A umbral

Hoy he apretado un poco más de lo habitual. Me gusta hacer un día fuerte a la semana y el día elegido suele ser el jueves. Así que hoy he decidido a hacer tres kilómetros a umbral, que había calculado a ojo entre 4:20 y 4:15. Como estaba en Parque Sur decidí hacer esos kilómetros en la parte alta del parque que es más llana.

Hice algo más de cuatro kilómetros de calentamiento y ya en la parte alta del parque empecé a apretar. El primer kilómetro salió a 4:22, un pelín por encima del objetivo fijado. Apreté un poco más los dientes y el segundo ya salió a 4:18. Para terminar, aprovechando que el terreno era más favorable, hice el último a 4:14. Lo cierto es que el tercer kilómetro iba ya un poco forzado, me parece que a estas alturas de temporada es mejor rondar los 4:20 que los 4:15. Después de los tres kilómetros a umbral hice un par de ellos más a ritmo muy tranquilo para enfriar.

Fueron en total 9,2 km en un tiempo de 47:32 a un ritmo de 5:07 aunque el ritmo no tiene la menor importancia en este entreno.

Recuperando lo de ayer

Como ayer me quedé con ganas de seguir corriendo, hoy he salido también a entrenar. He vuelto a utilizar las medias largas y afortunadamente, parece que el tendón no me ha molestado en ningún momento: ni antes, ni durante ni después del entrenamiento. Buena señal.

Me he tomado con bastante calma la primera vuelta y en la segunda he acelerado sólo un poco, acercándome a cinco, totalizando 10 km en un tiempo de 51:51 a un ritmo de 5:11, ritmo razonable de llevar en una carrera fácil. Mañana jueves ya tocará apretar un poco más.

Hoy tampoco me he encontrado con ningún compañero corredor, por lo que después del entrenamiento los he llamado para ver cómo que pasa con ellos. Parece que la semana que viene nos juntaremos más de uno. De momento, mañana saldré acompañado de mí mismo.

Me ha sabido a poco

Ayer ya empecé a currar, por lo que esta semana toca entrenar a la hora habitual. He llegado al punto de encuentro algo más pronto de lo que suelo y no había nadie. He esperado un poco y seguía sin venir nadie, por lo que he optado por salir solo. Me ha venido bien esperar porque el jodío del Garmin no pillaba la señal decentemente ni a tiros.

Tenía pensado dar una vuelta tranquilamente y una segunda algo más deprisa, pero tampoco mucho, a un ritmo cercano a cinco. Cuando llevaba algo más de una vuelta me he encontrado con un conocido con el que me he parado a charlar. Poco después me he encontrado con una amiga con la que también me he parado. Después de tanta charla, me he ido a casa andando porque al estar parado se ha enfriado el tendón de Aquiles y me dolía un poco. Así que para no forzar, a casita andando.

No he llegado ni a correr seis kilómetros, por lo que el entrenamiento de hoy me ha sabido a poco. Saldré mañana también si el tendón no me molesta.

Por cierto, con los escasos kilómetros que he hecho hoy, he conseguido sobrepasar los 1.000 kilómetros con las zapatillas Puma Complete Velosis que compré en febrero. No me puedo quejar con lo delicado que soy de pies.

Muchísimo calor

Esta semana ha sido especialmente calurosa, pero hoy ha sido especialmente horroroso. Creo que ha sido el día que más he sudado en todo el verano. Claro, que parte de la culpa la he tenido yo por salir tan tarde sabiendo lo que estaba cayendo…

He salido con la idea de hacer un día largo y fácil; sin embargo, habiendo pensado ir un poco por encima de cinco, al final he ido casi todos los kilómetros por debajo. Entre que he ido más rápido de la cuenta, que hacía mucho calor y que he hecho más kilómetros de lo habitual, he llegado bastante castigado a casa. Los últimos kilómetros se me han hecho laaaargos.

Lo curioso es que por la tarde el día se ha estropeado y ha llovido lo suyo. El tiempo es asín.

He recorrido 16 km por el parque Lineal en un tiempo de 1:19:58 a un ritmo de 5:00 clavaos.

Lo peor no ha sido haber llegado derrotado a casa, lo realmente jodido es que me dolía el tendón de Aquiles de la pierna derecha. Esperemos que sea una cosa pasajera. Tendré que ponerme de nuevo las medias largas para entrenar aunque haga calor.

Me he pasado con las gambas de Huelva

La verdad es que no esperaba haber cogido tanto peso estos días de vacaciones, pero hoy la báscula me ha confirmado que esas dificultades para abrocharme el pantalón no eran debidas a que éste hubiese estrechado. No, es que me he traído dos kilitos de Islantilla y yo que pensaba que me había cortado con la comida… Hoy la báscula marcaba 70,1 kg, una auténtica barbaridad. Ya veremos si vuelvo a estar ente 67 y 68 como estuve.

Con remordimientos de conciencia, he salido a entrenar todavía con la idea de hacer algún maratón otoñal, por lo que se trataba de hacer unos primeros kilómetros de calentamiento y luego marchar unos cuantos más a ritmo M que así a ojo había calculado a 4:35.

Suelo ir los sábados a Parque Sur, pero como no hay fuentes, he optado por hacer el entreno en Pradolongo y aprovechar la única fuente que queda viva.

Hoy también hacía bastante calor. He hecho la primera vuelta bastante tranquila y en la segunda vuelta, me he puesto a darle: 4:38, 4:36, 4:34, 4:30 y 4:32. Tengo que decir que el último kilómetro se me ha hecho un poco duro.

En total han sido 10,4 km en 52:50 a un ritmo de 5:03.

Se suspende la maratón de Málaga

Curioso. Este año que me estaba preparando para esta maratón y ha sido suspendida. Esto es lo que dice la organización:

Desde estas líneas, y a cuatro meses vistas, nos vemos en la obligación de comunicar que la «II Edición de la Maratón de Málaga – Costa del Sol» se suspende por falta de apoyo económico de las Instituciones Públicas (Ayuntamiento de Málaga y Junta de Andalucía), a pesar del apoyo ofrecido por la Diputación Provincial de Málaga, así como del escaso respaldo por parte de las Entidades Privadas que se ven azotadas por los efectos de la actual crisis económica.

Parece que la crisis afecta a todo el mundo…

Ahora que me he quedado sin el principal objetivo invernal, ya no sé si preparar otro o hacer las carreras otoñales de 10 km que tanto me gustan. Veremos cómo transcurren los próximos días.

Al contrario que el pasado martes, que hacía un calor de espanto, hoy está nublado e incluso me ha caído alguna gota durante el entrenamiento. Se agradece porque los días que llevamos en Madrid están siendo de órdago, parece que agosto está haciendo de julio.

Viendo que hacía un día bueno para correr, he aprovechado para hacer unos cambios de ritmo, pero cortos, sin mirar el cronómetro en ningún momento y aprovechando las cuestecillas que hay en el parque de Pradolongo. Han sido cinco o seis cambios sin muchas pretensiones. En total he recorrido 10,4 km en un tiempo de 53:05 a un ritmo de 5:05. Y contento con los cambios.

Mucho mejor

De vuelta a los madriles, he salido a entrenar por el parque de Pradolongo. Hemos salido a una hora bastante mala, a las 11:30 y hacía un calor considerable; sin embargo me he encontrado bien, muy bien. Resulta curioso el contraste con los días anteriores en la playa, pero con más calor y más altura iba mucho mejor. De hecho, cuando he apretado en la segunda vuelta, a ritmos de 4:40 iba muy cómodo. Me ha sorprendido gratamente encontrarme así. Por el contrario, la amiga con la que he salido iba bastante mal, muy afectada por el calor.

Por desgracia, en la segunda vuelta, había un individuo tumbado en el suelo que no respondía a los estímulos exteriores. Sólo se veía que respiraba. Afortunadamente, había una persona por allí con un teléfono móvil y ha llamado rápidamente a la ambulancia para que vinieran a por él. Confío en que no haya sido nada grave.

Han sido las típicas dos vueltas al parque, tranquilo la primera y algo más rápida la segunda, totalizando 10 km en un tiempo de 51:11 a un ritmo de 5:07, mejorando los entrenamientos playeros.

Entrenamientos vacacionales

No tenía muy claro si entrenar poco o mucho estas dos semanas de vacaciones lejos de casa; sin embargo una vez allí me encontré con ganas y he entrenado bastantes días y eso que me lesioné en el tobillo por hacer el canelo en la piscina.

Lo peor del caso es que no me he encontrado bien ninguno de los días que he corrido. No sé si debido al calor (aunque no hacía mucho) o por entrenar al nivel del mar, pero me costaba dios y ayuda ir a un ritmo medio decente. Lo mejor: el chapuzón que me daba en la piscina después de correr. Algo impagable. Además daba igual a la hora que me fuera a correr porque la piscina estaba siempre abierta.

En total han sido seis entrenos corriendo y un par de días andando, cuando estaba renqueante de la estúpida lesión.

El martes 2 de agosto realicé mi primer entrenamiento por Islantilla (Huelva). Por algún extraño motivo, el forerunner, recién cargada la batería, se descargó, por lo que tuve que utilizar el móvil para calcular la distancia. Días después he podido comprobar que el GPS del móvil no es muy allá, por lo que la distancia medida no parece muy fiable. Por eso, aunque ese día fueron 9,28 km medidos, la distancia real fue menor. Lo recorrí en un tiempo de 51:09, por lo que sale un ritmo de birria de 5:30. No me encontré nada bien ese primer día de entrenamiento por tierras onubenses. Luego me di cuenta que esta sensación de no ir bien no fue una excepción.

El jueves 4 de agosto realicé el segundo entrenamiento por esos lares. El forerunner se había recuperado de ese «bajón» y estaba en perfectas condiciones para realizar su función. De nuevo el entrenamiento consistió en dar la vuelta al campo de golf Islantilla que son casi 7 kilómetros, pero esta vez incluí algún cambio de ritmo, en concreto tres, realizando tres minutos fuertes y dos minutos y medio de recuperación. Para hacer algún kilómetro más, me metí por un camino donde me encontré con dos bonitos perros que hicieron que el último cambio de ritmo fuese más rápido que los otros dos 😉 Desde entonces, los entrenamientos transcurrieron por zona urbana, no quise provocar de nuevo a los canes. Realicé 8,9 km en un tiempo de 48:24 a un ritmo de 5:25. Ni con los cambios de ritmo pude llevar un ritmo decente.

Terminé el tercer y último entrenamiento de esa primera semana vacacional el sábado 6 de agosto. Esta vez madrugué un poco para evitar las horas más calurosas y se notaba, vaya si se notaba. De nuevo vuelta al campo de golf, aunque esta vez no fui solo. Ese circuito incluía una bonita cuesta de 1,3 km con un pendiente cercana al 3% que se hacía bastante durilla, eso hacía un circuito bastante quebrado, ya que incluía además algún otro repecho más corto. Esta vez hice 9 km, pero evitando los caminos, realizando un tiempo de 49:07 a un ritmo de 5:27. Horas después del entrenamiento me casqué el tobillo izquierdo tratando de hacer una voltereta en la piscina… y es que ya no está uno para estos trotes.

El domingo me costaba trabajo andar, pero noté que iba mejorando rápidamente. El lunes, mis más negras perspectivas se fueron despejando y el martes decidí salir a andar unos kilómetros. Una vez más, hice el circuito del campo de golf y traté de ir a un ritmo de 9:00 min/km aunque sin obsesionarme. No tuve molestias preocupantes y realicé 7 km en una hora y tres minutos. Muy contento con la evolución del tobillo.

Como vi que la cosa iba bien, el miércoles 10 de agosto repetí el entrenamiento del día anterior, pero trotando todo el recorrido. Aunque el tobillo seguía molestando, pude terminar los siete kilómetros sin muchas complicaciones, no queriendo hacer más por si las moscas. Aunque el ritmo fue bastante lento, me di con un canto en los dientes por poder terminar en condiciones más o menos satisfactorias. Hice los 7 km en 38:16 a un ritmo de 5:28.

No queriendo abusar, pero con ganas de seguir haciendo más cosas, el jueves volví a salir a andar, pero esta vez más en serio. Me planteé hacer los siete kilómetros del circuito habitual en menos de una hora. Eso suponía andar a un ritmo bastante fuerte, bajando bastantes segundos de 9:00 min en cada kilómetro. Además quería probar la diferencia de medir la distancia con el GPS del forerunner y el GPS del teléfono móvil, un Samsung Galaxy GT-I9000. Me sorprendió bastante el resultado porque mientras el móvil marcaba una distancia total de 7,46 km, el forerunner marcaba 7 km exactos. Demasiada diferencia entre un cacharro y otro. Me quedo con el forerunner, que se supone es un dispositivo pensado para este menester. Haciendo caso al cacharro de pulsera, hice esos siete kilómetros en 1:00:06, ¡sólo seis segundos por encima del objetivo previsto! A un ritmo de 8:35, muy interesante al haberlo hecho andando.

El viernes 12 de agosto, de nuevo a dar la vuelta al campo de golf. Salí con una amiga y realizamos los nueve kilómetros que ya se habían convertido en habituales. De nuevo el circuito se me volvió a hacer duro y es que no he conseguido ningún día andar decentemente por esos lares. Después de pasar la zona más complicada, cuando llega la bajada, me resultaba imposible seguir a mi compañera que baja bastante deprisa. Esos kilómetros por debajo de cinco eran demasiado para mí en esas condiciones.

Y para terminar en Islantilla, entrenamiento largo. Hice dos vueltas al circuito para totalizar 14 km. Curiosamente, pasamos por un sitio donde se estaba celebrando una carrera popular, eso sí, bastante familiar, no se veía demasiada gente. Cuando pasé en la segunda vuelta me animaron, por lo que imagino estarían en esos momentos celebrando la prueba. Después de una primera vuelta más tranquila, traté de acelerar un poco para realizar kilómetros alrededor de cinco minutos, pero de nuevo me costó dios y ayuda. La cuesta durilla, que tuve que subir dos veces, se me atragantó ¡y de qué manera! en la segunda vuelta: me quedé totalmente clavado. Terminé los 14 km en un tiempo de 1:13:05 a un ritmo de 5:13.

Resumiendo: durante estas vacaciones lejos de casa he entrenado lo habitual, pero no me he encontrado cómodo ninguno de los días. Desde luego, no ha sido por el calor, porque no ha habido días demasiado calurosos. Tampoco creo que la «dureza» del circuito me haya hecho ir peor, porque duro, duro, no era. Quizás es que estoy habituado a correr a seiscientos y pico metros sobre el nivel del mar y en zonas costeras no voy… aunque debería ser lo contrario.

Para terminar el ladrillo, algunas fotos de las vacaciones.

En la piscina
Asombrando al personal con mi perfecto estilo en la tirada y apostando fuerte para fastidiarme el tobillo

Mina a cielo abierto en Riotinto
Mina a cielo abierto en Riotinto

Cabras junto al río Tinto
Cabras junto al río Tinto

El río Tinto
El río Tinto

Practicando la escultura en arena
Practicando la escultura en arena

Raya junto a su cría
Raya junto a su cría, que llevaba en su interior. Por ello descubrí que estos animales son ovovivíparos.

Mañana empieza lo bueno

Mañana me voy de vacaciones a Islantilla (Huelva) así que hoy he salido a correr aunque lo hiciese también ayer porque mañana no lo voy a hacer. Y es que después de un largo viaje no hay ninguna gana de ponerse a correr.

Y tampoco es cuestión de tomárselo demasiado en serio, pero no es cuestión de dormirse. Con estas premisas, he salido a ritmo normal y luego he aumentado un poco el ritmo. Y como despedida, he optado por dar una vuelta por Pradolongo y otra por Parque Sur, totalizando los habituales 10 km en un tiempo de 49:37 @ 4:57/km.

Después de la sesión de fisioterapia

El miércoles estuve visitando a Josefa, la fisioterapeuta a la que voy de vez en cuando. Y no es que estuviese lesionado, pero de vez en cuando viene bien que te estiren los músculos a conciencia, aunque a veces estira tanto que parece que te vas a romper algún músculo. La idea es ir cada mes y medio, más o menos, a realizar una sesión de este tipo.

Ayer jueves no salí, aunque es lo habitual. Preferí ir de celebración antes que ir a correr, por lo que dejé a mis compis más tirados que una colilla. A cambio, hoy me ha tocado salir solito.

En total he realizado 10 km en un tiempo de 51:10 @ 5:07/km. Una primera vuelta tranquila y una segunda algo más rápida, con ritmos cercanos a los cinco minutos por kilómetro.