Hoy ha sido un domingo atípico, ya que he ido a correr por la tarde. Y de eso hacía mucho tiempo, pero mucho. Los domingos, desde tiempo inmemorial, acostumbro a realizar jornada matutina, que ya me toca forzosamente hacerlo por la tarde entre semana.
Lo peor es que como llevo sueño atrasado me he echado una buena siesta, sí de esas de pijama y orinal y cuando he salido a correr me encontraba mal, me molestaba un montón la tripa y no hacía más que expulsar gases a diestro y siniestro. Ha sido de eso días que se pasa mal corriendo. Menos mal que era un día largo y según iban pasando los kilómetros iba mejorando la cosa.
Es curioso que con todo lo que llovió ayer el parque no estuviera embarrado, eso demuestra que la tierra estaba ávida de agua y que ha absorbido todo el líquido que ha caído. La verdad es que ya iba siendo hora de que lloviese.
En total han sido 14 km en un tiempo de 1:14:58 a un ritmo bastante tranquilo de 5:21/km, dejándome llevar por mi compañera de entrenamiento.
Por cierto, esta mañana se ha celebrado la carrera de San Nicasio, en la que había pensado participar, pero que al final no lo he hecho. Me ha pillado demasiado cerca de las vacaciones. Y como no he ido a Leganés, he pensado en correr la carrera que organiza Telefónica contra el trabajo infantil. Aparte de que parece una buena causa, se trata de un diez mil homologado por RFEA, ideal, por lo tanto, para ver el momento de forma en que me encuentro.
Hoy tocaba pesada, ya que ayer no lo hice. Y estaba algo asustado porque en las vacaciones siempre se descuida uno, pero la báscula marcaba 68,7 kg, algo menos que cuando me fui a Berlín, eso indica que no me relajé en los entrenos.
Llevo un par de semanas utilizando medias de recuperación para después de los entrenamientos. Según dicen por ahí, estos artilugios permiten recuperarse más rápido ya que facilitan el retorno venoso y el drenaje, por lo que previenen de calambres, sobrecargas y agujetas. Se emplean durante una o dos horas después de entrenar y son modelos más sencillos de las medias largas utilizadas para correr ya que no llevan refuerzos ni acolchados ya que no son para hacer deporte con ellas.
La principal característica es que aplican una compresión en la pierna que mejora la circulación sanguínea y facilita el retorno de la sangre venosa, favoreciendo de este modo la oxigenación de los músculos y el drenaje de las toxinas acumuladas con el esfuerzo.
La verdad es que no sé si realmente funcionan o es simplemente el efecto placebo, pero me están viniendo muy bien, yo que padezco habitualmente de problemillas de rodilla para abajo. Tengo que seguir probando durante un periodo largo de tiempo para ver si la cosa es realmente efectiva.
Un poco cansado ya de hacer una y otra vez diez kilómetros he salido con la idea de hacer un poco más, tampoco mucho, no vayáis a creer. He realizado doce kilómetros a un ritmo tranquilo, cambiando el ritmo en las cuestas arriba después de hacer un calentamiento de cuatro kilómetros castigando un poco las piernas, pero tampoco al 100%.
Hoy la báscula marcaba 68,9 kg un poquito más que la semana pasada.
Hace unos meses hablamos de hacer la primera edición de la maratón de Málaga, a celebrar el 6 de diciembre, que por cierto es lunes. Sería la primera vez que corriese una maratón en lunes. Dije que sí, que iba a ir, pero no me lo había tomado muy en serio. Sin embargo, hoy según iba entrenando me ha cambiado el chip y quiero ir a Málaga. A partir de este momento empezaré a entrenar pensando en ese objetivo.
Con esa idea metida en la cabeza desde los primeros kilómetros he pensado en tomarme el entreno como el primer día largo. Pensaba hacer doce kilómetros, pero al final he visto a Andrés y me he quedado sólo con 10,6 km. Tampoco pasa nada, pero habrá que ir subiendo el kilometraje semana a semana.
Tenía un regalito para Andrés. El martes le tienen que operar y había pensado, gracias a una de las entradas de Gonzalo, en Mi vuelta a la vida de Lance Armstrong. Confío en que este libro le pueda ayudar a superar la enfermedad y tengo la certeza de que saldrá adelante. Ánimo Andrés.
La jugada era andar por encima de los 5:00/km, pero las piernas se me iban. Cada vez que miraba el cronómetro veía que el ritmo era más fuerte y me tenía que controlar. En total han sido 10,6 km dando dos vueltas al nuevo circuito de Pradolongo en un tiempo de 53:59 a un ritmo de 5:05/km. Seguimos como todo el verano, sin agua en el parque. Vergonzoso lo del ayuntamiento.
Ayer era día de báscula y marcaba 68,1 kg. He conseguido perder el lastre que me eché en las vacaciones.
Existe una leyenda popular entre los corredores de la zona de que el Parque Sur es un sitio más fresco que el Parque de Pradolongo. Sin embargo, pienso que no es así, por lo menos el circuito que yo hago que tiene una parte en la zona de abajo y no va todo por la zona más alta. Calculando a ojo, hay casi un kilómetro sin una sola sombra de un total de tres, es decir, un tercio del recorrido. Sin embargo, en Pradolongo puede haber algo más de un kilómetro de sol, pero en una vuelta de cinco. Conclusión, en verano mejor Pradolongo que su vecino. Y en invierno, también.
Lo curioso es que en invierno sí se nota que en Parque Sur hace más frío. Es cruzar la carretera de Toledo y entrar en zona más fría, donde si llegas con frío, aquí te castañetean los dientes.
Lo que sí es cierto es que se trata de un terreno más duro y que mucha gente lo prefiere por eso. Algo debe tener porque siempre se ve más gente corriendo allí, ¿o será que cerca de ese parque vive más gente corredora?
Como salí algo tarde y la canícula apretaba de lo lindo, fui buscando una zona más fresca y me fui a Parque Sur. Craso error, pero como sólo di tres vueltas y me llevé una botella de agua, tampoco fue para tanto. Totalicé algo más de 9 km en un tiempo de 49:15 a un ritmo de 5:26/km y muy, muy bien la contractura que no me molestó en absoluto.
La báscula marcaba hoy 68,8 kg por lo que sigo bajando peso después del aumento de las vacaciones.
Por si no tenía suficiente con estropearme más el gemelo en la carrera de ayer, hoy he salido a entrenar. Así con un par. El caso es que he salido con una amiga con la idea también de probar el estado de la lesión y he visto que está mal, que efectivamente ha empeorado después de Mocejón.
Hemos dado dos vueltas a Parque Sur, saliendo a eso de las ocho, cuando el calor había aflojado un poco y aunque hemos empezado muy tranquilos, mi amiga ha ido apretando y había momentos en que no podía seguirla. Está claro que las tonterías se pagan y es que uno no está ya para estos trotes.
En total han sido 6 km, dando dos vueltas a Parque Sur, en un tiempo de 32:58 a un ritmo de 5:29/km.
Por la mañana había subido a la báscula con mucho temor después de las vacaciones y la báscula marcaba 69,1 kg, sólo un kilo más de la última pesada «oficial». Justo el día que volví de vacas el peso era de 70,2 kg, por lo que he perdido un kilo en una semana.
El jueves quedé con Ninfa y Miguel a las ocho de la mañana para hacer un entrenamiento conjunto. Sin embargo, se me ha ocurrido salir desayunado y he llegado tarde a nuestro punto de encuentro. Ha sido una mala idea lo de desayunar, primero porque me ha hecho llegar tarde y segundo porque no he ido cómodo en todo el trayecto.
Claro que tampoco sé si el problema ha sido del desayuno o que hoy simplemente no tenía buenas piernas, pero me costaba dios y ayuda mantener un ritmo cercano a los 5:00/km. De todas formas, tampoco estoy acostumbrado a ponerme a correr a poco de levantarme; siempre corro por las tardes o si hay carrera por la mañana me levanto con bastante tiempo para desayunar y hacer la digestión antes de ponerme en marcha. Es mejor comer algo de fruta y salir a correr y desayunar después. Ya lo sé para otra vez.
Como he llegado tarde y no estaban, pues me ha tocado ir solo. He hecho el circuito del río y lo dicho, no me he encontrado fino en ningún momento. Ni cuando iba un poco por encima de cinco, ni cuando iba un poco por debajo. Espero que sea algo puntual.
Ahora que estoy a punto de irme de vacaciones estoy pensando si descansar de correr o simplemente disminuir kilometraje y frecuencia. Me da un poco de coraje ir a un sitio nuevo y no explorarlo a la carrera, pero no me vendría mal «desintoxicarme» un poco de correr.
En total han salido 14,2 km en 1:11:57 a un ritmo de 5:03/km. Quizás me lo debiera haber tomado más tranquilo, pero parece que con un poco de ritmo los tendones no me duelen. Eso sí, hoy iba fastidiado con el ojo de gallo del pie izquierdo y también me molestaba el dedo gordo del mismo pie. Debe ser un placer indescriptible correr sin que no duela nada. No sé si lo he dicho, pero necesito unas zapatillas ya y mira que me resulta difícil encontrarlas.
Hoy visita a la báscula y marcaba 68,1 kg, algo menos que la semana pasada. Está claro que cuidando un poco la alimentación el peso baja.
Ha sido esta semana un periodo de tiempo con muchos eventos, ello ha provocado que me haya excedido con la comida y con la bebida. Hoy tocaba expiar esos excesos, por lo que he ido al río, pero haciendo el circuito completo, no como últimamente que me saltaba el último tramo.
He salido tempranito, aunque no tanto como hubiese querido, y se corre bien a esas horas porque hay mucha sombra durante el recorrido, quizás el peor trozo es el carril bici entre el parque de Pradolongo y el parque Lineal del Manzanares, pero no es mucho.
Cerca de la Caja Mágica me he cruzado con Roberto Álvarez, ganador el pasado domingo en el Trofeo San Lorenzo y ganador también en el mes de enero de la carrera de Usera, imagino que entre otras muchas. Daba gusto verlo correr, un auténtico monstruo. A ver si se me pega algo…
El circuito del río, haciendo el recorrido completo tiene una distancia de 16,1 km y lo he recorrido en 1:27:19. Me lo he tomado con mucha calma, parando en cada fuente y es que el calor apretaba de lo lindo aunque el recorrido estuviese sombreado.
Por otro lado, leo con agrado en el foro de elatleta.com que han descalificado al dorsal 451 que figuraba en la clasificación de la carrera como primer superveterano, ya que no había corrido la persona inscrita sino otro más joven. Eso implica que Emilio el hombre radiactivo se vuelve a subir al tercer puesto del cajón un año más. Tremendo lo de este hombre con casi 65 años ya.
Hoy me he subido a la báscula con más miedo que vergüenza porque sabía que había subido de peso debido a tanto exceso. Y el cacharro me lo ha dicho bien claro: has subido seiscientos gramos, ya que marcaba 68,3 kg. Después de correr me gusta volver a pesarme. Pesaba un kilo menos. Los kilos se cogen con una facilidad pasmosa y cuesta un montón perderlos. Todo lo contrario que la forma que se pierde muy fácilmente y para volver a ponerse en forma hay que trabajar mucho.
Hoy se ha celebrado la XXVIII edición del Trofeo San Lorenzo cuya salida y meta están situadas en el barrio de Embajadores, distrito Centro, Madrid. Sin embargo, a cualquiera que preguntes no te dirá que esta zona se trata del barrio de Embajadores, sino el de Lavapiés y es que esta plaza ha acabado dando nombre a una parte del barrio.
Se trata de una carrera organizada por la Agrupación Recreativa Argumosa a los que hay que agradecer su buena disposición para luchar contra el ayuntamiento todos los años para sacar adelante la carrera. A pesar de su modestia, la organización es brillante. El único pero que encuentro es que la medición de los kilómetros me pareció muy inexacta. Tampoco importa mucho ya que se trata de una prueba de 10,6 km y la marca realizada no tiene ninguna utilidad práctica. El caso es que el forerunner marcó casi 11 km, por lo que, contando con el margen de error, calculo que la distancia sería algo superior a los 10,8 km.
En un principio, la carrera iba a comenzar a las nueve de la mañana, sin embargo, en los últimos días anunciaron que retrasaban la salida media hora. Es de agradecer dormir media hora más un domingo, aunque en esta época canicular esa media hora puede suponer un calor excesivo. Sin embargo hubo suerte, el calor no apretó en exceso y casi todo el recorrido estaba sombreado.
Un nutrido grupo de pradolongueros nos desplazamos al barrio de Lavapiés dispuestos a participar en la carrera. Unos pensaban en subir al pódium, otros nos conformábamos con acabar la carrera. En el ambiente se notaba que esta carrera echaba el cerrojazo a la temporada. El que más o el que menos descansa un poco en este mes de agosto para volver con las pilas cargadas en septiembre.
Como ando algo tocado en los tendones, decidí salir con una amiga para ver si conseguía alcanzar algún lugar en el pódium. Sin embargo, la carrera se hizo muy dura y al final sólo consiguió ser séptima de su categoría. No conocía la carrera y parecía que el único obstáculo era la cuesta de San Vicente, pero todo el recorrido está jalonado de cuestas que te acaban machacando las piernas.
Sin tener en cuenta este pequeño obstáculo, la carrera está muy bien porque pasa por sitios bonitos de ver como la Puerta de Toledo, el Palacio de Oriente, la Catedral de la Almudena, la Basílica de San Francisco el Grande, Puerta del Sol, Cibeles y la fuente de Neptuno. Bien es cierto que cuando vas corriendo tampoco es que te fijes mucho…
Aparte de la «monumentalidad» de los sitios de paso, la carrera merece la pena por la gran organización. Muchas carreras de más nombre deben dejar de mirarse el ombligo y aprender de carreras más modestas. Un detalle que viene de perillas al corredor con este calor es el avituallamiento líquido; la organización instaló dos puntos de agua. Sobre todo el primero lo agradecí sobremanera porque salí con la boca seca, seca. La exquisitez del detalle es que el agua estaba fresquita. En el segundo puesto de avituallamiento, el agua estaba ya calentorra, pero no se puede pedir todo.
Después de pasar la línea de meta y entregar el chip te daban la bolsa del corredor con una camiseta verde fosforito, una medalla, una bolsa de patatas fritas, un refresco y agua. Eché de menos una cervecita, ya que el día anterior invitaban a un birra a los que retiraran el dorsal. Todo un detalle. El precio de la inscripción fue de 8 € que entra casi dentro de lo normal… si es que puede considerarse normal ya esos precios.
Según los datos del forerunner la distancia fue de 10,9 km y el tiempo realizado: 54:05 que difiere unos segundos del oficial dado por la organización que no es otro que 54:08. Lo más curioso es que a mi amiga le asignan un tiempo de 54:10 cuando entró delante de mí. Guardo una copia de la clasificación oficial en este enlace.
De todos los pradolongueros que fuimos, sólo Ninfa consiguió subirse al cajón, los demás se quedaron con la miel en los labios, sobre todo Emilio el hombre radiactivo que quedó cuarto.
Para terminar y aunque no venga mucho a cuento con la crónica, dejar constancia del peso. El sábado subí a la báscula y marcaba 67,7 kg. Parece que me mantengo en la parte alta de los sesenta y siete. No está nada mal. Firmaría por seguir así in saecula saeculorum.
Comentaba la semana pasada que iba a rebajar los cuatro días de carrera a pie a tres y cambiar ese día por la bici. Sin embargo me da pereza volver a montarme en la bicicleta y no sé muy bien porqué. Pero el caso es que hoy tenía la oportunidad y no me apetecía nada, así que he vuelto a calzarme las zapatillas y he salido a correr a pie. Lo cierto es que si sales a pie y haces una hora de carrera, haces un ejercicio interesante. Si esa hora la gastas encima de una bicicleta, el ejercicio no es tanto.
Utilizando esta bonita calculadora de calorías, se puede ver el consumo aproximado de calorías para un peso y un tiempo determinado. Por ejemplo utilizando un peso de 68 kg y una hora de ejercicio, a un nivel de exigencia similar -según mi experiencia- tanto a pie como en bici, una carrera a pie a un ritmo de 5:00/km supone un consumo de 899 Kcal. Esa hora de ejercicio sobre una bicicleta a una velocidad entre 20 y 30 km/hora supone un consumo de 730 Kcal.
Esto demuestra que si quieres perder unos kilos, mejor correr a pie que en bici siempre que el tiempo durante el que se realiza el ejercicio sea el mismo. Pero lo normal es que una salida en bici supone estar más de una hora dando pedales, mientras que una salida típica a pie no suele llegar a una hora, por lo que si el tiempo no importa, mejor la bici para moldear la figura.
La verdad es que estas disquisiciones no vienen a cuento, se me han ocurrido sobre la marcha, para rellenar un poco 😉 pero pueden ser interesantes para alguien que esté en la tesitura de hacer una cosa u otra.
Hoy he dado unas vueltas a Parque Sur, haciendo una variante con la idea de que la vuelta fuese algo más larga de los 3 km habituales. La variante ha consistido en hacer una vuelta en la parte de arriba del parque, la zona más llana. Con esta pequeña variación la vuelta consta de 4,3 km.
Ahora que lo pienso, esto resta dureza al circuito que es lo que más diferencia a este parque con el de Pradolongo, o sea, que tampoco es que sea una buena idea.
He dado dos vueltas a este nuevo circuito y una vuelta en la parte baja, totalizando 9,8 km en un tiempo de 50:52, por lo que el ritmo ha sido de 5:10/km. Un ritmo algo más rápido que ayer, pero menos kilómetros.
Ayer me pesé antes y después del ejercicio. La diferencia de peso fue de 1,2 kg. Me parece mucho, por lo que hoy he vuelto a repetir la jugada y la báscula marcaba 67,8 kg antes y 67,2 kg después. Esto ya me lo creo más, es una diferencia más «normal».
Es inevitable comentar que la selección española de fútbol se ha proclamado campeona del mundo. No soy nada futbolero, pero al final me he dejado «arrastrar» por las masas, viendo y sufriendo los partidos. Desde que leí por ahí que si España ganaba el mundial iba a salir antes de la crisis, me hice rápidamente fan de la roja. Lo malo que tiene esto de que haya ganado es que no se va a hablar de ahora en adelante, vamos a tener fútbol hasta en la sopa. Es lo que tiene ser un deporte tan mediático.
Para celebrar anticipadamente la victoria, por la mañanita temprano salí a correr. Como acostumbro, los domingos una carrera larga y lenta. Bueno, larga, larga no fue, que no es momento de hacer demasiados kilómetros ya que estamos en verano y la maratón está todavía lejos. Hice el típico circuito del río, por lo que totalicé 14,6 km en 1:18:42 a un ritmo de 5:21/km.
Por suerte para mí, no me molestó el tendón prácticamente y además me di cuenta de que acortando la zancada, el tendón sufría menos. Imagino que como al acortar la zancada el impacto es menor, molesta menos. Así que ya sé lo que tengo que hacer, zancadas cortas tipo hermanos Castro. Ya tocará alargarla cuando sea menester. Imagino que el no haber corrido ayer sábado y haber hecho estiramientos y aplicación de hielo han conseguido que la lesión haya remitido algo.
Y dado que ayer no entrené, no me subí a la báscula el sábado. Hoy el peso era de 67,5 kg, bajando un poco de la semana pasada y acercándome a ese límite de 67,1 que fue lo mínimo que llegué a alcanzar cuando preparaba la maratón.
El martes voy a ver a la fisioterapeuta, espero que poco a poco la cosa mejore.