Mi nuevo juguete

Llevo desde marzo de 2010 con un Garmin Forerunner 405. He hecho ya quince mil kilómetros y sigue marchando bien, exceptuando la batería que cada vez dura menos. Así que aprovechando que este mes es mi cumpleaños he decidido regalarme un cacharro semejante, pero mucho más básico, ya que el 405 lo tengo infrautilizado. Me he decidido por el Garmin Forerunner 10, que es el más sencillo de Garmin… creo.

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Mi nuevo cacharro, de un bonito color anaranjado

Llegaba al punto de encuentro casi de día, con una sonrisa de oreja a oreja con mi nuevo dispositivo en la muñeca y después de unos estiramientos han ido llegando los compañeros. Nos hemos puesto en marcha y con gran alegría he visto que la molestia en el tendón de aquiles seguía ahí, pero mucho más leve.

Eso me ha animado, por lo que pasado el kilómetro tres he acelerado un poco y detrás de mí se ha venido mi tocayo que me preguntaba a qué ritmo iba a hacer la segunda vuelta. Le he comentado que sobre 4:30 y le ha parecido bien, pero poco después él ha acelerado y yo le he dejado ir.

Ha sido terminar los cinco kilómetros primeros (una vuelta y un poco más) y acelerar con intenciones de engancharle, pero ha sido imposible. He aumentado el ritmo y me he puesto sobre 4:15 y tampoco, así que ya no me he molestado más. A ritmo umbral hasta el final y me han salido los kilómetros muy constantes, rondando los 4:15 casi todos.

He totalizado 10 km en 47:08 @ 4:42 min/km y con muy buenas sensaciones.

El reloj, muy bien. Ha marcado lo mismo que el 405 y su funcionamiento es muy simple y para lo que lo quiero, me basta y me sobra. La única gracia que echo de menos con respecto al otro es que si, por ejemplo, paraba el crono cuando llevaba 10,02 km podía borrar esos 20 metros y dejarlo en 10 km exactos, pero con este nuevo no sé si eso se puede hacer.