Ahora mismo lo firmo

Llegué, como casi siempre, tarde. Emilio el hombre radiactivo estaba enzarzado en una discusión con Pepe, diciendo que si él era capaz de entrenar los kilómetros que entrenaba, cualquiera podía hacerlo. Pepe opinaba lo contrario, de ahí la discusión.

Yo creo que Emilio no tiene razón. Lo que él hace tiene un mérito extraordinario. Tener sesenta y cinco años y seguir corriendo y cómo lo hace, no está al alcance de cualquiera. Él opina que si es capaz de hacer 10 km en 45 minutos, cualquiera puede hacerlo. Yo ahora mismo firmo que cuando tenga 65 años me gustaría hacer, no 45 minutos que me parece una marca extraordinaria, sino una hora. Que alguien me dé un papel que dentro de veinte años yo quiero hacer una hora en diez kilómetros. Incluso me conformo simplemente con poder correr.

Pues en esas estábamos, entre dimes y diretes y de ese modo la primera vuelta se ha pasado casi sin darnos cuenta. Luego he acelerado en la segunda para tratar de hacer esos segundos cinco kilómetros a umbral, por debajo de 4:15. Y lo he conseguido: 4:18, 4:09, 4:14, 4:11 y 4:10, a una media de 4:13 y eso que hoy hacía una calorina de espanto. Sin lugar a dudas el día más caluroso del año. Para terminar, tres kilómetros de enfriamiento, para acabar totalizando 13 km en 1:05:10 a un ritmo de 5:00 aunque en este caso el ritmo total no tiene la menor importancia.

Demasiado castigo

Hoy tenía las piernas realmente cansadas. Me parece que los 50 km que me metí entre sábado y domingo me han dejado las piernas castigadas al máximo. De hecho no tenía ninguna gana de salir a correr. Y cuando ya me decidí a salir, pensaba que no iba ni aguantar las dos vueltas de rigor.

Como suele ocurrir en estos casos, un entrenamiento a ritmo flojo es lo mejor. Funcionó: cuando acabé estaba mucho mejor que al principio. De nuevo la paradoja ha vuelto a ocurrir. Claro que tampoco me maté, la media lo dice todo: 5:39 con unos cuantos kilómetros rondando los seis.

Si veo que las piernas siguen sin recuperarse, habrá que volver a salir mañana para estar bien del todo.

Recorrido total: 10,13 km en 57:22 @ 5:39 => Carrera de recuperación.

Entrenamiento duro

Hoy tocaban treinta kilómetros y en vez de hacerlo por el circuito del río, como había llovido bien por la noche y sospechaba estaría bastante embarrado se me ha ocurrido ir por el carril bici hasta la Casa de Campo, dar una vuelta a la tapia y volver por el mismo camino. Cuando estuve entrenando para los 100 km/24 horas hacía ese recorrido y salían unos 33 km, por lo que había que acortar algo del circuito de la tapia para no hacer tantísimos kilómetros.

¿Y qué parte eliminar? Pues el tramo de subida más duro que tampoco aporta demasiado. El caso es que haciendo ese recorte a ojímetro han salido 30,5 km, sólo un poco más de lo planeado.

Cuando salí me encontré con Felipe y sus colegas que curiosamente, ¡habían pensado hacer el mismo entreno! Como la salida es todo para arriba, me acoplé a su ritmo facilón, completando kilómetros a ritmos cercanos a los seis minutos por kilómetro. Llegué a la Casa de Campo con ellos y estuve un par de kilómetros más, hasta la explanada cercana a Prado del rey (kilómetro diez más o menos). Desde allí, decidí aumentar el ritmo y ya fui solo los dos tercios que restaban.

Hacía tiempo que no corría en la Casa de Campo y resultó tan placentero como siempre. Multitud de gente corriendo, muchos también en bicicleta y la vegetación exuberante, preciosa. Salí con dos geles y una botella de agua, ya que gracias a la indignante política del ayuntamiento de Madrid no queda prácticamente fuente que funcione en toda la ciudad. Iba dando un traguito cada kilómetro recorrido y al llegar al kilómetro 12 primer gel al coleto. El segundo, en el 24 ya fuera de la Casa de Campo. Pienso que me sentaron bien y no noté ninguna molestia en el estómago. Probaré la próxima semana a tomar un gel yendo a ritmo de maratón para ver si cae bien o no.

Desde que dejé a mis acompañantes, marché a un ritmo por debajo de 5:00 casi todo el rato, excepto cuando llegué al parque de Aluche que es todo cuesta arriba y con un viento en contra bastante molesto. Además el viento hizo que empezase a sentir frío, ya que de ayer a hoy la temperatura había bajado unos diez grados.

Después de sufrir un poco en ese parque, se llega al parque de Las cruces, donde ya empieza la bajada que abarca aproximadamente los últimos cuatro kilómetros. Aunque la rodilla izquierda me molestó casi todo el entrenamiento, aumenté el ritmo en esa última parte para terminar los 30,5 km en 2:39:59 a un ritmo de 5:15. Lo cierto es que quitando esas molestias en la rodilla acabé francamente bien, aunque con algo de frío.

A partir de esta semana, empezaré a bajar kilometraje para tratar de llegar lo mejor posible a la cita del día 17 de abril, cuyo objetivo será tratar de hacer MMP, que ahora es 3h25, si hace un buen día para ello y en caso contrario, me conformaría con bajar de las tres horas y media.

Fin de semana de muchos kilómetros

Este fin de semana es el más duro de todos los de preparación para la maratón. Hoy han caído 20 km y mañana tocan 30. Sé que es una burrada, pero si entreno sólo cuatro días a la semana y hay que hacer alguna buena kilometrada no me queda más remedio que hacer cosas de este tipo. Es el problema de realizar una competición, que te deja mermado y te trastoca la preparación.

Hoy ha hecho un magnífico día, de lo mejorcito del año, ya que el termómetro marcaba 18º cuando comencé. Salí con manga larga y me arrepentí durante el entreno, pero siempre es mejor llevar manga larga y arremangarse, que llevarla corta y pasar frío. He dado una primera vuelta a Parque Sur y luego he bajado hasta el río. Al llegar al circuito junto al río Manzanares he tratado de buscar un ritmo que me permita afrontar la maratón con garantías. Creo que sobre 4:40 podría ser ese ritmo, ya que los kilómetros han salido un poco por encima, un poco por debajo de ese ritmo.

Como últimamente acostumbro, termino subiendo la calle Parque de la paloma y cuesta, vaya si cuesta, pero espero me ayude a la subidita de Alfonso XII el día M.

No me ha gustado que me molestaba un poco por encima de la rodilla izquierda. Ya acabé la media de Villarrobledo con la rodilla izquierda un poco fastidiada y parece que no mejoro. Y soy tan dejado que esta semana sólo he hecho ejercicios de rodillas un día, cuando tenía que haberme aplicado más.

Hoy me ha ocurrido una cosa curiosa, ya que al pasar los entrenamientos a Garmin Connect he perdido el entrenamiento de hoy. Nunca me había pasado en algo más de un año que lo llevo utilizando. Así de memoria, creo recordar que he hecho los 20 km en 1h37, pero no sé si es exacto. Eso indica un ritmo medio de 4:51 que eso sí me suena más.

Hoy la báscula marcaba 67,6 kg. Veremos si después de la celebración cumpleañera de esta tarde sigue lo mismo.

Fotos de Villarrobledo

Estos chicos de Villarrobledo son la bomba. No sólo nos agasajan con una perfecta organización el mismo día de la carrera, sino que días después cuelgan cantidad de fotos de la carrera. Aquí hay unas cuantas en las que aparezco acompañado de Joaquín.

Completando la primera vuelta de la media
Completando la primera vuelta de la media

Llegando a meta
Llegando a meta

Otra más llegando a meta
Otra más llegando a meta


Hoy todavía no tenía las piernas frescas del todo, parece que la media ha sido más dura de lo que en un principio me pareció. Un poco más de ritmo que el pasado martes, pero tampoco nada del otro mundo.

Lo mejor ha sido correr con Andrés, que con veinte kilos menos, parece una keniata. Todo un placer compartir unos kilómetros a su lado.

En total han sido unos 13,2 km en un tiempo de 1:09:19 a un ritmo de 5:15. Un entreno fácil para seguir recuperando de la media.

Se nota la media en las piernas

Lo cierto es que acabé muy bien la media del domingo; no obstante ayer lunes y hoy martes notaba los cuadriceps cargados. Mis compañeros también notaba en sus piernas los 21 km. Es por ello que nos hemos tomado el entrenamiento con muuuucha tranquilidad.

Hemos ido dando a la húmeda durante las dos vueltas a Pradolongo contando las batallitas del domingo y se nos ha pasado el tiempo casi sin querer. Y eso que el ritmo era tan cansino que hemos tardado lo suyo en completar el recorrido.

Al final he recorrido algo más de 10 km a un ritmo portentoso de 6:01. Una verdadera -y necesaria- jornada de recuperación.

VII Media maratón de Villarrobledo

He tenido la suerte de poder participar en la VII edición de la media maratón de Villarrobledo. Digo suerte porque se trata de una de las carreras mejor organizadas que he visto, con un ambiente fenomenal y un recorrido muy atractivo. Además, para redondear la jornada la climatología se portó bien, quizás un poco de viento, pero no mucho.

El único pero es la lejanía de esta localidad, que se encuentra a más de 200 km de Madrid, lo que nos obligó a darnos un buen madrugón y a eternizarnos a 110 km/hora por esas carreteras. Afortunadamente llegamos con tiempo suficiente para recoger los dorsales, estirar y calentar unos minutillos.

El culpable de que fuésemos a esta carrera es Joaquín, un compañero de entrenamientos natural de esta localidad. Estaba especialmente motivado porque corría como local y podía llevarse algún trofeo, según le había comentado un paisano suyo. Por este motivo, hice toda la carrera con él tratando de que se llevase el premio. Para su desgracia, el fallecimiento de un tía suya la noche anterior había provocado que durmiese muy poco, por lo que no se veía en buena condición.

Excepto el primer kilómetro que hicimos cada uno por nuestra cuenta, el resto fuimos codo con codo durante la carrera. Flaqueó en algunos momentos, pero traté de animarle, pero lo que más le animó fue ver a un paisano suyo en una de las revueltas. Eso hizo que aumentáramos un poco el ritmo y pocos kilómetros después, sobre el 16,  conseguimos sobrepasar a su «enemigo» local. Desde allí a meta, volvió a sufrir otra pequeña crisis pero la superamos disminuyendo un poco el ritmo.

Viendo que podíamos bajar de la mítica barrera de la hora y media aceleramos el paso lo que pudimos, pero justo unos metros antes de atravesar la línea de meta cambiaron los dígitos del 29 al 30. Llegué a meta con un tiempo bruto de 1:30:04 aunque neto de 1:29:51 y muy contento porque conseguí bajar de 1h30 por segunda vez en mi vida, pero sobre todo, por haber ido con el compañero toda la carrera, aunque él, que salió un poco antes, se quedó con un tiempo neto de 1:30:01. Una copia de la clasificación de la carrera se puede encontrar aquí.

Aparte de sacar un listado de las clasificaciones, la empresa cronometradora daba unos tickets a cada cual que lo solicitase con los tiempos brutos y netos y los puestos realizados. Aquí está el mío.

Ticket con el tiempo realizado
Ticket con el tiempo realizado

Como comenté al principio, la organización rozó la perfección. Antes de la carrera, muy bien la entrega de chips y dorsales y el guardarropa, sin ninguna cola. Durante la prueba, multitud de voluntarios en los cruces, agua cada cinco kilómetros y –esta es la única pega- los kilómetros raramente señalizados ya que casi todos estaban en la parte baja, sobre la acera en unas minúsculas señales de tráfico y otros estaban arriba, pegados en algunos rótulos de tiendas. Pero lo mejor fue después de la carrera ya que la bolsa del corredor era abundantísima: camiseta técnica, calcetines, agua, bebida isotónica, naranja, manzana,  bote de lentejas, ajos, queso y ¡botella de vino de la tierra! Además de la bolsa del corredor, habían dispuesto varias hileras de mesas y una barra donde se podía disfrutar de vino, cerveza, queso, chorizo, lomo, frutos secos, patatas fritas y alguna cosa más que seguro ya no recuerdo. Todo por la módica cantidad de 8 €.

La jornada fue redonda porque varios de mis compañeros consiguieron un trofeo. Mi compañero de fatigas durante la carrera consiguió al final el tercer puesto de su categoría de los locales. Emilio, con sus 65 añazos, se hizo con el primer puesto en su categoría. Otra compañera hizo su MMP en la distancia (bajó seis minutos dejando su marca en 1:45:44) y también se subió al cajón, siendo la tercera de su categoría. Todo un festival de trofeos.

Dos campeones
Dos campeones

Mejor un día de descanso

En un principio tenía pensado entrenar sábado y correr la media el domingo, pero en un momento de lucidez he pensado que es mejor entrenar hoy viernes y descansar el sábado.

Y ha sido un acierto porque hacía un día extraordinario. Sin lugar a dudas el día más caluroso del año, sólo decir que cuando he acabado el termómetro marcaba 20°.

Pero lo mejor era la luna que se veía preciosa en el cielo; de hecho había leído que mañana era uno de los días en los que la luna iba a estar más cerca de nuestro planeta, cosa que no sucedía desde el 92 ó 95, ya no recuerdo el año exacto. Habrá que mirar mañana al cierto para ver este inusual  acontecimiento.

He dado algo más de tres vueltas a Parque Sur y al final he apretado un poco porque no iba cómodo yendo tan despacio, eso ha hecho que haya terminado los nueve kilómetros y pico a un ritmo de 4:59.

Pensado en la media

Hoy ha sido un día tranquilo. Después de castigarnos un poco el martes, hoy no era cuestión de apretar el acelerador, sobre todo porque el domingo trataré de hacerlo lo mejor posible.

El otro día hice una planificación de las semanas que quedan para la maratón y los kilómetros que debía recorrer y ya veo que me lo voy a saltar a la torera, pero para eso están los planning, para saltárselos.

Pero tampoco es cuestión de bajar mucho el kilometraje semanal, por lo que hoy he vuelto a hacer 15 km aunque a ritmo fácil, a 5:26.

Tensando la cuerda

Mientras iba saliendo de la lesión me lo tomaba con mucha calma, pero he ido poco a poco aumentando más y más el ritmo. Parece que no sé estar tranquilo. Y no quiero ni pensar que va a pasar de tanto tensar la cuerda. Mejor no lo pienso.

Hoy tenía pensado hacer unos 15 km y para no acabar demasiado tarde he salido poco después de las seis y media a hacer unos kilómetros. He ido a Parque Sur, he dado una vuelta y desde allí al punto de encuentro. Una primera vuelta tranquila -aunque en el último kilómetro ha empezado a tirar Emilio- y una segunda vuelta apretando bastante. De hecho hemos dado esa segunda vuelta Joaquín y yo en 21:16 que no está mal.

  • Primera parte del entreno por Parque Sur: 4,2 km en 23:28 @ 5:35
  • Primera vuelta a Pradolongo: 4,8 km en 24:50 @ 5:10
  • Segunda vuelta a Pradolongo: 4,8 km en 21:16 @ 4:26
  • Enfriamiento: 600 m en 5:01 @ 8:22

En total han sido 14,4 km en 1:14:37 a un ritmo de 5:10.