Dice el refrán «el comer y el rascar, todo es empezar» dando a entender que lo más difícil es el comienzo y que luego va todo rodado. Y esto es aplicable a lo que me ocurre cuando salgo a correr, que estoy más tiempo esquivando gente sin mascarilla que simplemente corriendo. Y es que cuando comencé a correr después del confinamiento, me resultaba difícil esquivar al personal, pero una vez que coges el truquillo sólo hay que mirar quien viene de frente y hacer un rodeo para no cruzarte demasiado cerca de él. Al final incluso resulta más entretenido que ir simplemente en línea recta.
No era mi intención salir el lunes 25 de mayo ya que había salido el día anterior, pero me convenció una amiga y salí con ella por el parque de Pradolongo. Me notaba cansado y tampoco quería forzar, así que me mantuve con ella durante todo el recorrido, haciendo un total de 8 km en un tiempo 45:09 @ 5:37 min/km.
El miércoles 27 de mayo, siguiendo el plan de días alternos, volví a salir al parque de Pradolongo. Igual que estos últimos días, hacía una temperatura bastante agradable, sobre los 20º, por lo que corrí con una camiseta de tirantes y casi sobraba. Hice tres kilómetros a ritmo tranquilo y luego apreté un poco, yendo cuatro kilómetros un poco por debajo de cinco minutos por kilómetro. Hice un total de 8 km en un tiempo de 41:54 @ 5:14 min/km.
Para no perder la costumbre, el viernes 29 de mayo también bajé al parque de Pradolongo, pero me notaba algo cansado y por ello fui bastante tranquilo durante todo el recorrido. Por algún extraño motivo al GPS se le fue la pelota e iba marcando más distancia de la cuenta. Paré el crono cuando llevaba 8,5 km en un tiempo de 46:39 @ 5:29 min/km, pero hice algo menos.
El domingo 31 de mayo bajé al Parque Lineal y fue una experiencia horrorosa, ya que había muchísima gente y muchos de ellos sin mascarilla, así que tuve que salirme en algunos tramos del camino para esquivar al personal y en otros no me quedó más remedio que cruzarme y no respetar la distancia de seguridad. Iba tan horrorizado que aceleré de lo lindo en el tramo en el que transité por el parque. Lo pasé mal, lo reconozco. Hice 10 km en un tiempo de 51:37 @ 5:09 min/km y con esta decena de kilómetros, completo la tirada más larga desde que empecé a entrenar tras el confinamiento, haciendo un total de 34,5 kilómetros en esta semana.
Antes de salir el viernes me subí a la báscula y marcaba 69,9 kg que son trescientos gramos más que la semana anterior. No es lo deseable, obviamente, pero al menos no he traspasado esa barrera de los setenta que tanto duele.
Acabé de la maratón cansado, aunque me veía bien muscularmente ya que subía y bajaba escaleras sin problemas y no notaba agujetas; sin embargo, sí me notaba cansado, por lo que esperé cinco días para salir a correr. Muchos dicen que hay que salir al día siguiente y seguramente es una buena idea, pero yo no tenía muchas ganas.
Así, salí el viernes 29 de febrero con una amiga y fuimos a Parque Sur por donde me llevó a buen ritmo. Bueno, a buen ritmo para cómo estaba. Yo sólo hice siete kilómetros, aunque mi amiga siguió para completar las tres vueltas que habíasmo planeado. Me paré porque notaba los gemelos muy cargados.
Al día siguiente volví a salir porque habían quedado varios pradolongueros a las 9:30 en el punto de encuentro. Salimos unos cuantos pero enseguida me quedé rezagado porque tampoco podía ir muy deprisa. Afortunadamente para mí, Jesús tuvo la delicadeza de acompañarme y fuimos a un ritmo más tranquilo. Tan tranquilos que hicimos una media de casi seis minutos. El tiempo había cambiado y hacía un aire bastante molesto y frío, por lo que pasé frío y eso que iba con la camiseta de manga larga. En el kilómetro cinco nos dimos la vuelta Jesús y yo y los otros siguieron. Como el día anterior notaba los gemelos muy cargados. Totalizamos 10 km en un tiempo de 59:09 @ 5:54 min/km.
El lunes 2 de marzo salí a correr con una amiga a eso de las once y media de la mañana. Bajamos al Parque Lineal y nos llevamos la sorpresa de que estaba cerrado por el viento. He de decir que la climatología se ha estropeado, después de unas semanas de calor ha vuelto el frío y el aire. Hoy salí con una camiseta de manga larga y si hubiese llevado debajo una de manga corta no me hubiese importado. El caso es que como estaba el Parque Lineal cerrado tiramos hacia Madrid Río y fuimos hasta el Calderón, del que va quedando cada vez menos. Allí dimos la vuelta y paramos en Pradolongo, casi en el punto de encuentro, cuando el reloj marcaba 10 kilómetros aunque ya llevábamos 12, porque el GPS del Forerunner 35 tardó un mundo en coger los satélites y eso que este chisme suele cogerlos enseguida. Fue parar y empezar a dolerme la planta del pie izquierdo, la zona externa, tanto que tuve que ir cojeando a casa desde el polideportivo. Hicimos 12 km en un tiempo aproximado de 1:04:00.
Por aquello del dolor de pie estuve unos días sin salir a correr hasta notar que no me molestaba. Fue el viernes 6 de marzo y salí con una amiga bastante tarde, pasadas las seis y media. Fuimos a Pradolongo y dimos dos vueltas y aunque cuando acabamos ya era de noche, se nota mucho que los dias se van estirando una barbaridad. Afortunadamente el pie no me dolió aunque pensaba que iba más deprisa de lo que realmente iba. Pude hacer 10 km en un tiempo de 54:51 @ 5:29 min/km.
Cuando llegué a casa tiré a la basura la gorra de Ferrari porque ya estaba la visera en un estado lamentable. Tenía esa gorra desde verano de 2005, así que me ha durado casi quince años, lo que no está nada mal.
Empieza a escucharse en los foros de atletismo si se suspende tal o cual maratón por el coronavirus. El otro día se suspendió la media maratón de París y ya se ha suspendido alguna maratón en Italia, creo que la de Milán. Se ha suspendido también la de Jerusalén. Ahora se está hablando de la maratón de Barcelona, de si se suspende o no. De momento parece ser que sigue adelante, pero ya veremos qué pasa.
El sábado habían quedado los compañeros pradolongueros, pero preferí esperar al domingo 8 y salir con la amiga que voy habitualmente, lo malo es que cuando quisimos salir a correr ya eran casi las once y media de la mañana. Bajamos al Parque Lineal asombrándonos de la cantidad de gente que pululaba por allí: gente andando, gente corriendo y gente en bicicleta y además en pelotón, por lo que a veces costaba adelantar. De nuevo ha vuelto el buen tiempo y la gente aprovechaba para tomar el solecito. Hicimos el circuito de 12 kilómetros en un tiempo de 1:03:27 @ 5:17 min/km. No estuvo mal el ritmo, ya noté las piernas totalmente recuperadas de los esfuerzos de la maratón.
El martes 10 de marzo, en plena crisis del coronavirus, quedé con Joaquín y Emilio R. en el punto de encuentro habitual, a la hora habitual, a las siete de la tarde. Vino también una compañera y esta vez cuando nos juntamos los cuatro no hubo besos ni estrechamientos de manos, ya empezábamos a pensar en el posible contagio. Dimos las dos típicas vueltas de toda la vida por Pradolongo a un ritmo no muy exigente y de este modo completamos 10 km en un tiempo de 54:34 @ 5:27 min/km.
El jueves 12 de marzo volví a quedar con los pradolongueros de martes y jueves. Nos juntamos cinco y salimos a un ritmo tranquilo, pero en un momento dado, antes de acabar la primera vuelta de cortesía, se puso a tirar Quique y la tranquilidad explotó como un petardo valenciano. Me quedé con mi amiga mientras los demás se iban por delante. Hicimos 9,6 km en un tiempo de 53:01 @ 5:31 min/km. Ya veremos si podemos salir a correr en las próximas semanas.
Hoy 13 de marzo, cuando escribo este resumen, España está casi paralizada por el dichoso coronavirus. A las 15:30 el presidente del Gobierno ha anunciado que al día siguiente se decretará el estado de alarma, pero aún no se sabe qué medidas se van a tomar. Se intuye que se limitará la circulación de gente y vehículos e imagino que algo más. En estos momentos Sanidad confirma 121 muertos y 4.505 infectados en España.
Esperemos que esto se solucione lo más pronto posible.
Si la semana acabó en lunes, esta semana ha empezado en martes, pero no fue ese día el elegido para comenzar los entrenamientos, sino que esperé al miércoles, por aquello de los días alternos. El miércoles 12 de febrero, el mismo día que cumplí 54 años, salí a entrenar con la amiga con la que suelo salir. Bajamos al Parque Lineal y poco después del kilómetro seis cruzamos a la margen derecha del Manzanares y volvimos hacia atrás. Llevé el Forerunner 10 que me había dado un problema la vez anterior que había sincronizado y quería ver si funcionaba bien. Completamos 12 km en un tiempo de 1:04:35 a un ritmo tranquilo de 5:23 min/km. Cuando fui a sincronizar el chisme no lo reconocía y Windows me decía que si quería formatear esa unidad. Como vi que aquello no funcionaba formateé y luego probé si funcionaba y voilà claro que lo hizo. Un buen entrenamiento en un días especial.
El viernes 14 de febrero, día de los enamorados, salí con la idea de hacer un par de kilómetros más que el día anterior y algunos a umbral. Antes de salir me subí a la báscula y marcó 69,9 kg por lo que por fin he conseguido bajar de los setenta kilos, cosa que parecía imposible. Se nota que estoy haciendo largas kilometradas… Y que me controlo un poco con la comida. Como últimamente hago, bajé al Parque Lineal y cuando llegué al kilómetro seis, después de que pitara el reloj, lo miré y vi que llevaba casi 31:40, por lo que calculé que si quería hacer veinte minutos a umbral debería parar cuando el reloj marcase 51:35. Siempre que hago los kilómetros a umbral lo hago por distancia y no por tiempo, pero hoy cambié de idea. Hice cuatro kilómetros en 4:27, 4:27, 4:26 y 4:24 y como aún no había llegado a los 51:35 seguí al mismo ritmo, calculando que tendría que hacer como medio kilómetro más, por lo que seguí rápido hasta que vi el tiempo. Objetivo cumplido. Ya aflojé y subí hacia casa más traquilo. Hice 14 km en un tiempo de 1:09:47 @ 4:59 min/km.
Acabé la semana el domingo 16 de febrero haciendo 16 kilómetros y me noté muy cansado y también algo molesto con la tripa, ya que el día anterior estuvimos de celebración y me pasé con la comida. Salí con una amiga y fuimos juntos hasta el kilómetro seis. Ahí nos separamos y traté de hacer algunos kilómetros a 4:45 , pero no pude, así que ahora toca descansar. Completé 16 km en un tiempo de 1:22:29 @ 5:09 min/km.
Lo normal es que la semana acabe en domingo, pero para mí esta semana ha acabado en lunes porque ha sido este día cuando he hecho la tirada más larga de cara a la maratón con un recorrido de 26 km. No son treinta como solía hacer antaño, pero no está mal de todo, espero que sean suficientes.
En esta semana de ocho días hice mi primer entrenamiento el martes 4 de febrero como una jornada de recuperación, aunque me metí 14 kilómetros, eso sí, despacio. Lo malo es que comencé con dolores en el talón izquierdo pero acabé mejor. Espero que sea una la molestia pasajera y no me dé más problemas. Sirvió para darme cuenta que tengo las uñas de los dedos gordos de los pies de un bonito color morado, como consecuencia de la media maratón de Getafe. Pero bueno, quizás haya sido mejor que haya sido ahora y que no me ocurra en la maratón. Lo dicho, fueron 14 km en un tiempo de 1:14:49 @ 5:20 min/km.
Con mi política de días alternos, el siguiente día fue el jueves 6 de febrero cuando volví a salir. Quedé con Quique y con Miguel y los convencí de que hiciéramos 18 kilómetros. Bajamos al Parque Lineal y mi idea era hacer cinco a ritmo umbral por lo que al llegar al quinto kilómetro aceleré el paso y los compañeros se tiraron el rollo y siguieron mi ritmo. Según iba, pensé en hacer uno más y poco después de pasar el quinto kilómetro a umbral le comenté a Miguel que hacía seis y lo dejaba, pero me dijo que podía hacer ese kilómetro un poco más despacio y metía otro más. Y así fue cómo llegué a hacer siete kilómetros a un ritmo de 4:31, un pelín más rápido del objetivo, que era 4:33. Fueron en total 18 km en un tiempo de 1:30:13 @ 5:00 min/km. Tuve muy buenas sensaciones durante el entrenamiento y resultó muy placentero compartirlo con Quique y Miguel.
El sábado habíamos quedado un grupo de pradolongueros a las 9:30 en el punto de encuentro. Mi idea era hacer 22 kilómetros, pero no me apetecía hacerlos por donde el otro día, continuando el Parque Lineal hasta la M-50, así que pensé que mejor bajaba antes, daba una vuelta a Pradolongo haciendo casi cinco kilómetros y luego bajaba con ellos al Parque Lineal para hacer el circuito grande de unos 17 km y poco más. Esa era la idea, pero que luego no se pudo materializar porque salí más tarde de la cuenta y cuando llegué al punto de encuentro sólo llevaba tres. Allí me junté con el resto y bajamos al Parque Lineal para hacer el circuito largo. En un momento dado mis compañeros aceleraron el paso, cosa que yo también hice, pero yo no me quise pasar a un ritmo de 4:45 poco más o menos mientras veía cómo se iban alejando los demás a toda pastilla. Cuando volvimos al punto de encuentro aún me quedaban dos más que completé haciéndolos en solitario por Pradolongo. Fueron en total 22 km en un tiempo de 1:52:48 @ 5:08 min/km.
Dado que mi cumpleaños y el de un compañero estaban próximos habíamos quedado en desayunar después del entrenamiento, por lo que nos dirigimos a un bar cercano a tomarnos un desayuno un buen grupo. La pena es que no todos pudieron asistir por unas razones o por otras.
Como dice el título de la entrada, la semana acabó el lunes 10 de febrero donde completé la tirada más larga que había planeado de cara a la maratón. Salí con una amiga en dirección al Parque Lineal, también acompañados por una joven en bicicleta. En dicho parque, en vez de llegar al final nos dimos la vuelta en un puente situado poco después del kilómetro siete. Cruzamos el río y volvimos por la margen derecha del Manzanares hasta que no nos quedó más remedio que volver a cruzar a la altura del edificio Novosur. Continuamos los dos corredores acompañados por la ciclista hasta llegar al carril bici del Anillo Verde, donde despedí a mi amiga que se volvió por donde habíamos llegado y yo me dirigí hacia Madrid Río por donde había decidido hacer el resto de kilómetros. En el momento en que nos separamos llevaba poco más de 11 kilómetros, por lo que me quedaba todavía un buen tramo. Afortunadamente la chica que nos acompañaba con la bici se vino conmigo para que se me hiciera más ameno el resto.
Hasta ese momento había ido a un ritmo tranquilo, pero poco después, al llegar a Madrid Río pensé en hacer kilómetros en progresión, de dos en dos. Traté de hacer el trece y el catorce a 5:10. El quince y el dieciséis a 5:00. El diecisiete y el dieciocho a 4:50. Justo después de este kilómetro, más allá del Puente del Rey me di la vuelta dirigiéndome a casa. Los siguientes tocaban a 4:45 y fueron los últimos que completé al ritmo que tenía previsto. En esos momentos llevaba veinte y ya iba notando el cansancio. El 21 y el 22 traté de hacerlos a 4:40 y uno se me fue a 4:44. Para terminar había pensado hacer los dos siguientes a 4:35, pero ya iba muy cansado y el 23 me salió a 4:40 y decidí aflojar para acabar completando los 26 km en un tiempo de 2:14:32 @ 5:10 min/km.
De este modo acaba la semana más larga de entrenamientos. Espero sea suficiente para acaba la maratón con la dignidad intacta como decía el bueno de Juan Ignacio.
Esta semana he terminado con 61 kilómetros, kilometrada con la que hacía tiempo que no castigaba a mis piernas. Como la maratón está cerca había cambiado mi plan de correr un día sí y otro no a hacerlo cuatro días a la semana, lo que implicaba hacer seguidos domingos y lunes. Así, aunque el domingo hice la media de Getafe salí el lunes para poner en práctica mi plan y al salir me noté muy cansado por lo que iba a un ritmo bastante tranquilo. Fui con una amiga a Pradolongo y dimos la primera vuelta despacio pero bien, sólo notaba cansancio en las piernas, pero pasado el kilómetro cinco empecé a notar una molestia intensa en la rodilla derecha. Hice un par de ellos más para ver si sólo era un molestia temporal, pero viendo que la cosa iba a más decidí para cuando llevaba 7 km que hice en un tiempo de 40:28 @ 5:47 min/km. No me sentó nada bien esta salida después de haber corrido el día anterior.
El miércoles 29 volví a salir y afortunadamente la rodilla no me molestó como el entrenamiento anterior, aunque algo sentía. Igual que el lunes salí con una amiga pero esta vez fuimos al Parque Lineal y en un momento dado le dije que si no fuera por la maratón no iba a estar haciendo kilómetros a lo tonto. Tanto kilómetro no puede ser bueno para la salud, de hecho aunque acabé bien la media, el lunes empecé a notar que me dolían los dedos gordos de los pies y observando el derecho, vi que había algo de morado en al uña por lo que se me acabará cayendo ahora que había vuelto a estar entera. Completé 14 km en un tiempo de 1:16:08 @ 5:26 min/km. En un principio había pensado hacer algunos kilómetros a umbral, pero me veía aún cansado de la media. Ya no recupera uno como antes.
El viernes 31 tocaba hacer 18 kilómetros y esta vez me tocó ir solo, pero antes me subí a la báscula y marcaba 70 kg justos, lo que indica que sigo bajando peso aunque menos de lo que me gustaría. Bajé al Parque Lineal como cada vez que quiero hacer tiradas largas y a diferencia de otros días, hacía más calor. Salí únicamente con una camiseta de manga larga y sudé de lo lindo, quizás también porque hubiese más humedad porque la sudoración fue exagerada. Hice tres kilómetros de calentamiento como acercamiento al parque y a partir de ese momento aceleré para ponerme a un ritmo de crucero de 4:44-4:45, cosa que mantuve bastante bien. Cuando llegué al kilómetro 15 bajé el ritmo y subí hacia Pradolongo bajando pulsaciones. Esos doce kilómetros me salieron a 4:45, perfecto. Los 18 km los hice en 1:29:12 @ 4:57 min/km. Un buen entrenamiento, aunque algo molesto de los dedos gordos de los pies.
El domingo 2 de febrero tocaba tirada larga y había quedado con mi tocayo para ir juntos, pero cuando íbamos por el kilómetro seis dijo que se encontraba mal y que me fuese solo. El día era aún más caluroso que el viernes, por lo que salí en manga corta y no pasé frío en ningún momento. El tiempo se ha vuelto loco, ya que esta época es de las más frías del año y hacía un calor de muerte. El caso es que seguí solo después de la espantada de mi compañero y fue sobre el kilómetro siete y medio cuando abandoné el Parque Lineal y me adentré en el Camino del Malecón donde fui durante un buen rato junto a las vías del tren. El terreno es más irregular y si encima te duelen los pies, no es lo más adecuado, pero seguí por allí y al poco se cumplió el kilómetro 8 donde tenía planeado hacer dos kilómetros a umbral, es decir, a un ritmo de 4:27 en mi caso. El primer kilómetro no me salió mal, lo hice en 4:28, pero el segundo me salió fatal, ya que me fui a 4:38. En mi descargo diré que el Parque Lineal es bastante llano, pero en estos dos kilómetros tuve dos ascensiones en las que me dejé fuerzas y segundos, sobre todo subiendo al puente de la Gavia. Yendo ya por el otro lado de las vías, hice un kilómetro más para llegar al kilómetro 11, que coincidía justo debajo de la M-50. Me di la vuelta y seguí a ese ritmo tranquilo hasta llegar al 12 donde de nuevo traté de ponerme a ritmo umbral, pero esta vez fracasé estrepitosamente porque me salieron a 4:41 y a 4:43 bastante alejado del objetivo. Volví ya más tranquilo hacia casa y de este modo, en un 2 del 2, completé 22 km en un tiempo 1:55:32 @ 5:15 min/km. Lo peor de todo es que empezó a molestarme el talón del pie izquierdo. Espero que no sea lo mismo que me ocurrió en el talón del pie derecho que me tuvo parado cuatro meses. Crucemos los dedos.
Como comentaba al principio, con estos cuatro entrenamientos acabo la semana con 61 kilómetros y con la convicción de que tengo que cambiar el planteamiento y olvidarme de hacer todas las semanas de cuatro días y volver al formato de un día sí y otro no por lo que haré semanas de tres días y semanas de cuatro, pero creo que mis piernas lo agradecerán.
Fue en la media de Getafe donde por primera vez conseguí bajar de hora y media en la distancia de media maratón. Aquel 24 de enero de 2010 conseguí en esta media una marca de 1:29:18 que en aquel entonces me pareció una marca estratosférica. Desde entonces he conseguido bajar de esa barrera de los noventa minutos unas cuantas veces, pero ya no estoy como estaba. Los años y los cuatro meses que he estado parado no me han permitido coger la forma que me hubiese gustado, aunque voy poco a poco.
Las últimas cinco medias, por poner un número, han sido con marcas muy por encima de los noventa minutos. Por orden cronológico:
13-10-2019
Media de Colonia
1:42:06
7-4-2018
Media de Madrid
1:33:46
17-3-2019
XV Media de Villarrobledo
1:36:20
24-3-2018
XIV Media de Villarrobledo
1:31:34
25-2-2018
Media de Latina
1:33:47
¿Y cómo estoy en estos momentos? Desde luego estoy mejor que en Colonia, pero creo que peor que en la Media de Madrid, así que si todo marcha bien, espero andar por 1h35 (ritmo de 4:30), lo cual sería un buen tiempo para mí. Bajar de ese tiempo lo veo casi imposible, deberían alinearse todos los planetas habidos y por haber.
Esta semana, antes de la carrera, he hecho dos entrenamientos. Salí el martes 21 de enero al parque Pradolongo, en una jornada muy ventosa, gracias a la borrasca Gloria que ha hecho estragos en el país. De hecho, cayó una rama de gran tamaño en el camino por el que pasé, aunque tuve suerte porque cayó entre el primer paso y el segundo. Debido al airazo en algunos tramos costaba avanzar y en otros -cuando daba a favor- no se notaba nada. La idea era hacer unos kilómetros fáciles y de esta manera completé 12,3 km en un tiempo de 1:05:21 @ 5:18 min/km.
Lo mejor de todo es que antes de salir de casa marcaba la báscula 70,2 kg y me puse contento porque me voy acercando a los 69.
El jueves salí al Parque Lineal, que ya lo habían abierto después de unos días cerrados por la borrasca. Cuando salí iba muy contento porque no notaba ninguna molestia, ni en la rodilla derecha, ni en el talón, pero la alegría me duró poco porque cuando cuando subí la ligera cuesta que hay para entrar en el Parque Lineal volvió a molestarme la rodilla. Esa desagradable sensación que se tiene de que en cualquier momento puede fallar.
Esta vez salí con la idea de hacer 14 km y meter unas series a ritmo umbral, en concreto, hacer dos dos miles a 8:54. Hice seis kilómetros para calentar los músculos y me dispuse a hacer ese primer dos mil. Me salió regular porque hice 8:57 y me ocurrió lo que me suele ocurrir, que hago el primer kilómetro bien (4:27), pero luego me relajo como si ya estuviera todo hecho (4:30).
Después de ese primer dos mil hice un kilómetro de recuperación y me dispuse a hacer el segundo dos mil en el tiempo previsto. Esta segunda sí me salió bien e hice los dos kilómetros en 8:50 repartidos en 4:24 el primero y 4:26 el segundo. Después de ese segundo dos mil ya me relajé y subí hacia Pradolongo a ritmo más tranquilo. Totalicé 14 km en un tiempo de 1:09:28 @ 4:57 min/km.
A mediados de diciembre comenzaron las nuevas fuentes de Pradolongo a funcionar, al menos la más cercana a Rafael Ybarra. Reconozco que no me di cuenta si las otras nuevas han llegado a funcionar. Así que me llamó la atención cuando salí el miércoles a entrenar y vi que esta fuente ya no tenía grifo. En un principio pensé que había sido objeto de un acto vandálico, pero luego me comentaron que los operarios del Ayuntamiento habían quitado los grifos. Poco más de un mes han durado las fuentes 🙁
De todas formas, tengo la esperanza de que hayan quitado los grifos porque hace frío y existe la posibilidad de que se hiele el agua y que cuando llegue la primavera pongan de nuevo los grifos, pero ya veremos qué hacen. Sería una pena que hayan construido unas fuentes para nada.
El lunes salí con una amiga a realizar unos kilómetros fáciles. Fuimos a Parque Sur, por el que hacia tiempo que no íbamos y dimos tres vueltas «largas» totalizando 10 km en un tiempo de 53:25 @ 5:20 min/km.
El miércoles también salí con una amiga, pero al contrario que el lunes hoy tocaba hacer kilómetros más exigentes. Mientras que la chica iba a hacer cuatro kilómetros a umbral (el suyo a 4:58) yo tenía que hacer cinco kilómetros a umbral (el mío a 4:27). Hicimos tres kilómetros de calentamiento hasta la entrada al Parque Lineal y ahí comenzamos cada uno con lo nuestro. Yo hice mis kilómetros a 4:28, 4:24, 4:23, 4:26 y 4:28. Quizás un par de ellos un poco rápidos, pero bien, acabé bastante contento. Si la semana anterior me salieron fatal, esta vez la cosa fue mejor y además me encontré mejor. En total fueron 12,6 km en un tiempo de 1:02:53 @ 4:58 min/km.
Después de una jornada exigente el viernes tocaba otra jornada tranquila, aunque haciendo más kilómetros. Esta vez había quedado con una amiga y con Miguel a las 9:30. Poco después de esa hora nos pusimos en marcha y fuimos a Parque Sur donde dimos tres vueltas «pequeñas» para completar 9 km. Ahí se quedó nuestro amiga y mi tocayo y yo nos marchamos a Pradolongo para hacer unos cuantos kilómetros más, pero sin apretar. Hicimos en total 14,1 km en un tiempo de 1:15:42 @ 5:21 min/km.
Con el domingo se completaba la semana de cuatro días. Habíamos quedado en el punto de encuentro y allí aparecimos cinco pradolongueros: Mariano, Quique, Miguel, Emilio II y un servidor. Salimos los cinco rumbo al Parque Lineal y poco a poco, pasados el tercer kilómetro, se fue desgranando el grupo yendo cada uno al ritmo que le interesaba o podía. Yo tenía pensado hacer una tirada de 18 kilómetros de los cuales 12 serían a ritmo de maratón que recordaba era a 4:49. Luego al acabar me di cuenta que según la última carrera el ritmo de maratón debería ser a 4:44; sin embargo no anduve muy lejos de este ritmo porque hice una media de 4:46, así que no me puedo quejar. Hice en total 18,3 km en un tiempo de 1:31:03 @ 4:58 min/km.
Con los kilómetros realizados este domingo completé una semana de 55 kilómetros, que son mucho para mi cuerpo.
El día 5 de enero el roscón y el chocolate son los protagonistas de la mesa. Yo me lo tomé como el último atracón de las navidades y me prometí a mí mismo controlar la comida para tratar de llegar a la maratón con un peso de 68 kg poco más o menos. Es por ello que esta semana me he controlado bastante la alimentación y hoy sábado me he subido a la báscula y marcaba 70,8 kg que son kilo y medio menos que la semana anterior. Siempre he dicho que no me fío mucho de la báscula porque perder tanto peso en una semana me parece demasiado, pero bueno, es lo único que tengo para controlar el peso.
El martes, dos días después de la carrera de Yuncler salí a soltar piernas y ciertamente las notaba cansadas. Bajé al Parque Lineal acompañada de una amiga e hicimos 12 km en un tiempo de 1:05:23 a un ritmo tranquilo de 5:27. Un buen regenerativo.
El miércoles tocó descansar y el jueves tocó estrenar zapatillas. Mis compañeros de trabajo no sólo me regalaron la inscripción a la maratón, sino que también me regalaron unas zapatillas Asics modelo Cumulus 21, el modelo inmediatamente superior a las que he estado utilizando.
Tenía pensado hacer 14 kilómetros, de los cuales iban a ser 5 km a umbral, pero me parecían muchos kilómetros para estrenar zapatillas, de modo que pensé que si notaba molestias me volvería a casa a cambiarme las zapatillas. Con eso en mente, bajé al Parque Lineal teniendo en cuenta que según la marca obtenida en Yuncler, el ritmo umbral es de 4:27. Hice tres kilómetros de calentamiento para llegar al parque y una vez allí aumenté el ritmo durante dos kilómetros para comenzar la serie con las pulsaciones ya un poco subidas y me salió no demasiado bien ya que hice los cinco kilómetros en 4:26, 4:32, 4:32, 4:33 y 4:28. Eso sí, tenía que haber tenido en cuenta que ese ritmo umbral Jack Daniels recomienda seguirlo durante 20 minutos y si se piensa hacer más tiempo, el ritmo debe ser algo inferior. Quizás debería haberme planteado hacerlo un poquito por debajo de 4:30 y me hubiesen salido mejor. En total hice 14 km en 1:09:48 @ 4:59 min/km. Un entrenamiento durillo y una experiencia con las zapatillas muy buena. Acabé encantado.
Con mi idea de correr un día sí y otro no descansé el viernes y volví a salir el sábado. Si el día anterior había salido solo, esta vez nos dimos cita en el punto de encuentro nada menos que ocho pradolongueros, entre los cuales había dos chicas. No es fácil últimamente juntarnos tantos. Bajamos una vez más al Parque Lineal y una vez allí nos dividimos. Quique y Mariano se fueron a toda pastilla. Miguel y yo nos quedamos un poco por detrás con la idea de hacer 18 km, de los cuales 12 km a un ritmo de 4:45 y el resto se lo tomaron con más calma y decidieron hacer sólo 12 km.
Hicimos tres kilómetros de calentamiento y luego tratamos de ponernos a un ritmo crucero de 4:45 y más o menos lo conseguimos. De hecho hicimos los dos kilómetros algo más rápido perseguidos por un tipo que quería alcanzarnos. Decir que aunque los primeros kilómetros salieron a 4:45 con cierta facilidad luego tuve que ir mirando el cronómetro para no perder el ritmo. Justo lo contrario le pasó a mi compañero, que empezó algo cansado porque había entrenado el día antes y al principio le costó un poco, pero acabó fuerte, fuerte, de hecho no fui capaz de seguirlo en el último kilómetro. Salieron los 12 km en 4:43 y los 18 km totales los hicimos en 1:29:15 @ 4:57 min/km. De nuevo salí con las nuevas zapatillas y excepto que suenan un poco más que las anteriores, creo que noté menos las molestias que arrastro desde el mes de abril. Sería genial que con estas zapatillas dejaran por fin de estar ahí. Esta semana he realizado 44 kilómetros en tres días lo cual está muy bien para mí.
Estuve unos cuantos años utilizando medias largas de compresión para correr y medias de compresión para recuperación. Luego lo dejé y ahora he vuelto a utilizar ambas. El tiempo que los estuve utilizando fue quizás el periodo en el que menos lesiones tuve y cuando fui más deprisa. Es posible que lo de las lesiones sea por las medias, pero obviamente no iba más deprisa por esas prendas. El caso es que después del aviso en el gemelo que tuve el 7 de diciembre, después de las cuestas que hice en Parque Sur, pensé que quizás las medias de compresión me ayudarían a proteger los gemelos.
Este tipo de medias altas de compresión tienen un problema como bien me contó Nelson en su momento: la media ha de quedar un par de dedos por debajo del tendón rotuliano porque si está más arriba puede producir mucha tensión en esa zona y en la zona del poplíteo.
Si eres de pierna larga no hay problema, porque la media quedará bastante por debajo de la rodilla, pero si eres de pierna corta, como es mi caso, la solución es que la media sea más corta. ¿Y cómo soluciono esto? Pues fácil, doblando la parte de arriba de la media hacia abajo, de tal modo que quede liberada la zona del tendón rotuliano, de la misma manera de cómo se colocaban antes los futbolistas las medias de fútbol, aunque ahora las lleven algunos por encima de la rodilla.
Como se puede ver en la imagen, llevo doblada la media como cuatro o cinco dedos, lo suficiente para tratar de «evitar» el rotuliano y de que no se caigan.
Llevo ya unas semanas utilizando las medias de compresión y, por supuesto, hoy también he salido pertrechado con ellas. Había quedado con Miguel sobre las diez y cuarto y como últimamente hago/hacemos hemos bajado al Parque Lineal. Mi idea era hacer una tirada larga y meter kilómetros a ritmo de maratón. Según la San Silvestre vicalvareña, mi VDOT es de 46,3 y eso se corresponde con un ritmo de maratón es de 4:49.
Por lo tanto, si haciendo el circuito hasta el final son 16 km y descontando los 3 km que hay desde el punto de encuentro hasta el Parque Lineal (utilizados de calentamiento) y los 3 km de vuelta (de enfriamiento), salen 10 km que utilicé para ir a ese ritmo de 4:49. Y nos salieron clavados: 4:49, 4:51, 4:50, 4:51, 4:48, 4:46, 4:52, 4:47, 4:46 y 4:49.
En total salieron 16,4 km en un tiempo de 1:21:38 @ 4:59 min/km. Un buen entrenamiento y bien acompañado por mi tocayo. ¡Muchas gracias por la compañía!
Se me ocurrió pesarme antes de salir a entrenar para que me entraran remordimientos y no comiese tanto y la báscula me escupió 72,3 kg que es una verdadera barbaridad.
Me gusta comenzar el año igual que lo acabé, corriendo. Es por ello que convocamos un entrenamiento conjunto para todos aquellos pradolongueros que se animaran con el doble objetivo de quemar un poco de la cena de Nochevieja y de brindar por el nuevo año.
Por aquello de que en Nochevieja se suele trasnochar, quedamos a las 11 de la mañana en el punto de encuentro habitual y nos juntamos nada menos que seis. Algunos veníamos de la San Silvestre vicalvareña, otros de la vallecana y otros se tomaron el día de asueto. Igualmente, unos habían trasnochado más y otros menos, así que aunque comenzamos juntos luego cada uno hizo lo que le pidió las piernas… o la cabeza.
Bajamos los seis juntos al Parque Lineal y pasados el kilómetro cinco nos dimos la vuelta Jesús y yo. Poco más allá se dieron la vuelta Miguel y Ninfa y los más ambiciosos fueron Mariano y Quique que continuaron y a buen ritmo y eso que Mariano se había metido una vallecana en 38 minutos.
De vuelta al punto de encuentro saqué unos dulces navideños, Jesús sacó un vino Moscato ya que no había botella de cava y Ninfa trajo sidra. Mariano también sacó unos dulces. Con todo ello comimos, bebimos y brindamos por un nuevo año 2020 en el que el deseo más importante es que las lesiones y las enfermedades nos respeten. Con estos deseos quedó claro que es lo que preocupa a los corredores.