Comprobando el estado del tobillo

El martes 15 de abril me hice un esguince. Al día siguiente fui a ver a Milagros y me lo arregló. He estado un par de semanas sin correr por precaución más que nada, porque estoy convencido de que hubiese podido ponerme a correr a la semana. Pero como tampoco llevo ninguna prisa, como no estoy preparando nada, no iba a precipitarme en la reaparición.

Hoy no iba a salir, pero a última hora cambiaron los planes y pude acercarme a Pradolongo para correr con los compañeros. No quise forzar en absoluto ni meter muchos kilómetros, así que cuando acabé la primera vuelta me fui para casa. El tobillo no me molestó en absoluto, sólo un pequeño «recordatorio» de que algo había allí. De nuevo Milagros ha vuelto a hacer un trabajo impecable.

Sólo fueron 5 km en un tiempo de 29:17 @ 5:51 min/km. Un ritmo genial para comprobar el estado del tobillo después del esguince.

Desempolvando la flaca

Llevaba años sin montar en la bicicleta de carretera. El año pasado acompañé a una amiga con la bici pero yo iba con una bici de montaña. Hoy, precisamente el día en que se celebra la maratón de Madrid, ha sido el día elegido para volver a cabalgar la flaca. Había olvidado ya la experiencia de conducir una bici de este tipo y la verdad es que no tiene nada que ver con una de montaña, todo es distinto: la postura, los desarrollos, los cambios, el pedaleo, las sensaciones, etc.

Después de hacer el recorrido hasta San Martín de la Vega por el carril bici y vuelta, completamos unos 54 km en un tiempo aproximado de dos horas y media. Con un dolor de culo impresionante y ahora, cuando escribo estas líneas, me duelen también los riñones. La postura que se lleva encima de la bicicleta de carretera es algo «peculiar» y tarda uno en acostumbrarse.

La mañana empezó temprano. Hoy era la maratón de Madrid y aunque no tenía pensado participar, sí me apetecía acercarme a saludar a los compañeros que iban a correr. Así que a las siete y diez había quedado con Emilio y Miguel para acercarnos a la salida. Llevaban objetivos distintos: Emilio iba a llevar el globo de 1h40 de la media maratón y Miguel tenía pensado hacer la maratón «completa» por debajo de 3h15.

Así que Emilio se fue donde habían quedado los de los globos y yo acompañé a Miguel hasta el guardarropa. Un agradable paseo por El Retiro -que estaba precioso- y a las ocho estaba en el punto de encuentro de los compañeros maratidianos. Como habíamos quedado un cuarto de hora después, estuvimos dando una vuelta de reconocimiento de los cajones de salida. A las ocho y cuarto volvimos y estuvimos saludando y deseando buena suerte. Los hice una bonita foto…

mapoma-2014-maratidianos
Maratidianos preparados para el comienzo de la maratón

Poco después se dirigieron a sus cajones y yo me fui a casita, que me esperaba la flaca. Fui trotando desde Atocha hasta Santa María de la Cabeza y curiosamente no me molestó el esguince, aunque sí el tendón de aquiles derecho. No consigo quitarme esas molestias en el tendón…

Después de esperar el autobús, llegué a casa, desayuné, me vestí de romano, -abrigándome porque hacía fresco- y salí con mi amiga con la idea de que ella estrenase su nueva máquina, que es un pepino de cuidado…

merida
Merida Scultura CF 905

Agradable paseo por el carril bici de San Martín encontrándonos con bastantes ciclistas tanto a la ida como a la vuelta. Se trata, sin lugar a dudas, de uno de los recorridos más atractivos para los amantes de la bicicleta.

Se obró el milagro

Ayer tuvimos una novedad. Una joven galga vino a correr con nosotros y tuve tan mala suerte que me torcí el tobillo izquierdo y me hice un bonito esguince. Parecía menos grave que otros que me he hecho en el tobillo porque no se hinchó mucho, pero aunque intenté seguir noté que no iba bien la cosa.

Siempre que he tenido un esguince he ido a Milagros «la curandera» para que me lo arregle y hoy lo he vuelto a hacer. Y como las otras veces, llegas fatal, te frota con alcohol de romero, te mueve el pie hasta hacer «clac» y te lo venda. Termina con un consejo: estar tres días sin que se moje la venda y sin quitarla. Nada más fácil. Y como nuevo: esta mañana casi no podía andar y ahora ando, ¿qué más puedo pedir?

Así que la cosa es fácil. Esperar tres días para quitar la venda y unos cuantos días más hasta ver el tobillo en condiciones y luego empezar a trotar. Si no fuera por Milagros estaría fácilmente un mes -como poco- sin poder correr.

esguince_antes esquince_despues
Antes de visitar a Milagros Esguince ya arreglado

Persiguiendo a un fantasma

No me gusta madrugar los fines de semana, tengo que reconocerlo. Ya me levanto bastante temprano en jornada laboral, así que no quedo con nadie ni los sábados ni los domingos. Cuando salí de casa me encontré en el parque a varios compañeros pradolongueros que ya habían acabado de correr y de estirar. Me comentaron que había pasado Antonio minutos antes y que se dirigía al río, así que me fui en su búsqueda.

La idea era hacer 12 km, pero llegué al puente donde suelo dar la vuelta y como no había encontrado al susodicho, prolongué el camino hasta el último puente, el que te obliga a cruzar el río porque el camino se acaba. Yendo por la margen derecha iba mirando al otro lado del río por si me cruzaba con Antonio, pero no le vi, ¿dónde demonios se había metido este hombre? Pudiera ser que él hubiese ido hasta el final del circuito del río, pero ya me parecía más que suficiente lo que había hecho por lo que crucé en ese último puente y emprendí el camino de vuelta. Tampoco fui capaz de encontrarle a la vuelta.

El hecho de ir persiguiendo para tratar de encontrarlo hizo que fuese a buen ritmo bajando de 4:45 bastantes kilómetros cuando debiera ser ese el ritmo de crucero. Y ni aún así conseguí encontrar su rastro.

Con la llegada de la primavera y las últimas lluvias, el Parque Lineal estaba exuberante, una auténtica preciosidad y resulta todo un placer correr por estos parajes. Cuando vas mirando al río, viendo la corriente de agua y la vegetación, no eres consciente de que estás en Madrid, te transporta a otro lado donde no hay coches y la contaminación es inexistente. El abuelo ya estaba empezando a reverdecer y al igual que el entorno que lo rodea estaba precioso. Tengo que llevarme la cámara y hacer algunas fotos antes de que empiece hacer calor y empiece a secarse lo verde.

Totalicé 14,6 km en 1:10:28 @ 4:49 min/km. Un ritmo quizás demasiado rápido para el que se supone es un día largo y lento.

Llevaba unas semanas sin pesarme. Hoy la báscula marcaba 69,3 kg. Lo curioso es que después de venir de correr y desayunar, volví a subirme a la báscula y el peso estaba en 68,4 kg. Es curioso que fuesen 900 gramos menos ¡y habiendo desayunado! Eso indica que cuando sudo, sudo de verdad.

Sediento

Hoy sí que ha hecho un calor de verdad, casi, casi veraniego. El termómetro andaría sobre los 25 grados, que ya es bastante. Por lo que parece, ha llegado la primavera con fuerza, aunque seguro que en Semana Santa se vuelve a estropear como suele ser habitual.

Estuvimos esperando a que llegase Miguel. Hoy sufrí en mis carnes el retraso del Cercanías, así que supuse también le habría afectado a él y que llegaría algo más tarde, pero estuvimos esperando un buen rato y como no llegaba, salimos. En la espera estuvimos hablando de aquellos corredores que mienten como cosacos en los tiempos que realizan en una carrera. La verdad es que no tiene ningún sentido mentir a un corredor porque lo primero que hace éste es comprobarlo en internet y el mentiroso queda al descubierto. Debe ser una patología.

Salimos tranquilos la primera vuelta, a ritmos cercanos a los 5:30 por kilómetro, pero en la segunda vuelta incluso a pesar del calor que hacía apretamos los dientes y nos pusimos a correr como si no hubiese mañana. Hice el primer kilómetro de esa segunda vuelta en 4:16 y me asusté, ¿dónde demonios iba tan rápido? Aflojé algo el ritmo porque no sólo es que fuera muy rápido, es que el calor se hacía notar y tenía la lengua como la mojama. Los siguientes kilómetros fueron algo más lentos, pero tampoco me dormí.

Completé las dos vueltas, unos 9,7 km en un tiempo de 48:41 @ 5:01 min/km, deseoso de llegar a casa y beberme cuatrocientos litros de agua.

Lo que son las cosas

Comentaba en la anterior entrada que me había encontrado con Enrique, atleta de la A. D. Marathon, al que llevaba bastantes meses sin verle. Pues bien, hoy he salido a correr ¡y me lo he vuelto a encontrar! Pero esta vez iba corriendo, así que hemos hecho un par de kilómetros juntos. Lo que son las cosas, un montón de tiempo sin vernos y en tres días nos vemos dos veces.

veteranos-admarathon
Aquí se le puede ver a Enrique con sus compañeros de Marathon

Hoy por problemas familiares me he tenido que quedar en casa, así que he aprovechado por la mañana un rato para escaparme y hacer unos kilometrillos. En un principio tenía pensado hacer sólo nueve, pero el encuentro con Enrique ha provocado que hiciese uno más, tampoco es que me haya supuesto la muerte… ni el susto.

Hacía bastante calor esta mañana, aunque era llevadero. Cuando hace frío sudo bastante, con el calor es algo fuera de lo normal. Eso no quita que haya recorrido un total de 10 km en un tiempo de 50:39 @ 5:04 min/km.

Pata pelada

Siempre me había fijado en que los corredores de más edad -que no viejos- empiezan a tener la pierna pelada un poco más arriba del tobillo. Últimamente me estoy dando cuenta de que a mí también se me empieza a notar. Debe ser que los 48 tacos que atesoro ya van haciendo de las suyas en el cuerpo. Eso sí, mentalmente, que es lo importante, no tengo ni la mitad de lo que dice mi DNI.

pata-pelada
¡¡¡Ya comienza la alopecia en las piernas!!!

Sin embargo ni la alopecia en la cabeza ni en las piernas es óbice para que siga corriendo y hoy sábado he salido con muchas ganas a hacer algo más de lo habitual. Así que he salido hacia el Parque Lineal que siempre invita a hacer más kilómetros.

Según el tiempo, mañana domingo va a hacer bastante calor, pero cuando he salido estaba el cielo nublado y la temperatura era agradable para correr. Luego se han ido las nubes y hacía calorcito. Tanto, que he llegado a casa bañado en sudor.

Al igual que el jueves, la idea era mantenerme a un ritmo cercano a los 4:45 y de nuevo he hecho casi todos por debajo, pero iba bastante cómodo. De todas formas, no me ha venido mal encontrarme con Enrique que estaba disfrutando del sol, ya que he aprovechado para pararme a charlar con él porque llevaba bastante tiempo sin verlo y sabía por terceras personas que había tenido una lesión muy fastidiada.

Enrique es un veterano de muy buen nivel. Atleta de la Agrupación Deportiva Marathon es un habitual en campeonatos de Europa y del mundo. En el pasado campeonato del mundo de veteranos, en la prueba de tres mil obstáculos tropezó con una de las vallas y se hizo una fractura muy chunga a la altura del tobillo. Hoy, cinco meses después, sigue con el tobillo hinchado. Espero que se recupere definitivamente lo más pronto posible.

Terminé los 12 km en un tiempo de 57:07 @ 4:46 min/km muy contento porque la rodilla no me ha molestado prácticamente.

Menos mal que llevaba zapatillas

Ojo: esto no es una crítica al correr descalzo ni al minimalismo ni nada que se lo parezca. Es algo que pensé cuando me di cuenta lo que tenía clavado en la zapatilla, un bonito cristal de buen tamaño, que para más desgracia, estaba profundamente incrustado en la suela de la zapatilla.

crista-zapatilla
Cristal clavado en la zapatilla

Esto da una muestra de lo incivilizada que es la gente. Ya es una malo encontrar restos de botellón en algunos lugares del parque, pero ¿por qué a alguien se le puede pasar por la cabeza romper una botella en medio de un camino? No sé, no tengo ni idea que le puede llevar a hacerlo, me cuesta trabajo encontrar un motivo.

Hoy llegué al punto de encuentro demasiado tarde, cuando estaban terminando Miguel y Quique que llegaban con muestras de haber hecho la última vuelta a tope. Quique en cabeza, como siempre, pero Miguel no le iba a la zaga, está muy fuerte como ya comenté entradas atrás.

Yo empecé casi a las ocho y el objetivo era terminar con luz solar, así que salí deprisa y ya en el tercer kilómetro empecé a acelerar con la idea de ir sobre 4:45, pero me salieron muchos por debajo de ese ritmo. Como ya tenía comprobado, la rodilla va mejor cuando el ritmo es más vivo.

Completé 10 km en un tiempo de 48:36 a un ritmo de 4:52 min/km. Bastante contento con mis prestaciones.

La maratón es la carrera

Hoy no era un día de ir deprisa, no sé bien por qué, parece que ninguno de los que nos hemos juntado teníamos ganas de apretar, así que íbamos más pendientes de ir charlando que de ir corriendo. Esto hace que el tiempo se pase casi sin darse cuenta

Según íbamos corriendo la charla era sobre la inminente -casi- maratón de Madrid. Joaquín tiene la teoría de que la maratón es la carrera por antonomasia, que todo lo demás no son más que relleno, que pueden ser más o menos bonitas, más o menos interesantes, pero que ninguna se le acerca a la maratón, la carrera.

Sobre todo venía porque se está convirtiendo en habitual que junto a la maratón se celebren otras carreras con la idea de que el organizador infle las cifras de si han sido tantos miles los participantes cuando no lo son tantos los que corren los cuarenta y dos kilómetros. Aquí estoy de acuerdo totalmente con Joaquín. La maratón es mucho más importante que cualquier otra distancia cuando se celebran las unas con las otras. Las otras distancias no deberían empañar el lucimiento de la maratón. Los maratonistas deben ser protagonistas ese día, nada que otros le roben su protagonismo.

Un ejemplo claro lo pudimos vivir en primera persona en Ciudad Real cuando por primera vez juntaron la media y la entera. Se dio la curiosa circunstancia que mientras estaban subiendo al pódium los de la media con mucho jijiji y mucho jajaja, los esforzados maratonistas llegaban a la meta y la gente casi ni se daba cuenta. Pero por favor, que ellos son los protagonistas. Aplaudan a rabiar a estos verdaderos héroes.

Pues bien, discutiendo que si sí, que si no y teniendo en cuenta que llegué tarde al punto de encuentro conseguí hacer 9 km en un tiempo de 48:56 a un ritmo tranquilo de 5:26 min/km.

Pensando en la maratón de Madrid

Hace dos días ni se me hubiese pasado por la cabeza participar en la maratón de Madrid. De hecho, un compañero vendía su dorsal y ni se me ocurrió contestarle; sin embargo, según iba haciendo kilómetros esta mañana iba dando vueltas y vueltas a la cabeza pensando en que si entrenase un poquito más podría participar en la maratón. Ya sólo falta esperar que no lo haya vendido. Aunque por otro lado, quizás no debería ser de la partida después de haber corrido Sevilla. Ya no sé que prefiero si una cosa o la otra. Lo que tenga que ser, será.

Hoy daban 100% de probabilidad de lluvia. Y efectivamente, no se han equivocado. Ha empezado a llover por la mañana temprano y cuando iba a salir a correr, a eso de la una de la tarde, seguía lloviendo. Pero no por eso me iba a quedar en casa, así que me he vestido de romano, he hecho mis estiramientos y con una gorra sobre la cabeza para evitar que el sudor me caiga a los ojos me he lanzado a la calle con la idea de disfrutar de la lluvia.

Sin mirar el reloj y tratando de llevar un ritmo cómodo iban pasando los kilómetros y me encontraba muy bien, genial diría yo. La maratón daba vueltas y vueltas a la cabeza y eso me animaba incluso más. Además ha dejado de llover y el día ha quedado genial. El Parque Lineal estaba precioso, todo muy verde y las yemas en las ramas de los árboles brotando. Una maravilla de paisaje. Sí, ya sé que la Casa de Campo es más bonita, pero el Parque Lineal no se queda atrás.

He acabado completando 14,6 km en un tiempo de 1:13:59 @ 5:04 min/km. Con unas buenísimas sensaciones. Tan buenas que pensar en la maratón me pone los pelos como escarpias.