A oscuras con lluvia y barro

Hoy ha sido el primer día que corremos después del cambio de hora. Como el parque no está bien iluminado, muchos tramos íbamos a oscuras, lo que me provocó un par de malas pisadas, aunque sin consecuencias.

Además de la oscuridad, hoy el circuito estaba bastante embarrado y nos ha llovido también. Vamos, un entrenamiento completo. Afortunadamente, hemos tenido suerte con la lluvia porque sólo ha sido un momento lo que ha llovido fuerte.

Hoy estábamos cuatro en el entrenamiento y se nos ha hecho bastante ameno, recordando la media del pasado domingo. Siempre es un lujo rodar con dos de los que subieron al pódium.

He hecho algo más de 14 km un poco obligado por la ligereza con que me estoy tomando esta semana el tema alimentario, que no quiero llegar al sábado y llevarme una sorpresa… aunque seguro que me la llevo. He recorrido las casi tres vueltas a Pradolongo en 1:21:02 @ 5:38/km. Continuamos con el regenerativo.

Regenerativo obligado

Hoy notaba las piernas bastante castigadas de la media del domingo, por lo que no me apetecía mucho correr; sin embargo, como suele ocurrir en estas ocasiones, el entrenamiento me vino de perillas: acabé con las piernas mucho mejor que cuando empecé. Además, al ser festivo, tenía que aprovechar que podía correr con luz.

Salí muy despacio ya que las piernas no daban más de sí, pero en la segunda vuelta parece que la cosa iba mejor y aumenté un poco el ritmo, sólo un poco. Antes y después de correr realicé estiramientos que también me vinieron fenomenal para la recuperación. Lo malo es que el dedo gordo derecho me dolía bastante sin ni siquiera correr, o sea que corriendo… Espero que la cosa vaya mejorando y pueda llegar a la gran cita en las mejores condiciones posibles.

Aunque no tenía claro si dar dos vueltas o hacer algo menos, al final sí completé los 10 km en el parque de Pradolongo. Recorrí esos 10 km en 55:25 @ 5:32/km.

¡Ha llovido!

Ayer llovió sobre Madrid después de bastantes meses sin hacerlo. Me dio un poco de pena por mis zapatillas recién lavadas, pero una gran alegría porque ya era necesario, muy necesario. Además como durante el entrenamiento no llovía, daba gusto correr por terreno tan blandito, una delicia para las articulaciones.

Como el domingo toca carrera, nos hemos tomado con bastante calma el entrenamiento, nada de ritmo umbral ni cosas semejantes. Tranquilos, tranquilos y el domingo a darlo todo.

Hemos completado las dos vueltas a Pradolongo a ritmo tranquilo, totalizando los 10 km en 53:20 @ 5:20/km.

Impolutas

El domingo, después de la tirada larga, eché las zapatillas a un barreño con agua para limpiarlas, nada de lavadora. Es curioso que no ha pasado ni un mes y tenía las zapatillas como si hubiese corrido una temporada de cross con ellas. Y es que estaban todos los caminos llenos de polvo.

Hoy me las he puesto y estaban impolutas, parecía que las acababa de sacar de la caja, recién llegadas de UK. Cualquiera que lea esta entrada se va a pensar que nunca lavo las zapatillas, pero no es así, suelo hacerlo de vez en cuando, pero esta vez ha sido muy pronto.

Ha sido lavarlas el domingo y el lunes se pone a llover, por lo que pensaba que hoy iba a estar el parque embarrado, pero no lo estaba, la tierra estaba demasiado sedienta y no había ni un charco. De hecho, el terreno estaba muy agradable de pisar porque aunque estaba blandito, no te hundías.

Solemos hacer una primera vuelta muy tranquilos, pero hoy no lo ha sido tanto, ya andábamos inquietos. En la segunda vuelta ha empezado Emilio II a tirar y al final todos a cuchillo. Menos mal que Joaquín, en un momento de sensatez, ha dicho que mejor dejábamos las prisas para el domingo, que hoy no era el día. En esos momentos íbamos a un ritmo de 3:50. Entonces hemos bajado un poco la velocidad y aún así esa segunda vuelta la hemos hecho en 21:30 @ 4:29.

Después hemos hecho un poco más hasta completar 13 km en un tiempo de 1:08:17 @ 5:15/km.

Mi héroe

En el mundo del deporte, como todo en esta vida, cada uno tiene sus héroes. Para algunos es Usain Bolt, el hombre más rápido del mundo. Para otros, más fondistas, será Heile Gebrselassie, uno de los mejores fondistas de todos los tiempos o quizás sea Patrick Makau, actual poseedor del récord de maratón con nada menos que 2:03:38; sin embargo, mi héroe se llama Fauja Sigh, la primera persona que con 100 años de edad ha acabado una maratón. Esta hazaña ha sucedido en la maratón de Toronto el pasado 16 de octubre.

Fauja Singh
Fauja Sigh después de traspasar la línea de meta

Según parece, el atleta indio, aunque residente en Londres, empezó a correr hace 11 años, después de la muerte de su esposa, y en Canadá completó su octava maratón. Además, posee el récord británico en la categoría senior de distintas distancias como 400, 800 y 3 mil metros.

Me gusta su filosofía: «El secreto de una larga y saludable vida es vivir sin tensiones, estar agradecido con lo que tienes, evitar a gente negativa, sonreír y seguir corriendo. Ser feliz«.

Siempre he pensado que correr no es hacerlo más rápido que nadie, ni participar en muchas carreras. Correr es estar en movimiento desde el primer día hasta el último. Por eso siempre he envidiado a aquellos corredores de edad avanzada que siguen y siguen corriendo. Sin ir más lejos, mi compañero de entrenamientos Emilio, con casi 66 años, es todo un portento, un espejo donde mirarse. Todavía es capaz de correr maratones en cerca de tres horas y media o terminar los 100 km de la Madrid-Segovia hace poco más de un mes.

Otro ejemplo a seguir puede ser el madrileño Germán Fernández González, atleta de 76 años que sigue participando en carreras populares. En la última carrera en la que estuve pude ver como llegaba a meta en una hora y unos segundos. ¿Dónde tengo que firmar para poder correr a un ritmo de 6 min/km cuando pasen treinta años?

Por lo demás, yo sigo a lo mío, quemando kilómetros de cara a la maratón. Esta semana es de las más largas y hoy han caído 15 kilómetros. Algo más de tres vueltas a Pradolongo, en la que la primera ha sido de calentamiento, la segunda pretendía ser a umbral y la tercera de enfriamiento, aunque no precisamente a ritmo lento.

Por desgracia, los kilómetros a umbral no han salido como debieran. El ritmo umbral objetivo era 4:11, pero me han salido un poco más lentos de lo debido: 4:16, 4:15, 4:16, 4:16 y 4:12. Siempre digo que Jack Daniels es demasiado exigente…

Indignado

Ahora mola eso de decir que uno está indignado. Pues así estoy yo (sin exagerar ¡eh!) después de enterarme que en la carrera de Aranjuez hay que ir el viernes o el sábado a recoger el dorsal y el chip para la carrera del domingo.

Aranjuez es una carrera que conocí en 1996. Es una carrera preciosa, en un entorno maravilloso, tanto que desde entonces, he participado trece veces y en todas y cada una de ellas me he quedado a comer en la localidad con los amigos y la familia. No lo puedo negar, es una carrera a la que tengo especial cariño; sin embargo, el detalle de hacer que los corredores tengan que ir un día antes me parece fuera de lugar, es un auténtico despropósito y por ahí no voy a pasar. Habrá que buscar una alternativa para ese día, que hay bastantes carreras. Quizás el hecho de no correr Aranjuez me lleve a conocer carreras incluso más bonitas.

Os ruego, por favor, a aquellos que me leáis ¡¡¡no vayáis a Aranjuez!!!

Recuerdos de la carrera de Aranjuez
Recuerdos de tiempos pretéritos de la carrera de Aranjuez que aún conservo

Ahora que releo las líneas que he escrito, me doy cuenta que un discurso parecido (aunque por otros motivos) lo tuve sobre la San Silvestre vallecana y desde entonces no ha hecho más que crecer, así que auguro larga vida a la carrera de Aranjuez 😉

Y si la participación en las carreras crece, en nuestros entrenamientos baja. Entre bailes y enfermedades, ayer sólo estábamos Joaquín y un servidor en el punto de encuentro, aunque al poco se nos unió Enrique, que no Quique, y luego apareció Emilio II.

Fue un día de entrenamiento ligero con unos kilometrillos a ritmo de maratón. Quise hacer algún kilómetro más de la cuenta para tratar de hacer una buena kilometrada semanal, por lo que completé 12 km en 1:01:28 @ 5:07. El jueves, alguno más y el fin de semana, a desgastar zapatillas.

Ya se nota mucho que los días son mucho más cortos. En la segunda vuelta, se nos hizo de noche. Y dentro de dos semanas, cuando cambien la hora, de noche desde el primer metro.

Segundo arriba, segundo abajo

Hoy tocaba hacer algo de calidad, de apretar un poco los dientes, después de estar unos cuantos días casi de paseo entre unas cosas u otras. Después de la carrera de Torrijos, había calculado un VDOT de 51, lo que daba un ritmo umbral de 4:11. Y eso es lo que me proponía hoy, hacer unos cuantos kilómetros a ritmo umbral. Di una vuelta de calentamiento y luego junto a Joaquín y Quique nos pusimos a tratar de seguir el plan establecido.

Primer kilómetro a 4:13, un par de segundos más lento. Segundo a 4:14, un poco peor. Y el tercero se nos fue a 4:23. Se nota mucho la cuesta arriba que hay en este tercer kilómetro, habrá que pensar en prescindir de ella en este tipo de entrenamiento. El cuarto y último kilómetro lo hice en 4:13, también un par de segundos más lento, aunque esta vez debido a que me paré un poco antes de la cuenta sin querer, debido a una confusión con el cronómetro.

Quizás haya salido un entrenamiento algo irregular, pero bueno, tengo que estar contento porque no resulta sencillo hacer buenos tiempos cuando se sube de VDOT, sobre todo si son dos puntos.

He dado dos vueltas a Pradolongo, totalizando 10 km en un tiempo de 51:10 @ 5:07/km.

Cinco metros

Cuando he empezado a correr el forerunner indicaba una precisión de cinco metros. Bastante, bastante preciso. Es en estas ocasiones cuando se pueden medir las distancias con más exactitud. Luego, al pasar los datos, se puede ver que el recorrido se ajusta casi perfectamente en el mapa. El problema es que no siempre se puede empezar a correr con una precisión tan ajustada. Lo normal es que el primer kilómetro salga un poco de aquellas maneras y luego la cosa se afine.

Hoy estábamos intrigados de por qué Emilio no aparecía, él que siempre es tan puntual. Luego nos hemos enterado que ha empezado a asistir a clases de baile. Este hombre no para. Pero es que cuando estábamos acabando el entrenamiento ha aparecido. O sea, que no le ha bastado con danzar; no obstante, a falta de Emilio ha aparecido Enrique que llevaba todo el verano fuera. Al tío se le ve fino, aunque como todo el mundo dice que no ha entrenado, o que ha entrenado poco.

Hemos dado dos vueltas bastante tranquilos. Yo estaba algo maltrecho por la ampolla que me salió el domingo por meterme por esos caminos de cabras y algo cansado también. Así que me ha venido al pelo dar las dos vueltas a ritmos de trote cochinero, ya que han sido 10 km en un tiempo de 56:03 @ 5:33/km. Un buen regenerativo.

Se han subido a la parra

El año pasado, en concreto el 31 de octubre, se celebró la primera edición de la carrera de Fuensalida. Carrera que me encantó. El domingo pasado, en la carrera de Torrijos, me dieron publicidad sobre esta carrera y mi sorpresa fue de órdago: el precio de la inscripción había pasado de 5 a 10 €, ¡¡¡se ha duplicado!!!

Sinceramente señores de la ADAF, se han pasado tres pueblos. Conmigo, desde luego que no cuenten. Habrá que buscar otras alternativas.

Hoy me ha tocado perseguir a mis compañeros de entrenamiento. Llevaban mucha prisa y me quedaba por realizar unos estiramientos, pero han salido como locos y no he sido capaz de alcanzarlos hasta el kilómetro ocho, que he pillado al más rezagado. Yo que pensaba hacer un regenerativo, al final me ha salido tirando a rápido, ya que he corrido los 10 km del entreno en 50:09 @ 5:01/km. Si hubiera sabido que iban a ir a toda pastilla, me lo hubiera tomado con calma desde el primer metro.