Samuel Wanjiru

Leo con estupor que Samuel Wanjiru, campeón olímpico de maratón en Pekín 2008, ha fallecido en extrañas circunstancias. Una pena que una persona de 24 años abandone este mundo. Descanse en paz.

Me ha resultado curioso porque hace unos días hablaba de los «patas gordas» en una de las entradas y el bueno de Gonzalo decía que éste se aleja del fenotipo de los corredores kenianos. Casualidades de la vida.

Para el resto de los mortales la vida sigue y yo sigo entrenando, aunque con muchas precauciones porque ando algo resentido desde las cuestas del sábado. Siento ligeras molestias donde empieza el gemelo, debajo de la rodilla, en la parte externa de la pierna izquierda. Lo tengo muy tirante. Esperemos que la cosa no vaya a más.

He dado dos vueltas a Pradolongo totalizando 10 km en un tiempo de 54:48 a un ritmo de 5:28. Muy tranquilo… y un poco mosca.

Aceleración progresiva

Hoy he hecho un entrenamiento que no debe ser muy fructífero, ya que Jack Daniels no lo tiene en cuenta en su libro 😉 Se trataba de hacer unos kilómetros de calentamiento y luego ir aumentando el ritmo en cada kilómetro. En concreto, han sido 4 km de calentamiento a un ritmo cercado a 5:30 y luego progresivamente kilómetros a 4:48, 4:44, 4:40, 4:33 y 4:28. Para terminar un último kilómetro de «enfriamiento».

Aunque el día estaba algo nublado, hacía bastante calor y no daban muchas ganas de ir deprisa, pero no se puede ir siempre al trote cochinero. Lo cierto es que me he encontrado francamente bien en esos kilómetros «rápidos».

El otro día lo comentó Emilio II y hoy he podido confirmarlo: la carrera de Carabanchel no se celebra este año. Esta carrera, organizada por la Agrupación Deportiva Corebo que se celebraba en el mes de junio este año no se va a celebrar. Parece que las carreras que se celebran cerca del barrio tienen sus problemas: en enero no se celebró la carrera de Usera y en junio no se va a celebrar la de Carabanchel. La única que parece que se salva es la carrera del Zofío que está prevista celebrarse el 19 de junio, dios mediante.

Resumiendo, han sido 10 km en 50:17 a un ritmo de 5:02, aunque nuevamente el ritmo no es lo importante. Ocurre lo mismo que con el tamaño…

Bajo mínimos

Estamos bajo mínimos en Pradolongo. Tanto Emilio II, como Joaquín, como Quique están de «baja» por diversos motivos.

¡¡¡Mucho ánimo Quique!!!

Así que hoy cuando he llegado al punto de encuentro me encontraba más solo que la una. He empezado la marcha resignado a correr en solitario y al poco me he encontrado con Emilio, poco después con Ninfa, así que al final he corrido acompañado casi todo el trayecto.

La idea era dar una primera vuelta tranquila, como casi siempre, y una segunda vuelta algo más rápida. Y eso es lo que he hecho, pero en la segunda tampoco me he matado, he seguido un buen rato parloteando con Emilio. Luego, cuando éste se ha marchado a casa sí he apretado un poco, haciendo un par de kilómetros a ritmos cercanos a 4:30. Y es que tengo que acostumbrarme a rodar a esos ritmos si quiero mejorar mi marca de maratón este otoño.

En total he realizado 11 km en un tiempo de 55:12 a un ritmo de 5:01. Bastante contento porque parece que el problema de rodilla ha sido sólo el golpe, que no hay nada muscular.

Todo un ejemplo

Se llama Diane Van Deren, es probable que no la conozcáis. Antigua jugadora profesional de tenis, cuando estaba embarazada de su tercer hijo empezó a sufrir crisis epilépticas. Crisis que ni siquiera los fármacos conseguían evitar. Cuando sentía una sensación de hormigueo o picazón en la cabeza y el cuerpo, se ataba los cordones de las zapatillas lo más rápido posible y, sin rumbo, salía a correr. Así se anticipaba a la crisis que se aproximaba. Así evitaba la crisis.

Llegó a soportar hasta cinco ataques por semana. «Probé todas las medicinas posibles y ninguna surtía el efecto justo o me causaban efectos secundarios como sentir un cansancio extremo, pérdida del apetito y problemas cognitivos».

Diane se enteró de una cirugía que podría darle otra oportunidad. Una intervención radical, pero definitiva. La sometieron a una larga operación para practicarle una lobectomía, durante la cual le extirparon una porción de tejido neuronal.

Sin embargo, el éxito de la intervención y la posibilidad de esquivar para siempre las traumáticas convulsiones, también le implicó ciertas pérdidas. Ya no puede organizar tareas simples y no tiene noción de tiempo ni de espacio. Tampoco puede orientarse; le cuesta memorizar hechos o situaciones, conversaciones y hasta rostros. Se pierde con facilidad y es incapaz de calcular cuánto tiempo ha transcurrido. Por eso, marca el camino por el que debe regresar a su casa, escribe en papelitos las cosas que debe hacer o a quién debe llamar.

A partir de allí, Diane se ha convertido en una difusora de cómo hacer frente a la epilepsia. «Algunos dicen que los inspiro. Creo que la ayuda es una riqueza. En mi caso, hablo desde mi corazón. No se trata sólo de mí o todo de mí, pero trato de poner el ejemplo de ser una atleta profesional, una madre y una esposa. Quiero darles a otros esperanzas. Por eso, nunca abandono ni me rindo», sostiene.

Desde entonces, y siguiendo con su antigua receta, continúa corriendo. Se ha convertido en una auténtica campeona de los ultramaratones. En 2009 fue la primera mujer en la historia en completar la carrera de extrema dureza Yukon Artic Ultra Race. Un verdadero reto de supervivencia en la más absoluta soledad con temperaturas de -40° y más de 700 km acarreando un trineo con las provisiones y sólo 13 días para finalizarla. Es una aguerrida atleta de 52 años que prefiere «vivir la vida como un tigre en lugar de como un cordero». «Por eso, cada día doy el máximo y no me guardo nada.»

Desde luego todo un ejemplo para todos.


Ayer estuve andando por la sierra, en San Rafael. No muchos kilómetros, unos siete, calculo. Lo peor es que tuvimos que darnos la vuelta porque acabé en el fondo de un riachuelo por intentar ayudar a cruzar a una amiga. Es que no se puede ser tan caballeroso 😉

Lo cierto es que me di un buen golpe en la rodilla derecha y hoy estaba un poco hinchada y me dolía, pero me ha permitido correr aunque con algo de precaución. Curiosamente, no ha venido nadie de los habituales; no obstante, me he encontrado con Enrique, ilustre veterano de la A. D. Marathon, que me ha ido contando sus historias y ha hecho más ameno el viaje.

Por aquello de la rodilla, he tratado de forzar lo menos posible. Además hacía bastante calor. De esta forma, he completado los 10 km en un tiempo de 54:08 a un ritmo fácil de 5:24.

Acelerando que es gerundio

Hemos empezado muy tranquilos como es habitual, pero no me encontraba a gusto, por lo que he acelerado un poco la marcha. No sé si quizás demasiado para estar tan cerca de la maratón.

El caso es que me he encontrado fenomenal y he seguido dándole a las piernas que, al contrario que el martes, notaba perfectamente recuperadas.

Pero aunque me encontraba bien no he querido tensar demasiado la cuerda no sea que se vaya a romper, que no hay necesidad, que no hay objetivo a la vista, aunque he visto una media maratón de montaña en mi tierra que me atrae mucho. Tampoco hay que olvidarse de la media de Jadraque que está a un mes vista.

He dado las dos vueltas totalizando 9,6 km en 48:30 @ 5:01. Un buen ritmo.

Tal día como hoy

Tal día como hoy, un 26 de abril, pero del año 1987 debuté en la distancia mítica de la maratón. Entonces, mi objetivo fue bajar de las cuatro horas y con más pena que gloria lo conseguí, ya que llegué a meta con un tiempo de 3:57:11.

Aunque mucho ha llovido en estos 24 años, todavía sigo corriendo. Cosa que haré hasta que me quede sin piernas o éstas no me respondan. Y para ello mejor tomarse las cosas con calma que no castigarse en exceso. Hoy han sido 9,6 km en 51:01 @ 5:16, pero todavía notaba las piernas cargadas, sobre todo la izquierda. No sé bien si es debido a la paliza de la maratón o bien de los ejercicios que estuve haciendo ayer.

El que sí está fuerte y parece que no le han afectado los 42 kilómetros es Joaquín, que se puso a tirar y no hubo quien fuese capaz de seguir sus pasos.

Patas gordas

Siempre he pensado que tengo las patas muy gordas para dedicarme a las carreras de fondo. Viendo el grosor de mis muslos debería dedicarme a los 400 metros, como mucho; sin embargo hoy he leído sobre el mítico Steve Prefontaine, grandísimo corredor norteamericano de principio de los 70 y precisamente una de las cosas que le caracterizaba era su aspecto fornido. Desde que leí esto y alguna cosa más, este americano bigotón se ha convertido en mi héroe.

Steve Prefontaine
Steve «Pre» en plena acción

Son célebres sus frases en las que deja clara su filosofía:

  • Yo no sólo salgo a la pista a correr. Me gusta darle a los espectadores algo emocionante.
  • Dar algo menos que lo mejor de ti, es sacrificar el don.
  • Mucha gente corre una carrera para ver quién es el más rápido. Yo corro para ver quién tiene más agallas, quién puede castigarse a sí mismo en un ritmo exhaustivo, y al final, castigarse aún más. Nadie va a ganar una carrera de cinco mil metros después de correr dos millas fáciles. No conmigo.
  • Yo voy a trabajar tan duro para que sea una carrera de puras agallas al final, y si lo es, yo soy el único que la podrá ganar.

Me quedo con la versión heavy de su tercera cita: mucha gente corre una carrera para ver quien es el más rápido. Yo corro para ver quien tiene más cojones

Después de leer esto, me avergüenza decir que hoy sólo he recorrido 8 km en 42:48 a un ritmo de 5:21. En mi descargo diré que todavía estoy convaleciente de la maratón del domingo, aunque ya no noto los cuádriceps castigados, sólo algo de cansancio en las piernas. De todas formas, empecé muy tranquilito, rondando los seis minutos por kilómetro, pero mi acompañante fue apretándome las tuercas poco a poco y acabé a menos de cinco. Me resultó duro.

Ganando posiciones

Mapoma ha hecho limpieza en la clasificación. Han eliminado casi seiscientas personas que no completaron el recorrido. Gente que ha hecho trampas con premeditación y alevosía o gente que sin la menor intención ha ido a acompañar a otros corredores.

Después de limpiar, han llegado a meta 7998 corredor@s, lo que hace difícilmente creíble que hubiese diez mil corredores de maratón en la línea de salida. Como siempre, parece que Mapoma ha inflado las cifras de participación.

En la clasificación general he pasado del puesto 1108 al 977, por lo que he adelantado más de cien posiciones sin comerlo ni beberlo. Además, en mi categoría he pasado del 188 al 164. Los datos se pueden ver aquí. En mi caso, no es que importe mucho acabar el 1108 o el 977, aunque debe ser la primera vez que quedo entre los mil primeros. Pero lo importante es que Emilio el hombre radiactivo ya aparece como tercero de su categoría. Este hombre es un monstruo del correr.

Hoy he vuelto a salir a correr, a trotar más bien, y tenía las piernas bastante recuperadas del domingo, me vino que ni pintado la salida del martes.

Tampoco era cuestión de pasarse por lo que no he querido hacer más de seis kilómetros.  Tiempo habrá de hacer más. He recorrido los 6 km en 32:59 a un ritmo de 5:29, muy tranquilo.

Resaca maratoniana

He salido a correr aunque tenía los cuádriceps machacados. Este año estoy peor que el pasado en este aspecto, creo que se ha notado que he hecho menos kilómetros de entrenamiento. Me han faltado tiradas largas.

Trotando de casa al parque pensaba que no llegaba, me pesaban mucho las piernas. Luego al ver a Joaquín y a Ninfa parece que me he animado y he podido trotar poco más o menos, pero tampoco hemos podido comentar mucho de la maratón porque se me ha acoplado el amigo calvo de Emilio y me ha ido dando la charla de que él hizo 2h23 el año que ganó Matamoros. Yo tan feliz con mis 3h20 y viene este hombre a chafarme. Ya lo dice el dicho: hoy es un día feliz, verás como viene alguien a joderlo.

Bueno, tampoco es tan al pie de la letra, que me gusta ir con este hombre y escuchar sus historias de cuasi profesional, pero ayer no era el día, no lo era.

La intención era dar sólo una vuelta, que tampoco es cuestión de machacarse, y eso es lo que he hecho. Una vuelta muy tranquilita: 5,2 km en 31:02 @ 5:52 y he acabado con las piernas mejor que cuando he empezado. Además me ha venido muy bien los estiramientos antes y después. Estiramientos que hubiera tenido que realizar también ayer.