De vuelta a los madriles

Ayer volví de New York. Salimos a las seis de la tarde hora local de New York (las doce de la noche en España) y llegamos a las siete de la mañana, hora de España. Lo cierto es que el jet lag o descompensación horaria se ha hecho notar ya que aunque no pude dormir en todo el viaje, el sábado a eso de las once de la mañana me dormí hasta las cinco y luego me dormí a las once de la noche hasta ¡¡¡las once de la mañana!!! Tenía pensado acercarme a Leganés para ver correr a mis compañeros de entrenamiento en la carrera de San Nicasio, pero ha sido imposible. Espero que les haya ido a todos fenomenal.

El caso es que hoy por la tarde ya estaba mejor y he decidido salir a hacer unos kilómetros. He ido a Parque Sur y he dado tres vueltas, totalizando nueve kilómetros y me ha sentado francamente bien. Aunque ahora vuelvo a tener sueño y es que a estas horas ya no debería estar escribiendo sino en la cama.

Hoy hacía una temperatura muy agradable para correr, aunque hacía algo de calor se podía trotar placenteramente. Parece mentira que a estas alturas de octubre todavía haga esta temperatura casi veraniega.

El castillo de Belvedere

En Central Park, detrás del Museo Metropolitano existe un castillo llamado Castillo de Belvedere que fue construido como observatorio meteorológico y que es el punto más alto de Central Park. Es un castillo muy pequeñito, pero curioso.


Castillo de Belverdere

El caso es que tenía ganas de conocerlo, por lo que esta mañana he cogido la línea 6 del metro en la estación 116th y me he bajado en la estación 59th con la idea de recorrer Central Park de sur a norte y encontrar el castillo. Me ha costado un poco, pero al final lo he encontrado. Ha merecido la pena es un sitio curioso y pintoresco.

Después de ver el castillo, he seguido hasta el Reservoir y he hecho algunos kilómetros junto al lago, desde donde se ve un bonita vista de Manhattan.


Vista de Manhattan desde el Reservoir

Desde el lago, he seguido hasta el norte del parque, hacia otro lago, éste más pequeño, el Harlem Meer (Lago de Harlem) para desde allí coger la quinta avenida hasta casa. Al final, entre la carrera y las paradas para hacer algunas fotos, más de una hora de carrera, que me ha sentado francamente bien.


Uno de los múltiples puentes existentes en Central Park

No sé si volveré a correr por estos parajes. Pero me ha gustado la experiencia, es un bonito sitio para correr. Como pega, decir que casi todos los caminos están asfaltados y que pasan varias carreteras por allí, por lo que resulta algo molesto ver tantos coches entre tanto verde. Pero no todo va a ser perfecto.

El Reservoir

El Reservoir, cuyo nombre oficial es Jaqueline Kennedy Onassis Reservoir, es un estanque situado en medio de Central Park entre las calles 86 y 96 y ocupa un octavo de la superficie total del parque. Rodeando el estanque hay un circuito de 2,5 km donde muchos neoyorquinos corren o pasean a todas horas. Normalmente corren pegados al agua o algo más separados en un camino mucho más ancho. Yo prefiero ir por el camino más ancho, es menos agobiante.

Y ya que sigo en New York, ¿qué mejor lugar para entrenar que Central Park y junto a ese lago? Lo curioso es que los neoyorquinos entrenan en cualquier sitio. El otro día caminando por el puente de Brooklyn vi a un montón de gente corriendo, con la cantidad de turistones que íbamos andando. Hoy yendo por Battery Park también había un montón de gente corriendo. Y en general, te encuentras con cualquiera por cualquier calle corriendo. También son muy dados a los gimnasios. Hay montones de ellos y muy grandes donde ves a gente corriendo en las cintas de correr.

Esta mañana he salido temprano, no tanto como el domingo, pero temprano, a eso de las 8:15 de la mañana. Y había un montón de gente dando vueltas al Reservoir. Tanta gente que aquello parecía una carrera popular. La verdad es que es un sitio muy agradable para correr, no me extraña que la gente vaya por allí. Y si tenemos en cuenta que en New York hay 8,4 millones de habitantes… Según iba corriendo por allí, junto al lago, me parecía estar interpretando el papel de Dustin Hoffman en la película Marathon man.

Debe ser que como he salido más temprano, también me lo he tomado más tranquilo, ya que he ido más despacio y encima he tomado algunas fotografías. Así que he tardado más de 40 minutos en hacer un recorrido algo más corto que el domingo. Pero ¿acaso tengo alguna prisa?


Dejando mi impronta en el famoso parque neoyorquino

Por cierto, que yendo en el metro, he visto que anuncian la próxima edición de la maratón de New York que se celebrará el próximo primero de Noviembre y que acabará precisamente en el parque donde estoy entrenando estos días.

Pero una semana antes se celebrará una prueba de 5 millas (8 km) también en Central Park, según he podido leer también en el metro. Por lo que he podido apreciar, el metro es un buen lugar para anunciar carreras. En Madrid, excepto la San Silvestre Vallecana, no sé si alguna otra carrera se anuncia en el metro.


Cartel visto en el metro anunciando la carrera

Corriendo por Central Park

Hoy he entrenado lejos de Pradolongo, nada menos que a 6.000 km de allí, en pleno corazón de New York, en Central Park. Es un precioso parque donde había multitud de gente corriendo, montando en bici o paseando y eso que era muy temprano, sobre las 7:30.

No he recorrido el parque completo, sólo hasta la mitad, entrando por la calle 110 esquina con la quinta avenida, rodeando el gran lago (llamado Jacqueline Kennedy Onassis Reservoir) y volviendo de nuevo hacia la 110. Todo el recorrido a buen ritmo, totalizando 36:47, por lo que calculo habré hecho unos 6,5 km. A esos seis y medio hay que añadir unos 2,5 km de ida y vuelta hasta el parque.

Olor a tierra mojada

Hoy ha llovido en Madrid. Siempre es de agradecer que llueva en esta ciudad donde cada vez resulta más raro ver llover. Tampoco es que haya llovido mucho, pero era agradable correr por el parque con ese olor a tierra mojada que es uno de los olores que más me gusta. Todo un placer la carrera de hoy con ese rico olor y acompañado de muchos compañeros. Hasta ocho nos hemos juntado hoy. Ha faltado Quique que está algo pachucho de su rodilla.

Me lo he tomado con mucha calma, charlando todo el rato. He hecho poco más de ocho kilómetros en algo más de cuarenta y ocho minutos y he acabado con algunas molestias, después de no haber notado nada domingo y miércoles. ¿¿¿Quizás debido a que corrí ayer???

Los corredores y los perros

Estaba entrenando por el parque de Pradolongo, a punto de terminar los siete kilómetros que me había fijado como objetivo cuando he tenido que pararme porque un señor bastante mayor que iba corriendo estaba, en ese momento, discutiendo con el dueño de un perro porque el perro se había tirado a por él. Decir que el perro llevaba correa aunque no bozal y que era un perro bastante grande.

El dueño del perro de muy malas maneras estaba contestando al señor porque éste había llamada hijoputa al perro cuando se lanzó a por él, diciendo que no era obligatorio llevar bozal (siempre en tono chulesco) y que porque era un viejo que en caso contrario le iba a pisar la cabeza (palabras textuales). Intenté separar al señor mayor para que la cosa no se saliera de madre y el otro cafre decía, también palabras textuales, viejo muérete ya, que te quedan dos veranos.

Indescriptible la situación, nunca había presenciado una discusión tan fuera de tono y todo porque el perro del cafre se había lanzado a por el corredor. A veces parece que el corredor y el perro son incompatibles en un parque, pero realmente los perros no tienen la culpa sino los dueños, que algunos tienen el cerebro más pequeño que el propio perro.

Me ha amargado el entrenamiento el muy cafre. Iba yo tan feliz porque había conseguido hacer un kilómetro a 5:02 y me encontraba muy bien, sin que me doliese el tendón y me ha dejado un regusto amargo la discusión. Que pena que estos pobres animales tengan que sufrir a algunos dueños. Por cierto, la primera vuelta la di en 27:19, aunque eso no tenga ya la menor importancia.

Altercados como el de hoy me reafirman en mi amor por los gatos, lo cual no quiere decir que odie a los perros, ni mucho menos.


Adorable gatita

¿Son caras las carreras populares?

Sí, ya sé que se trata de un tema muy manido y tratado infinidad de veces, pero quiero dar mi punto de vista lo más objetivamente posible. Para ello he buscado los distintos precios de inscripción de las carreras populares más típicas del calendario madrileño, con datos desde 1996 que fue cuando me introduje en el mundillo de las carreras populares. Todos los datos que he podido encontrar los he incorporado a esta hoja de cálculo. Faltan datos de algunos años y otros aparecen en rojo cuando no estoy seguro de la autenticidad.

El otro día cuando estaba tirando papeles en casa descubrí una carpeta que contenía papeles de antiguas carreras de finales de los años noventa. Me llamó la atención los precios de inscripción de aquel entonces y con la ayuda de esos panfletos, correos electrónicos, información del equipo de atletismo de la empresa y de la memoria de algunos compañeros he podido reunir información sobre la evolución de los precios de inscripción.

Lo primero que hay que decir es que si las carreras son caras, la culpa es exclusivamente de los corredores. La única manera de que una carrera se plantee bajar los precios de la inscripción es que note que cada vez va menos gente a su carrera. Afortunadamente, cada vez hay más competencia y siempre se puede optar por ir a una carrera más barata o correr en el parque con los amigos. No soy partidario de correr sin dorsal porque eso puede perjudicar a los corredores que han pagado religiosamente su inscripción.

Lo segundo es determinar que es caro. Evidentemente depende del nivel económico del corredor. No es lo mismo ser Amancio Ortega que un parado que tiene lo justo para comer. Aún con un precio, digamos elevado, no es lo mismo que la bolsa del corredor esté bien surtida y con buenos regalos a que no te den ni las gracias. Tampoco es lo mismo que la organización cuide hasta el mínimo detalle o que sea un desastre. Hay desde luego muchos parámetros que intervienen en esta apreciación de si la carrera es cara o no.

También hay que tener otra cosa en cuenta. Cuando una persona o grupo de personas decide organizar una carrera es evidente que trata de obtener un beneficio. No es cuestión de perder tu tiempo y además tu dinero. O tienes un patrocinador fuerte que suelte el dinero o hay que buscarse las habichuelas para poder sacar adelante la carrera sin poner dinero de tu bolsillo. Y es que organizar una carrera tiene un coste: hay que alquilar los chips de cronometraje, comprar los regalos incluidos en la bolsa del corredor, el avituallamiento sólido y líquido, la página web, los dorsales, los voluntarios, los premios en metálico, los trofeos, etc. Una carrera tiene un coste y el organizador tiene que sopesar si el dinero que se obtiene del patrocinador y el obtenido por las inscripciones compensa el coste.

La otra cara de la moneda son las carreras gratuitas. Un buen ejemplo de este tipo de carreras es la carrera de La Melonera, que año tras año sigue siendo patrocinada por El Corte Inglés y sigue siendo gratuita. Y cuando es gratuita, el corredor suele hacer la vista gorda si algo no va bien antes, durante o después de la carrera. Ya se sabe, a caballo regalado no le mires el diente. Otra carrera que también es gratuita es la Carrera Popular de Aluche, organizada por La Caixa. Y una tercera, la que se celebra en el barrio de San Nicasio, en Leganés, organizada por la AAVV de ese barrio. Esta última, los organizadores aseguran que mientras ellos sigan con la carrera, será gratuita. Según sus propias palabras: nuestra intención es fomentar el deporte y que la carrera sea totalmente popular. Bonita filosofía, sin duda, de la que muchos deberían tomar notas.

Curiosamente, tras las carreras gratuitas, hay patrocinadores fuertes como La Caixa o El Corte Inglés, pero también pequeños como la Asociación de Vecinos de San Nicasio. Parece una incongruencia, pero lo mismo ocurre con carreras «caras». Da igual ser pequeño que grande, el negocio es el negocio.

Ahora viendo que unas cuestan dinero y otras no, hay que fijarse un límite a partir del cual se considere cara una carrera o no. Se podía pensar en poner ese límite en 10 €, por poner algo y tratar con datos objetivos.

En la relación, mirando los precios de 2009 o los de 2008 de los que todavía faltan este, se puede ver que hay unas cuantas que sobrepasan ese límite de 10 € y que podrían considerarse carreras caras: Media de Getafe, Media Univesitaria, Media de Madrid, Mapoma, Media de Valladolid, Carrera del CSIC, Carrera de Canillejas, Carrera de Aranjuez, San Silvestre Vallecana, Dos leguas de la chopera (Leganés), Carrera de las empresas y Behobia-San Sebastián.

Destaca, sobre todo, Mapoma con sus 50 € a la cabeza de carreras caras. Bien es verdad que una maratón debe conllevar más gastos que otro tipo de carreras, pero existen otras maratones en España con precios más asequibles. La maratón de Castilla-La Mancha, a celebrar en el mes de Octubre vale 15 €, la de Toral de los Vados, 18 €, la maratón de San Sebastián vale 40 €. También es cierto que Mapoma comparado con otras maratones que se celebran en otras ciudades de Europa sale ganando en este aspecto, suele costar la mitad.

Otra carrera con un precio elevado es la media maratón Behobia-San Sebastián, cuya inscripción es de 28 €. Una carrera muy cara comparada con otras medias maratones que se celebran en España.

También llama la atención el desorbitado precio de la San Silvestre Vallecana. De ser gratuita en 1997 y años anteriores a los 17 € del pasado año. Todo un récord de subida. Habrá que ver que precio fijan este año. Resulta curioso comparar su precio con su hermana pequeña, la San Silvestre de Vicálvaro, que sólo costó 3 € en 2008.

Otra carrera que siempre ha sido cara, y lo sigue siendo, es la carrera de Canillejas o Trofeo José Cano. Este año la inscripción vale 17 €. La evolución del precio de inscripción ha sido constante desde 1996 (no tengo datos de antes) que costaba 4,80 € hasta el presente año.

Bueno, no me extiendo más sobre este punto, los datos están ahí, no me los invento yo, se pueden ver en la hoja de cálculo adjunta.

Luego existe otro grupo de carreras que tienen un precio digamos razonable, que serían las carreras que cuestan justo esos 10 €, que son: Carrera de Usera, Carrera del Agua, Media de Fuencarral y 10 km de Rivas.

En este grupo existen carreras que mantienen su precio o que han tenido subidas suaves a lo largo de los años y otras que han pegado una importante subida en el último año, véase la carrera de Usera o la carrera del Agua.

Y baratas, pues van quedando pocas carreras baratas. Además de las gratuitas que ya se han comentado, existen otras con un precio razonable, como por ejemplo la Media de Coslada, la Carrera de Carabanchel, la Media de Moratalaz o la San Silvestre Vicalvareña. Poca cosa, la verdad. Hay que tener en cuenta que existen más carreras que se pueden considerar baratas, que no han sido objeto de este estudio. Bien porque son más nuevas, bien por puro desconocimiento.

Desde un punto de vista histórico, independientemente de si son caras o baratas, existen carreras que han subido su precio de manera exagerada como puede ser la San Silvestre Vallecana (de 0 € a 17 €) o la carrera del agua que en un año ha subido de 4 a 10 €. Otras van teniendo un crecimiento menos exagerado, pero han ido subiendo poquito a poquito. En 10 años, la Media de Fuencarral ha duplicado su precio, aunque bien es cierto que en los últimos tres años se mantiene. Una de las subidas más suaves es la de la Media de Coslada que ha pasado de 3,60 € a 5 € en 13 años, todo un ejemplo de crecimiento razonable. Otra de este estilo es la carrera de Carabanchel que ha pasado de 1,80 € en 1999 a 6 € este año.

Conclusión: como todo en esta vida, no todo es blanco o negro, existen matices. Es decir, que existen carreras caras y carreras baratas, desde un punto de vista objetivo. La única manera de que un organizador baje los precios de la inscripción es no participar en la carrera. Para esto hay dos alternativas, bien no correr en ninguna carrera, bien buscar una carrera alternativa de «mejor» precios, ya que no todas tienen precios elevados. En definitiva, que está en la mano de cada corredor que los precios sigan subiendo o que cambien de tendencia. Y acabo ya el ladrillo que ya está bien.

Estoy contento

Estoy contento porque hoy no he tenido problemas con el tendón de Aquiles. He salido con la idea de dar tres vueltas a Parque Sur y apretar un poco en la segunda. Y se me ha dado bastante bien para el estado de forma en el que estoy.

Cuando he salido eran las 9:30 y hacía fresquito, se corría bien, aunque el calor iba aumentando conforma iba haciendo los kilómetros. Había bastante gente corriendo, aprovechando que todavía no hace mucho frío. Que luego da más pereza salir.

He dado la primera vuelta tranquilo y en la segunda he tratado hacerla a un ritmo de 5:30/km, cosa que he conseguido. La tercera era para volver a hacerla tranquilamente, pero se me ha cruzado el cable y he acelerado más, haciendo esa última vuelta a 5:15.

1ª vuelta (3 km): 17:00
2ª vuelta (3 km): 16:06
3ª vuelta (3 km): 15:45

Total (9 km): 48:51

Ninfa

En el diccionario de la RAE se define la palabra ninfa como cada una de las fabulosas deidades de las aguas, bosques, selvas, etc., llamadas con varios nombres, como dríada, nereida, etc. Además, en el diccionario, hay otras acepciones que tampoco son aplicables al caso.

En la wikipedia se extienden un poco más y cuentan que en la mitología griega, una ninfa es cualquier miembro de un gran grupo de espíritus femeninos de la naturaleza, a veces unidos a un lugar u orografía particular. Las ninfas solían acompañar a varios dioses y diosas, y eran con frecuencia el objetivo de sátiros lujuriosos.

Se puede leer además una clasificación de las ninfas según las diferentes esferas de la naturaleza con las que están conectadas. Así existen ninfas terrestres (de los campos, cuevas, pastizales, cuevas, bosques, jardines, lluvia, prados, montes, valles, cañadas), ninfas de las aguas y otros tipos de ninfas.

Sin embargo, no consigo encontrar la acepción que buscaba; la Ninfa que se desliza por el suelo como si levitara. Esta Ninfa es más parecida a Niké, la diosa griega de la victoria que era capaz de correr y volar a gran velocidad.

Bueno a lo que iba, que ayer a lo tonto, a lo tonto, charlando de esto y de lo otro, hice 10 km cuando no tenía pensado hacer más de siete. Y como curiosidad, decir que ayer, al igual que el martes fuimos otra vez nueve los que nos encontramos en el punto de encuentro. Que siga así.

Esta vez, al contrario que casi siempre, la primera vuelta fuimos más deprisa que la segunda y es que la gente salió a todo meter.

1ª vuelta (5 km): 28:15
2ª vuelta (5 km): 31:00

Total (10 km): 59:15

Inmenso pelotón

Hoy hemos salido nueve corredores y corredoras por Pradolongo. Si no lo veo, no lo creo. Hacía mucho tiempo que no nos juntábamos tantos en el parque. Pero lo más curioso es que de los nueve, había dos chicas, algo nunca visto.

Hoy se ha presentado Emilio II con un GPS de muñeca, pero al final no he podido hablar con él para ver si la distancia que recorremos es la exacta o no. Ya se lo preguntaré.

Hemos salido todos tranquilos, pero enseguida han empezado a tirar fuerte y cada uno ha ido según su ritmo. Yo me he quedado atrás del todo porque no quiero forzar lo más mínimo el tendón, aunque de todas formas al pasar del 6,5 km he empezado a notar la típica molestia. Aún así he seguido corriendo y he hecho aproximadamente unos 8,2 km.

1ª vuelta (5 km): 28:28
2ª vuelta (3,2 km): 19:12

Total (8,2 km): 47:40

Por cierto, al ir a poner los tiempos me acabo de dar cuenta de que al reloj se le está acabando la pila, ¡¡tengo que cambiar la pila ya mismo!!