Hoy el entrenamiento ha podido conmigo

Después de no poder salir el jueves por un problema con la gata, que nos obligó a llevarla al veterinario, he salido hoy solo y he planteado un entrenamiento un tanto exigente, pero que pensaba iba a poder realizar sin demasiados problemas.

La idea era hacer un día largo de 16 km metiendo 10 km a ritmo de maratón. Según la Carrera de Yuncler, había obtenido un ritmo de maratón de 4:27 y el propósito era ir en esos diez kilómetros un poco por debajo de 4:30 aunque no llegase a ese ritmo obtenido.

No había quedado con nadie, lo cual es raro por ser un sábado, así que me levanté cuando el cuerpo me lo pidió, desayuné tranquilamente y dos horas después del desayuno me puse en marcha.

El martes había pasado mucho frío y desde entonces ando algo molesto con la garganta por lo que decidí abrigarme más de lo habitual para que no me volviese a pasar. Pero claro, no es lo mismo salir a las siete de la tarde cuando ya se ha puesto el sol que salir a las once de la mañana un día soleado. Sí, pasé calor, demasiado calor para mí.

Salí tranquilo hasta el Parque Lineal donde está el kilómetro tres. Ahí empecé a apretar y fui de fábula hasta el kilómetro ocho donde el sentido de la marcha cambia. Poco antes me había cruzado con Roberto Álvarez que como siempre iba derrochando clase para dar y regalar. Hace tiempo que no veo a este hombre en una carrera, pero da gusto verle correr.

No sé si a la vuelta hacía aire en contra, desde luego no se notaba mucho, pero ya fui incapaz de bajar de 4:30 como lo había hecho en la ida. Los kilómetros me costaban lo suyo y un entrenamiento a ritmo de maratón, que no debe ser muy duro, me estaba haciendo sufrir de lo lindo. Tampoco era cuestión de ir a muerte porque entonces el entrenamiento duro se hubiera convertido en muy duro y ese no era el objetivo.

En resumen, que no pude con el entrenamiento de hoy, que me ha vencido con todas las de la ley. Pero es lo que tiene esto, que se puede perder una batalla pero no la guerra. Esta derrota me hará más fuerte, no cabe duda.

Decir que completé los 16 km en un tiempo de 1:18:11 a un ritmo de 4:53 min/km. Fastidiado por no haber podido completar el entrenamiento como me hubiese gustado, pero feliz por haber echado dieciséis kilómetros más a la buchaca.