Correr potencia el cerebro

Me hago eco de una noticia que pude leer el pasado 20 de enero en El Mundo titulada El ‘footing’ potencia el cerebro. Resulta curiosa la noticia por dos cosas, primero porque utiliza la palabra footing que no tiene ese significado en inglés (sería jogging o running) y segundo porque no deja de ser una buena noticia para los que corremos.

Yo desde luego no sé si el cerebro se potencia o no, de lo que sí doy fe es que en mi época estudiantil me resultaba más eficaz hacer unos kilómetros y luego ponerme a hincar los codos que estar más horas sobre los libros.

Pues eso, todo el mundo a correr que no sólo sirve para no engordar o para mejorar el sistema cardiovascular, sino que se mejoran las conexiones neuronales y se potencia la capacidad mental.

Para tratar de mejorar mi coco hoy he vuelto a salir a entrenar con los compañeros de Pradolongo y hemos dado las dos típicas vueltas. La segunda aderezada con la subida a toda pastilla a la pirámide truncada. Pero en general ha sido un entrenamiento tranquilo, ya que han sido 58 minutos para poco más de 10 km.

La penitencia

No puedo negar que un sentimiento de culpabilidad me embargaba después del dispendio gastronómico, por lo que me acosté la noche anterior pensando en levantarme pronto -aunque algo menos que ayer- y hacerme cuanto más kilómetros mejor, con la idea de rebajar un poco lo comido.

Garganta de Alardos
Garganta de Alardos

Salí con el sol en el horizonte siguiendo el mismo camino que el día anterior, por el camino marcado por la garganta de Alardos. Sin embargo, hoy no he perdido de vista las marcas blancas y amarillas y he conseguido llegar al final del sendero, que no era otro que el mismo pueblo de donde salí, ya que el camino ¡¡¡es circular!!! Comienza y termina en Madrigal de la Vera después de subir y bajar unas cuantas cuestas. Lo malo es que el camino no era tan largo como me hubiese gustado, ya que tendría poco más de 10 km, así que después de terminar esa vuelta, unos cuantos kilómetros más hasta llegar a los 15 que tenía pensado hacer. Después del recorrido ya me he sentido mejor, confío en haber rebajado algo de lo adquirido el día antes. En total han sido 15,5 km en un tiempo de 1:25:16.

Este entrenamiento me va a venir bien de cara a Fuencarral porque ha sido cuesta arriba la ida y cuesta abajo la vuelta y de esas subidas y bajadas tiene unas cuantas la media de Fuencarral. De todos modos, habrá que hacer algún día más otra ración de cuestas.

El pecado

Este fin de semana he estado en Madrigal de la Vera, provincia de Cáceres. Y eso no es bueno ni malo, lo malo es el motivo de la visita y es que se celebraba un evento peculiar. El evento consistía en la matanza del cerdo y en lo que eso supone, comer, comer y comer. Y, por supuesto, beber, beber y beber. Sí, ya sé que resulta duro estar todo el sábado comiendo y bebiendo…

Sabiendo lo que me iba a caer encima me he levantado pronto para hacer unos kilómetros antes del evento. Salí por un camino que discurre por la garganta de Alardos, donde está el puente romano. Pero salí demasiado pronto y cuando empecé a correr no se veía un pimiento por lo que iba con mucho cuidado de donde ponía el pie. De hecho me lo torcí un poco en uno de los boquetes.

Puente romano en Madrigal de la Vera
Puente romano en Madrigal de la Vera

El camino estaba señalizado con unas marcas blancas y amarillas y lo he seguido hasta que he perdido las marcas. Pero he continuado por donde he podido y cuando he visto que llevaba seis kilómetros, vuelta por donde había venido. En esos momentos empezaba a amanecer y resultaba muy hermoso correr mientras el sol iba saliendo y las tinieblas dejaban paso a la luz. El cronómetro marcaba 1:10:45 cuando he terminado de recorrer los 12 km.

Después del ejercicio, marcha hacia el camping La Mata donde empezaba la jornada gastronómica con el desayuno, después unas migas -realmente ricas- y luego toda la orgía de carnes variopintas. Y aunque resulte difícil de creer todo consiste en comer y comer hasta la noche… o más todavía porque yo me fui sobre las nueve de la noche y allí seguía saliendo carne.

Piernas cargadas

En otras medias más duras, léase Fuencarral, he acabado con las piernas bastante castigadas. Sin embargo, en una media como la de Getafe nunca había tenido las piernas tan cargadas como esta vez, que ya estamos a jueves y todavía siento los cuadriceps cargados.

La idea era ir tranquilo las dos vueltas. Y eso es lo que he hecho en la primera, que incluso he rehusado subir la cuesta de la pirámide para no castigarme más. Sin embargo en la segunda vuelta ha empezado a zumbar Emilio el hombre radiactivo y no me ha quedado más remedio que seguirle. Por su culpa he hecho una primera mitad de segunda vuelta bastante más deprisa de lo que debiera, menos mal que luego se ha (nos hemos) calmado un poco. Hábilmente también he rehusado subir la pirámide en esta segunda vuelta. Espero que para el próximo entrenamiento, que será el sábado, ya estén las piernas recuperadas.

Emilio II se ha tenido que ir cuando llevábamos poco más de una vuelta aquejado de un dolor similar a la ciática. Confío en que no sea eso, porque esa dolencia da mucha guerra. ¡Ánimo Emilio!

1ª vuelta (5 km): 28:43
2ª vuelta (5 km): 24:42

Total (10 km): 53:25

Zapas nuevas

Aunque el uno de enero estrené zapatillas y las he estado utilizando hasta ahora, hoy he estrenado unas nuevas, gracias a don Eulogio. Son de la marca Joma y espero que me den tan buen resultado como las otra que tuve. Bien es verdad que las otras me duraron muy poco, sólo dos meses, pero iban como un guante. Como las echo de menos…

Nuevas zapatillas Joma
¡Qué buena pinta tienen!

Como siempre que estreno zapatillas, voy con más miedo que vergüenza porque pienso que me van a hacer daño en algún sitio, pero estas se han portado bien. Sólo me dolía el ojo de gallo que tengo en el dedo meñique del pie izquierdo, pero eso es culpa de las otras zapatillas.

Hoy entrenamiento muy ligero, sin forzar lo más mínimo trotando las dos vueltas. Tan despacio iba que al final me he quedado solo. Y es que he tardado algo más de 57 minutos en realizar los 10 km. Aún así notaba los cuádriceps muy cargados del domingo. Habrá que tomarse esta semana con calma para recuperar del esfuerzo.

Indecisión

El grifo goteaba. La gata observaba como las gotas caían y el fondo del lavabo se humedecía. No sabía si meter la cabeza debajo del grifo y sorber las gotas que caían -lo cual implicaba mojarse- o quedarse quieta y no mojarse la cabeza. Pues eso me pasa a mí de cara a la carrera de mañana. No sé si poner toda la carne en el asador y atacar la hora y media -con la posibilidad no remota de petar brutalmente- o ser más conservador y quizás dejar pasar una muy buena oportunidad para conseguir una de mis metas atléticas de toda la vida. Al final, creo que sí, que meteré la cabeza debajo del grifo aunque me moje.


¿Me mojo? ¿O no me mojo?

De todas formas, aunque dude, soy optimista porque hoy he conseguido bajar de la barrera de los 69 kilos. La báscula marcaba 68,6 kg y eso me hace pensar que voy a conseguir hacer un gran tiempo mañana. Según la teoría de Luis, una disminución del peso supone un aumento proporcional a la velocidad que se puede desarrollar. Entonces, echando la cuenta de la vieja llego a la conclusión de que si el año pasado hice 1h36 y ahora he bajado el peso un 8 ó 9%, debería hacer un tiempo aproximado de 1h28. O sea, que bajar de 1h30 lo tengo chupao.

Hoy hemos hecho un entrenamiento suave en Pradolongo, una distancia aproximada de 6,5 km en 34 minutos, con unos cuantos progresivos, que según Quique es lo que hay que hacer el día antes de la carrera. Sorprendentemente, hoy lucía el sol después de muuuchos días de lluvia y cielo nublado.

Y hablando del tiempo, mañana predicen cielo nublado con un 45% de probabilidades de mojarnos, mientras que en Santa Pola -donde va a correr Quique- parece que hay un 90% de probabilidades de que llueva. Como dice él, parece que atrae las nubes. Los que vamos a correr en Getafe te lo agradecemos, Quique.

No es una carrera en la que haya participado mucho, pero las tres últimas ediciones no me las he perdido. Estos son mis tiempos:

2007 1:43:49
2008 1:40:44
2009 1:36:12

Zapatillas para cada ocasión

Según he leído, me han contado o he visto, algunos corredores tienen diversas zapatillas. Unas para entrenar, otras para competir. Incluso si la carrera es de 10 km o una maratón tienen unas zapatillas distintas. En mi caso utilizo dos pares, un par cuando corro (bien con dorsal o sin él) y otra… cuando estiro. No debe ser una cosa muy habitual pero cuando llego a casa, me cambio de zapatillas, me quito la camiseta y me pongo algo seco y me pongo a estirar. Y hablando de estiramientos, según íbamos hoy entrenando comentaba un compañero que algunos sostienen que estirar no es bueno. Ya no sabe uno qué pensar.

Como el martes estuvimos dándonos cera, hoy tocaba un entrenamiento más tranquilo, pensando en la carrera del domingo. Por lo que optamos por las dos vueltas típicas a Pradolongo a un ritmo asequible. Creo que estuve unos 54 minutos, pero el cronómetro estuvo más tonto que otras veces. De hecho, ya he optado por eliminar el acelerómetro y utilizar simplemente el cronómetro, que era para lo que lo quería.

Divertidos cambios de ritmo

Hoy ha llovido otra vez en Madrid y el parque estaba muy embarrado y ¡cómo no! pésimamente iluminado. Debido a estas circunstancias, hemos optado por ir por el carril bici hasta Aluche, cosa que ya se está convirtiendo en algo habitual…

Sin embargo, esta vez en vez de ir a ritmo constante como solemos hacer hemos ido haciendo cambios de ritmo. Y ha resultado divertido porque yendo más gente te vas picando con unos y con otros y se hace más ameno. Además entre cambio y cambio vas charlando y se pasa el tiempo rápido. En total han sido 11,7 km entre la ida, la vuelta y algunas variaciones.

Normalmente es el jueves el día seleccionado para ir más rápido, pero dada la proximidad con la media de Getafe he preferido hacerlo hoy y el jueves haré un entrenamiento más suave.

He hablado con Pedro para intentar abordar la hora y media el próximo domingo. Podemos formar una dupla interesante. Hoy estoy más optimista, creo que podríamos conseguirlo.

En la carrera de Usera

Hoy se ha celebrado la XV edición de la carrera popular pedestre distrito de Usera. Un año más me he quedado sin correr por echar una mano a la organización. Pero aunque no he corrido, la representación pradolonguera ha sido excelente. Espero hayan quedado satisfechos con la carrera. Lo mejor de todo ha sido el tiempo porque no ha llovido y la temperatura era mucho más elevada que estos últimos días.


Pradolonguer@s preparados

Una buena amiga consiguió su MMP en esta carrera, parando el crono en 50:13, mejorando en más de dos minutos su anterior marca también conseguida en esta carrera en el año 2004.

Como por la mañana estaba «organizando», me ha tocado entrenar por la tarde. He ido a Pradolongo cuando todavía no era de noche, pero mientras entrenaba la oscuridad ha ido ganando terreno y he podido comprobar que el parque sigue igual de mal de iluminado. Da igual que sea día laborable, que festivo. Esto es una pena.

He dado un par de vueltas tranquilo, totalizando 10 km en algo más de 51 minutos. Por cierto, hoy el acelerómetro no ha funcionado como debiera, marcaba más metros de lo normal. Me parece que voy a pasar del cacharrito, porque despista más que ayuda.

Estoy normal

Hace unos meses decía que estaba gordo porque el IMC (Índice de Masa Corporal) era de 27,4. Hoy puedo decir que estoy normal porque mi IMC es de 24,8 que es algo menor que 25 que marca el límite de la normalidad. Lo cierto es que desde que empecé a controlar la alimentación, allá a mediados de octubre, he bajado más de siete kilos de peso y eso se nota, vaya si se nota. A la hora de correr voy mucho más ligero y más rápido y a la hora de vestir ¡¡¡me queda todo muy grande!!! Hoy marcaba la báscula 69,1 kg. Me parecía imposible llegar a los 69 kilos y ya estoy a punto de rebajarlos. Increíble.

Hoy tocaba tirada larga para hacer kilómetros de cara a la media de Getafe que se celebra la semana que viene. He ido al río desde el Cotorruelo, totalizando 17,7 km en 1h27. He tratado de ir a 5:00/km en la primera parte (la ida hasta el río) y luego volver algo más rápido (sobre 4:50/km), pero he ido más o menos tanto en la ida como en la vuelta. Y es que la ida es más favorable que la vuelta. Al final, quieras o no, he llegado cansado a casa y sudando como un animal.

Hoy parece que el acelerómetro se ha portado, igual que el jueves. Y es que el martes me lo puse un poco más arriba de la zapatilla y se volvió un poco loco. No hay que tocarlo de donde se calibra.