Tensando la cuerda

Mientras iba saliendo de la lesión me lo tomaba con mucha calma, pero he ido poco a poco aumentando más y más el ritmo. Parece que no sé estar tranquilo. Y no quiero ni pensar que va a pasar de tanto tensar la cuerda. Mejor no lo pienso.

Hoy tenía pensado hacer unos 15 km y para no acabar demasiado tarde he salido poco después de las seis y media a hacer unos kilómetros. He ido a Parque Sur, he dado una vuelta y desde allí al punto de encuentro. Una primera vuelta tranquila -aunque en el último kilómetro ha empezado a tirar Emilio- y una segunda vuelta apretando bastante. De hecho hemos dado esa segunda vuelta Joaquín y yo en 21:16 que no está mal.

  • Primera parte del entreno por Parque Sur: 4,2 km en 23:28 @ 5:35
  • Primera vuelta a Pradolongo: 4,8 km en 24:50 @ 5:10
  • Segunda vuelta a Pradolongo: 4,8 km en 21:16 @ 4:26
  • Enfriamiento: 600 m en 5:01 @ 8:22

En total han sido 14,4 km en 1:14:37 a un ritmo de 5:10.

Más de dos horas

Llevaba bastante tiempo, concretamente desde el 4 de abril del pasado año, sin entrenar por encima de la barrera de las dos horas. Hoy ha sido el día y estaba algo temeroso ya que no estoy haciendo muchos kilómetros. Según el planning que hice el otro día hoy tocaba hacer 25 kilómetros. Así que manos a la obra.

De nuevo con la bolsita de gominolas a la cintura -hoy llevaba una docena de chuches- he salido algo fresco ya que lucía el sol con todo su esplendor; sin embargo, luego se ha nublado todo bastante y hacía frío. Pero bueno, más abrigado hubiese tenido demasiado calor.

Tenía la idea de bajar al circuito del Parque Lineal y dar dos vueltas junto al río; no obstante, al llegar a la zona donde acaba este circuito he salido «fuera del redil» y me lanzado por el Camino del Malecón, he cruzado la vía del AVE y he continuado por el Camino de Aceiteros. En un principio ese terreno no estaba demasiado mal, pero conforme iba avanzando la cosa iba poniéndose cada vez más fea por el barro. Más allá de la M-50 la cosa estaba excesivamente embarrada y con unos charcos que ocupan todo lo ancho del camino y me he dado la vuelta después de ponerme bien de barro. Lo que más me ha llamado la atención de este circuito es que me he visto como media docena de corredores, cuando el año pasado sólo veía gente en bici, pero nadie corriendo.

Poco después del kilómetro doce, vuelta a casa y comienza la ingesta de gominolas para recuperar algo de energía. En esos momentos he echado de menos algo de agua, por lo que he empezado a comerme la cabeza con el líquido elemento y sólo pensaba en llegar a la fuente más cercana que estaba como a cinco kilómetros de allí.

Una vez cruzada la vía del AVE a la vuelta, he tenido que parar a quitarme el barro de las zapatillas, que pesaban un quintal y el barro que se había metido dentro. Un pequeño descanso que no me ha venido mal, todo hay que decirlo. Luego otra paradita en la fuente. Por aquel entonces ya iba un poco hasta las narices de tanto correr, pero todavía quedaban unos siete kilómetros.

En el kilómetro 23, ya en el parque de Pradolongo, iba tocando el cronómetro y lo he parado sin querer, por lo que he estado un tiempo corriendo con ello parado y no ha totalizado los 25 km que supuestamente he hecho. Como últimamente acostumbro, he salido del parque por la calle Parque de la Paloma, que es una bonita cuesta. Debía ir ya muy castigado porque un viejecillo me decía que subiera con más alegría, pero para pocas alegrías estaba yo.

El cronómetro ha registrado sólo 23,7 km en un tiempo de 2:03:12 a un ritmo de 5:11, por lo que habré estado corriendo aproximadamente dos horas y diez minutos, que no está nada mal.

He acabado cansado, pero no estoy mal en estos momentos después de comer y una buena siesta eso que he recorrido entre hoy y ayer casi una maratón: 40 kilómetros. A los que sumados los 24 de martes y jueves, suman la nada despreciable -para mí- cantidad de 64 km esta semana. En otros años preparando Mapoma esta cantidad de kilómetros era el máximo pico de kilometraje que alcanzaba.

Hoy mi padre hubiese cumplido 74 años; sin embargo, hace ya 25 años que no está entre nosotros. No te olvido.

Mi padre

Gominolas

Hoy se me ha ocurrido probar un nuevo combustible para las tiradas largas: las gominolas. Tengo que reconocer que me pierden estas pequeñas chuches y he pensado que no sería mala idea compaginar dos cosas que me gustan: correr y comer gominolas. Así que he echado siete u ocho en una bolsita y he salido a correr con la idea de probar a repostar a media carrera con este curioso combustible.

Aparte de probar el avituallamiento, buscaba un ritmo cómodo para ir durante la maratón. Como suelo hacer últimamente, sólo miro el cronómetro para ponerle en marcha y para pararle y he vuelto a sorprenderme al comprobar el ritmo a los que he hecho la mayor parte de los kilómetros ya que he ido a un ritmo sólo un poco por arriba o un poco por debajo de 4:30. Lo curioso es que me he encontrado cómodo durante todos esos kilómetros, pero claro, no es lo mismo hacer diez kilómetros a 4:30 que cuarenta y dos.

Sobre el combustible, no sé qué decir, me ha costado meterme en la boca las dos o tres primeras gominolas, pero el resto me las he comido bien. Claro que la capacidad de masticar no es igual cuando se lleva siete kilómetros que cuando llevas treinta. Tampoco tengo claro si realmente me aporta energía o si esa energía es pan para hoy y hambre para mañana, es decir, si es un aporte energético de poca duración. Esta claro que tengo que experimentar más.

He recorrido un total de 15,2 km en 1:10:35 a un ritmo de 4:38 y he terminado, una vez más, con muy buenas sensaciones. Ya veremos si mañana no pago este ritmo tan ligero.

Poco después de levantarme y hacer mis necesidades, pesada semanal. Hoy marcaba la báscula 67,9 kg exactamente lo mismo que la semana pasada. Bueno, me mantengo.

La importancia de ir acompañado

Cuando se va corriendo es una buena cosa ir acompañado. Tiene múltiples ventajas como ir dándole a la húmeda mientras corres, mejorar tus ritmos picándote con tus compañeros, que se te haga el camino más corto, no sentirte solo y abandonado, etc. Pero de todas las ventajas que pueda tener destaco sobre todo la de ir pensando en otra cosa y olvidarte de los múltiples problemillas físicos que puedas tener.

Cuando vas solo, que si me duele aquí, que si me duele allí, que si no piso bien, … Sin embargo, vas con otros compañeros y no te acuerdas de ninguna molestia. Y si te acuerdas es que estás realmente fastidiado.

Pues eso me ha ocurrido hoy, que iba con Emilio y Joaquín charlando de cosas varias y cuando he terminado de correr me he dado cuenta que en ningún momento he notado nada extraño, ni siquiera he pensado en ello. Eso quiere decir que -toquemos madera- estoy ya recuperado.

Como Joaquín ha llegado algo tarde le he acompañado un poco, por lo que he hecho más de lo que hubiera hecho un día normal. He recorrido un total de 13,2 km a ritmos bastante tranquilos y acelerando en los últimos kilómetros llegado a alcanzar 4:18 en el último kilómetro fuerte.

De aquí a Mapoma

¡Cómo cambia la cosa! Hace pocos días me encontraba bastante desanimado con molestias por aquí y por allá y hoy me he visto como hace tiempo no me veía. Desde finales de enero que estuve entrenando para Getafe no me sentía tan bien.

Hoy no había mucha gente en el entreno, sólamente los dos emilios, que habían corrido el domingo la media de Villalba, y no estaba ninguno con intenciones de dejarse los higadillos. Por cierto, de nuevo Emilio dejó muestras de su clase quedando segundo de su categoría y llevándose un jamón a casa. Éste sí que sabe.

Viendo que llevaban un ritmo bastante tranquilo, poco antes del kilómetro tres empecé a acelerar y me quedé solo. Enseguida adopté un ritmo interesante que calculé a ojímetro después de un rato entre 4:45 y 4:50. Lo dicho, me veía francamente bien y quería probar si aguantaba un ritmo algo más exigente, por lo que traté de seguir así hasta el kilómetro diez. A partir de ahí, enfriando hasta casa, para totalizar poco más de 11 km.

Lo sorprendente es que cuando paré el cronómetro y miré el ritmo de los diferentes kilómetros que llevé una gran sorpresa: 4:39, 4:43, 4:28, 4:39, 4:38, 4:34 y 4:34. ¡Una media de 4:36 en siete kilómetros! No me lo puedo ni creer después de las penurias pasadas. Cierto es que ahora noto las piernas cansadas, espero no haberme excedido.

Parece que empiezo a estar bien; sin embargo ya son pocos los días que quedan para Mapoma. Esta es la tabla con los días largos de entrenamiento previstos para la cita:

Semana  Día largo  Evento
 07/03/11   13/03/11   25 km   
 14/03/11   20/03/11   28 km   Villarrobledo 
 21/03/11   27/03/11   30 km   
 28/03/11   03/04/11   25 km   
 04/04/11   10/04/11   22 km   
 11/04/11   17/04/11   42 km   MAPOMA 

Lo único que tiene de positivo es el aumento gradual del kilometraje hasta llegar al día más largo a tres semanas de la maratón.

Puntos negativos: unos cuantos.

  • Salto muy brusco de kilometraje de esta semana que acaba de terminar (día largo de 17 km) al próximo día largo (25 km).
  • No hay semana de marcha atrás (es decir, acortar un poco el día largo), todo es aumentar y aumentar kilometraje hasta las tres semanas.
  • Uno de los fines de semana coincide con la única media en mi agenda: la media de Villarrobledo. Tocaría una tirada de 28 km. Esto puede solucionarse haciendo la media y luego prolongar siete kilómetros más o hacer el sábado los 28 y el domingo la media a ritmo de maratón… como muy deprisa.
  • Otra cosa que tampoco me gusta es que sólo voy a hacer una semana una tirada extralarga y debería hacer por lo menos dos. Pero no hay tiempo para más.
  • Nada de calidad. Sólo rodaje a ritmo fácil y tratar de hacer algún sábado rodaje a ritmo de maratón

Con tantos puntos en contra, raro será que salga la cosa bien.

LSD después de mes y medio

El domingo 23 de enero hice una LSD con un kilometraje similar a lo que he hecho hoy. Entonces me pareció una carrera cortita. Hoy, mes y medio después me ha parecido que eran muuuchos kilómetros, se me ha hecho un poco largo el recorrido.

He salido temprano a entrenar y hacía algo de fresco, pero según se iba elevando el sol se iba calentando el día y daba gusto correr con el sol sobre la cabeza. Y aunque hayan sido mucho kilómetros para mi actual estado, las sensaciones han sido buenas, aunque en algunos kilómetros intermedios sentía cierta inseguridad en la rodilla izquierda. Eso me dice que tengo que realizar mis ejercicios de fortalecimiento de rodillas con regularidad.

He alternado Parque Sur (dos vueltas) y Pradolongo (otras dos vueltas) totalizando 17,5 km en 1:30:40 a 5:09. Con este entreno completo cuatro días y algo más de 51 km que no está mal pensando que la semana anterior hice sólo 33.

Ya es casi primavera

Hace ya unas semanas que florecieron los almendros y eso es una señal de que la primavera está cerca y de que vamos dejando atrás el frío del invierno.

Almendro en flor en Parque Sur
Almendro en flor en Parque Sur

No tenía pensado correr en Parque Sur porque es un terreno algo más duro y prefiero no complicarme mucho la vida, pero al final he cogido gustillo al asunto y he dado algo más de cuatro vueltas y de nuevo me he encontrado francamente bien. Empiezo casi a olvidarme de mis problemas físicos, pero Mapoma está a la vuelta de la esquina…

Con eso de dar más de cuatro vueltas, he recorrido 13,6 km en 1:08:33 a un ritmo de 5:02, bajando en bastantes kilómetros unos segundillos de cinco minutos. Bien, muy bien, muy contento.

La báscula de nuevo ha vuelto a marcar por debajo de 68 kg. En concreto 67,9 kg. Ya empiezo a estar más conforme. Curiosamente, después del entrenamiento he vuelto a subirme a la báscula y marcaba 66,8 kg. Digo curiosamente porque de nuevo la disminución de peso entre antes y después es de 1,1 kg. No sé qué significará que muchas veces sea ese número.

Sin molestias

Hoy ha sido un buen día. No me ha molestado ninguna de las lesiones que he tenido últimamente, lo que es una magnífica señal. El caso es que había salido con algo de prisa y no me había estirado convenientemente y pensaba que iba a sufrir, pero lo dicho, cero problemas.

Resulta una delicia ver cómo los días son cada vez más largos. Hoy hemos dado la primera vuelta casi de día y eso se agradece viendo el estado de la iluminación del parque.

De nuevo sigo trotando y dando las dos típicas vueltas al parque. He ido tres kilometrillos por debajo de 4:50 y bastante bien. En total 10,1 km en 52:11 a un ritmo de 5:08.

Un adelantado a su tiempo

Desde hace unos cuantos años venimos denunciando los corredores que utilizamos el parque de Pradolongo para nuestras prácticas atléticas el estado deplorable de la iluminación del parque; sin embargo hoy leo con estupor que Industria se plantea reducir en los municipios la iluminación para ahorrarse un 42% de energía eléctrica.

Siempre había tomado a Jesús Moreno, concejal del distrito de Usera, como un zoquete, pero después de leer el tema del ahorro, resulta que es un adelantado a su tiempo, ya que tomó estas medidas tiempo ha -sobre todo el parque de Pradolongo- por lo que lleva muchos años ahorrándose más de ese 42%. Al paso que vamos, habrá que entrenar con un frontal. El único consuelo es que a finales de mes cambian la hora.

Hoy salía algo temeroso después de acabar el domingo con algunas molestias; sin embargo, ha sido el mejor día desde que tengo la(s) lesión(es) ya que no me ha molestado ni el tobillo ni la sobrecarga en el gemelo.

Hemos hecho unos cuantos kilómetros por debajo de cinco y me encontraba bien, incluso con ganas de ir más deprisa. Ganas que he controlado por si acaso. Al final he completado las dos típicas vueltas a Pradolongo y un poco más, totalizando 10,1 km en 51:48 a un ritmo de 5:05. Y muy contento. Que siga así.

II Carrera por las enfermedades raras

Hoy se ha celebrado la segunda edición de la carrera por las enfermedades raras en las inmediaciones del lago de la casa de campo. Aunque hacía un poco de viento, el sol brillaba en el cielo y hacía que resultase un buen día para correr.

Como todavía estoy medio lesionado no tenía ninguna pretensión, sólo acabar a un ritmo tranquilo. Pero como iba a acompañar a una amiga, al final he ido a su ritmo, a poco más de 4:30. Lo bueno es que no he tenido ninguna molestia durante los casi cinco kilómetros de la carrera. Según el GPS el recorrido ha sido de 4,87 km y mi tiempo oficial: 22:08. Mi acompañante lo hizo mucho mejor ya que paró el crono en 22:07, siendo la sexta de su categoría. Como curiosidad, hoy era mi primera carrera en la categoría de Veteranos B y acabé el vigésimo de esta categoría.

Carrera por las enfermedades raras 2011
Carrera por las enfermedades raras 2011

Una copia de la clasificación se puede ver aquí, aunque la clasificación oficial se encuentra en la página web de la Agrupación Deportiva Marathon.

Después de recoger la botella de agua, el vaso de Aquarius y la chocolatina, salí corriendo hacia casa para hacer algún kilometrillo más, ya que los cinco me supieron a poco 😉

Salí trotado de la Casa de Campo hacia el río Manzanares, para correr por el carril bici/paseantes que transcurre paralelo al río. Pasado el estadio Vicente Calderón el carril estaba cortado por lo que tuve que subir a Marqués de Vadillo y desde allí callejeando hasta el parque de Pradolongo, para terminar en casa. El recorrido total de este entreno post carrera fue de 8,7 km y lo hice en 46:22 a un ritmo de 5:19.

Para mi desgracia, yendo por el carril empezó a molestarme un poco el esguince (y eso que no había pisado mal ni nada por el estilo) y también un poco la sobrecarga del gemelo. Al paso que voy, me parece que me va a costar salir de estas lesiones.

Había olvidado comentar que poco después de levantarme, pasé por la báscula y ésta marcaba 68 kg. Ando ahí, ahí, justo en el límite que no me gustaría sobrepasar.