Corriendo entre olivos

Este fin de semana he estado visitando tres bonitas ciudades jienenses: la capital, Úbeda y Baeza. Son tres ciudades que merece la pena visitar, tienen muchas cosas dignas de ver.

Aprovechando que el hotel estaba en Baeza he salido a hacer unos kilómetros por los alrededores. Vi un camino que salía más o menos paralelo a la carretera de Ibros.

Yendo por ese camino me di cuenta que Baeza está en un alto porque la ida era toda favorable y la vuelta fue toda cuesta arriba. En el coche ya había comprobado que el camino hacia Úbeda es igual, hacia abajo.

Todo el camino lo hice entre olivos y pude ver que ya estaban recolectando el fruto de la oliva, la aceituna. Siempre me ha llamado la atención que alguien llame oliva a la aceituna, cuando para mí la oliva es el árbol. Leo por internet que dependiendo de la zona geográfica lo llaman de una manera u otra.

A lo que iba, que la ida se hizo llevadera, excepto un tramos que es de una pendiente bárbara. Como es lógico, la vuelta se hizo durilla y la cuesta de pendiente bárbara si a la ida tuve que ir reteniendo, ahora a la vuelta tuve que tirar de riñones y aún así costó lo suyo. Lo mismo hubiera subido más rápido andando.

Hice en total 9,8 km en un tiempo de 55:01 @ 5:37 min/km y luego por la tarde notaba los muslos bastante cargados.

Como no hice ninguna foto mientras corría, pongo una foto de la Plaza de Santa María, uno de los sitios que más me gustó de Baeza.


En la Plaza de Santa María, en Baeza

¡Qué bonito está el Parque Lineal!

Aprovechando que es festivo hoy jueves hemos quedado por la mañana a las nueve. Salimos Quique, mi tocayo y yo únicamente porque nadie más se animó y como no podía ser de otra manera bajamos al río.

En un principio tenía pensado hacer unos cinco kilómetros a ritmo umbral, sobre 4:22, pero ya desde el comienzo vi que iba algo cansado de piernas. Hicimos tres kilómetros de calentamiento hasta llegar a la orilla del río. Ahí aumenté el ritmo y después de ese primer kilómetro más fuerte traté de ponerme a 4:30 y así fuimos tres kilómetros, al lado de mis compañeros, que se dignaron no tirar.

Bueno, faltando como kilómetro y medio para llegar a las tablas sí se puso violento Quique y salió como una exhalación. Nosotros aumentamos el ritmo e hicimos ese medio kilómetro un poco por debajo de 4:10, pero no hubo forma. Quique está a años luz de mí.

Un poco antes de que Quique nos sacara los ojos iba mirando el río y la vegetación del Parque Lineal y me di cuenta lo bonito que está ahora en otoño. Una maravilla. No será el sitio más bonito de Madrid, pero es un lugar que merece mucho la pena.

Desde las tablas fuimos más tranquilos hacia el punto de encuentro donde dimos punto final al entrenamiento y de este modo fueron en total 11,3 km en un tiempo de 56:45 @ 5:01 min/km.

Más fuerte de lo que yo pensaba

Salimos cuatro pradolongueros y dimos una primera vuelta algo más rápida de lo habitual, ya que me desespera un poco ir tan despacio y me puse a tirar desde el primer metro.

En la segunda vuelta no fui yo el que tiraba, sino mi tocayo que está más fuerte de lo que yo pensaba. Lo comprobé en la carrera que hubo en el barrio hace unos días y lo vi en el día de hoy que se iba alejando casi sin esfuerzo mientras Joaquín y yo yendo a un ritmo sobre 4:40 veíamos como cada vez estaba más lejos.

Al final incluso apretamos más, pero no hubo forma, está en una gran condición. Persiguiendo a mi tocayo hice en total 9,6 km en un tiempo de 49:14 a un buen ritmo de 5:07 min/km.

Tirada medio larga al estilo JD

Después de haberme probado ayer y ver que no fui mal del todo planeé hacer una tirada medio larga, pero no de cualquier modo, sino siguiendo los consejos de Jack Daniels que siempre en las tiradas largas recomienda no sólo ir a ritmo fácil, sino meter algo de calidad en la parte intermedia.

De este modo fui calentando hacia el Parque Lineal y cuando llevaba cuatro kilómetros aceleré el paso para tratar de hacer dos kilómetros a ritmo umbral o un poco más rápido incluso. Salió ese dos mil a un ritmo de 4:18. Luego fui un kilómetro a ritmo de recuperación e hice un segundo dos mil de nuevo un poco por debajo de mi ritmo umbral. Ese segundo dos mil salió a un ritmo de 4:20 o sea, bien.

Luego después ya subiendo desde el río fui más tranquilo y de este modo hice en total 12 km en un tiempo de 1:02:25 @ 5:12 min/km. Parece que ya estoy recuperado de mi enfermedad aunque noto todavía cierto picor en la garganta.

Correr antes de comer

Mucha gente dice que corre para hacer «hueco» en el estómago. No es mi caso, corro porque me gusta correr, no hay otro motivo. Pero si con ello consigo tener menos tripa, pues miel sobre hojuelas, pero vamos, está claro que si no quieres tener tripa o comes con mesura o corres tropecientos kilómetros a la semana.

Hoy teníamos la comida pradolonguera y no salí a correr por hacer hueco, sino a probar cómo estaba porque el jueves no pude salir porque me encontraba mal y ayer viernes estaba peor todavía.

Salí con una amiga que también había estado pachucha por Parque Sur y dimos tres vueltas a un circuito de tres kilómetros. Yo veía a mi amiga más floja porque había estado peor y le dije de dar sólo dos vueltas, pero fue ella la que quiso dar las tres. Y la tercera debería habérsela ahorrado porque iba fundidilla.

Hicimos las tres vueltas a Parque Sur totalizando 9,3 km en un tiempo de 52:03 @ 5:33 min/km.

Y después de la carrera y una ducha reconfortante, fuimos a comer todos los pradolongueros que quisieron y pudieron.


Pradolongueros celebrando la Navidad 2018… Con margen

Imposible contentar a todos

Me ha tocado la ingrata tarea de organizar la típica comida navideña pradolonguera. Lancé la sugerencia de hacer la comida el sábado 1 de diciembre y curiosamente hoy estábamos cuatro en el punto de encuentro y ¡tres no podían venir! Una posibilidad es cambiar de día, pero estoy convencido de que si cambiamos habrá otros que no podrán venir, así que habrá que dejar la fecha y quien pueda bien y quien no, ¡mala suerte!

Hice dos carreras el fin de semana y ninguna superó los cinco kilómetros; sin embargo, notaba las piernas bastante cansadas, así que hoy era un día de relajación. Y tanto que nos relajamos que hicimos los primeros cinco kilómetros en más de media hora.

Luego para que no quedara tan descarado aumentamos un poco el ritmo, pero tampoco fue la cosa como para tirar cohetes. Completé 9,6 km en un tiempo de 55:26 @ 5:44 min/km.

Carrera popular «Usera libre de violencia machista»

Si ayer participé en una carrera de nombre largo, la de hoy tampoco se queda atrás. Dos carreras en dos días y ambas por una buena causa, que todo el mundo se conciencie que esta lacra que es la violencia machista se tiene que acabar de una vez. Si esta carrera y la de ayer sirven para paliar este problema, bienvenidas sean ambas carreras.

La carrera es en Usera, en mi barrio, cerca de mi casa y como habíamos quedado a las 8:15 en la explanada de la Junta Municipal de Usera no hizo falta que me diera un súper madrugón, pero aún así el despertador sonó a las 7:30 que no está mal para ser un domingo.

A esa hora estábamos Miguel y yo como un clavo esperando a Mariano, que llegó al poco, cuando estábamos cogiendo los dorsales. Nos dieron un dorsal de cartón y una camiseta. Lo del dorsal de cartón fue una muy mala idea ya que estaba lloviendo y mucha gente perdió el dorsal durante la carrera.

Estaba tratando de poner el dorsal en la camiseta y no era capaz, no tenía manera de colocar la camiseta porque todo estaba mojado y trataba de hacerlo de aquellas maneras. Es por esto que me tiré un buen rato intentándolo. En esos minutos apareció por allí Adelino que nos dijo que venían unos cuantos pradolongueros más a la carrera. Y menos mal que vinieron porque la participación fue escasa y nuestro grupo engrosó el pelotón de la carrera.

Unos cuantos pradolongueros acudieron a la cita y falta alguno que no salió en la foto

Después de conseguir colocar el dorsal, aunque de muy mala manera, y como quedaba aún tiempo y seguía lloviendo decidimos Miguel y yo meternos en un bar para tomar un café y al menos no mojarnos. Allí estuvimos un buen rato y mientras tomábamos el café vimos a un tipo que subía y bajaba Rafaela Ibarra calentando por lo que sospechamos que podía ser unos de los favoritos… Y no nos equivocamos. Cuando salimos del garito sólo quedaban diez minutos, lo suficiente para calentar un poco, pero ese poco fue más de lo que pensábamos porque se dio la salida minutos después de las nueve.

Dieron la salida y enseguida nos quedamos cuatro por delante, aunque Mariano y el «otro» iban ya destacados antes de llegar a Marcelo Usera. Miguel iba un poco descolgado y yo más todavía. En el trayecto por Marcelo Usera, casi todo favorable, Mariano y su acompañante se fueron yendo poco a poco y Miguel también se me fue yendo.

Giramos por San Antonio de Padua y veía que Miguel iba ahí, a veinte metros, que me sacó prácticamente en la bajada, pero yo apretaba y no le recortaba nada. Los dos primeros iban más rápido y casi no los veía, sólo podía ver la moto que los acompañaba.

Por la calle Santuario y Cristo de la Vega se llega a Doctor Tolosa Latour y ahí empieza una subida de no mucha pendiente pero que se nota en las piernas. Esa subida la recordaba de cuando se pasaba en la antigua Carrera de Usera y sabía que era durilla. Seguía viendo a Miguel más o menos a la misma distancia pero nada, que no le recortaba ni un metro.

En Avenida de los Poblados, que es un terreno llano, me dio la sensación de que me acerqué un poco. Fue en ese momento cuando mejor me encontré, pero al girar por Rafaela Ibarra, justo en el kilómetro cuatro, vi que la cosa era ya muy complicada porque la distancia no disminuía y ya notaba las piernas algo cargadas. No sé si la carrera de ayer se notó, es probable.

Efectivamente, el tránsito por Rafaela Ibarra se me hizo bastante duro y en esos últimos metros me sacó algo más de distancia pero mantuve la cuarta en la línea de meta después de mi tocayo. Mariano nos contó que no pudo hacerse con el primer puesto, aunque llegó bastante cerca. De todos modos no estuvo nada mal ya que los componentes del Club Atletismo Zofío estuvieron en posiciones cabeceras. Mariano fue segudo, Miguel fue tercero, yo fui cuarto y Adelino llegó séptimo. No estuvo nada mal, no. Rebeca, la única fémina del equipo también estuvo ahí, creo que fue la quinta de las chicas.

Estuvo toda la carrera y la previa llovizneando, pero resultaba agradable porque no hacía mucho frío y la lluvia era escasa. Tuvimos la fortuna que después de la carrera dejó de llover y la temperatura no estaba mal por lo que no lo pasamos esperando la entrega de trofeos. En categoría masculina subieron Mariano y Miguel, un buen botín para estos dos magníficos corredores.


Podium de la carrera con dos atletas del Club Atletismo Zofío escoltando al ganador

Había olvidado comentar que la organización dijo que la carrera medía 4,8 km pero mi GPS marcó 4,79 por lo que calculo la carrera tendría cien metros menos o así. Hice un tiempo de 19:41 @ 4:07 min/km por lo que no consigo bajar de cuatro en una carrera de estas cortas ni de broma. Como no pierda unos kilos no hay nada que hacer.

Carrera Popular por el Día Internacional contra la Violencia de Género

Hola se celebraba en el parque Plaza y Castañar una carrera de largo nombre: Carrera Popular por el Día Internacional contra la Violencia de Género. Por aquello de participar en una prueba solidaria que además se celebra cerca de casa y encima gratuita me animé a apuntarme.

La carrera empezaba a las diez de la mañana así que salí a las nueve y cuarto en coche. En un principio la idea era ir corriendo desde casa pero hacía frío y no tenía claro si se podía dejar la ropa allí, ya que la información sobre la carrera era ciertamente escasa. Así que decidí ir en coche para poder utilizarlo como guardarropa.

Aparqué el coche, me acerqué trotando a donde daban los dorsales, me dieron una camiseta y un dorsal que se pegaba en la camiseta. Recogí los chismes y me fui al coche a cambiarme. Pegué el dorsal y vi que pegaba regular.

Llegué al punto de salida cinco minutos antes de las diez. Nos juntamos junto al arco de salida unos cincuenta como mucho entre corredores y corredoras. Nos estuvieron contando que había que dar dos vueltas a un circuito de 2,5 km y que estaba señalizado con flechas pintadas y algunas cintas en algunos árboles.

Dieron la salida y salí pitando. Enseguida vi que había tres tipos por delante que iban más rápido que yo y me acoplé a un tipo que iba más o menos al mismo ritmo que yo. Del grupo de tres uno se iba quedando descolgado, pero no sé si los otros dos le esperaron o espabiló. El caso es que terminando la primera vuelta ese trío iba como cincuenta metros por delante y de repente desaparecieron como por arte de magia, como si hubieran atravesado un agujero de gusano y esos cincuenta metros se convirtieron en muchos más porque dejamos de verlos.


En los primeros metros de la carrera

Mi compañero se enfadó mucho e iba diciendo a todo el mundo que esos tres habían recortado. A mí me daba exactamente igual porque aunque no hubieran recortado no los hubiera cogido casi con toda seguridad. También es verdad que a mi compañero le quedaba algo de fuelle porque apretó un poco más en la segunda vuelta y se me fue un poco, pero yo creo que tampoco los hubiese cogido… Aunque a lo mejor a alguno sí, ¡quien sabe! En esa segunda vuelta perdí el dorsal después de anteriormente habérmelo pegado otra vez. No parece un buen sistema eso de los dorsales autopegados.

El circuito estaba señalizado más o menos bien o más o menos mal según lo quieras ver. De todos modos era una carrera para lo que era, para reivindicar una lacra que ahora mismo es un problema importante y si esto ha servido para dar más visibilidad a este asunto, bien está.

Llegué a meta el quinto, pero eso es lo de menos. Cogí una botella de agua y me fui trotando al coche, que no era cuestión de quedarse por allí, que hacía frío. Mis tiempos aquí.

Por cierto, decir que sólo había tres trofeos y eran para las tres primeras chicas.

Son gente muy cumplidora

Hice el lunes las inscripciones de unos cuantos pradolongueros a la San Silvestre de Vicálvaro. El martes me pagaron dos de ellos y hoy me ha pagado un tercero. Son unos chicos muy cumplidores, son de los que se creen aquello de que quien paga descansa.

Salimos con un poco de parsimonia, pero después de los tres primeros kilómetros, que siempre me los tomo de calentamiento, fui acelerando poco a poco tratando de alcanzar un ritmo de crucero de 4:45 o un poco más rápido. Tampoco quería ir excesivamente deprisa porque este fin de semana voy a hacer algo que nunca he hecho: participar en dos carreras, una el sábado y otra el domingo. Claro, que tiene truco porque son dos carreras de corta distancia.

Hice seis kilómetros a ese ritmo más vivo totalizando 10 km en 51:08 @ 5:06 min/km.

Adidas Supernova verdes

El pasado domingo en el Cross Canguro las zapatillas que he estado llevando estos últimos meses hicieron su último servicio. Se trata de unas Adidas Supernova con las cuales he hecho 956 km, que para mis pies (y mis plantillas) son muchos, no me puedo quejar.

En el mes de agosto, viendo que estas Supernova me estaban dando buen resultado compré otro par que vi a buen precio y las he tenido en el cajón hasta que las otras se rompieran. Bueno, no que se rompieran, que se destrozaran. Y así ha sido, el domingo fue su último día.


Adidas Supernova de color verde

Cuando llegué el domingo a casa arrojé las viejas a la basura y hoy me he arrepentido porque ha estado lloviendo y sospechaba iba a estar el parque muy embarrado. Y así fue, cuando empezamos a correr vi que iba a estrenar las zapatillas bien estrenadas, con abundante barro.

Entre que estaba bastante cansado del cross y que había que ir pendiente de esquivar charcos más que otro cosa, salió un entrenamiento muy lento. Hice los 9,6 km en 54:50 @ 5:41 min/km.