Relajar los pies

Llevo últimamente con molestias en el tendón de aquiles de la pierna izquierda. Hoy iba observando que quizás llevo los pies demasiado tensos dentro de las zapatillas y que debería llevarlos más relajados. Creo que al llevar los pies tensos provoca que la amortiguación no sea adecuada y eso se transmite a los tendones de aquiles y a las rodillas. Lo digo sin conocimiento de causa, sólo por las sensaciones que tengo.

También es cierto que últimamente llego muy apurado de tiempo a casa y salgo a entrenar sin estirar y eso también se nota, que tengo comprobado que esos estiramientos de los gemelos me viene fenomenal.

Después de la primera vuelta a ritmo tranquilo, hemos apretado en la segunda para tratar de hacer cinco kilómetros a ritmo umbral, sobre 4:20. Y nos han salido bastante bien, porque algunas veces el primer kilómetro cuesta, ya que si se hace el quinto a 5:48, hay que hacer el siguiente minuto y medio más rápido.

Salieron los cinco kilómetros a umbral a 4:21, 4:19, 4:20, 4:17 y 4:20 a una media de 4:19. Cumpliendo el objetivo perfectamente, dando por recuperadas las piernas de la carrera del domingo.

Entre la primera vuelta de calentamiento y la segunda a umbral, hice 10 km en 51:07 @ 5:06 min/km

Muy feliz

Hoy Joaquín estaba muy feliz, exultante diría yo. La carrera del domingo, en la que bajó de cuarenta minutos tiene la culpa. Resulta que no bajaba de esa barrera de los cuarenta desde hace la friolera de 17 años. No me extraña que estuviera así.

Joaquín es un atleta al que da gusto verle correr. Lleva un montón de años corriendo, unos veinticinco, y ahí sigue el tío al pie del cañón. Me cuenta que empezó con dos hermanos suyos y éstos consiguieron mejores marcas, pero Joaquín los ha superado a ambos, porque de nada sirve correr muy deprisa si luego lo dejas.

Fuimos también relajados durante el recorrido, Joaquín además iba prácticamente levitando, y completamos 10 km en un tiempo de 57:08 @ 5:42 min/km.

En la entrada de la carrera no quise poner nada del peso, así que lo pongo hoy. El domingo, antes de salir de casa hacia la salida, marcaba la báscula 68,4 kg, lo que indica que la cosa va bien, ya que quedan dos semanas y sólo trescientos gramos para cumplir el segundo hito del reto.

Otra vez he vuelto a picar

Otra vez que voy a participar, si no pasa nada raro, en la pachanga de las aficiones. Dije en mi segunda participación que no lo iba a hacer más, pero este año he decidido participar para ayudar (o intentar ayudar) a mi compañero Joaquín a bajar de cuarenta minutos.

Es por esto, que hoy igual que el martes, nos lo hemos tomado con muuuucha calma, ya que según Joaquín, hay que llegar el domingo con hambre de correr. Así que esta semana ha sido una semana de relax.

Suele bajar Emilio los jueves y éste no ha sido una excepción. Baja antes que nosotros, se hace unos kilómetros, nos espera en el punto de encuentro, hace una vuelta con nosotros y luego se vuelve a casa. Entre unas cosas y otras, seguro que acaba haciendo más kilómetros que yo.

Además, hoy también ha bajado Miguel, mi compañero de los sábados. De este modo, nos hemos juntado cuatro, que es todo un récord últimamente.

Tengo un duelo pendiente con un chico, que me dijo que me iba a pulir en un mil. Así que hoy he aprovechado para probarme, a ver en cuento puedo hacerlo. Y no he acabado muy contento con la prueba. Pensaba que podía estar por 3:35 – 3:40, pero me he ido a 3:47. Quizás debido a que he salido demasiado deprisa, ya que en la primera mitad sí iba sobre 3:30, pero luego me he hundido un poco y he subido a ritmos cercanos a cuatro. En la gráfica se puede ver bien ese kilómetro.

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Un kilómetro a tope

Aparte de ese kilómetro, los demás han sido muy tranquilos. Tanto que hemos completado 10 km en un tiempo de 56:28 @ 5:38 min/km.

Estoy convencido de que Joaquín va a bajar de cuarenta. Seguro.

Cuatro días seguidos no son buenos

Cuatro días seguidos entrenando es mucha tela para mí, para mi rodilla y para mis tendones de aquiles; pero hoy martes no iba a dejar solo a Joaquín, que últimamente sólo bajamos los dos.

Y la verdad es que se notaba esos tres días anteriores porque además de cansado me veía con molestias por todos sitios. Menos mal que ninguno de los dos teníamos ganas de apretar y vaya si se notó, que hicimos una media de casi seis minutos en los poco más de diez kilómetros de entrenamiento.

Nunca viene mal un día de este tipo, donde cansar no te cansas mucho, pero hablas de lo lindo y eso también es bueno. Hoy el tema estrella era la carrera del domingo, en la que Joaquín quiere bajar de cuarenta minutos. Él decía que en esta semana no había que forzar lo más mínimo, que había que llegar el domingo con las piernas frescas. Totalmente de acuerdo.

Entre charla y charla, fueron pasando los kilómetros y completé 10,4 km en un tiempo de 1:01:40 a un ritmo brutal de 5:55 min/km. Que no es un ritmo muy rápido, pero bonito sí lo es con tanto cinco.

Estrenando pantalones

Llevo utilizando unos pantalones cortos marca Mizuno desde tiempos inmemoriales, creo que desde 2007. Así que se puede decir que ya están amortizados.

Más que amortizados, la verdad es que ya están algo ajados, así que he comprado unos nuevos. Podía haberme hecho con uno de esos del Decarton de cinco o seis euros, pero he pensado que mejor comprar unos decentes. Así que después de ver algunos, me he decidido por unos Reebok, los de la foto:

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Pantalones Reebok

Al salir me he dado cuenta que me están algo grandes y eso que son talla M. A esto de las tallas deberían «meter mano» y conseguir que todos los fabricantes hagan todas las tallas igual, que esto es un pitorreo.

Una primera vuelta con Emilio y Joaquín muy tranquilos y luego cinco kilómetros a ritmo umbral (objetivo 4:20) en los que hice una media de 4:21, que está bastante ajustado al objetivo, aunque debeo decir que el último kilómetro me costó, se nota que es cuesta arriba, tuve que poner toda la carne en el asador.

En total hice 10 km en un tiempo de 51:05 @ 5:06 min/km.

Por las calles del distrito

Hoy he tenido que modificar el recorrido habitual, añadiendo un trozo al final, porque tenía que ir al campo de fútbol de La Chimenea, que está también en el distrito de Usera, pero muy cerca de Madrid Río, justo enfrente del centro comercial que están construyendo.

Así que después de un entrenamiento muy tranquilo, he salido con Joaquín por donde él suele terminar y me he recorrido unas cuantas calles del distrito para llegar hasta el citado campo de fútbol, el cual anda algo necesitado de alumbrado, que las pocas luces que tiene no alumbran demasiado.

Entre las casi dos vueltas a Pradolongo y el recorrido hasta el campo de fútbol he completado 11 km en 1:01:37 @ 5:36 min/km.

Segmentos

Utilizo Garmin Connect para llevar anotados los entrenamientos que voy haciendo. Empezó siendo una página web con pocas funcionalidades, pero ha ido poco a poco mejorando. La inclusión de la gestión del material, como por ejemplo las zapatillas, me pareció una cosa muy interesante que otras páginas tenían y esta no.

El otro día descubrí lo que llaman segmentos. Un segmento es un trozo, más o menos grande, de circuito que marcas en una de las actividades de Garmin Connect y se van registrando todos los tiempos de la gente que pasa por ahí con su GPS y, claro, almacenan también en Garmin Connect. Luego aparece una clasificación de los mejores tiempos de la gente que ha pasado por ese segmento.

Se me ocurrió crear dos segmentos en tramos por el Parque de Pradolongo. Uno de ellos es una de las vueltas que damos habitualmente y que he llamado, lógicamente, Vuelta Pradolongo.

segmento-una-vuelta
Segmento vuelta a Pradolongo

Hay tres personas que han hecho este segmento, aunque sólo veo información de dos. El tercero es un misterioso corredor, que imagino no aparece ya que debe tener sus entrenamientos privados.

De momento, ya que lo he creado ad hoc para mí, soy el number one, como se puede ver en la imagen. El 6 de noviembre de 2014 hice un tiempo de 19:52 a un ritmo de 4:08 min/km. A ver quien supera eso 😉 Imagino que cualquiera que lo intente…

Y ya puestos a crear segmentos, he creado otro también en el Parque de Pradolongo que he llamado Milla pradolonguera. Se trata de los últimos 1600 metros (poco más o menos) de la vuelta que damos en Pradolongo, así que está muy relacionado este segmento con el otro. En este segmento también soy el number one con un tiempo de 6:42 que supone un ritmo de 4:09 min/km. Este «récord» es del 27 de enero de este año.


Pues bien, hoy no se trataba de hacer ningún récord en ningún segmento, sólo tratar de llevar un ritmo umbral de aproximadamente 4:20 durante 4,6 kilómetros aproximadamente. Es decir, hacer cinco kilómetros de calentamiento y luego ponerse a ese ritmo exigente durante el resto de la vuelta.

No estuvo mal el entrenamiento: 4:20, 4:27, 4:24, 4:17 y 3:08 (ritmo de 4:17) a un ritmo de 4:21 durante los 4,73 que marcó el GPS. Se nos fue un poco el segundo kilómetro, pero lo recuperamos en los otros. De nuevo Joaquín se mostró muy fuerte, llevando el ritmo con una facilidad pasmosa.

En total fueron 9,7 km en un tiempo de 49:05 @ 5:03 min/km.

Algo hemos ganado

Hoy ha comenzado la temporada nocturna de carreras. Como todos los años, en la noche del sábado al domingo del último fin de semana de octubre, retrasan la hora y ya nos toca entrenar sin luz natural hasta el mes de marzo.

Estos últimos años era siempre la misma canción. Llegaba esta fecha y el parque presentaba problemas serios de iluminación, pero este año, no. Parece que algo hemos ganado con el cambio de gobierno municipal. Lo digo en broma ¡eh! Que yo creo que hemos ganado bastante más que esto.

Hoy nos hemos juntado tres corredores en Pradolongo. Atrás quedan los tiempos en que nos juntábamos hasta diez corredores. Pero ahora, entre las jubilaciones, las lesiones, los que no pueden bajar a esas horas y los que prefieren irse a otro sitio, es casi extraño ver a más de dos.

Además Miguel venía con intenciones aviesas ya que al acabar la primera vuelta empezó a aumentar el ritmo de manera sustancial. Pero después de haber corrido el domingo, no estaban las piernas para demasiadas alegrías y nos quedamos a un ritmo de crucero de 4:45 poco más o menos.

Y así fuimos hasta los últimos trescientos metros, cuando empieza el camino paralelo al arroyo. Allí se me ocurrió acelerar a tope a ver si dejaba a mi tocayo, pero me fue imposible. Está muy fuerte para mí.

ultimos-300m
Últimos trescientos metros a tope

Hoy ha marcado el cronómetro un poco más que otros días. Señalaba 9,74 km en un tiempo de 50:20 @ 5:10 min/km.

Obteniendo ubicación

Es el mensaje recurrente que veo todos los días cuando salgo a correr en mi reloj. Unas veces enseguida se sincroniza con los satélites y cuando llego al punto de encuentro ya está a punto. Otras veces espero un poco y acaba sincronizando y otras veces, en cuento veo que la cosa va para largo empiezo a correr y ya daré al botón cuando sea menester.

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Obteniendo ubicación, el mensaje maldito

Hoy ha sido de traca porque pasaban los metros y los minutos y el mensajito seguía en la pantalla del reloj. Y ha tardado un montón en ponerse en condiciones, casi tres kilómetros, más de un cuarto de hora. Menos mal que no se me ha ocurrido esperar sin ponerme a correr antes de que sincronizara. Desde luego, tengo muy claro que es mejor perder el tiempo en otras cosas. Como dice el chiste que he visto por ahí: hay una delgada línea entre localizar un satélite y mirar como un idiota tu muñeca.

El caso es que después de una primera vuelta tranquila, hemos empezado a apretar en la segunda y hemos hecho un segundo kilómetro en 4:06 y ahí me he dicho ¡quieto parao! Que el domingo hay que darlo todo y no es cuestión de machacarse hoy. Así que he disminuido un poco el ritmo, pero tratando de aguantar sobre 4:30.

Al final he hecho las dos vueltas de siempre, es decir, 9,6 km aunque el crono sólo marque 7,36 km.

Una minutada

Aunque aún queda tiempo, estamos expectantes del duelo que se vivirá el 8 de diciembre en la media maratón de Villaverde. Allí podremos presenciar un duelo, que promete ser épico, entre dos pradolongueros.

Uno de los contendientes, el más joven, afirmó al otro que en esa carrera le metería «una minutada». Y aquí viene la interpretación de cada cual. Uno entiende que «una minutada» son cinco minutos o así. El otro entiende que una minutada son veinte minutos por lo menos.

¿Pero qué significa realmente «una minutada»?

Para ello echemos mano de una herramienta, en forma de hoja de cálculo, desarrollada por Herman Nieuwendaal y aunque hace foco principalmente en las tablas de Daniels, permite calcular muchas otras cosas. Entre ellas, una comparativa de tiempos equivalentes entre dos personas de distintas edades y distinto género.

Supongamos el caso hipotético de que el contendiente joven tuviese 41 años y el otro, menos joven, tuviese 56 años. Si ese joven corredor hiciese una marca en media maratón de 1h24 sería equivalente a una marca de 1h35 del menos joven. Es decir, una diferencia de once minutos entre el joven y el menos joven no serían una minutada, sería un empate técnico. Es decir, que la expresión «una minutada» en este contexto, teniendo en cuenta la edad, está más cerca de los veinte minutos que de los cinco.

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Comparativa por edad y género de una determinada marca

Todo esto viene porque según íbamos corriendo íbamos hablando de este peculiar reto y surgió el tema de la edad. Entonces recordé que en esta hoja de cálculo, que suelo utilizar a menudo, venía esa comparativa.

Con respecto al entrenamiento de hoy, no hay mucho que contar. Después de haber corrido el domingo tenía las piernas algo cargadas por lo que salí con la intención de rodar unos kilómetros. Llegué tarde a casa, por lo que salí tarde al parque, cuando ya habían empezado mis compañeros. Así que los alcancé cuando llevaban un buen tramo.

Como olvidé el reloj, no tengo ni idea de lo que hice ni del tiempo que tardé. Calculo que haría unos ocho kilómetros, pero no lo sé con certeza. Y el ritmo, pues tampoco lo sé, sobre 5:30 más o menos.

Y para terminar, decir que el sábado -día de pesada- me subí a la báscula y marcaba 69,2 kg, por lo que ya he perdido casi el kilo que tocaba este mes.