Recomencemos

Hace ya unos cuantos años que empecé con este blog. Empezó como cuaderno de bitácora, para apuntar mis entrenamientos y últimamente lo tengo un poco abandonado. Consigno mis batallitas cuando me pongo un dorsal en el pecho y poco más, pero me gustaría volver a lo que era antes. Así que me propongo que ahora que empieza octubre empiece yo también a ir apuntando mis entreno, mis sensaciones durante los entrenos y los chascarrillos con los compañeros pradolongueros.

Nos juntamos unos cuantos en el punto de encuentro, seis en total: cinco chicos y una chica. Salí algo más rápido de lo normal porque me molestaba un poco la rodilla y he comprobado que cuando voy muy despacio me duele más, por lo que salí a un ritmo aproximado de 5:30 cuando habitualmente comenzamos cerca de seis. Es por esto que me quedé solo en cabeza aunque al poco me alcanzaron dos, mientras que los otros tres siguieron despacio.

Como estoy para la carrera de Mercamadrid que se celebrará el domingo, quería probar qué tal estaba. Joaquín me preguntó y le dije que me daba con un canto en los dientes si hacía 43 minutos, pero hoy era un buen día para saber si podía acercarme a esos ritmos.

Los kilómetros 4 y 5 de la primera vuelta ya iba a buen ritmo y luego lo aumenté para tratar de hacer cuatro kilómetros a ritmo umbral. No sé ahora mismo cuanto es mi ritmo umbral así que calculé a ojo que 4:20 más o menos. Fui muy optimista con ese ritmo porque hice ese primer kilómetro a 4:15 y ahí dejé todas mis fuerzas porque luego se fueron los siguientes a 4:28, 4:48 y 4:35. Visto lo visto, tenía que haber tratado de ir a 4:30. Esto es lo que tiene tratar de entrenar a ritmos que no sabes si son los adecuados. Espero que con la carrera del domingo pueda obtener esos ritmos de entrenamiento. Hice 9,6 km en 46:55 @ 4:51 min/km.

Lo malo fue después de terminar, porque estuve esperando a los compañeros, luego fui andando hasta casa y antes de llegar me paré para hablar con unos conocidos. Como hacía un viento bastante fresco, creo que me enfrié porque estuve estornudando bastante.

Lo han vuelto a llenar

Hoy pasamos por Pradolongo y vimos que el estanque ya estaba lleno de agua o casi lleno, así que se acabaron las tonterías. Y bien que se acabaron porque Miguel había programado su reloj para hacer series. Todos nos preguntamos, ¿series en esta época con el calor que hace?

Pues sí, el tío había programado su reloj para hacer 1 minuto fuerte + 1 minuto de descanso + 2 minutos fuerte + 1 minuto de descanso + 3 minutos fuerte + 1 minuto de descanso y luego otros tres minutos fuerte pero descansando minuto y medio y ya bajando. Yo me quedé en los segundos tres minutos porque tenía que volver pronto a casa, así que me libré de parte del entrenamiento, aunque tengo la sensación de que lo más duro lo hice.

Es curioso lo lento que pueden llegar a pasar tres minutos cuando estás deseando que se acaben. Y lo rápido que pasa el minuto de descanso cuando quieres que no se acabe. Sorprendente lo de la subjetividad.

Entre que puse el cronómetro en marcha tarde y que me tuve que ir antes de la cuenta, el GPS sólo marcó 7,4 km aunque haría unos ocho. Mirando los tiempos por kilómetro, no parece que fuésemos excesivamente deprisa porque se ven tres kilómetros en 4:47, 4:48 y 4:41, pero puedo dar fe de que en algunos momentos que miré el cronómetro íbamos por debajo de 4:15.

Ya puestos a hacer el canelo

El martes atravesamos el estanque de Pradolongo aprovechando que estaba vacío y como hoy seguía sin agua, hemos vuelto a meternos y esta vez no nos hemos conformado sólo con pasarlo corriendo, sino que nos hemos puesto a hacer el canelo, colocándonos unos detrás de otros como si fuésemos en una barca de remos. Lo explico porque alguien puede ver la foto y pensar otras cosas más turbias.


Haciendo el canelo en el estanque de Pradolongo con la Iglesia Rota al fondo

Después de una primera vuelta tranquila, aprovechando para hacer el bobo en el estanque, hemos apretado un poco en la segunda, pero tampoco como para tirar cohetes, pero apretando de lo lindo en algunos tramos, como en la cuesta del ANDE o en los últimos 700 metros para quitar un poco la carbonilla de las piernas acostumbradas a trotar más que a correr.

Totalicé 9,7 km en un tiempo de 51:58 @ 5:20 min/km.

Como Dios

Dice la biblia que Jesús anduvo sobre las aguas del mar de Galilea. Hoy los componentes pradolongueros que nos hemos dado cita en el punto de encuentro hemos podido no andar, sino correr sobre el estanque del Parque de Pradolongo, como puede dar fe el track del GPS.


Ruta atravesando el estanque de Pradolongo

Pero lo nuestro tiene truco porque el estanque había sido vaciado para limpiarlo. Aunque dicen que lo de Jesús también tuvo truco porque algunos científicos dicen que posiblemente anduvo por un trozo congelado del mar de Galilea. Un extraño fenómeno que se hiele ese mar, pero que pudo suceder.

Esta parte del parque debía ser la única que nos quedaba por patear, así que la ocasión era única y, por lo tanto, la aprovechamos y tuvimos suerte de que fuimos inmortalizados en nuestra «hazaña».


Corriendo por el estanque de Pradolongo con el hospital Doce de octubre a nuestras espaldas

Con la tontería de atravesar el estanque, se nos fue un poco el tiempo, pero lo dimos por bueno porque hacía bastante calor y tampoco era cuestión de darse un buen sofocón. Completé 10 km en un tiempo de 54:55 @ 5:29 min/km.

Pude comprobar que la diferencia más notable en correr en Menorca y correr aquí es la sequedad brutal que hay por estos lares. Das cuatro pasos y ya tienes la boca más seca que la mojama. Menos mal que funcionan las fuentes de Pradolongo y paramos siempre en la segunda vuelta a refrescarnos. Si no fuese así, lo mismo alguno se quedaba por el camino.

Ensayando el segundo seis mil

Había planeado con Miguel hacer el test de los dos seismiles a falta de diez días para la maratón. Viendo mi estado de forma he pensado que podría bajar de las tres horas y media, por lo que mirando las tablas de este test, he visto que para tratar de bajar de ese tiempo habría que hacer un primer seismil en 28:30, es decir, a un ritmo de 4:45 y un segundo seismil en 25:18 @ 4:13.

Pues bien, después de dar una primera vuelta he pensado en hacer unos cuatro kilómetros a ese ritmo de 4:13 para ver las sensaciones que podría tener llegado el momento de realizar el test. Es por eso que cuando mi reloj ha pitado indicando el kilómetro cinco me he puesto a tope… Y sólo he aguantado dos kilómetros y medio.

El Viernes Santo haciendo abdominales hice el canelo con una rueda y acabé con dolor en la parte lumbar. Pensé que ese dolor me iba a impedir hacer los 30 km programados para el siguiente domingo, pero los hice sin problemas, aunque el dolor seguía ahí, afortunadamente con menor intensidad; sin embargo, cuando he salido hoy me molestaba algo más y cuando he acelerado el dolor se ha incrementado sustancialmente, por lo que he decidido bajar el ritmo cuando llevaba 2,5 km fuertes antes de que la cosa fuese a mayores. Por lo tanto, el ensayo no ha servido para nada, aunque quizás me ha dado un aviso de que no conviene hacer el burro ya tan cerca de la maratón.

Aún así he completado las dos vueltas a Pradolongo totalizando 9,5 km en un tiempo de 49:07 @ 5:09 min/km. He acabado un tanto mosqueado con el dolor en el lumbago, que se me ha extendido por el glúteo izquierdo y parte de la pierna.

Ni puñetera gana

Hoy me ha pasado algo que no me suele ocurrir. Salí desganado, cansado por haber dormido mal y quizás también cansado de los treinta del domingo y los diez de ayer.

Lo habitual, aunque suene paradójico, es comenzar cansado y acabar mejor, pero hoy no. Hoy empecé cansado y veía que la cosa no mejoraba, todo lo contrario. Así que cuando acabé la primera vuelta pensé que lo mejor era dejarlo porque no tenía ni puñetera gana de seguir corriendo.

Por lo tanto, hice solamente 5 km en un tiempo de 27:56 @ 5:34. Muy lento y muy mal, con pésimas sensaciones.

No sé si me he pasado

Hoy he salido a entrenar con la idea de hacer cinco o seis kilómetros para mover un poco las piernas y tener una excusa para estirar, pero nos hemos animado y charlando entre los unos y los otros se han pasado los kilómetros sin darme cuenta. De este modo, he acabado haciendo las dos vueltas de rigor, por lo que he totalizado 9,6 km.

Como suele ocurrir en estos casos, empecé con las piernas cansadas y acabé mejor de cómo empecé, pero no sé si me he pasado haciendo tantos kilómetros, debería haber dado una vuelta sólo… Veremos mañana.

Lo dicho, fueron en total 9,6 km en un tiempo de 52:40 @ 5:26 min/km

El plan B se cumplió a la perfección

Comentaba el otro día que el plan B previsto para la media de Villarrobledo consistía en hacer un tiempo aproximado de 1:31:39 que fue el tiempo que hice en la media de Coslada de 1999, año que bajé de las tres horas y media en maratón.

Pues bien, el plan B salió clavado, ya que llegamos a meta con un tiempo oficial de 1:31:34 que mejora en cinco segundos aquella marca de hace 19 años. Puede resultar baladí, pero no es lo mismo hacer una marca con 33 años que con 52. De hecho, esta marca con 52 años sería equivalente a una marca de 1:19:40 con 33 años. Esto quiere decir que estoy en mucho mejor forma ahora que veinte años antes.

Bueno… Me estoy yendo por los cerros de Úbeda… El asunto venía porque con este tiempo conseguido en Villarrobledo veo factible bajar de tres horas y media, pero hay que correrlo.

Hoy salí con las piernas cansadas de la media del sábado. Siempre me ocurre que después de una carrera no estiro y eso me deja las piernas para el arrastre varios días, sobre todo si la prueba ha sido dura como fue la media.

Acostumbro o más bien acostumbraba a hacer la semana de más kilometraje a tres semanas de la maratón, así que esta semana es la señalada para hacer el mayor número de kilómetros. El plan semanal es hacer hoy 15 km, el jueves 20 km y el domingo 30 km totalizando 65 km que es una birria, pero tampoco estoy dispuesto a hacer más ya que la rodilla no está muy fina y hay que conservarla muchos años.

Por aquello de hacer 15 km bajé antes de las siete a Pradolongo, pero sólo pude hacer 3 km antes de llegar a las siete al punto de encuentro. Allí estaba Joaquín y al poco llegaron Emilio, Emilio R y Jesús. Comenzamos los cinco la primera vuelta al parque a ritmo tranquilo. Incluso yendo despacio notaba las piernas cansadas. Dado que estamos en Semana Santa y que la temperatura era muy agradable, había bastante gente disfrutando del parque: niños en los toboganes, familias paseando, otros en bici, jóvenes jugando al fútbol y al baloncesto y otros practicando el kayak-polo en el estanque de Pradolongo.

Jesús sólo dio una vuelta, Emilio R un poco más y el resto completamos las dos vueltas. En esos momentos ya llevaba casi 13 km en mis piernas y el GPS se había quedado sin batería. Tenía que hacer 2 km más y los hice a ojo, probablemente un poco más. Viendo el ritmo que llevaba cuando funcionaba el GPS, un poco por encima de 5:30 calculo que estuve corriendo algo más de una hora y veinte minutos en esos 15 km.

Por cierto, una gozada poder correr con luz solar durante todo el recorrido gracias al cambio de hora.

Por debajo de hora y media

Hacer menos de hora y media en una media maratón era uno de los objetivos que me marqué cuando comencé en el mundillo de las carreras populares. Tardé bastante tiempo en conseguirlo ya que comencé a participar en carreras populares con cierta continuidad en 1994 y hasta 2010 no lo conseguí.

Después de haber bajado por primera vez lo he conseguido bastantes veces y curiosamente en mis tres participaciones en la media de Villarrobledo he conseguido bajar de hora y media. Allí tengo 1:29:51, 1:25:57 y 1:28:56.

Cuento esto porque la jugada sería tratar de bajar otra vez de hora y media para no «empañar» mis participaciones en Villarrobledo, pero me temo que va a ser complicado porque he mirado las previsiones del tiempo para el sábado y dan viento de 40 km/h con rachas aún más fuertes. Complicado, complicado.

Existe un plan B un poco más rebuscado y que está relacionado con la maratón de Madrid de 1999. Ese año la meta de la carrera se estableció cerca de la Plaza de Neptuno, por donde estará este año. Aquella vez conseguí bajar por primera vez de las tres horas y media en la maratón y este año también me gustaría hacerlo. En aquel entonces, antes de correr la maratón me probé en la media de Coslada e hice 1:31:39. Por lo tanto, el plan B consistirá en tratar de bajar de esa marca de Coslada, lo que indicaría que me encuentro en condiciones de bajar de tres horas y media en maratón.

Salí a las siete menos cinco al punto de encuentro. Allí vi a Miguel, que ya llevaba seis y luego aparecieron Joaquín y Emilio. Hice las dos vueltas de rigor a ritmo tranquilo para no cansarme demasiado para la media del sábado y tratar de cumplir el plan A o si no fuese posible, el B.

Hice un total de 10 km en un tiempo de 52:12 @ 5:13. Un entrenamiento tranquilo pero no de paseo.

¿Primavera? ¿Qué primavera?

Hoy ha entrado la primavera y sigue haciendo un tiempo invernal. Es por esto que parafraseando al famoso disco de Supertramp Crisis? What crisis? me pregunto ¿Primavera? ¿Qué primavera? Si hace un frío de mil diablos.


Portada del disco Crisis? What crisis?

Y a pesar del frío nos dimos cita en el parque cuatro pradolongueros: Miguel, Joaquín, Emilio R y un servidor. Yo llegué algo tarde por un tema del trabajo, así que los cogí de camino cuando ellos ya habían sobrepasado el primer kilómetro y yo aún no había llegado a ese primer mil.

Dimos un par de vueltas a ritmo tranquilo, tampoco de paseo, aunque Miguel iba algo más rápido, pero nos esperaba dando algún rodeo. Se está tomando en serio la preparación para la maratón y está últimamente haciendo bastantes kilómetros. Hay que tener cuidado que hacer muchos kilómetros tampoco es bueno. No olvidemos la tabla de la revista Runners que da una idea de los kilómetros a la semana que se deben hacer para tratar de abordar una determinada marca en la maratón. En su momento hablé de ello en este artículo.

Hice poco más de 9 km en un tiempo de 47:50 @ 5:15. Tranquilo.