No parece demasiado seria la cosa

Estuve el martes de la semana pasada, es decir, hace siete días visitando a Josefa, la fisio a la que suelo acudir cuando tengo alguna lesión y me estuvo tratando. Me comentó que tenía una tendinitis donde se une el tendón con el gemelo, así que mucho estiramiento, hielo y empezar a andar y combinarlo con trotar. Luego ya trotar y cuando pase tiempo, correr en cuesta, que es lo más castiga la zona dolorida.

Hoy, nueve días después de la última vez que corrí he salido a probar, con la idea de hacer lo que me dijo Josefa: andar y trotar. He ido andando hasta el parque. Allí he empezado a trotar hasta el primer kilómetro. Luego andando hasta el 1,2 km y de nuevo a trotar hasta el kilómetro 2. Otra vez me he puesto a andar y cuando iba a comenzar a trotar en el kilómetro 2,2 ha llegado Joaquín a mi espalda.

Me he puesto a trotar con él y cuando he llegado al punto kilométrico 3 ya no me he puesto a trotar, me daba apuro dejar solo a Joaquín. Así que he completado la primera vuelta ya sin dejar de trotar. En el kilómetro 5 he parado ya de trotar y andando hasta casa.

Parece que la lesión está mejor, pero no he querido forzar por si las moscas. Sólo he hecho 5 km en un tiempo de 33:35 a un ritmo de 6:43 min/km.

LVII Trofeo Marathon de cross

He estado unos cuantos días sin correr, a base de estirar, crema y automasajes y hoy he salido a probar. Ya que estaba inscrito en el Trofeo Marathon de cross he pensado ¿por qué no ir a la carrera y probar a ver cómo me encuentro? Mala idea, sin lugar a dudas.

Y eso es lo que he hecho. Me he acercado en coche al Parque de las Cruces y he trotado un poco hasta la salida. Parecía que no molestaba demasiado, así que me he animado a retirar el dorsal y ponerme detrás del arco de salida.

trofeo-marathon-2005-equipo
Como no tengo foto de este año, pongo una de 2005 de la misma carrera

Cuando han dado la salida me he puesto a un ritmo tranquilo, hasta que me he ido animando y he acelerado un poco el paso hasta alcanzar a una amiga que también participaba. Luego he seguido a su ritmo y creo que ha sido una mala idea porque he ido notando, según pasaban los kilómetros, que me iba molestando más. Ha sido, sin ninguna duda, una mala idea lo de acercarme al Parque de las Cruces…

Rezaba el reglamento que la distancia de la prueba era de 5580 metros y casualmente el GPS dice que han sido 5,59 km. Lo ha clavado y eso que es difícil en un recorrido con tantas vueltas y revueltas. He tardado 27:08 en realizar el recorrido a un ritmo de 4:51 min/km. Demasiado deprisa para el estado de mi lesión. El martes veremos qué me dice la fisio.

Hoy marcaba la báscula 68,7 kg, así que el reto de un peso, un mes ¡¡¡imposible!!!

…Y hundido

Decía el domingo que acabé tocado. Pues bien, ya estoy hundido. Esa molestia que empecé a notar cuando llevaba aproximadamente la mitad del entrenamiento me ha seguido dando guerra y hoy he salido a probar, muy despacio, y aunque en un principio no parecía que me molestase en exceso, según iban pasando los kilómetros notaba que iba a más y que lo mejor era parar.

Siempre he dicho que soy como Aquiles, mi punto débil es el talón, aunque esta vez no es exactamente el tendón, sino justo donde el músculo se une con el tendón. Tendré que ir a ver a Josefa, que siempre consigue solucionar mis problemas musculares.

Debido a la molestia no he completado las dos vueltas, sólo he hecho 7,8 km en 46:27 @ 5:56 min/km.

Tocado

Hoy he repetido la experiencia de la semana pasada, la de acercarme a la Casa de Campo a entrenar. Al contrario que siete días antes, hoy hacía una temperatura muy agradable. De hecho, se podía beber agua en las fuentes, cosa que era imposible la semana pasada.

Había quedado con Chema e Isidoro, del clan Pirámides, cerca de la boca de metro de Lago a las nueve de la mañana y llegué puntual como un reloj suizo. Allí los saludé a los dos y también a Jesús, al que no veía había bastante tiempo.

Estiré un poco y salimos en cinco minutos. Fuimos charlando tranquilamente hasta el Puente de la Culebra, donde hicimos la primera parada del día a beber un poco y a prepararnos para la ración de cuestas que vienen a continuación.

En cuanto apareció la primera cuesta Chema salió escopetado y no se me ocurrió mejor idea que apretar el paso para seguir su ritmo. Craso error. Él es un tipo joven y bien entrenado y subía las cuestas con una soltura insultante. A mí me costaba seguir su ritmo y tenía que esforzarme de los lindo.

Y debí forzar el músculo más de la cuenta porque cuando paramos en la siguiente fuente notaba algunas molestias en el gemelo ¿o será el sóleo? de la pierna derecha. No parecía gran cosa, así que seguimos a un ritmo vivo hasta la siguiente parada, ya casi cerca del Cagigal. Desde allí hasta el final iba ya un poco incómodo, notaba que la molestia era más seria de lo que había pensado en un primer momento.

Así que acabé el entrenamiento tocado, con muy malas sensaciones y pensando en la mala suerte de haberme inscrito a la media de Fuencarral y al Trofeo Marathon de cross justo la noche antes 🙁 y probablemente no pueda participar en estas pruebas.

En total han sido 16,2 km en un tiempo 1:20:39 @ 4:57 min/km

Intratable

Me sentía fuerte después de haberme probado el otro día en la milla y en los cuatro kilómetros a umbral que hice la semana pasada. Y se lo quería demostrar a Joaquín, pero lo que he comprobado es que él no es que esté fuerte, es que está intratable, no hay quien pueda con él.

Después de una primera lenta lentííííísima (5 km en 28:51 @ 5:46) hemos apretado nada más pasar ese quinto kilómetro para alcanzar el ritmo umbral y así, hemos pasado de ir a 5:32 en ese último kilómetro a 4:18. Luego hemos mantenido más o menos haciendo los siguientes en 4:17 y 4:17 y echando el resto ya en el último para hacerlo en 4:09. Media total: 4:15 en 4 km que era lo que buscábamos.

En estos cuatro kilómetros duros se ha puesto Joaquín delante, como diciendo aquí estoy yo, y me he tirado todo el rato viéndole la espalda. Desde luego, si no tiene ningún contratiempo, en la media de su pueblo se va a salir. Y espero estar allí para verlo.

Llevo unos días pensando en Fuencarral. Mi última vez que estuve en esta media fue en 2012 y supuso mi décima participación. Este año celebraré mis cincuenta tacos participando por undécima vez en esta bonita carrera. Además -acabo de ver- vuelve a su recorrido tradicional, ese que empezaba y acababa en Nuestra Señora de Valverde. ¡Bien!

En total han sido 10 km en un tiempo de 51:42 @ 5:10 min/km. Los kilómetros a umbral han salido a 4:18, 4:17, 4:17 y 4:09. Hemos tenido que apretar en el último para conseguir el objetivo de 4:15

Probándome en una milla

He comenzado a realizar hace unas semanas ejercicios de abdominales, lumbares y algo de piernas. Además también trato de subir escaleras siempre que puedo. Yo creo que me va a venir bien para conseguir más fuerza.

Hoy he salido a Pradolongo, pero no estaba mi buen amigo Joaquín… Ni ningún otro, por lo que me ha tocado entrenar solo. No era cuestión de machacarse mucho, pero quería probar si los ejercicios están sirviendo para algo o no.

No he salido tan lento como otras veces, que acabamos haciendo kilómetros a seis o cerca. He procurado ir sobre 5:30 hasta que llegara el momento de probarme. Ese momento es cuando faltaba una milla para acabar el circuito, que he puesto toda la carne en el asador, tratando de imprimir toda la velocidad que me fuese posible… Eso sí, teniendo en cuenta que una milla son mil seiscientos metros y que hay que llegar al final.

Y la verdad es que me he encontrado muy bien. Iba deprisa, pero no me costaba en exceso, me sentía poderoso, de tal forma que he hecho un tiempo de 6:25 en 1,62 km @ 3:58 min/km que indica una proyección de 6:23 la milla, bastante lejos del récord no ya de la milla, sino de la milla de la cerveza

La milla de la cerveza es una de esas pruebas que no sirven absolutamente para nada que consiste en dar cuatro vueltas a la pista de atletismo y nueve metros más y tomar una lata o botella (siempre que sea de tercio) antes de iniciar cada vuelta. El participante puede elegir la marca que más le guste, siempre que tenga al menos un 5% de alcohol y que la beba directamente del recipiente. El récord de la milla de la cerveza está en poder del canadiense Kent Lewis en 4:47.17.

Con el tiempo que he hecho en la milla (totalmente abstemia) estoy algo más cerca -aunque todavía me queda- para llegar al récord femenino, que está en poder la estadounidense Erin O’Mara con 6:08.51. Es evidente que no llego al récord de Kent Lewis de ninguna manera, ya me daría con un canto en los dientes si lograra alcanzar a Erin O’Mara, que lo veo difícil, aunque yo dejaría la cerveza para después de haber corrido, no durante como esta prueba.

Entre la milla y los kilómetros anteriores he hecho 9,6 km en un tiempo de 48:50 @ 5:05 min/km. Bastante contento con el entrenamiento porque creo que los ejercicios que hago en casa me están sirviendo.

Más gente que en muchas carreras

Hoy nos hemos acercado a la Casa de Campo a entrenar. Hacía un montón de tiempo que no me acercaba a la Casa de Campo a hacer la Tapia o similar. He pasado de manera tangencial, haciendo unos pocos kilómetros por allí, pero desde febrero de 2014 no iba con el coche hasta allí, aparcaba y me ponía a hacer la vuelta a la CdC. Cuando llegamos a las inmediaciones del lago, había ya un montón de coches aparcados y una actividad frenética de gente que se disponía a correr a pie, otros en bicicleta. Desde luego, se veía más gente que en muchas carreras.

Había quedado con Chema para ir con el clan Pirámides a las 9:00 cerca del metro de Lago, pero llegamos a las 9:03 y ya no había nadie por allí. Estuvimos esperando hasta y diez por si acaso se hubiesen retrasados ellos -cosa que me extrañaba- y a esa hora partimos.

Hacía un frío de mil diablos. Estaríamos a un par de grados o tres bajo cero. Iba en pantalón corto y tenía las piernas congeladas, los pies helados y los dedos de las manos -aunque llevaba guantes- me picaban de lo frío que estaban. Pero bueno, luego con los kilómetros y las cuestas fui entrando en calor. Hacía tanto frío que en una de las fuentes que paramos estaba congelada y no salía agua del tapón de hielo que había.

No quisimos hacer la Tapia completa y nos comimos un trozo. Aunque por el hecho de acortar un poco, nos metimos por una zona de repechos, que se hacían notar en las piernas. Acabamos haciendo 14 km en un tiempo de 1:15:11 @ 5:21 min/km. Un ritmo normal, pero que en este terreno, es bastante bueno.

Antes de salir la báscula marcaba 68,6 kg. Sólo 300 gramos menos que la semana pasada. Me parece que ni en broma voy a cumplir el reto de un kilo, un mes.

Hoy hace treinta años que falleció mi padre. No te olvido papá.

papa-600

Muy buenas sensaciones

Ya estoy pensando en el próximo objetivo, que no es otro que la media de Villarrobledo. Así que hay que hacer entrenamientos a ritmo umbral para poder completar la prueba con garantías, por lo que he pensado ir a Pradolongo a hacer cuatro kilómetros a ritmo umbral. Haciendo caso omiso a Jack Daniels que tiene su famosa fórmula para calcular este ritmo y algunos otros, me he fijado un ritmo umbral de 4:15. No sé si es correcto o no, pero no andará muy lejos.

El entrenamiento a ritmo umbral es un entreno exigente. No llega a ser tan duro como hacer series, pero tiene su enjundia. Se trata de mantener un esfuerzo constante y eso implica, si vas por terreno llano, llevar un ritmo fijo. Si el terreno tiene subidas y bajadas, resulta difícil mantener ese esfuerzo constante sin tener «algo» que lo mida, así que lo mejor es buscar un terreno llano.

El circuito que hacemos en Pradolongo es más llano que otra cosa, pero tiene una subida interesante y el final de la vuelta es cuesta arriba. Muy suave pero para arriba. La jugada es entonces no hacer esa subida más dura, aunque la pendiente más suave, pero más larga, seguir haciéndola.

La verdad es que se me ha dado francamente bien. He comenzado haciendo cuatro kilómetros de calentamiento y luego he mantenido el ritmo decentemente: 4:16, 4:14, 4:14 y 4:17. Casi perfecto. Han salido en total 9 km en un tiempo de 45:29 @ 5:03 min/km.

Otra vez por la mañana

Tengo la fortuna de estar de vacaciones esta semana así que he aprovechado a salir hoy por la mañana. Lo peor es que el hecho de salir por la mañana provoca dejar tirado a Joaquín que ha sido un magnífico compañero este otoño y lo poco que llevamos de invierno.

Y de verdad que lo siento, pero hay que aprovechar las horas de luz. Así que a las once de la mañana, sin tener que madrugar mucho, he salido a Parque Sur con la idea de completar unos 10 km. Esto supone hacer tres vueltas y un poco más.

Hacía un día soleado, aunque algo fresco, pero una buena temperatura para correr. Hice una primera vuelta de calentamiento y luego he tratado de mantener un ritmo constante de aproximadamente 4:30. Y me ha salido más o menos bien, teniendo en cuenta que este parque cuenta con bastantes desniveles y mantener la misma velocidad kilómetro a kilómetro no es tan fácil.

Lo dicho, han sido 10 km, completados en un tiempo de 49:11 @ 4:55 min/km. Un buen entrenamiento.

Lluvia + viento = horror

Hemos estado mucho tiempo pidiendo que llegar el invierno y ya parece instalado en estos días. Hoy hemos salido y el terreno estaba mojado y aunque no llovía, el cielo estaba amenazador.

He salido con una amiga y me ha convencido de hacer 16 km. No estaba yo mucho por la labor, pero he pensado que no estaría mal, sobre todo después de ver en la báscula un peso de 68,9 kg. Según lo que nos propusimos Joaquín y yo, teníamos que bajar un kilo al mes. Y la cosa se ha ido cumpliendo hasta las navidades. Lógico. Supuestamente en estas fechas debería pesar 67,2 kg y estoy 1,7 kg por encima así que ya me puedo poner las pilas y bajar algo más de un kilo al mes para cumplir lo dicho.

La idea era hacer esos 16 km por el Parque Lineal. Según nos íbamos acercando a este parque íbamos escuchando cierto jolgorio, entonces hemos recordado que hoy se celebraba el Trofeo Paris. Sin duda, una de las carreras más atractivas del calendario madrileño, pero que llevamos unos años sin poder participar.

Cuando llegamos al parque estaban con las carreras de los niños. Se oía por los altavoces, a todo volumen, esa apasionante canción que decía así: en un pueblo italiano al pie de las montañas, vive nuestro amigo Marco… Los de mi generación, a la primera, identificamos la cancioncilla, pero no tengo tan claro que los niños de ahora la reconozcan.

A ritmo de heavy metal entramos en el parque y atravesamos hordas de niños y padres que se agolpaban cerca de la puerta buscando la línea de salida. Nosotros seguimos por el camino habitual buscando el río y marchando aguas abajo hacia el final del parque.

Íbamos a un ritmo bastante tranquilo, sobre 5:20, y a la ida iba haciendo bastante aire en contra y luego empezó a llover muy ligeramente. A la vuelta, el aire era ahora favorable, pero la lluvia arreció y empezó a ponerse la cosa desagradable. Con la ropa mojada, el aire azotando de lo lindo y la lluvia cada vez más fuerte ya iba uno deseando llegar a casa. De hecho, cuando pasé por la línea de salida del Trofeo Paris pensé que los participantes se iban a calar hasta los huesos, ya que la carrera todavía no había comenzado.

Totalizamos 16,6 km en un tiempo de 1:29:24 @ 5:23 min/km. Un entrenamiento un poco desagradable por el frío y por la lluvia, pero muy interesante para tratar de perder algunos gramos.