X Carrera cívico-militar contra la droga

Sin comerlo ni beberlo, me he dado de bruces con esta carrera en la que no tenía pensado participar. Y es que hoy la idea era ir a Morata, pero según se iba acercando el día me iba dando más pereza participar. Por lo que deseché la idea de ir a Morata y me levanté con la intención de acercarme a la Casa de Campo y entrenar con los compañeros de la empresa a los que hacía tiempo que no los veía.

Cuando crucé la Avda. de Portugal noté que algo raro pasaba porque había muchísima gente por los alrededores y recordé que se celebraba la carrera contra la droga. Nunca había participado, pero un compañero siempre me había hablado bien de esta carrera. Y a él fue el primero que encontré dorsal en pecho (¿por qué se llamará dorsal si se pone en el pecho?) y el que nos animó a mí y a los otros a que nos apuntáramos a la carrera.

La carrera está organizada por los militares y apuntarse es sencillo, sólo tienes que dar tu año de nacimiento y decir si eres civil o militar y te entregan un dorsal y dos imperdibles a cambio de 0 €. Así tenían que ser todas.

Viendo que la carrera era a las diez y que era poco más de las nueve, decidimos calentar hasta la hora del comienzo para hacer un entrenamiento largo en vez de una carrera corta, por lo que salimos dirección hacia el Zoo y desde allí hasta el puente de la culebra, donde bebimos en la fuente y nos dimos la vuelta hacia la salida. Este calentamiento supuso hacer unos ocho kilómetros antes de la carrera.

Parece que calculamos bien, porque fue llegar a la línea de salida y no pasó ni un minuto cuando dieron la voz de «empieza la carrera» en vez de disparar la pistola, como se hace habitualmente. Está claro que los militares deben ahorrar munición por si las moscas. Había bastante gente en la salida, por lo que el primer kilómetro, rodeando el lago, lo hicimos muy lento, aunque poco a poco el pelotón se fue alargando y ya se pudo correr con más facilidad.

Entre el kilómetro tres y cuatro nos estuvo adelantando un niño de nueve años y al final nos picamos con él y eso hizo que aumentáramos el ritmo. Al final conseguimos dejarle atrás…

En una carrera tan corta, enseguida se llega a meta y más en ésta que aunque estaba anunciada como de 6,5 km, la distancia fue de 5,7 km, según un compañero que llevaba GPS. Así pues en 28 minutos y 22 segundos estábamos en meta, según rezaba el reloj situado en la base del arco de meta. Después nos agasajaron con una coca cola y una bolsa gris donde podía encontrarse una camiseta, un artilugio para llevar colgado un bote de bebida, un bollito, una botella de agua y ¡¡¡una ración individual de combate!!!

La ración individual de combate consiste en una caja que contiene: un sobre de sopa, una lata de carne en salsa, una lata de caballa, una lata de pera en almíbar y una lata de paté. Además de la comida, también aparecen dos pastillas depuradoras de agua, dos pastillas hidratantes, tres pastillas de combustible sólido, una pastilla de vitamina C y, lo que más me ha llamado la atención, dos pastillas defatigantes. Me pueden venir de perillas en la maratón.

¿Son caras las carreras populares?

Sí, ya sé que se trata de un tema muy manido y tratado infinidad de veces, pero quiero dar mi punto de vista lo más objetivamente posible. Para ello he buscado los distintos precios de inscripción de las carreras populares más típicas del calendario madrileño, con datos desde 1996 que fue cuando me introduje en el mundillo de las carreras populares. Todos los datos que he podido encontrar los he incorporado a esta hoja de cálculo. Faltan datos de algunos años y otros aparecen en rojo cuando no estoy seguro de la autenticidad.

El otro día cuando estaba tirando papeles en casa descubrí una carpeta que contenía papeles de antiguas carreras de finales de los años noventa. Me llamó la atención los precios de inscripción de aquel entonces y con la ayuda de esos panfletos, correos electrónicos, información del equipo de atletismo de la empresa y de la memoria de algunos compañeros he podido reunir información sobre la evolución de los precios de inscripción.

Lo primero que hay que decir es que si las carreras son caras, la culpa es exclusivamente de los corredores. La única manera de que una carrera se plantee bajar los precios de la inscripción es que note que cada vez va menos gente a su carrera. Afortunadamente, cada vez hay más competencia y siempre se puede optar por ir a una carrera más barata o correr en el parque con los amigos. No soy partidario de correr sin dorsal porque eso puede perjudicar a los corredores que han pagado religiosamente su inscripción.

Lo segundo es determinar que es caro. Evidentemente depende del nivel económico del corredor. No es lo mismo ser Amancio Ortega que un parado que tiene lo justo para comer. Aún con un precio, digamos elevado, no es lo mismo que la bolsa del corredor esté bien surtida y con buenos regalos a que no te den ni las gracias. Tampoco es lo mismo que la organización cuide hasta el mínimo detalle o que sea un desastre. Hay desde luego muchos parámetros que intervienen en esta apreciación de si la carrera es cara o no.

También hay que tener otra cosa en cuenta. Cuando una persona o grupo de personas decide organizar una carrera es evidente que trata de obtener un beneficio. No es cuestión de perder tu tiempo y además tu dinero. O tienes un patrocinador fuerte que suelte el dinero o hay que buscarse las habichuelas para poder sacar adelante la carrera sin poner dinero de tu bolsillo. Y es que organizar una carrera tiene un coste: hay que alquilar los chips de cronometraje, comprar los regalos incluidos en la bolsa del corredor, el avituallamiento sólido y líquido, la página web, los dorsales, los voluntarios, los premios en metálico, los trofeos, etc. Una carrera tiene un coste y el organizador tiene que sopesar si el dinero que se obtiene del patrocinador y el obtenido por las inscripciones compensa el coste.

La otra cara de la moneda son las carreras gratuitas. Un buen ejemplo de este tipo de carreras es la carrera de La Melonera, que año tras año sigue siendo patrocinada por El Corte Inglés y sigue siendo gratuita. Y cuando es gratuita, el corredor suele hacer la vista gorda si algo no va bien antes, durante o después de la carrera. Ya se sabe, a caballo regalado no le mires el diente. Otra carrera que también es gratuita es la Carrera Popular de Aluche, organizada por La Caixa. Y una tercera, la que se celebra en el barrio de San Nicasio, en Leganés, organizada por la AAVV de ese barrio. Esta última, los organizadores aseguran que mientras ellos sigan con la carrera, será gratuita. Según sus propias palabras: nuestra intención es fomentar el deporte y que la carrera sea totalmente popular. Bonita filosofía, sin duda, de la que muchos deberían tomar notas.

Curiosamente, tras las carreras gratuitas, hay patrocinadores fuertes como La Caixa o El Corte Inglés, pero también pequeños como la Asociación de Vecinos de San Nicasio. Parece una incongruencia, pero lo mismo ocurre con carreras «caras». Da igual ser pequeño que grande, el negocio es el negocio.

Ahora viendo que unas cuestan dinero y otras no, hay que fijarse un límite a partir del cual se considere cara una carrera o no. Se podía pensar en poner ese límite en 10 €, por poner algo y tratar con datos objetivos.

En la relación, mirando los precios de 2009 o los de 2008 de los que todavía faltan este, se puede ver que hay unas cuantas que sobrepasan ese límite de 10 € y que podrían considerarse carreras caras: Media de Getafe, Media Univesitaria, Media de Madrid, Mapoma, Media de Valladolid, Carrera del CSIC, Carrera de Canillejas, Carrera de Aranjuez, San Silvestre Vallecana, Dos leguas de la chopera (Leganés), Carrera de las empresas y Behobia-San Sebastián.

Destaca, sobre todo, Mapoma con sus 50 € a la cabeza de carreras caras. Bien es verdad que una maratón debe conllevar más gastos que otro tipo de carreras, pero existen otras maratones en España con precios más asequibles. La maratón de Castilla-La Mancha, a celebrar en el mes de Octubre vale 15 €, la de Toral de los Vados, 18 €, la maratón de San Sebastián vale 40 €. También es cierto que Mapoma comparado con otras maratones que se celebran en otras ciudades de Europa sale ganando en este aspecto, suele costar la mitad.

Otra carrera con un precio elevado es la media maratón Behobia-San Sebastián, cuya inscripción es de 28 €. Una carrera muy cara comparada con otras medias maratones que se celebran en España.

También llama la atención el desorbitado precio de la San Silvestre Vallecana. De ser gratuita en 1997 y años anteriores a los 17 € del pasado año. Todo un récord de subida. Habrá que ver que precio fijan este año. Resulta curioso comparar su precio con su hermana pequeña, la San Silvestre de Vicálvaro, que sólo costó 3 € en 2008.

Otra carrera que siempre ha sido cara, y lo sigue siendo, es la carrera de Canillejas o Trofeo José Cano. Este año la inscripción vale 17 €. La evolución del precio de inscripción ha sido constante desde 1996 (no tengo datos de antes) que costaba 4,80 € hasta el presente año.

Bueno, no me extiendo más sobre este punto, los datos están ahí, no me los invento yo, se pueden ver en la hoja de cálculo adjunta.

Luego existe otro grupo de carreras que tienen un precio digamos razonable, que serían las carreras que cuestan justo esos 10 €, que son: Carrera de Usera, Carrera del Agua, Media de Fuencarral y 10 km de Rivas.

En este grupo existen carreras que mantienen su precio o que han tenido subidas suaves a lo largo de los años y otras que han pegado una importante subida en el último año, véase la carrera de Usera o la carrera del Agua.

Y baratas, pues van quedando pocas carreras baratas. Además de las gratuitas que ya se han comentado, existen otras con un precio razonable, como por ejemplo la Media de Coslada, la Carrera de Carabanchel, la Media de Moratalaz o la San Silvestre Vicalvareña. Poca cosa, la verdad. Hay que tener en cuenta que existen más carreras que se pueden considerar baratas, que no han sido objeto de este estudio. Bien porque son más nuevas, bien por puro desconocimiento.

Desde un punto de vista histórico, independientemente de si son caras o baratas, existen carreras que han subido su precio de manera exagerada como puede ser la San Silvestre Vallecana (de 0 € a 17 €) o la carrera del agua que en un año ha subido de 4 a 10 €. Otras van teniendo un crecimiento menos exagerado, pero han ido subiendo poquito a poquito. En 10 años, la Media de Fuencarral ha duplicado su precio, aunque bien es cierto que en los últimos tres años se mantiene. Una de las subidas más suaves es la de la Media de Coslada que ha pasado de 3,60 € a 5 € en 13 años, todo un ejemplo de crecimiento razonable. Otra de este estilo es la carrera de Carabanchel que ha pasado de 1,80 € en 1999 a 6 € este año.

Conclusión: como todo en esta vida, no todo es blanco o negro, existen matices. Es decir, que existen carreras caras y carreras baratas, desde un punto de vista objetivo. La única manera de que un organizador baje los precios de la inscripción es no participar en la carrera. Para esto hay dos alternativas, bien no correr en ninguna carrera, bien buscar una carrera alternativa de «mejor» precios, ya que no todas tienen precios elevados. En definitiva, que está en la mano de cada corredor que los precios sigan subiendo o que cambien de tendencia. Y acabo ya el ladrillo que ya está bien.

II Carrera popular villa de Torrijos

Es el segundo año consecutivo en el que participo en esta carrera, por lo que puedo decir que es la única carrera en la que he corrido todas las ediciones 😉

Aunque la inscripción estaba limitada a 500 corredores, poco más de 300 estábamos en la línea de salida. Parecía como si estuviéramos en familia. Se trata, además, de una buena carrera para hacer marca porque es llana como la palma de una mano, sólo una cuesta de escasa pendiente de unos 200 metros de longitud en cada una de las dos vueltas rompían un poco el encefalograma plano.

La organización fue excelente. Empezando por el detalle de los retretes, ya que habían colocado ¡¡¡diez!!! servicios portátiles (incluyendo uno para minusválidos) para poco más de 300 corredores. Esta proporción entre número de retretes y corredores deja a la altura del betún carreras tan importantes como la maratón de Madrid y otras muchas.

Debido a la tendinitis en el tendón de Aquiles, que prácticamente no me molesta en los primeros kilómetros, pero sí cuando paso del siete, no tenía pretensiones de correr demasiado deprisa. Mi amigo Fran, aunque podía más deprisa decidió acompañarme durante la carrera, en un acto de buen compañerismo. Siento haber sido una rémora para él.


Con Fran antes de la salida

Hicimos bastantes kilómetros a un ritmo cercano a los 5:10, pero en algunos se disparaba el tiempo. Tengo la sensación de que algunos kilómetros no estaban bien medidos. Los tiempos por kilómetro:

tiempos-torrijos-2009
Tiempos por kilómetro

Primera vuelta: 26:43
Segunda vuelta: 27:00
Total: 53:43

Tardamos unos cuantos segundos en pasar la línea de salida, donde estaban instaladas unas alfombras para cronometraje, sin embargo, la organización no ha ofrecido tiempos netos, por lo que habrá que conformarse con el tiempo oficial que es el tiempo que se tarda en traspasar la línea de meta desde que se da el pistoletazo de salida. Según Thunar, el tiempo fue de 53:48, lejos de los 44:09 del año pasado, pero las circunstancias son muy diferentes del año pasado a éste.

Nada más pasar la línea de meta nos cubrieron con una gran toalla, uno de los regalos de la organización. Luego nos obsequiaron con la típica camiseta técnica, fruta, coca-cola, cerveza a mogollón, patatas fritas, caramelos, un bolígrafo, una bolsa tipo mochila. Una buena bolsa del corredor, sin duda.

Llegada Torrijos 2009
Llegada Torrijos 2009

Se trata de una bonita carrera poco masificada y muy bien organizada. Recomendable para todo el mundo. Espero estar allí el año que viene… si las lesiones me lo permiten.

VIII Carrera popular barrio del Zofío

Hoy domingo se ha celebrado en mi barrio, la Carrera popular barrio del Zofío. Justo antes de empezar la prueba me encontré con Iván, un compañero de equipo que se había apuntado a última hora. Yo no tenía que haber participado después de los 100 km de la semana pasada, pero al final lo hice porque la salida está cerca de mi casa. El problema es que al poco de salir noté que el gemelo izquierdo me tiraba mucho, sobre todo en las bajadas, pero cabezón que es uno… hoy estoy medio cojo. Espero que el problema no sea demasiado grave. Ya he llamado a Josefa para ver si consigue apañarme aunque sea un poco.

Se trata de una carrera de barrio donde la participación es escasa, aunque de bastante nivel entre los primeros y donde la AAVV del barrio hace todo lo que puede para organizar lo mejor posible la prueba. Lo mejor es que al haber tan poca gente, no hay colas de ningún tipo ni apreturas en la línea de salida ni durante la prueba. La carrera se hizo durilla ya que consta de continuos toboganes, aunque la dureza se vio mitigada porque el calor no apretó demasiado y corría algo de marea fresquita.

Salí con la idea de ir tranquilo y aún así me tiraba el gemelo izquierdo. Aguanté como pude hasta el final y llegué haciendo un tiempo penoso de 54:44.

La bolsa del corredor bastante bien para el precio de la carrera (3 €) con camiseta conmemorativa de algodón, una gorra, un plátano, una botella de agua, un bote de refresco y una barrita de cereales. Además de un numerito para un sorteo en el que, por supuesto, no me tocó nada de nada.

Prefiero, cada vez más, estas carreras de barrio que las carreras multitudinarias de las que tanto abundan. Que aparte de que son cada vez más caras, el mogollón de gente es mayor y hace más difícil todo: recoger el chip, cola para dejar la bolsa en el guardarropa, apreturas en la línea de salida, apreturas y codazos durante la carrera, cola para recoger la bolsa, etc. Un verdadero horror.

100 km en 24 horas

Ante todo decir que tuve una suerte increíble durante toda la prueba, esto hizo que se me hiciera más llevadera. No me ha resultado tan dura como pensaba, aunque he sufrido mucho por las ampollas.

Después de recoger el dorsal de los 100k24h
Después de recoger el dorsal, impaciente por salir

Salí con Ángel, un compañero de equipo que había acabado todas las ediciones de los 100, con la idea de hacer toda la prueba con él, ya que para un novato como yo era todo un aliciente correr con un superveterano como él. Con el intenso calor que hacía salimos muy despacio y eso me ayudó a conservar unas fuerzas que me fueron muy útiles para el resto de la prueba. Sin embargo, Ángel no debía encontrarse bien porque continuamente me pedía que me fuese solo, cosa que al final hice sobre el km 15 ó 16. Estoy realmente arrepentido porque quizás con mi ayuda podía Ángel haber terminado, una vez más, la prueba.

El caso es que después de dejar a Ángel más sólo que una colilla y aprovechando que después del avituallamiento del 18,5 era cuesta abajo, empecé a trotar en las zonas más favorables e iba adelantando a bastante gente. Tenía previsto llegar sobre las seis de la tarde a Colmenar y llegué un poco antes, sobre las seis menos veinte. En el polideportivo me paré el tiempo suficiente para comer lo que tenía previsto: bollo y plátano y me cambié de calcetines después de aplicarme vaselina. En ese momento me di cuenta de que las ampollas me iban a fastidiar durante la prueba, porque ya notaba algo en la planta de los pies.

A la salida de Colmenar me encontré a una chica que avanzaba muy rápidamente sobre unos bastones, estuvimos hablando un rato, pero en las cuestas abajo me ponía a trotar y pronto me quedé solo. En ese trayecto hacia Tres Cantos pude adelantar a un hombre que iba todo de blanco: pantalones largos, camiseta de manga larga y gorra. Parecía que iba en pijama, pero andaba a un ritmo realmente demoledor. Sabía que aunque pudiera adelantarle a mi trote cochinero, él me iba a adelantar cuando empezasen las cuestas, como así fue. El tramo entre el avituallamiento del km 39 (demasiado cerca de la salida de Colmenar) y el avituallamiento del 45,7 se me hizo realmente largo sobre todo debido a la terrible cuesta arriba junto a la tapia de El Pardo. Me sorprendió que después de Colmenar ya no hubiese las manadas de corredores que salieron a mediodía. Después me enteré que en Colmenar se habían retirado casi 700 corredores.

Poco después me adelantó la chica de los bastones y me pareció increíble que sólo andando pudiera darme alcance. Luego me confesó que había ido también corriendo un buen tramo. Poco antes del km 49 había que vadear un arroyo que este año apenas llevaba agua, por lo que fue más sencillo pasar al otro lado. Para llegar al polideportivo de Tres Cantos había que atravesar una pasarela peatonal sobre a Ctra. de Colmenar y recorrer una larga calle. Cruzando la pasarela alcancé de nuevo a la de bastones y, aunque en ese momento no lo sabía, iba a estar con ella casi la mitad de la prueba. Al cruzar la pasarela, el termómetro marcaba 33º, mucha temperatura para la hora en la que estábamos. Al polideportivo de Tres Cantos llegué casi con nueve horas de carrera. Allí me puse a comer y a coserme las tres ampollas que tenía en ese momento. Aproveché para cambiarme de zapatillas pensando que peor no me podía ir. Craso error.

Salí de polideportivo casi sin poder plantar los pies, como si fuese el mismo Chiquito de la Calzada. Casualidades de la vida, me encontré de nuevo con la de los bastones nada más salir de Tres Cantos, además de un grupo de unas cinco personas que hicimos ese tramo, hasta San Sebastián, todos juntos. Al poco de empezar la marcha cayó la noche y empezamos a caminar con la luz de los frontales. Era una experiencia nueva para mí caminar con el frontal en plena noche. En este tramo empezó a llover y bien que lo agradecimos, harto como estábamos de tanto calor. El grupo fue creciendo hasta llegar a ser de diez personas. En el avituallamiento del km 67 nos comentó el hombre que allí estaba que no habían pasado por ese punto más de 80 personas. Me pareció increíble que de los 1200 que éramos de la partida fuese en posiciones tan avanzadas. Sobre el km 70 nos adelantaron corriendo un trío. Me pareció alucinante que alguien pudiera en ese punto tener energía para ir trotando y habilidad para no tropezarse, más teniendo en cuenta que era una noche muy oscura.

En el km 74, poco antes de la una de la noche, llegamos al polideportivo de San Sebastián, que estaba en obras. Polideportivo por llamarlo de alguna manera, pues sólo eran varias casetas prefabricadas. Allí me puse a comer mi bollo y mi plátano y anduve buscando al fisio para que me diese algo de vaselina porque me rozaban los muslos. No fui capaz de encontrar al fisio ni al bote de vaselina, desgraciadamente para mí. Los pies no quise ni mirarlos de lo que me dolían. Pude observar que casi todo el grupo con el que había venido hasta allí había optado por darse una ducha, por lo que aproveché que salían tres individuos vestidos de azul para unirme a su grupo.

El camino hasta Tres Cantos estaba muy bien arreglado, con el piso muy firme, por lo que el trío de azules me animó a ponerme a correr. Yo pensaba que estaban locos, pero lo intenté. Y el caso es que pude ponerme a trotar y era capaz de seguirlos. Aunque en las cuestas arriba volvíamos a caminar, el resto del camino lo hicimos trotando. Me resultó muy placentero correr por la noche ya que, como decía uno del grupo azul, correr de día es lo normal, pero por la noche es algo que no se hace todos los días.

A los pocos kilómetros adelanté de nuevo a la chica de los bastones que había salido antes que nosotros y seguía a buena marcha con su impecable técnica de caminata nórdica. Según me comentó, con los bastones las rodillas sufren menos que andando normal y el impulso es más eficaz. Sin embargo, los bastones son algo incómodos si tratas de correr porque son más una molestia que otra cosa.

Seguíamos alternando el trote con la caminata hasta que llegamos a la ciudad de Tres Cantos, donde la entrada es un auténtico laberinto, ya que hay que cruzar la Ctra. de Colmenar una vez en un sentido y luego en otro. Este último cruce se hace por la pasarela que ya se pasó en el km 51. Pasamos sobre las tres de la mañana y el termómetro marcaba 24º, que no está nada mal. Llegué al polideportivo (km 88) sobre las 3h20 y la señora que sellaba el rutómetro nos comentó que sólo habían pasado por allí 50 personas. No me lo podía ni creer. Así que me dispuse a comer mi media ensalada de macarrones y el plátano y el bollo de rigor más contento que unas castañuelas. Aproveché para ir explotando las nuevas ampollas que me habían salido. Me dolía, sobre todo, una ampolla nueva que me hice en el pie derecho de un diámetro aproximado de dos centímetros. Esta vez ya no tenía ganas ni de «coserme» las ampollas, por lo que cogí la mochila que había dejado allí, me la puse a la espalda y salí decidido a afrontar el último tramo de la prueba.

Salí con la idea de tomarme este último tramo más tranquilo, ya que estaba algo harto de ir todo el día a paso cuartelero y cuando no, trotando. Al pasar de nuevo por la pasarela, el termómetro marcaba 23º y eran las cuatro de la mañana. En contra de mis planes, de nuevo la chica de los bastones coincidió conmigo en la salida del poli y ella no estaba dispuesta a aminorar la marcha, por lo que hice los cuatro primeros kilómetros más deprisa de lo que había pensado, pero en el avituallamiento del km 92 seguí con mi plan inicial de tomármelo más tranquilo y me quedé solo. Estos últimos ocho kilómetros han sido los únicos donde he ido solo durante toda la carrera. Me adelantaron los tres azules y no tuve ganas de seguirlos, prefería ir a mi bola. Alfonso, uno de ellos, me había advertido, igual que antes Angel, que poco antes del final había una enorme trampa, la cuesta del cementerio.

En el km 96 cuando se deja de vadear el arroyo una y otra vez, se encuentra el último avituallamiento. A partir de ahí es todo una sucesión de cuestas, alguna más difícil que otra. Cada una que subía pensaba ¿será esta la del cementerio? Pero no me parecían suficientemente duras… hasta que llegó un momento, ya cercanas las luces de Colmenar, en que el camino de tierra se torna asfalto y la carretera se empina de forma inverosímil. Afortunadamente, había dejado algo de energías para ese momento y lo subí bastante bien, creo. En plena subida me adelantó un corredor y me comentó que si apretaba un poco podía llegar antes de las seis de la mañana. Pero en la cuesta poco podía apretar. Sin embargo, cuando coroné pude ver el polideportivo Lorenzo Rico donde estaba instalada la meta. Así que me olvidé de cansancio, de ampollas y demás cosas accesorias y me puse a correr -ahora sí corría, no trotaba- hacia la meta, donde llegué tres minutos antes de las seis de la mañana, haciendo un tiempo de 17h57, un poco alejado de mi tiempo previsto de 16h45, pero enormemente feliz después del día tan duro que habíamos pasado y de algunos problemas físicos que tuve en esta última semana.

Diploma de los 100 km en 24 h 2009
Diploma de los 100 km en 24 h

Ya en el polideportivo, me duché, me puse rompa limpia y me tiré sobre una colchoneta con la idea de dormir hasta por lo menos las diez. No pudo ser, a las ocho y media me desperté y no fui capaz de volver a dormirme. Fui al puesto donde estaban las enfermeras y trataron de arreglarme un poco las ampollas, pero no sirvió de mucho, me seguían doliendo como condenadas. Eso sí, me aconsejaron que metiera los pies en agua con sal y vinagre, cosa que estoy haciendo en estos momentos, mientras escribo estas líneas.

Desde aquí quiero dar las gracias a varias personas que ha hecho que haya podido llegar a la meta. En primer lugar a Ángel por haberme metido el gusanillo de esta prueba y por sus sabios consejos. También el amigo Luis que me ha ayudado mucho con su enorme conocimiento de técnicas de entrenamiento y alimentación e hidratación. Tampoco quiero olvidar a Belén, la «chica de los bastones» y al trío azul, compuesto por Alfonso, Javi y Pedro que me ayudaron en los últimos tramos de la prueba.

XXV Media maratón de Fuencarral

Después de no haber corrido el año pasado tenía ganas de correr esta bonita y dura carrera que siempre me ha gustado. Sin embargo, a última hora tenía pensado no correr porque andaba recuperándome de una contractura en el gemelo (consecuencia de la media de Getafe) y no había entrenado mucho en las últimas semanas. Pero el sábado a la hora de acostarme, después de haber bebido y comido en demasía por culpa de la celebración del cumple de mi hijo decidí que iba a participar con la idea de compensar los excesos.

Nos encontramos un buen número de compañeros del equipo en la salida y salimos juntos un buen grupo: Jesús, Liborio, Emilio y un servidor. Al poco nos pasó Paco y poco después Fernando y Luis que bajaban lanzados por Herrera Oria. Ahí, en la bajada, empecé a notar que la contractura se dejaba notar en cuanto alargaba la zancada, por lo que decidí no forzar y vi como poco a poco el grupo con el que había salido se iba alejando irremisiblemente.

Fuencarral 2009
Posando en el Polideportivo de Santa Ana

Después de la bajada, yendo hacia El Pardo pude ver a Paco que me sacaba unos metros, por lo que me esforcé en contactar con él. Llegué a su altura poco antes de llegar a El Pardo y estuvimos conversando un poco, hasta que la carretera se empinó y ya nadie podía (ni quería) hablar. Esa primera cuesta la subí con energía, pero controlando que quedaba mucho. En la segunda cuesta, la más larga que acaba en la tapia de El Pardo adelanté a la chica que Jesús había conocido en el metro y que pensaba hacer una buena carrera. Parecía que le costaba un poco subir, pero luego pude comprobar que bajaba bastante mejor.

Perfil media de Fuencarral
Perfil realmente duro de la media Fuencarral (gracias a Luis)

Después de pasar la tapia de El Pardo, en la bajada que conduce a la vía del tren tuve que controlar bastante para llevar una zancada cómoda y que la contractura no molestase. En esa bajada la gente me adelantaba en manadas. Tras pasar por debajo de la vía, poco antes del km 18 la carretera vuelve a empinarse y aunque ya queda poco para la meta se hacen duros esos kilómetros. Ya sólo quedaba tirar de coraje porque las fuerzas escaseaban y la meta ya estaba cerca.

La nueva ubicación de la meta hace que la última cuesta, ya por las calles del antiguo barrio de Fuencarral, sea más corta, eso se agradece bastante porque la fatiga ya es grande. La entrada al polideportivo se hace por una cuesta abajo de bastante pendiente, por lo que tuve de nuevo que controlar en la bajada y apretar un poco en los 300 metros que transcurren por la pista de atletismo. Paré el cronómetro en 1:42:28 poco después de pasar el arco de meta. Los resultados oficiales se pueden consultar en este enlace.

Según eso, mi clasificación:

642 MIGUEL ANGEL GARCIA BLAZQUEZ 1:42:26 1:42:19 04:50

Acabo de leer un correo enviado por un compañero donde cuenta que entre el km 13 y el 14 un corredor se desplomó sin sentido y que la ambulancia tardó un buen rato en llegar. No se sabe qué ha sido de él. Siempre resulta triste leer este tipo de noticias. Espero que el pobre haya tenido suerte y se recupere de este accidente.

Tiempos por kilómetro:

1 4:40
2 4:26
3 4:33
4 4:19
5 4:20
6 4:10
7 4:05
Parcial 1 30:35
8 5:02
9 4:46
10 4:14
11
12 9:42
13 4:59
14 5:10
Parcial 2 34:19
15 5:13
16 5:50
17 4:47
18 4:43
19 5:37
20 5:15
21,097 6:07
Parcial 3 37:32

Claramente una carrera de más a menos, aunque en Fuencarral no hay otra manera de hacerlo.

X Media maratón de Getafe

Objetivo: Bajar de 1h41 del año pasado
Hora de salida: 10:30
Lugar: Getafe

Lo que son las cosas. En el mes de octubre estoy preparando la maratón de Ciudad Real. Me encuentro bien. Hago una media de prueba en Cantalejo con intención de hacer 1h35 ó 1h36 y me voy a 1h46 pasándolo fatal. Hoy voy a Getafe sin ninguna intención y hago 1h36 en medio del diluvio universal. Está claro que hay que ir a las carreras sin ninguna presión, de lo contrario tienes un enemigo más.

El día presagiaba lluvia y cuando ya estábamos esperando a que dieran la salida empezaron a caer las primeras gotas. Llovió durante la carrera, pero resultaba agradable la sensación de la lluvia en la cara. Eso hasta los cinco o seis últimos kilómetros que empezó a llover de una manera despiadada. En esos últimos kilómetros y en el rato que estuvimos quitándonos el chip y recogiendo la bolsa con las bebidas, el agua caía del cielo exageradamente.

Salí con Emilio y Joaquín, intentando aguantarles lo más posible. Pasamos el primer tercio en 32:05, por lo que calculé que haríamos 1h36. Y no me equivoqué. Al final de la primera vuelta, entre el km 10 y 12 lo pasé algo mal, pero conseguí reponerme. Pasamos el segundo tercio en 1:03:51, manteniendo el ritmo del principio, incluso un poquito mejor. En el km 16, Emilio se puso a tirar como un loco tratando de descolgar a un compañero de Garabitas y pensé que no podría seguirles, pero no sé muy bien cómo, pude ir detrás de ellos. Lo cierto es que el último cinco mil fue rápido para mí, no pensaba que podría soportar ese ritmo, pero al final pude y nos presentamos los tres juntos en la línea de meta, donde hicimos un tiempo de 1:36:17 tiempo oficial, 1:36:12 tiempo neto, a un ritmo de 4:33.

Menos mal que en el guardarropa no se mojó mi mochila y pude cambiarme absolutamente de todo: camiseta, pantalones, calcetines y zapatillas. Todo bien seco y como nuevo.

Para terminar, recordar que el precio de la inscripción era de 15 € y que este año no dieron camiseta ni similar, sólo un ladrillo de metacrilato que, al menos, hizo que nos mojáramos algo menos en la entrega de las bolsas.

Bajo la lluvia en Getafe 2009
Emilio y Joaquín marcando el ritmo en Getafe, yo aguanto como puedo

X Trofeo Paris

Como el domingo que viene no puedo correr la carrera de Usera, decidí a última hora apuntarme a esta carrera que también se celebra cerca de mi casa. Y la verdad es que fue un acierto, porque ha sido una de las carreras más bonitas que he corrido. Primero porque toda la prueba transcurre dentro del parque (cosa que no ocurría antes) y segundo porque la nieve había dejado un paisaje singular y realmente precioso.

Llegué a la carrera sin muchas ganas de correr porque ando un poco tocado de los dos tendones de aquiles y la presencia del frío, la nieve y el hielo no invitaba a correr, la verdad. Pero una vez puesto en la línea de salida olvidé todas las zarandajas y me puse a correr como si en ello me fuese la vida. La salida se da en la parte más alta del parque en una avenida asfaltada. En esa parte, el suelo estaba bien y se podía correr deprisa ya que además era en ligera bajada. Al llegar a un aparcamiento que hay junto a la A-4, se abandona la pista asfaltada y la carrera se interna en senderos de tierra, un tramo de carril bici y en ocasiones suelo de madera que era lo más peligroso porque era lo que más resbalaba. Parece que el punto más difícil del circuito era pasado el km 3, justo después de un estrecho puente que cruza el Manzanares. Justo al cruzar el puente había que hacer un giro de noventa grados y el piso estaba helado. Más de uno besó el suelo y eso que había una persona de la organización indicando que tuviésemos precaución en ese punto.

En los tramos de nieve, se podía correr bien, sin embargo, en algunos tramos de hielo había que tener mucho cuidado y clavar bien los talones para no resbalar. Eso mermaba la velocidad.

Al pasar por el km 5, mi cronómetro marcaba 21:31 por lo que pensé que quizás aplicándome un poco podía bajar de los 43 minutos. Sin embargo, había salido demasiado rápido y en la segunda vuelta no fui tan deprisa como me hubiera gustado. Además el final es una rampa de unos 400 metros con suelo de madera que estaba, también, algo resbaladiza. Aunque eso no quitó que en los últimos metros apretara los dientes para arañar algunos segundos al cronómetro. Paré mi reloj en 43:12. En la clasificación atletismomadrid.com aparezco con un tiempo oficial de 43:10 y un tiempo neto de 42:57.

La organización me pareció perfecta. La inscripción la hice por internet. No tuve problemas para encontrar el dorsal adjudicado, ni para recoger el chip y el dorsal. Un poco más me costó dejar la ropa en el guardarropa, pero no mucho. Tampoco tuve problemas para ir al servicio. El circuito estaba señalizado cada 500 metros y la distancia era homologada, ya que después de la carrera popular se celebró en el mismo circuito el Cpto. de Madrid de atletas veteranos. Había una alfombra para cronometraje en la salida, en el km 5 y en la llegada. Todo un despliegue. A la llegada nos dieron una bolsa con dos camisetas, agua, zumo, coca-cola y un plátano. También unas ampollas con ¡¡agua de mar!! que supuestamente son la panacea para la recuperación. Una bolsa que sin ser la pera limonera, no estaba nada mal. Todo por 8 €.

Además de la carrera popular, anteriormente se habían celebrado carreras para niños. Luego se celebró el Cpto. de Madrid de veteranos como ya he apuntado y para poner la guinda a la tarta, la mañana terminó con una carrera sólo para mujeres. Desde luego, toda una maratón de organización.

Trofeo Páris 2009

Trofeo Páris 2009
Mucha nieve durante el recorrido

La verdad es que he me ha gustado mucho esta carrera, que apuntaré en mi calendario para años venideros. Totalmente recomendable.

XXIX San Silvestre vicalvareña

Objetivo: Acabar el año corriendo
Hora de salida: 11:45
Lugar: Barrio de Vicálvaro

Cuatro compañeros nos reunimos el último día del año en el barrio de Vicálvaro para correr la San Silvestre que allí se celebra. Por desgracia, de nuevo, volví a llegar tarde al punto de encuentro, esta vez debido a que en el último momento me tuve que ir en metro y siempre se tarda algo más que en coche.

El caso es que cuando llegué tuve que buscar a Carlos que tenía mi dorsal, pero tuve suerte que le encontré rápido. Luego tocó buscar el guardarropa y, según parece, los encargados del guardarropa no aparecieron, por lo que uno de los miembros de la organización nos invitó a dejar las bolsas en una habitación, indicando que no iba a pasar nada, que él vigilaba. Nunca había dejado y recogido la mochila tan rápido.

No sé si porque la gente se desencanta de la Vallecana o es que prefieren irse a cenar sin prisas, lo que es una realidad es que este año había más gente que en los pasados y eso lo noté sobre todo a la salida, ya que me costó pasar la línea de salida y coger el ritmo. El circuito consta de dos vueltas no exactamente iguales y en la primera salí tranquilo pensando apretar en la segunda. Y eso fue lo que hice. Resulta motivante ir adelantando a gente, ya que eso te da más confianza y en la segunda vuelta fui adelantando a bastantes corredores que quizás pagaran la alegría de la salida o de las bonitas cuestas que nos ofrece el circuito. Total, que llegué pletórico a la pista de atletismo y aceleré para rebajar el tiempo lo más posible, marcándome una recta de meta a tope. Parece que eso no gustó al último corredor que rebasé porque me metió el codo como si nos estuviésemos jugando algo.

Después, recogida de la mochila, ducha calentita y a esperar si nos tocaba algo en el sorteo de los embutidos. Este año no hubo suerte, se nota que hay más a repartir y el mismo número de regalos.

Según mi cronómetro, tardé 35:42 en correr una distancia indeterminada entre 8 y 8,2 km, más o menos. Habría que mirar con Google Earth para saber más aproximadamente la distancia recorrida. El tiempo es mejor en dos minutos que el año pasado, aunque peor que hace dos años, que hice 35:16 creo que en el mismo circuito. La diferencia es que este año llegué a meta tranquilamente y no a tope como hace dos años.

Vicálvaro 2008
Esperando la salida en la Sansil Vicalvareña. No he podido salir peor.

XXV Carrera popular villa de Aranjuez

Hoy se ha celebrado la XXV edición de la Carrera Popular de Aranjuez. Después de correr el domingo pasado el Trofeo Akiles, esperaba mejorar el tiempo que hice, pero no por tanto…

Salí con dos compañeros de entrenamiento con idea de hacer 42 minutos. Pensábamos que con ese tiempo Emilio podía aspirar a conseguir algún trofeo en su categoría de mayores de 60 tacos, pero salimos muy deprisa y Emilio pronto se quedó atrás. Joaquín tiraba y tiraba y yo le seguía a un par de metros. Intenté seguirle todo lo que pude, pero en en el km 6, se me fue unos cuantos metros. Intentaba que no se escapara mucho y eso me llevó a realizar un buen tiempo en meta. El tiempo oficial ha sido de 41:47, neto de 41:46, sólo siete segundos peor que mi mejor marca en 10 km. Y mejorando dos minutos mi tiempo de una semana antes en Akiles.

Llegando a meta
Llegando a meta

Asombrado con el tiempo realizado
Asombrado con el tiempo

La verdad es que hizo un día excepcional para correr, ya que hacía buena temperatura y el viento no se movía. Además el circuito es muy llano y el sitio es ideal. Una maravilla de carrera. La pena es que cada vez hay más gente.

Luego estuvimos comiendo en la Cafetería Restaurante Aranjuez, sita en la calle Abastos, donde el ex-compañero de Antonio había reservado mesa. Sin embargo, hubo algún problema porque no todos cabíamos y José Antonio y familia tuvieron que buscar otro sitio. Parece que acabaron en el Burger King. Fue un placer saludar a Elena después de unos cuantos años sin verla.

Tiempos realizados por kilómetro:

Kilómetro Ritmo por km
1 4:02
2 4:15
3 4:04
4 4:07
5 4:08
Primera mitad 20:38
6 4:12
7 4:11
8 4:15
9 4:21
10 4:09
Segunda mitad 21:09
Tiempo total 41:47