Entre tinieblas

Hoy era sin duda el día que más oscuro estaba el parque. Casi todo el recorrido estaba a oscuras, excepto el principio y la ida y la vuelta junto al campo de fútbol de La Mancha. La verdad es que daba miedo, no sólo de no saber donde pones el pie, sino también de la gente que se veía apostada en determinados puntos del recorrido que amparados en la oscuridad nunca se sabe que intenciones pueden tener. Una compañera no llegó a completar el entrenamiento precisamente por esta circunstancia y ya es desgracia que pagues impuestos a mogollón para que luego no sean capaces ni de iluminar un parque. Buffff, me estoy encendiendo con estos ineptos.

Desde el punto de vista del entrenamiento, hoy lo tenía marcado como una prueba de cara a la media de Getafe. La idea era intentar 1h30 en esa media, lo que supone ir a 4:15/km. Simplemente trataba de ir a ese ritmo durante una vuelta (5 km) y ver las sensaciones. Sin embargo, no fueron muy buenas… también es cierto que el circuito estaba fatal, no sólo por la oscuridad, también por la cantidad de barro que se había formado por tantos días de lluvia. De todas formas, me he asustado un poco y en vez de ir a por 1h30 trataré de rebajar mi mejor marca en media que es de 1:31:39. Yendo a 4:20 podría hacerlo. Ya veremos.

1ª vuelta (5 km): 25:13
2ª vuelta (5 km): 21:56

Total (10 km): 47:09

En la segunda vuelta, los kilómetros los hice en 4:19, 4:22, 4:22, 4:24 y 4:26. Empeorando poco a poco.

Ayer, sin que sirva de precedentes, parece que el cronómetro marcó bien los kilómetros, ya que en las dos vueltas marcó 10,03 km y los ritmos que acabo de poner parecen razonables.

Pisando nieve

Hoy no ha nevado, pero todavía quedaban restos de nieve. El parque de Pradolongo estaba impracticable porque la nieve se había derretido en parte y ha estado todo el día lloviendo. Así que un día más hemos por el carril bici hasta Aluche, pisando nieve a medio derretir. Al final nos va a gustar y todo eso de entrenar por el carril bici.

Ha sido un entrenamiento a ritmo muy tranquilo en los que he totalizado unos 11 km en 1h10 más o menos.

Gran trabajo del club de atletismo Páris

Hoy se ha celebrado en el parque lineal del Manzanares el Trofeo Páris, organizado por el club de atletismo de mismo nombre. Pero no sólo se han limitado a organizar una carrera, sino que su trabajo ha sido ímprobo. Empezaron con las carreras infantiles, siguieron con la carrera popular (10 km), la carrera de la mujer (5 km) y, para terminar, el campeonato de Madrid de veteranos (10 km). Toda una maratón de organización. Yo este año no he participado, pero he estado por el parque y me parece que han hecho un trabajo extraordinario. Desde aquí mi más sincera enhorabuena. Por cierto, si se hubiese celebrado el 11 de enero, como el año pasado también hubiera sido pasado por nieve porque está nevando de lo lindo ahora en Madrid.

Aunque no he participado, me lo he pasado muy bien porque he estado haciendo fotos a mogollón, sobre todo de la carrera femenina, ¡espero que os gusten! Se pueden ver las fotos en este álbum.

Después de presenciar la carrera popular y la carrera de la mujer, empezaba el campeonato de veteranos, pero ya me he ido a entrenar porque se me iba a hacer tarde, así que desde allí he salido corriendo hacia Parque Sur a hacer unas cuestecillas.

Cuando he llegado a Parque Sur ya llevaba recorridos 2,5 km, por lo que he empezado con la primera cuesta (y la más difícil) nada más llegar. Después de esa, doce más; subiendo fuerte y con tiempo de recuperación… lo que tardaba en llegar de una cuesta a otra. Algunas estaban cerca, otras no. No es un método muy científico, pero prefiero esto a hacerlo todo cuadriculado.

Entre las cuestas y demás, casi 12,8 km, que no está mal después de la paliza de ayer.

Olvidaba comentar que después de no saber muy bien el peso que tenía ayer hoy he vuelto a repetir pesada. La báscula marcaba 69,7 kg que me parece un peso razonable. Sólo he engordado 200 g después de comer bastante roscón (y unos cuantos polvorones). Prometo a partir de hoy mismo volver a la pauta de comidas habitual desde mediados de octubre.

Una muestra como ha amanecido el lunes después de lo que nevó el domingo en Madrid.


Nevada sobre Madrid

Desconcertado

Desconcertado me tiene la báscula. Esta mañana antes de correr marcaba 71,5 kg. La verdad es que me ha dejado algo preocupado porque me parecía que haber engordado dos kilos en una semana era mucho, pero por más veces que me he subido, los 71,5 kg no se inmutaban.

Sin embargo, después de venir de correr se me ha ocurrido volver a pesarme y ahora marcaba ¡¡¡68,9 kg!!! Es decir, que después de correr 19 km he perdido la friolera de 2,6 kg. La única conclusión que se puede sacar es que esta báscula está hecha una pena, que ni peso lo que marcaba antes de correr, ni peso lo de después. Es lo que pasa por comprar lo más barato…

Tempranito salía de casa y he visto a Miguel. Hemos ido juntos hasta un poco más allá de la Caja Mágica, hasta el primer puente y desde allí vuelta hasta Pradolongo (9 km). Él se ha marchado a casa y yo he dado dos vueltas más. Al terminar la primera vuelta he visto a Macu con la que he estado unos minutos, pero ya acababa su entreno, así que he terminado la segunda vuelta (19 km) y luego hasta casa. Según mi cronómetro, han sido 19,55 km en 1:44:33 a una media de 5:21/km, quizás un pelín lento. Ha sido el día más largo de cara a la media de Getafe.

Nos libramos por los pelos

Ayer estuvo prácticamente todo el día nevando y cayendo aguanieve. Sin embargo, minutos antes de la siete de la tarde, dejó el cielo de soltar agua y pudimos realizar el entrenamiento sin mojarnos ni una gota. El hecho de que hiciese un día tan malo retrajo a unos cuantos y sólo cuatro nos dimos cita en la entrada del parque Pradolongo: los dos emilios, Quique y un servidor.

Viendo que el parque estaba impracticable por el barro decidimos partir por el carril bici hacia Aluche, repitiendo el entrenamiento del 22 de diciembre. Hoy iba a probar cuanto de exacta es la calibración que hice del cronómetro y parece que está más o menos bien. Si con el openrunner.com obtuve una distancia de algo más de 5,3 km, hoy con el cronómetro eran 5,4. Hay que tener en cuenta que en los semáforos en rojo no nos quedábamos parados y dábamos algunas vueltecillas, por lo que no es raro que salgan más metros.

Iba perfectamente pertrechado contra el frío con guantes, gorra, sudadera, camiseta de manga larga y malla larga; pero al final me sobraba la gorra, los guantes y la sudadera. Y eso que hacía frío, pero corriendo ni se notaba.

El carril bici tenía algún que otro charco, pero si te fijabas bien podías correr sin llegar a empaparte los pies. Lo que sí estaba realmente precioso era el parque de las cruces, donde la nieve había cuajado. Se veía una preciosa estampa de colores blancos y verdes. Lástima de no haber tenido una cámara para captarlo.

Según el cronómetro, que se supone perfectamente calibrado, he realizado 11,3 km entre subir a Aluche, bajar hasta el parque y terminar en casa, en un tiempo de 1h01. El tiempo se ha ido un poco de madre porque en la subida hemos cogido un montón de semáforos en rojo. Eso no pasa en el parque…

Roscón de Reyes

Es indudable que las fechas navideñas son una sucesión de comer y beber. Yo hasta ahora había aguantado más o menos bien, pero con el roscón no he podido. Me he comido buenos trozos de roscón aderezados con chocolate. Creo que la progresión descendente que llevaba mi peso va a tener un punto de inflexión. Aunque espero, a partir de hoy mismo, volver a controlar la comida.

Hoy por la mañana he salido con Ninfa y hemos dado las dos vueltas típicas, a un ritmo por encima de los cinco minutos, que ahora mantengo con bastante comodidad, haciendo pequeños cambios de ritmo en las subidas. Mañana habrá que pisar un poco más el acelerador.

Después de las dos vueltas en Pradolongo, he estado en la pista del polideportivo de Orcasitas para calibrar de una vez por todas el cronómetro. Si la pista tiene los 400 metros reglamentarios, el cronómetro está ahora perfectamente calibrado. Veremos, porque me parece que depende de la zancada así mide más o menos.

Para rematar la faena

Lo que he hecho esta semana no lo había hecho nunca y no sé si lo volveré a repetir. Y es que excepto el martes, todos los demás días he salido a correr. Bien entrenando, bien participando en una carrera (la S. S. Vicalvareña). Lo cierto es que como no me he machacado demasiado, no me he encontrado cansado al día siguiente como para no apetecerme correr. Ahora ya se han acabado las vacaciones y volveré a la rutina habitual.

Hoy he ido con Emilio a la Casa de Campo con la idea de forzar un poquitín la máquina. Y vaya si me he tenido que esforzar, aunque en ningún momento he querido ponerme a tope, que sólo era un entrenamiento… En total han sido unos 17,7 km en 1:26:43 a una media de 4:54/km. Buen entrenamiento de distancia larga. Por cierto que mi cronómetro ha marcado 18,55 km, 800 metros más. Necesita ser calibrado ya.

En el Cagigal he sacado el carnet anual para poder utilizar el vestuario. Cuesta la nada despreciable cantidad de 50,05 €. Espero amortizar la inversión.

Hoy es noticia

Hoy es noticia que no haya llovido. Desde que el día 21 de diciembre se puso a llover, creo que es el primer día que las nubes no descargan agua sobre nuestras cabezas. Es cierto que el agua es muy necesario y yo me alegro que llueva, pero ya resultaba algo cansino.

Sin peligro de que el líquido elemento volviera a surgir, he desayunado tranquilamente, he esperado un par de horitas y he salido a correr un par de vueltas a Pradolongo a un ritmo tranquilo. En la segunda vuelta me he parado a hablar con Pepe y Norberto y no he completado los cinco kilómetros. En total unos 9,5 km en 54:47, sin castigarme demasiado que mañana quiero ir a la Casa de Campo y ya se encargarán los compañeros del GGG en machacarme de lo lindo.

Por cierto que el nuevo cronómetro que me trajo Papá Noel no funciona como debiera. Ahora con el cambio de zapatillas marca menos de lo real, bien es cierto que ahora se acopla mejor a la zapatilla y no va inclinado como con las otras. Habrá que volver a calibrar el aparatito a ver si de una vez por todas calcula bien la distancia.

Hoy tocaba sesión de báscula. Iba algo temeroso a subirme al aparatito ya que entre la cena de Nochevieja y la comida de Año Nuevo me temía lo peor, pero me puedo dar por satisfecho ya que ha marcado el mismo peso que la semana pasada: 69,5 kg.

Año nuevo, zapatillas nuevas

Con mucho dolor de mi corazón he tirado las zapatillas con las que estaba corriendo y que me han resultado extraordinarias. Fueron un regalo que acepté a regañadientes porque otras que tuve salieron malísimas y, sin embargo, estas han sido todo lo contrario.

En la última visita al Dr. Urzanqui me recomendó que utilizara las plantillas pero con zapatillas neutras aunque yo soy de tendencia pronadora. Comentó que desde que han salido las zapatillas para pronadores, supinadores y demás fauna, hay más lesiones. Así que tirando del baúl de los recuerdos puse mis plantillas en las zapatillas Joma y desde entonces, todo ha sido mejorar. Que penita me ha dado cuando he tirado las zapatillas, pero es que ya no se sujetaban de rotas que estaban y ya me daba hasta vergüenza ponérmelas.


Joma Marathon 3000

Creo que estas zapatillas las he dado demasiada caña. Son zapatillas muy ligeras (de las que llaman voladoras) y no están recomendadas para entrenar. Quizás no sería mala idea hacerme con un par para las carreras, porque he acabado supercontento con ellas. Y no son muy caras, ya que se pueden conseguir entre 70 y 80 €.

Desde el 29 de octubre que empecé de nuevo con estas zapas, he recorrido 363 km, cuando lo recomendado para este tipo de zapatillas es de 300 km, por lo que no es raro que hayan acabado como han acabado. Y eso sin contar los kilómetros que hice con ellas preparando y corriendo los 100 km/24 horas.

Estaba en el pueblo el día de Año Nuevo y pensé que la mejor forma de empezar el año era corriendo, igual que había terminado. Así que me calcé mis nuevas zapas (Fila de 24 € del centro de oportunidades de El Corte Inglés) y me lancé por el camino del cementerio. Llevaba la camiseta que nos habían regalado en la San Silvestre Vicalvareña que es de manga corta y finita e iba pasando un frío de cuidado porque soplaba un viento endiablado. En la ida me congelé el lado derecho, a la vuelta, el izquierdo. No he acabado muy contento con las zapatillas, me rozaban el interior del pie derecho con cierta «insistencia». Espero que se arregle la cosa.

Según mi nuevo cronómetro han sido 9,57 km de recorrido en 54:48, pero dudo mucho que este cacharro mida correctamente. Siempre había pensado que este recorrido era de 10 km, pero aunque no sea así, desde luego no es tan corto.

Hoy no ha habido suerte

Aunque lleva ya unos cuantos días lloviendo de manera más o menos continua, cada vez que salía a correr o bien no llovía, o bien llovía con poca intensidad. Sin embargo hoy no ha sido así. Cuando he salido llovía poco, pero que luego cuando estaba terminando la primera vuelta ha empezado a llover brutalmente. Y eso que ha amanecido un día despejado y soleado… El terreno estaba muy blando y con barro, me estaba quedando asombrado de que la tierra hubiera sido capaz de absorber tanta agua, pero cuando ha empezado a llover fuerte han aparecido charcos por doquier.

La primera vuelta ha sido tranquila a ritmos cercanos a los 6:00/km y en la segunda he apretado algo más (5:00/km) haciendo cambios de ritmo en las cuestas. Lo curioso es que hacía mucho aire en contra en todas las cuestas y es que se da la circunstancia de que todas están orientadas hacia el mismo sitio y si en una te da en contra, en todas te da.

En total he estado corriendo 1:02:08 y he hecho 11,27 km.

Mañana es el día de San Silvestre y en muchos lugares del mundo los corredores despiden el año corriendo. En Madrid y alrededores se celebran varias sansilvestres, siendo la más famosa la vallecana, en la que este año correrán treinta mil corredores.

Más modesta es la San Silvestre Vicalvareña, que se celebra en el barrio de Vicálvaro por la mañana. Este año la participación estaba limitada a mil corredores y lo mismo ni se llena. Para mí, esta carrera tiene más ventajas que la vallecana. Véase:

  • Al ser por la mañana hay más tiempo para llegar a cenar, sobre todo si hay que cenar fuera.
  • Está menos masificada, se puede correr mejor.
  • La distancia es menor, 8,2 km en Vicálvaro y 10 km en Vallecas.
  • La salida y la meta están situadas en el mismo punto lo que simplifica la logística.
  • La de Vicálvaro es más barata, 5 € se pagan en Vicálvaro y 17 € en Vallecas.
  • En Vicálvaro hay un sorteo después de la carrera de lo más simpático y con muchos regalos. Incluso a mí me ha llegado a tocar un regalito.

Desde que empecé a correr populares no he faltado ningún año a la cita con la San Silvestre. Empecé con la vallecana cuando ni siquiera sabía que existía una carrera similar en Vicálvaro y puntualmente, cada año, corría aquella carrera. También he corrido la San Silvestre toledana alguna vez. Sin embargo, en 2004 en la vallecana me sentí tan agobiado ya en el metro cuando iba hacia la salida y luego en carrera, que decidí no volver a correr esta prueba. Y desde 2005, no he faltado a la cita con la vicalvareña. Estos son mis tiempos:

2005 35:06
2006 35:16
2007 37:23
2008 35:42