, que confiemos en que sí.

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Entrando en meta

Corriendo hoy por el parque me comentaba que aunque la carrera es dura, con alguna subida y, sobre todo, alguna bajada bastante fuerte consiguió un magnífico tiempo de 41:40, unos segundos más de lo que hice yo la semana pasada, pero con la particularidad de que la carrera en la que yo participé era absolutamente llana y ésta, todo lo contrario.

También me dijo que hizo casi toda la carrera con la chica que aparece en la foto entrando en meta. Casualmente, esta chica llegó un poco antes que yo en el Trofeo San Lorenzo después de protagonizar una bonita lucha con otra chica de la que fui testigo.

Aunque la hazaña de Joaquín es de consideración, no hay que olvidar que mientras él se batía el cobre por tierras guadalajareñas, en Berlín, un poco más al norte, el keniata Dennis Kimetto batía el récord del mundo de maratón con un tiempo increíble de 2:02:57 consiguiendo bajar de las dos horas y tres minutos. El segundo clasificado, Mutai, que llegó a 17 segundos del ganador también consiguió bajar del anterior récord. Las dos horas están al caer.

Echando cuentas, veo que el ritmo llevado por Kimetto ha sido de 2:55 min/km, algo que no sería capaz de seguir ni cincuenta metros. Es interesante la pregunta que hace Marca, ¿puede un popular ir ritmo de récord del mundo? Curioso el vídeo.


Después de ir el domingo a ritmo tranquilo, no como Kimetto, hoy estaba muy bien de piernas y necesitaba correr después de un par de días un tanto agobiado, así que después de dar la primera vuelta a un ritmo muy tranquilo, traté de hacer la segunda a ritmo umbral, que en mi caso, en este momento, no es otro que 4:20 min/km. Sí, casi a ritmo de récord del mundo 😉

Y salieron los kilómetros a un ritmo bastante igual: 4:15 (pelín rápido), 4:23, 4:20, 4:21 y 4:20. Bien, bastante bien, además me encontré muy cómodo, con unas sensaciones inmejorables. El entrenamiento a umbral es el que más me gusta sin lugar a dudas. El ritmo es moderadamente duro y, por lo tanto, factible con un esfuerzo no muy exagerado.

Hice en total 10 km en un tiempo de 49:44 a un ritmo de 4:58 min/km, pero dividido en dos partes claramente diferenciadas: los primeros cinco kilómetros en 28:05 @ 5:37 min/km y los segundos cinco en 21:39 @ 4:20 min/km.